Taller de periodismo de investigación para reporteros de guerra con Daniel Santoro
5 de Octubre de 2016

Taller de periodismo de investigación para reporteros de guerra con Daniel Santoro

El editor político de Clarín definió de entrada el periodismo investigativo como "la esencia del periodismo".

Cartagena de Indias, Colombia, 10-14 de diciembre de 2001

Daniel Santoro: Artesano de la investigación periodística

Por Óscar Escamilla

Daniel Santoro, editor político de Clarín, llegó a Cartagena de Indias el 10 de diciembre de 2001 precedido de dos hechos que tenían como eje el periodismo investigativo.

El primero de ellos fue la liberación del ex presidente argentino Carlos Saúl Menem, luego de estar casi seis meses preso, el 20 de noviembre anterior por orden de la Corte Suprema de Justicia de ese país. Seis de los nueve magistrados que componen ese Tribunal decidieron que no estaba probado que el ex mandatario hubiera liderado una asociación ilícita para el tráfico de armas, como sostuvo el juez de instrucción que lo encarceló. La causa contra el ex mandatario se abrió a raíz de las denuncias de Santoro en Clarín.

El segundo hecho tenía que ver con un reportaje suyo titulado ‘El Traficante de Armas’, publicado en la revista Gatopardo, y que fue declarado como uno de los dos finalistas del premio Nuevo Periodismo CEMEX-FNPI. En él, Santoro resumió y amplió seis años de investigación periodística sobre la venta ilegal de armas argentinas a Croacia y Ecuador, cuyos resultados se publicaron de manera consistente en su periódico.

La historia se inició con un ‘dato disparador’. Santoro vio salir de la cancillería argentina al embajador peruano, con cara de preocupado, y decidió averiguar que estaba pasando. Descubrió que el diplomático había protestado por la venta de armas argentinas a Ecuador, en tiempos de la guerra de los dos países andinos. La noticia llegó a Buenos Aires luego de que fuera publicada en la prensa de Lima, pero el gobierno de Menem se encargó de desmentirla públicamente.

A diferencia de sus colegas, Santoro fue el único que decidió ir más allá del desmentido oficial y tirar un poco más de la cuerda. Descubrió que al otro extremo había una organización ilícita, amparada por el gobierno de Menem, que vendió armas a Croacia, en plena guerra de los Balcanes, y envió armamento a Ecuador durante el conflicto limítrofe con Perú, violando acuerdos de paz en la región y olvidándose de la vieja deuda de honor con ese país, que fue único que los apoyó en la guerra con Inglaterra por las islas Malvinas. Lo demás fue trabajo de fina artesanía: una metodología que se ampliará a lo largo de esta relatoría.

Santoro llegó a Cartagena de Indias para dictar un taller sobre investigación periodística aplicado al tema de la guerra a trece reporteros colombianos y una corresponsal extranjera, encargados de cubrir para sus medios el actual conflicto armado colombiano.

De entrada definió el periodismo investigativo como “la esencia del periodismo”. Desarrolló el taller con base en su experiencia y elaboró reflexiones a partir de las historias que escuchó de los periodistas. Se dejó sorprender con los relatos de la guerra y entendió las vicisitudes y los miedos de sus colegas colombianos, inmersos en un conflicto para el que no fueron formados. El resultado de los cinco días de taller y de las experiencias de unos y otros fue una suma de elementos periodísticos para enfrentar el conflicto sin más armas que las que da el mismo oficio: metodología, creatividad, capacidad para contar historias, ética y sentido común.

Estas son, pues, las reflexiones y enseñanzas del maestro Daniel Santoro. La primera parte se refiere a la investigación periodística según la experiencia de este periodista argentino, con ejemplos y referencias continuas al caso del tráfico de armas en el gobierno de Menem.

La segunda parte se aplica mucho más al conflicto colombiano y en ella interviene no solo la voz de Daniel Santoro sino la de los participantes, estimulados por las intervenciones del maestro.

PARTE I

Sobre el periodismo investigativo

Capítulo 1

Qué es periodismo investigativo

Durante estos años como periodista investigador Santoro armó una definición sencilla sobre el oficio de investigar: el resultado de un trabajo realizado por un reportero de manera sistemática, que obedece a ‘datos disparadores’que le permiten ver lo que otros no percibieron, y que no es el resultado de un proceso judicial o de la denuncia de particulares.

