Taller para editores de prensa con Jean-François Fogel
6 de Octubre de 2016

Taller para editores de prensa con Jean-François Fogel

"En la actualidad hay una serie de hechos que distancian a muchos diarios del camino hacía la calidad periodística. El reto es superar esas dificultades".

EN BUSCA DE LA CALIDAD PERIODÍSTICA

Taller para editores de prensa

JEAN-FRANÇOIS FOGEL

Cartagena de Indias, septiembre de 2002

Relatora. Marcela Blanco Lara

Editor para internet: Óscar Escamilla

Ya se verá si semejante nombre era lo que sonaba ser: un extraño cóctel mezcla de reingeniería empresarial aplicada a la empresa periodística con utópicos deseos de hacer bien el trabajo; o tal vez una inteligente e ingeniosa conjugación de palabras, que si se pudieran convertir en una bebida, entonces habría que tomársela despacio y en pequeños sorbos. O tal vez todas las anteriores.

Debemos aclarar, eso sí, que lo que se leerá a continuación no tiene la intensión de ser un manual sobre la calidad periodística –aprovechando la sabiduría de Fogel durante el cambio de piel de Le Monde–, sino un texto básico que intenta mostrar algunos caminos para mejorar globalmente el trabajo periodístico. Ni tampoco pretendemos que sea una guía dirigida a las directivas de los diarios del continente, sino más bien una suma de reflexiones útiles para periodistas y editores, y una muestra de que el periodismo actual es también un ejercicio de disciplina y organización. 

INTRODUCCIÓN

En 1994 y tras un receso de tres años, Jean-François Fogel regresó a la prensa escrita, que abandonó por desencanto, para hacer parte del equipo que asesoró durante siete años al periódico Le Monde, urgido por aquella época de acciones creativas y novedosas que pudieran rescatarlo de la peor crisis de su historia. Justamente para hablar sobre su experiencia y el aprendizaje en la renovación de aquel diario francés es que nos encontramos en Cartagena de Indias con Fogel en un taller que bien podría llamarse: ‘En Busca de la Calidad Periodística’. 

Ya se verá si semejante nombre era lo que sonaba ser: un extraño cóctel mezcla de reingeniería empresarial aplicada a la empresa periodística con utópicos deseos de hacer bien el trabajo; o tal vez una inteligente e ingeniosa conjugación de palabras, que si se pudieran convertir en una bebida, entonces habría que tomársela despacio y en pequeños sorbos. O tal vez todas las anteriores.

Debemos aclarar, eso sí, que lo que se leerá a continuación no tiene la intensión de ser un manual sobre la calidad periodística –aprovechando la sabiduría de Fogel durante el cambio de piel de Le Monde–, sino un texto básico que intenta mostrar algunos caminos para mejorar globalmente el trabajo periodístico. Ni tampoco pretendemos que sea una guía dirigida a las directivas de los diarios del continente, sino más bien una suma de reflexiones útiles para periodistas y editores, y una muestra de que el periodismo actual es también un ejercicio de disciplina y organización.

Para entrar en el calor del taller vamos a ampliar algunas de las líneas de trabajo que desarrolló Fogel con base en la experiencia Le Monde

  • Ideas Básicas sobre la Calidad
  • La Crisis de la Prensa Escrita
  • La Organización del Trabajo
  • Las Reuniones de Planeación Periodística
  • En las Entrañas de la Redacción
  • Últimos Comentarios

 

IDEAS BÁSICAS SOBRE LA CALIDAD

No hay diarios de calidad, sólo existe la calidad periodística. Claro que la calidad de un diario hay que entenderla desde el punto de vista del lector y de su relación con el aspecto gráfico y la redacción. Por lo que resulta importante averiguar cuál es la percepción del lector sobre la publicación, pues es claro que cada persona lee el periódico como una fuente más dentro de un flujo de información múltiple. 

Sin embargo, bajo el supuesto de que el lector es “ciego”, en cuanto a que aborda la lectura desde una manera casi mecánica, habría que decir que no existe un modelo para identificar dicha percepción. Entonces, ¿cómo establecerlo? Vamos por partes, de adentro del periódico hacía afuera.

La calidad no tiene nada que ver con el tamaño del periódico o el número de sus periodistas, sino con la capacidad –entre otras cosas– de darle un orden al desorden de las noticias de una manera que mantenga el interés del lector, respetando el contrato tácito de lectura establecido entre éste y el periódico. Ese orden implica, además de la organización de noticias por temas, la narrativa utilizada y las imágenes que acompañan cada texto, la tipografía y el manejo publicitario, la claridad sobre el tipo de periódico que es y su orientación editorial. 

