Juan reunió a sus amigos en el arroyo y les contó un secreto: estaba enamorado. La Chica, una niña de 12 años que todavía jugaba a las escondidas, a la ronda y a reconde conde la sortija, le había dicho que él también le gustaba pero que no quería casarse con nadie, ni siquiera pensaba en esas cosas. ¿Y cuál es el problema?, le preguntaron a Juan sus amigos. Él se quedó callado. Por un momento, incluso, se sintió tonto y se arrepintió de haber dicho lo que había dicho. Quedaron en jalársela esa misma tarde.