Santoro amplió su propio concepto utilizando los puntos con los que Petra M. Secanella (Periodismo de Investigación, Editorial Tecnos, 1986) ha definido este tipo de periodismo:

  1. La investigación es el resultado del trabajo del periodista, no la información elaborada por otros profesionales.
  2. Que el objeto de investigación tenga importancia razonable para un amplio sector de la sociedad y que no se trata de hechos personales o íntimos.
  3. Que alguien quiera ocultar el hecho investigado.

Luego de elaborar esta definición Santoro aclaró que una investigación periodística no debe ser necesariamente sobre hechos de corrupción política, sino que puede girar alrededor de otros temas de interés público.

Capítulo 2

La receta o el método

Estos son los pasos que Santoro ha desarrollado para realizar una investigación periodística:

  1. Búsqueda de la historia: En el día a día surgen hechos que algunos funcionarios del poder quieren ocultar y que merecen ser descubiertos por los periodistas. Para llegar a ellos hay que tener iniciativa, olfato y ‘el dato disparador’ que genera inquietud en el reportero. Esos ‘datos disparadores’no aparecen por arte de magia en el escritorio del periodista, sino que florecen en la cotidianidad, en los rumores, las filtraciones, las publicaciones públicas o privadas, las llamadas anónimas, las confidencias, la observación estructurada y “del propio motor de búsqueda de todo periodista investigador”.
  2. Delimitación de la investigación: Con el ‘dato disparador’comprobado y verificado, es necesario delimitar la investigación. ¿Cómo hacerlo? Puede ser de forma cronológica o arrancando por un aspecto puntual del hecho. Si, por ejemplo, la investigación es sobre prostitución infantil, de entrada el tema debe limitarse a una región específica y a un tiempo determinado. No puede hacerse sobre lo que pasa en todo el mundo y desde los tiempos en que nació el cristianismo.
  3. Viabilidad: Con el tema delimitado, el periodista debe preguntarse si realmente la investigación es viable. Esas claridades ayudan a racionar y manejar los recursos logísticos, financieros del medio de comunicación y del grupo de periodistas y profesionales que van a intervenir en la investigación. De entrada, la investigación periodística es un oficio costoso y con un alto grado de riesgo.
  4. Formulación de hipótesis: Con el tema por investigar delimitado, debe plantearse una conjetura verosímil o suposición para explicar y comprobar el hecho que se va a investigar. Es como la pregunta que se hacen a diario los periodistas sobre qué es noticia. Esa hipótesis debe ser puntual y lógica para poder darle cuerpo e hilo conductor a la investigación. “Es como armar un rompecabezas”, con la salvedad de que la formulación planteada al principio pueda, en algún momento, ser falsa. El periodista debe estar dispuesto a fallar.

La hipótesis debe discutirse entre los colegas que conforman el equipo investigador, pero no puede variar constantemente, como la veleta que se mueve con el viento, porque esto genera inestabilidad en el trabajo y dispersión del mismo.

  1. Búsqueda de huellas: El periodista investigador debe tener en claro que los delitos de cuello blanco o guante blanco, como casi todos los delitos, dejan huella, un rastro que seguir. Esas huellas pueden surgir en los testimonios y en documentos, a veces largos y tediosos, que el periodista debe leer con la idea clara de que evidenciaran aspectos del hecho investigado. Es también aquí, en la búsqueda y lectura de documentos, cuando se presenta problemas con el exceso de documentación. Frente a este problema el mejor antídoto es la claridad de la hipótesis y la organización de documentos de los que se hablara más adelante.

¿Cómo seguirle la pista a esas huellas? Muchas veces se trata de información oculta, como el pago de coimas o de documentos públicos de difícil acceso. En este punto Santoro hizo una generalización, porque sabe que no todos los países tienen la misma legislación para el acceso de documentos de Estado. Esto plantea que en cada país los periodistas conocen los caminos que llevan a ese tipo de información. En Colombia se maneja el derecho de petición y la tutela como instrumentos para conseguir información, aunque se parte del supuesto de que, con contadas excepciones, la mayoría de los documentos son públicos.