A manera de síntesis, podríamos decir que el síntoma más común de la calidad en un diario es la buena escritura. Es fundamental la calidad de la redacción ya que tiene relación con la capacidad de decir las cosas de manera directa sin que se extravíe el placer que genera la lectura. Detengámonos un momento en la lectura de los siguientes nueve puntos que definen el periodismo bien hecho, según Bill Kovach y Tom Rosenstiel en su The elements of journalism:

  1. La primera obligación del periodismo es la verdad.
  2. Su primera lealtad es hacia los ciudadanos.
  3. Su esencia es la disciplina de la verificación.
  4. Sus profesionales deben ser independientes de los hechos y personas sobre las que informan.
  5. El periodismo debe servir como un vigilante independiente del poder.
  6. Debe otorgar tribuna a las críticas públicas y al compromiso.
  7. Ha de esforzarse en hacer de lo importante algo interesante y oportuno.
  8. Debe seguir las noticias de forma a la vez exhaustiva y proporcionada.
  9. Los periodistas deben tener derecho a ejercer lo que les dicta su conciencia 

Basta decir que la simple lectura y relecturar de esta lista no garantiza por sí sola la calidad de un diario. 

Aprovechar la percepción de los lectores

Si ya esbozamos algunas cosas importantes sobre la calidad de un diario desde adentro, veamos algunas razones afuera de él que nos permiten saber si estamos en la dirección correcta. Empecemos por los elementos de calidad que percibe un lector. La primera impresión es la disposición gráfica del diario, pues además de mostrar su estructura temática, permite ver el sentido de la proporción, desde la disposición de los artículos y la representación visual, hasta el manejo de las partes duras y blandas, informativamente hablando.

El primer referente para el lector, en esa disposición gráfica y de estructura, es la tipografía ya que establece la categoría y el estilo de cada periódico. Aquí cabe el ejemplo de los periódicos populares de Europa que en su mayoría están escritos con el tipo de letra Sans Serif. Mientras que los otros, los grandes, utilizan el tipo Serif. Así que la decisión de la tipografía de un periódico no debe dejarse solo en manos del departamento gráfico, sino que debe ser una decisión editorial, consciente y estudiada. 

La proporción de la imagen permite un control del periódico sobre los dos niveles de lectura: el primer nivel relacionado con la lectura de imágenes y títulos pensado para aquellos lectores que primero se pasean por el periódico antes de leerlo (Le Monde tiene editores dedicados exclusivamente a este tema), y el segundo nivel de lectura, pensado para las personas que van directo a los artículos. 

Es claro que el primer nivel facilita la decisión para abordar el segundo, a partir de ahí es que el lector decide qué quiere leer, en cuál de los artículos que ojeó se queda. A veces regresa sobre aquellos textos acompañados de llamativas e impactantes fotografías o de títulos que lograron quedarse en su memoria. 

No todo se deja en manos de la proporción de imágenes y textos. En busca del camino hacia la calidad periodística resultan importantes los procesos y criterios con los que se elabora cada información antes de ser publicada. De su selección, producción, moderación y tono es que surge ese contrato de lectura.

El contrato de lectura no es otra cosa que el compromiso del periódico para mantener y reafirmar, todos los días y a sus lectores, un estilo propio para preparar y presentar las informaciones que considera importantes y pertinentes. 

Recursos Informáticos

Salgámonos del paneo general del periódico y adentrémonos en la edición virtual de ese mismo diario que se publica en internet. Cabe decir que el impacto producido por este nuevo espacio ha generado la necesidad de hacer periódicos distintos, más divertidos, montados sobre plantillas de acceso y lectura diferentes, sin perder la estructura periodística de la edición en papel, ni romper el contrato de lectura con sus lectores

Pero internet, además de ser un lugar para acomodar la información de los diarios, es también un basto territorio por conquistar y del cual sacar provecho. Solo fijémonos en las posibilidades de búsqueda de información a las que podemos acceder, incluso algunos hablan que es de por sí una competencia abierta para las agencias internacionales de noticias, y como oportunidad para ampliar el número de fuentes de consulta.