Otras pautas o consejos para búsqueda de huellas:

  • En general, en casi todos los países, existen organismos fiscales y de control que manejan información sobre políticos o gente cercana al poder, a ellos se puede recurrir para pedir el nombre de los dueños de propiedades inmuebles o los automotores. También existen organizaciones no gubernamentales encargadas de seguir la vida pública de los políticos.
  • Un buen recurso es el Internet. Por ejemplo: existe un portal de la sucursal en México de la Asociación de Periodista y Editores de Investigación de EE.UU. (IRE), en el que se enseña cómo usar plantillas de cálculo en Excel para manejar estadísticas o datos en investigaciones periodísticas.
  • Para localizar números de identidad se puede consultar datos del censo electoral.
  • Aunque suene a perogrullo la guía telefónica es la herramienta más accesible y rápida para conocer números telefónicos.
  • Los antecedentes laborales se pueden conseguir, dependiendo del país, a través, por ejemplo, de los sistemas laborales de jubilación.
  • Otra fuente importante de información son las ‘viudas del poder’: ex funcionarios; amantes despechadas; gente señalada o investigada que haya salido de la organización; rivales políticos o de negocios y los que quieren hablar por que los mueve cierto interés. Hay que establecer con estas fuentes el tipo de intereses que los motivaron a hablar y la manera como supieron la información.
  • Cuando el periodista se encuentra con personas que están implicadas en negocios de corrupción (para el caso de la guerra el ejercicio también se puede aplicar), debe conseguir copia de los bienes y las declaraciones de impuestos de esas personas para demostrar incrementos patrimoniales. Una manera de llegar a esta información es a través de las ‘viudas del poder’, de parientes y de amigos. También, cuando se trata de funcionarios del Estado se pueden hacer campañas de transparencia con  otros medios en las que los implicados se vean comprometidos a presentar el estado de sus bienes.
  1. Búsqueda de antecedentes: Con la hipótesis planteada, definida y discutida lo que sigue es la búsqueda de los antecedentes del hecho que se investiga. ¿Dónde están? En la bibliografía del caso y en la información de revistas y periódicos. En este punto hay que tener especial cuidado de posibles errores u omisiones de la información manejada por los medios. Por ejemplo ¿quién asegura que una información publicada en el diario X no fue desmentida, refutada o aclarada? De ser así se generaría un efecto multiplicador de errores. Para evitar ese tipo de males congénitos es necesario aplicar un paciente ejercicio que Santoro denomina: ‘glúteo-cerebral’: sentarse a leer los documentos publicados sobre el hecho que se está investigando. Ese recaudo de información puede servir de defensa al periodista, en caso de ser demandado o desmentido por uno de los interesados en el hecho investigado.
  2. Lista de fuentes: Hay que establecer una lista de fuentes que cono
  3. cen y son especialistas del tema, ya sea para consultarlos en On the Record (fuera de grabación) y Off the Record (grabadas, registradas o atribuibles).
  4. Lista de entrevistas. Se debe establecer un orden de entrevistas en las que hay que, obviamente, incluir a los implicados en la investigación periodística, aunque lo mejor es hablar con los involucrados en el cierre de la investigación, cuando se trata de políticos o empresarios poderosos, para evitar manipulaciones o que la investigación sea boicoteada. Si, por el contrario, se trata de gente del común hay que hacer la llamada con una semana de anticipación al cierre. Sin embargo, no se puede llegar a extremos como los de llamar a los implicados a pocas horas de concluir la nota periodística.
  5. Organización del archivo: Arriba se dijo que la búsqueda de documentos puede generar un cierto caos porque puede desbordar la hipótesis y el orden lógico de la investigación. Por eso con los documentos conseguidos se debe organizar un archivo. Puede ser en orden cronológico o por temas. En todos los casos es recomendable tener la ayuda de un índice para encontrar rápidamente la información. Un buen archivo -según Santoro- ahorra tiempo y permite llevar un orden de los documentos calientes y fríos.
  6. Cronograma de los hechos: Además de la organización del archivo se puede elaborar un cronograma histórico de los hechos en el tiempo. Con esto se evitan errores e incluso pueden surgir nuevas pistas en la investigación. Ese orden ayudará luego para la redacción de la nota periodística.
  7. Copias de seguridad: De todos los datos, documentos, casetes y videos que se consigan en la investigación hay que hacer, por lo menos, tres copias para evitar pérdidas irreparables. Una copia debe estar en la redacción y las otras dos en lugares seguros.
  8. Proteger las fuentes: Es importante borrar las evidencias de quién suministró la información, de dónde salió, el número de páginas y el cabezote de los faxes. Con eso no se pone en riesgo a las fuentes.
  9. Informe semanal: Debe hacerse un informe semanal por escrito con las principales noticias de las entrevistas en On the Record o Off the Record y de los documentos y datos obtenido. Esta metodología ayuda a aclarar el panorama de la investigación y advierte de posibles desvíos o cruzamientos innecesarios de la información y las fuentes. 
  10. Cruzamiento de datos: Este es la etapa más productiva de la investigación y su método es sencillo porque se hace una lista con los nombres y apellidos, direcciones, números telefónicos, nombres de abogados, contadores y empresas de los involucrados en el hecho que generó la investigación periodística para luego contrastar qué o quiénes tienen algún tipo de relación. “Es como reconstruir la trama de la película”. El ejemplo utilizado por Santoro para explicar este punto fue el siguiente: durante el cruzamiento de datos en la investigación sobre la venta de armas del gobierno Menem a Ecuador y Croacia, él y su grupo de Clarín, encontraron que la venta no fue directa, de gobierno a gobierno, sino que intervinieron dos empresas fantasmas registradas en Uruguay. Ambas eran manejadas por un reconocido traficante de armas argentino y compartían el mismo contador. Este tipo de verificaciones y cruzamientos ayuda aún más a cerrar el cerco de dónde enfocar la investigación periodística.
  11. Mapa mental o escrito de la nota: Antes de sentarse a elaborar el artículo o la nota periodística es bueno hacer un ejercicio mental para saber por dónde empezar, los elementos claves, las escenas, los diálogos, la entrada de las fuentes (las que van a aparecer o las que no figurarán) y hasta el tono que se va a utilizar. Es, en síntesis, ir más allá de pensar en el lead, el título y la bajada o sumario.
  12. Verificación final de la información: Antes de sentarse a escribir es necesario volver a verificar cada uno de los datos. Es como escanear todo lo que se consiguió para evitar errores. Si alguien faltó por hablar, es en ese momento cuando se le debe hacer la última llamada. Esto previene futuros dolores de cabeza.
  13. Redacción de la nota: Es tal vez uno de los momentos más difíciles para el periodista porque hay ansiedad y esto puede perjudicar la elaboración del relato. Por eso es necesario hacer el mapa mental del texto, referido arriba. Al igual que cualquier noticia, la redacción de una historia que contiene un hecho producto de una investigación debe apegarse a las técnicas periodísticas de sencillez y claridad, pero eso puede mezclarse con técnicas de periodismo literario o de periodismo novelado para hacer fluir el texto. Este tipo de recursos se utiliza para dibujar escenas, para llevar al texto relatos o diálogos y para darle al lector un alto grado de certeza. Dato sobre dato y nada inventado.
  14. Edición: Cuando está lista la nota periodística, hay que buscar otras herramientas que ayuden al lector y al artículo. Está entre ellas: las fotografías, las imágenes, las infografías, etc.