Ante la riqueza de información disponible en internet los periódicos deben tomar decisiones sobre lo que pueden y deben hacer: a) o dejan que se desborde hasta invadir la redacción como le sucede al lector frente a su pantalla de computador; b) o buscan la mejor opción y la más pertinente para organizar y verificar la información que de allí se puede obtener. 

Una propuesta para prevenir esa anarquía informativa propia de internet es la de crear un filtro que permita que la búsqueda sea coherente y evite la dispersión. En los grandes diarios hay un grupo de gente joven, formada en el mundo del internet y hábiles en su manejo, encargados de organizar aquello que parece imposible y hacerlo útil para la redacción. Buena parte de su trabajo consiste en crear y ordenar listas de preselección de fuentes de información confiables, tomadas de internet, para ser consultadas.

No sobra decir que es fundamental que dicha organización se disponga de tal manera que su consulta sea expedita, lógica y sencilla de entender y acceder. Una de las estructuras sobre las cuales se puede montar esta plataforma de información es la construcción de una intranet. 

Aquí entramos en otro tema, en que tiene que ver con la manera en que podemos aprovechar la lógica de internet para hacer más fáciles y organizado el trabajo de la redacción. Claro que antes hay que decir que la intranet es una herramienta tecnológica para uso exclusivo de un grupo de trabajo, que ordena y estructura una serie de recursos dispuestos en una plataforma de internet. 

A continuación sugerimos un modelo de organización de recursos y trabajo en una intranet y dejamos ahí este tema:

 

 

Actividad de la redacción

 

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Agenda del día

Proyectos en obra

Notas de los responsables de la redacción

 

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Formación y ofertas de trabajo periodístico

 

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Libro de estilo

 

Archivos del periódico

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Buscador de los archivos

Informes (artículos agrupados por tema)

 

 

Medios de comunicación (entendidos como fuentes)

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Agencias de noticias

Otros medios escritos

Emisoras y canales de televisión

Periódicos electrónicos

 

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Sitios de recopilación

 

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Páginas escogidas

 

Buscadores

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Google Yahoo

 

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Metabuscadores

 

 

 

Sitios de instituciones y organismos

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Sitios oficiales del país

Organismos y          organizaciones nacionales

Sitios oficiales extranjeros

 

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Organismos y          organizaciones internacionales

 

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ONG

 

 

 

Referencias generales

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Guías telefónicas

Diccionarios

Mapas y atlas

Léxicos

 

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Enciclopedias

 

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Biografías

 

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Libros de estilo de otros periódicos

 

Bases de datos

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Sitios de recopilación

Sitios dedicados a estadísticas

 

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Sitios de archivos

 

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Bibliotecas en línea

LA CRISIS DE LA PRENSA ESCRITA

El periodismo empieza ha desarrollarse como oficio y empresa a partir del siglo XIX. De ese tiempo a acá ha tenido que acomodar sus tradiciones y costumbres a una suma de cambios constantes (tecnológicos, de metodología, etc.). Además de ello, ha tenido últimamente que enfrentar la fuerte incidencia de la radio, el cine, la televisión e internet como competidores directos en la producción de información.

Antes de empezar con el tema sugerimos la lectura de los diez criterios, utilizados por el equipo  encabezado por John Merrill, para identificar la elite global de los diarios (global elite daily). Advertimos, eso sí, que este listado tampoco garantiza la calidad periodística, sólo sirve como punto de referencia:

  1. Cobertura seria y amplia de las noticias internacionales.
  2. Libertad editorial máxima de la redacción.
  3. Cantidad importante de noticias políticas y económicas que apoyan comentarios.
  4. Potente cobertura de las noticias locales y nacionales.
  5. Convicción en la toma de posición a través de los editoriales.
  6. Cobertura de las noticias de cultura, ciencia y arte.
  7. Compaginación digna y ordenada; utilización moderada de las fotografías.
  8. Calidad de los equipos de redacción y de edición.
  9. Cobertura mínima del contenido sensacionalista (crimen, sexo, gente, etc.).
  10. Artículos serios de análisis.

Vemos que no tenemos una descripción de la calidad periodística, más bien unos criterios que definen a los diarios de referencia.

Algunas dificultades para hacer periodismo

Ahora sí entremos de lleno en el tema. En la actualidad hay una serie de hechos que distancian a muchos diarios del camino hacía la calidad periodística. El reto es superar esas dificultades. Veamos cuáles son: 

  • Dentro de una película: ante la avalancha de información de diversos medios, el trabajo de la prensa escrita debe consistir en entregar un análisis alternativo de la información diaria.
  • Proliferación de la comunicación: pese a la alta circulación de información y de medios, la prensa escrita debe aprovechar el contacto directo que mantiene con sus lectores.
  • Multiplicación de poderes: un periódico de calidad no es caja de resonancia de poderes políticos y económicos, su reto diario es el de saber manejar la información producida y suministrada por las fuentes, pese a la falta de espacio y tiempo suficiente para verificar todo lo que se dice.
  • La relación con Estados Unidos: según la UNESCO, el 65 por ciento de las informaciones que circulan en el mundo tienen como origen Estados Unidos. Un periódico de calidad sabe aprovechar ese hecho sin dejarse influenciar.
  • La globalización: pensar el periodismo en sentido global, sin dejar de ver la importancia de lo local. 

Ante lo anterior podríamos decir que un periódico de calidad es aquel con capacidad para producir historias propias y no una suma de cuadernillos y secciones dispuestas a trasmitir los hechos que otros ya dijeron. Tampoco es un combatiente al servicio de la moralidad, sino que presenta informaciones importantes y pertinentes.

Más que tomar una posición ante ciertos hechos, y hasta apoyarlos, el deber de un medio consiste en entregar la información necesaria para que sean los lectores los que decidan. En casos particulares es importante abrir espacios a especialistas de temas puntuales que aclaran el panorama de los hechos. 

Adoptar y publicar una carta de ética periodística no basta para garantizar la calidad de un diario. Es preferible hablar de honestidad o hablar de unas formas tradicionales de hacer bien las cosas al interior del diario. Tanto la historia como la carta de ética son imprescindibles dentro de un diario, pero para el cumplimento de lo ético no bastan. 

Las nuevas secciones

Hace 30 ó 40 años temas como las migraciones, los eventos culturales, la cooperación internacional, la religión, la ciencia, el medio ambiente, la moda y la economía eran consideradas dentro de las redacciones como secciones nobles que podían dejarse bajo la responsabilidad de periodistas sin grandes atributos. Hoy las cosas son diferentes. Estos temas, además de ser los causantes del dolor de cabeza de muchos editores, la mayoría de las veces se convierten en grandes posibilidades para marcar diferencia con otros medios. Es, a esos temas, a los que se recomienda enviar a los nuevos talentos del periodismo. 

Es saludable que la redacción del periódico se pregunte sobre la manera en que podría organizarse para atender aquellos temas que están afectando el día a día de sus lectores y que antes parecían tampoco importantes. Algunos que ya han pasado por esto han revisado el núcleo de dificultades actuales en sus sociedades y han vuelto a barajar. De ahí es que han surgido algunas secciones, antes blandas ahora duras, llamadas de sociedad. Incluso algunos han detectado que ese es el primer paso para empezar a construir nuevas redacciones.

Pero volvamos a los temas actuales y calientes en una redacción. Está por ejemplo el tema de las constantes tensiones que surgen por el manejo de algunos temas que se disputan dos o más secciones de un periódico. Como solución posible, proponemos en primera instancia definir el enfoque del tema y luego hacer que los equipos en disputan trabajen en equipo. Luego vendrán los ajustes de las futuras redacciones y seguramente algunas secciones trabajen sobre grandes temas sociales y no cubriendo fuentes.

Mantener la capacidad de asombro

Es pertinente que por lo menos cada cuatro años los redactores cambien de sección, partiendo de la base que si un periodista es bueno en un tema, debe ser bueno en cualquier otro. Hacerlo, lo de moverlos, le sirve a las secciones para refrescar su mirada y enfoque,  y a los reporteros para tomar nuevos aires. Parte de esta decisión es más preventiva, pues el periódico debe evitar que sus redactores pierdan la capacidad de asombro. 

Según la experiencia de expertos en diarios de calidad los procesos de cambio en los periódicos se presentan aproximadamente cada siete años de manera casi imprescindible. En todo caso eso no significa nuevas reglas del juego o imponer cambios en el contrato de lectura con los lectores.

LA ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO

El hombre de la cabeza por encima del agua

El trabajo efectivo del editor de un diario consiste en poner a funcionar un equipo de trabajo compacto, bien preparado y profesional, organizado previamente por él; y en establecer líneas de trabajo para que ese equipo sea efectivo, de manera que su labor no esté dedicada a la revisión de detalles, sino al panorama general del trabajo.