Capítulo 3

Características del periodista investigador

  • El periodista investigador debe tener claridad de que no es su responsabilidad si la justicia resuelve o no los casos que él denuncia. “Hay muchas denuncias periodísticas y pocas condenas”.
  • Es su deber hacer seguimiento de las denuncias que hizo y persistir en sus investigaciones “como los perros de presa que cuando muerden no sueltan". Pero no puede dejar caer a la opinión pública en el aburrimiento y “el escepticismo hacía la justicia de la democracia”, sosteniendo en el tiempo una denuncia sin nuevos datos y hechos novedosos.
  • El periodista investigador vive, entre otras cosas, en función de una constante persistencia de contar lo que alguien intenta ocultar.
  • El periodista investigador debe guardar calma cuando no ha concretado un tema específico o está en etapa de hipótesis. Debe saber manejar el alto grado de tensión y ansiedad que generan esos días.
  • El periodista investigador no puede emocionarse con la versión de los delincuentes ni los implicados de un delito, debe guardar distancia de ellos y, en todo caso, contrastar. Tampoco es conveniente aplicar efectos tipo campanazo en los medios y generar sentimientos encontrados entre los lectores con mediocres investigaciones.
  • El periodista investigador debe tener claro los límites de su trabajo y el de las autoridades. “No somos justicieros, somos periodistas”.
  • El periodista investigador debe estar atento a otras formas de corrupción de los mismo colegas, como las llamadas filtración dirigidas de información o el sistema de alerta temprana a políticos, empresarios o deportistas sobre los que se va a publicar de ellos al día siguiente y de las denuncias periodísticas en su contra.
  • Las investigaciones periodísticas deben demostrar con datos y hechos reales los “delitos intangibles” como los relacionados con la ética o con los conflictos de intereses. El periodista no hace valoraciones, cuenta lo que sucedió.
  • El Off the Record no debe romperse, porque pone en riesgo la fuente y acaba con la credibilidad del periodista.
  • El periodista investigativo debe revisar semanalmente qué hizo y platearse que dejó de preguntar en las entrevistas o qué le faltó a los artículos que publicó. En esa revisión del trabajo pueden surgir nuevas puntas de la historia.
  • En las entrevistas el periodista investigativo debe mantener disposición de ánimo y una actitud permanente de interrogación y cuestionamiento.
  • Los periodistas o los editores no pueden caer en la trampa de que se deben abstener de publicar un hecho porque afecta algún interés nacional. Los sacerdotes son los únicos que guardan los secretos de la confesión, los periodistas no tienen por qué guardar verdades.
  • El periodista debe guardar cierta distancia con las fuentes y con los hechos, pero sin generar desconfianza.

 

Capítulo 4

Recomendaciones

Aunque algunas ya han aparecido de manera velada o explícita en los capítulos anteriores se hacen aquí algunas observaciones útiles para el periodista investigador.

  • Para evitar contaminar la investigación con datos inciertos, no se recomienda acudir a aquellos archivos que se hacen a partir de recortes de periódico.
  • Los colegas no son fuentes, las fuentes son aquellos que vivieron los hechos.
  • Hay que tener buenas y confiables fuentes, pero no es conveniente consultar las mismas fuentes todo el tiempo, es necesario buscar otras voces, sin dejar de cultivar las que ya se tienen.
  • Cuando surgen amenazas porque “se le pisó la cola a la víbora”, es decir, se tocó a los interesados, no se debe denunciar públicamente las amenazas hasta cuando se haya establecido su veracidad. Hacer este tipo de llamados tipo ‘pastorcito mentiroso’puede generar desconfianza en los lectores y hasta vedetismo entre algunos periodistas.
  • Es saludable dentro de las redacciones invitar a periodistas de distintas secciones para que ayuden al grupo que conforma la unidad investigativa en trabajos puntuales.
  • El uso de cámaras ocultas y micrófonos es un dilema ético que cada medio y periodista deben valorar, aunque es claro que en Colombia estos mecanismos periodísticos no son bien vistos. Pero más allá de la manera como se consiguió la información, el periodista debe contrastar las versiones antes de que se hagan públicas las denuncias.
  • Las denuncias periodísticas esperan una respuesta de la justicia o del mismo Estado, pero esta deben ser producto del efecto logrado en el trabajo, no iniciativa del medio y los periodistas.
  • Una investigación periodística puede cerrarse cuando todos los datos e informaciones están confirmados; cuando ha llegado la fecha límite que se impuso desde el principio del trabajo y que por lo general coincide, en el caso de investigaciones sobre hechos del pasado, con celebraciones especiales o el aniversario de hechos específicos; o cuando se ha adelantado buena parte del texto.
  • Cuando una investigación periodística se hace por entregas, cada una de estas debe tener nuevos elementos y datos. La gente se cansa de las denuncias estáticas. Eso no quiere decir que el contexto deba desaparecer. Al contrario, es importante porque evita que la historia se convierta en una novela para especialistas.
  • Uno de los mayores problemas de la investigación periodística es el cansancio que el caso produce en el reportero. Hay que vacunarse contra ese mal, manteniendo la chispa para que cada vez que aparezca algo nuevo, se presente con la misma intensidad de la primera nota.