En los buenos diarios siempre hay un editor que no hace el diario del día siguiente, de ello se encarga el editor ejecutivo. Del editor del que hablamos es aquel que lee el periódico y toma decisiones en relación con lo que leyó. Y lo hace porque su trabajo consiste en tener la cabeza por encima del agua, pues el periodismo en muchas ocasiones obliga a los redactores a sumergirse en su trabajo, haciendo que pierdan perspectiva. 

De cuando se establecen guías

Sin dejar de proteger el proceso de creación de un diario, es necesario definir una suma de guías, normas, metodologías que ayuden a organizar ese listado diario de acciones que se requieren en un periódico que quiere llegar a la calidad. La primera sugerencia debe ser que ningún periódico puede apoyarse solo en el talento de su redacción. De ahí la necesidad de crear esos mecanismos que eviten la improvisación. 

No es posible creer en que puedan adelantarse grandes investigaciones o realizarse informes especiales sin unos métodos de trabajo previo y sin el control claro de tiempos. El tener el libro de estilo tampoco garantiza la calidad, es una herramienta útil de consulta, pero no es suficiente.

En el camino hacía la calidad es determinante la existencia de programas de formación de periodistas sobre temas específicos relacionados con las áreas que deben cubrir. Resultaría difícil que un periodista de temas económicos no supiera leer los balances de una empresa o el alcance de una decisión macro económica.

El hecho de buscar la calidad supone asumir el compromiso y la búsqueda de una formación, pero teniendo cuidado en que no se establezca un circulo vicioso en el que sólo se beneficien un pequeño y selecto grupo. 

Tipos de artículos y su arquitectura

Si se tiene la voluntad de formar a los periodistas y de establecer unas normas para su trabajo, hay que ofrecerles también información de lo que se quiere producir. Lo otro es generar procesos de retroalimentación y métodos para compartir la información de manera constante y general. 

El gran esfuerzo para tener un control de la calidad del diario es describir el tipo de artículos que se quieren, y para esto se recomienda tener un listado de tratamientos periodísticos para apoyarse. 

El ejercicio de discutir la forma o tipo de cómo se va a escribir la noticia permite mantener una línea de desarrollo de la lectura de primer nivel del periódico de manera atractiva y con calidad. Igualmente, se puede definir de acuerdo a las secciones que tipo de fotografía y gráficas se quiere.

Para evitar el uso constante de algunos géneros periodísticos es pertinente hacer un monitoreo permanente de las ediciones, una lectura de los artículos. Al editor le queda la responsabilidad de definir y controlar la calidad del contenido del diario. Es él quien debe idearse la herramienta de control para hacerlo.

También es importante, después de la reunión inicial de pauta, establecer qué tipo de artículo se va a escribir para la edición, y dejar la puerta abierta para cambiar si es que es necesario. No todas las historias pueden contarse en clave de crónica o reportaje. 

Hay que saber dar rienda a la extensión de los textos. Por lo general, los reporteros escriben lo suficiente para asegurar la publicación de su artículo. El tema, la historia, muchas veces, determina lo extenso del texto. 

Es importante establecer un canal para saber cómo se están haciendo las cosas, que le indique a la redacción cuando va bien o va mal. Existen, por ejemplo, medios que otorgan premios al mejor artículo y otros que organizan reuniones entre las secciones del diario y las directivas, en las que se habla sobre lo que está bien y lo que está mal. 

Para cerrar el tema de los artículos y su arquitectura, sugerimos la lectura y respuesta a las siguientes preguntas tomadas del listado original escrito por David Yarnold (San José Mercury News). Vienen bien antes del cierre de un artículo.

PREGUNTAS

SI

NO

¿El contenido del artículo no responde a la expectativa que ofrece el

 

 

titular y el lead o párrafo de entrada?

 

 

¿Quién (a parte del autor del artículo) llamó o visitó a todas las personas, números de teléfono, direcciones y sitios de la web incluidos en el artículo?

 

 

¿Se comprobó la ortografía de los nombres y apellidos así como el cargo o títulos de protocolo de las personas que figuran en el artículo?

 

 

¿Es necesario añadir informaciones de referencia (cronología, definiciones, léxico, mapas, etc.) para entender el artículo?

 

 

¿Se identificó a todas las partes involucradas en la historia que cuenta el artículo, asegurándose que cada una tuvo la oportunidad de expresarse?

 

 

¿El artículo da una visión equilibrada de los hechos o toma parte para uno de los protagonistas?

 

 

¿Las citaciones entre comillas son ciertas y corresponden a la opinión del autor?

 

 

¿Faltó algo?

 

 

LAS REUNIONES DE PLANEACIÓN PERIODÍSTICA

En las entrañas de un periódico es de vital importancia, y hace parte de la organización del trabajo, establecer reuniones de planeación editorial. Es ahí donde se decide de qué manera se manejan, tratan y enfocan los temas y las noticias diarias. 

Ahora bien, dentro del proceso de definición del contenido del periódico es importante conjugar la visión de los editores que desde sus escritorios tienen una mirada particular de los hechos, y la de los reporteros que están en la calle en contacto con la realidad.

¿Dónde se cruzan esas dos miradas? En las reuniones editoriales para pensar el periódico del siguiente día. Así que buena parte de la calidad de un periódico publicado tiene mucho que ver con la calidad de la reunión que se realiza. 

Por donde empezar

El punto de partida de una reunión es la planeación y la preparación previa tanto del material que se va a presentar como de los otros temas que se tocan en la reunión. Un modelo propuesto podría ser el siguiente:

  • Revisión crítica de la edición del día y de la publicación de la competencia.
  • Seguimiento de los temas pendientes.
  • Planeación de un esquema previo de la edición en el que se fije el número páginas y espacios disponibles.
  • La agenda del día y de la semana.
  • Propuesta de temas para la edición.

De la reunión para la edición del siguiente día surgen dos grandes decisiones: la lista de temas e historias, y un diagrama previo del contenido en el que se define en el espacio de cada página.

Las reuniones de planeación editorial sirven para nutrir el contenido del diario, por los aportes de editores y periodistas a las historias de otros, porque desde allí se van perfilando la importancia de las noticias propuestas y porque de ahí es que surgen las ideas sobre el tipo de géneros periodísticos con las que se podrían relatar algunas informaciones. Es también allí donde se hace importante la suma de principios del periódico y se reafirman los pactos de lealtad con los lectores.

De todos modos, y respecto a la lealtad, hay que recordar que cuando falla la lealtad del lector con el periódico, hay que buscar las razones del error en el periódico y su redacción. Por eso es importante que el periódico emita todo el tiempo signos de que pertenece al mundo de los lectores. 

Cuando el periódico acude a estrategias de promoción de productos anexos a la edición impresa es importante la participación de la redacción en la definición de la pauta y de la agenda. Las opciones de contenido de acuerdo a esto, deben ser pactadas entre las áreas de redacción y la parte comercial.

  • No se comienza el día de trabajo de una redacción sin agenda o pauta definida.
  • Previo a la reunión general de la edición se realiza una reunión de los reporteros de cada sección con su editor para proponer temas e historias y ayudar armar la agenda y el trabajo del equipo.

¿Cómo se abordan los temas en las reuniones?

En algunos medios se acostumbra entregar por escrito los lead de sus noticias a los asistentes de la reunión, no solo para que todos sepan qué se va a publicar, sino para evitar que se crucen historias, entre secciones, sobre el mismo tema.

Cuando un editor va a ‘vender’ las historias de su sección en la reunión de planeación diaria es importante que incluya el tipo de género periodístico con el que se narraría cada historia propuesta y la extensión de los artículos. 

La atmósfera de las reuniones 

De una reunión basada en disputas y peleas no va a surgir un buen diario. Se requiere de gran participación y disposición para intervenir con argumentos. En todo caso las reuniones de planeación exigen un manejo adecuado de tiempos y precisión de los editores y participantes a la hora de trasmitir la información que cada sección aporta y de intervenir. 

Reunión de ajuste y reunión de portada

Es importante tener presente que lo que vende el periódico no es la portada, sino la noticia de la radio que motiva al lector a buscar mayor información en la prensa escrita. El pretender definir la portada con acontecimientos de último momento puede derivar en una portada sin estructura o identidad del periódico.

Cualquier propuesta de modificación o inclusión de hechos de última hora deben discutirse en la reunión de ajuste, que se realiza antes de que se ordene el cierre del periódico. En esa reunión se revisa la identidad visual del diario, el cierre de la edición y el contenido, y es el momento justo para enterar a todos los de las modificaciones y cambios.  

Hay una figura que puede resultar importante en la redacción antes del cierre, se trata del editor encargado de monitorear las informaciones de otros medios (radio, internet, televisión) para enterarse de los últimos acontecimientos. Puede suceder que su trabajo ejerza un poco de presión en la redacción y hasta la desordene justo en el cierre, pero sirve mucho como fuente importante de retroalimentación.

La reunión semanal de previsión

Los periódicos no se hacen únicamente en la reunión del día anterior. También son el resultado de reuniones de planeación semanal. Lo mejor que se publica y las grandes investigaciones surgen de esta reunión semanal de previsión.

La manera para abordar esas reuniones es la de planear de día por día de la semana siguiente de manera que puedan exponerse los grandes acontecimientos futuros, previsibles o programados. A partir de ahí es que pueden planearse el enfoque, la explicación y la preparación de esos temas. 

En estas reuniones también se planean el cierre de grandes investigaciones o el fin de historias propias publicadas en el diario durante la semana que, por impacto e importancia, se impusieron en la agenda informativa de otros medios. Y se decide de otras historias que pudieran mantener el ritmo o nivel de atención adquirido por los lectores

Una fórmula para fomentar la cultura de las reuniones de proyección semanal es la de encargarle a los editores que preparen por escrito una visión de lo que seria la semana siguiente. Lo anterior, incluso sirve para proyectar el número de páginas que se requieren.

No es bueno mezclar la reunión para tratar el contenido de la edición del domingo con la reunión de la proyección semanal. Hay una gran diferencia en el contenido del fin de semana cuyos temas son diferentes a los tratados en la reunión de proyección. Y es riesgoso pretender abarcar en una reunión ambos tratamientos por tratarse de dos mundos distintos. 

El manejo de las reuniones de proyección semanal también se aplica a los editores de opinión y la gente encargada de la página editorial. Ellos deben conocer y tener acceso a la información que maneja la redacción.

Lo fundamental cuando se revisa y critica la edición diaria del periódico está en poner en la balanza lo que se logró con cada información y lo que estaba previsto inicialmente. En este proceso es esencial y ético que se acepten individual y colectivamente los errores, sin importar jerarquías.

Pero no sólo puede ser visto este momento de la reunión como el espacio oportuno para las culpas, también debe ser entendido el espacio para reafirmar lo que espera el periódico de cada reportero y de la redacción en general.

Reunión para preparar números especiales

Se trata de  reuniones específicas y el terreno natural para que la gente joven se pruebe sin comprometer al periódico, así que es esa la oportunidad para que las buenas ideas de las nuevas generaciones de periodista se desarrollen. 

No a lo homogéneo, sí al pluralismo

Entre los tantos males que pueden atacar a una redacción está la homogenización. Sin embargo existe una vacuna contra este mal: el pluralismo. Promover la diversidad de opiniones y de generaciones anima el debate, invita a abrir el panorama a otras miradas, supone el desarrollo de reuniones más productivas y estimula la hechura de mejores periódicos. 

Claro que un gran riesgo es el enfrentamiento en editores de perfiles similares con redacciones plurales. El manejo del pluralismo se convierte en un reto importante y complejo, sobretodo cuando el periódico en su proceso de crecimiento y evolución tiende a acomodarse en las experiencias, y ello va generando una homogenización de la redacción. 

Le corresponde a la cabeza del diario mantener y promover la permanente “tensión creativa”, que produce el pluralismo y la diversidad. Hay que adelantarse pensando en sembrar para el futuro, evitando caer en la acción rutinaria. Generalmente esto sucede cuando las cosas van bien y alguien decide que no deben cambiar.

Cuándo prender las alarmas en las reuniones

Hay una serie de hechos, por recurrentes o mal intencionados, que pueden hacer que las alarmas de las reuniones de planeación del diario se disparen. En todo caso sirven como elementos pedagógicos para la redacción. Cuáles serían:

  • Argumentos que se imponen por que sí. 
  • Conflictos personales. Lo mejor es cortarlos públicamente, pues contaminan el trabajo.
  • Noticias que aparentan ser de primera mano o supuestas historias propias. 
  • Disputas entre dos secciones por una noticia o tema. 
  • Historias repetidas que se proponen en cada reunión. 

EN LAS ENTRAÑAS DE LA REDACCIÓN

Aunque suene extraño, muchas veces la riqueza editorial de un periódico es producto de la suma de tensiones al interior de la redacción. Veamos de qué se trata:

Tensiones clásicas

Hay  una  tensión clásica o creativa que hace parte de la naturaleza misma de la redacción y que surge de la fuerza propia de dos partes: del grupo que escribe los artículos (los periodistas), y del grupo que piensa el periódico y toma decisiones (los editores). Ambos, en oposición, intentan medir fuerzas e imponer miradas propias en la manera de hacer el trabajo. A ese pulso se unen, cada vez con más frecuencias, dos grupos más: la parte gráfica y la de edición. Estos dos entran en la tensión para aportar ideas sobre distribución del espacio y maneras de diseñar los contenidos.

También cabe dentro del grupo de tensiones clásicas la que se produce entre los periodistas encargados del cubrimiento de fuentes oficiales y aquellos que están sueltos dentro de la redacción y quienes realizan trabajos especiales. Del diálogo de ambos se generan lecturas diferentes, sobre todo en la tendencia institucional de unos y la mirada cotidiana de los otros. 

Tensiones nuevas

Este tipo de tensiones no existía en los periódicos de hace unos años. En parte, por los avances tecnológicos, o por la manera como se organiza actualmente la empresa periodística:

  • Pelea del mundo real con el mundo virtual. Se trata de puja de quienes se dedican a trabajar en las noticias que aparece en el internet o que llegan por agencia de noticias y los reporteros que buscan sus historias en la calle. 
  • En todas las redacciones debe existir un grupo de periodistas especializados, sin embargo es necesario evitar que intenten imponer su mirada sobre la idea de que el periodismo es algo más general. Eso se ve sobre todo en el tipo de lenguaje de algunos periodistas dedicados a temas científicos o informáticos que olvidan por momentos que su círculo de lectores es más amplío y no está formado del todo por especialistas del tema.
  • Hay una tensión propia de la competencia general de lo medios por darle golpes contundentes a su competencia con noticias exclusivas. Hay quienes dentro de la redacción empujan por publicar cuanto antes esa exclusiva y los que prefieren profundizar el tema para no dejar cabos sueltos. 

Manejo de las tensiones

Las tensiones deben aceptarse y acomodarse, no pretender eliminarlas, ya que hacen parte del oficio del editor en el mundo moderno. En últimas, las tensiones de la redacción son parte del periodismo de calidad. 

Para que el editor pueda asumir estos conflictos necesita además de que existan una estructura al interior del diario y una forma de hacer las cosas, unos apoyos que le ayuden a encontrar respuestas de manejo: 

  • Unos reporteros sueltos que actúen como mentes frescas que refresquen las miradas de los hechos.
  • La idea clara de que la prensa escrita es diferente de los medios electrónicos y que la competencia con ellos no está en la inmediatez, sino en la profundidad.
  • Apoyo y especialización en la búsqueda de información en internet.
  • Seguimiento permanente del trabajo de la competencia.
  • Uso de datos estadísticos certeros que le permitan al editor saber si el trabajo de la redacción es bueno o no.

ÚLTIMOS COMENTARIOS

Los periódicos deben fortalecer en sus servicios de información aquellos temas que cada vez generan más interés: los relacionados con las ciencias, la salud y los deportes.

Hay que buscar apoyarse en las herramientas informáticas para fortalecer todos los procesos al interior del diario. Y buscar la manera para que los equipos de trabajo se familiaricen cada vez más con su manejo y lo conviertan en una herramienta de uso permanente. 

Deben plantearse reglas de juego que permita superar la desconfianza mutua entre el área de publicidad y redacción. Usualmente el área de publicidad quiere mantenerse su posibilidad de margen de maniobra, y lo guardan hasta el último momento. La única manera de pactarlo es tomar la decisión que la distribución de las páginas de las secciones se haga en un trabajo en equipo por miembros de redacción y publicidad, buscando construir confianza. Y para ello se sugiere hacer pactos sobre horario de entrega de la pauta y el compromiso de aceptar un máximo de cambios después de la hora de cierre.

Hay que trabajar con miradas distintas, sin perder el objetivo, los principios de la empresa periodística y el pacto de lectura con los lectores, las ediciones del periódico virtual y del periódico impreso. Siempre hay que recordar que están dirigidos a mercados y públicos diferentes. 

Cada vez es más incierto el futuro de las rotativas, pues se calcula que el 20 por ciento de la producción diaria de un periódico se pierde. Eso sin contar con el trabajo de distribución. Como alternativas ya se habla de dos opciones que posiblemente puedan verse en un futuro: un periódico en hoja de plástico, formato A3, con miles de puntos que se imprima de acuerdo a la demanda diaria y que pueda recargarse con los textos del siguiente día. Y un tipo de agenda digital que esté cada tanto tiempo renovándose con nueva información. 

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