Capítulo 5

El uso de la información

¿Cómo se puede citar información en Off the Record? Al procedimiento Santoro lo llama ‘blanquear información’. “Se trata de cómo negociar con una fuente que no quiere que ni siquiera le atribuyan un dato a su ministerio, empresa o fuerza en general. El procedimiento es proponerle consultar a otra fuente del sector haciéndose el que desconoce el tema y cuando la confirma, atribuirle la información a la segunda fuente y así dejar a la primera totalmente ajena a la información para preservarla y que no sea sancionada”.

Su ejemplo fue el siguiente: durante la investigación del tráfico de armas argentinas a Ecuador y Croacia, una ‘viuda del poder’le dejó ver copia de una carta dirigida de un ministro a otro, ambos del gobierno Menem. Él consiguió copia de esa carta y antes de publicarla en su diario, habló con el vocero oficial de uno de los implicados y éste por propia iniciativa y ante su sorpresa, le dio la carta secreta de la réplica de un ministro al otro para que se conocieran los dos argumentos de su jefe. Tuvo entonces dos versiones del mismo hecho.

El periodista por encima de todo debe ser leal con los lectores y sus fuentes. De los dos el que guarda mayor importancia es el primero, pues es a él a quien debe entregarle hechos comprobados. Cada lector requiere de la mayor cantidad de indicio de esas fuentes citadas para creerle al periodista.

Capítulo 6

De la manera de entrevistar y preguntar

El periodista investigativo debe saber entrevistar y utilizar los datos, versiones y testimonios que obtenga. De ellas, depende buena parte del éxito de la denuncia periodística.

Con la entrevista el periodista quiere llegar a demostrar algo o intenta descorrer la cortina de unos hechos evidentes en la investigación. Por eso las preguntas deben tener una estructura y detrás de cada una debe haber una serie de datos puntuales que le dejen saber al entrevistado el grado de preparación y la información del periodista. El peso de las preguntas es el que le demuestra al lector que la investigación es verosímil, aún en casos de evasivas y mentiras del entrevistado.

Existen entrevistas en Off the Record y On the Record. Esta última es la mejor de las dos porque libra al periodista de posibles demandas. La primera depende de la fuente y es el periodista el que valora y determina el uso de la información en Off the Record.

En la entrevista en profundidad el periodista puede usar una gama de preguntas-tipo. El gran problema de las entrevistas es la dispersión: cuando el entrevistado buscar irse por caminos distintos. Es ahí cuando el periodista debe saber llevar al interlocutor al paso y por el camino que quiere. Generalmente esa dispersión se da por preguntas abiertas. Este tipo de preguntas se utiliza para abrir la conversación, porque rompen el hielo y hasta bajan la tensión del momento. Lo mejor son las preguntas cerradas, clasificadas por Santoro así:

Pregunta de alternativa: Son aquellas en las que se le pide al entrevistado que se ponga de acuerdo con algo, “es como invitarlo a que pise un palo”. Por ejemplo: “decirle a un político usted está en completo desacuerdo, en desacuerdo, en desacuerdo parcial con ruptura de las negociaciones de paz entre el gobierno y la guerrilla colombiana”. Son las mejores para obtener el título de la historia.

El sí o el no: Cuando el entrevistado pone cierta resistencia al tema es bueno aliviar la situación buscando que esté de acuerdo sí o no con un hecho.

El ping pong: “Es una técnica de preguntas completamente desestructuradas que le presentan al entrevistado palabras que pueden estimular una respuesta espontánea de su parte. Por ejemplo, luego de veinte preguntas decirle a Maradona: Diego que te trae a la cabeza la palabra cocaína”. Son, de alguna manera, preguntas rompen con las preguntas profundas.

Preguntas de retórica: Aquellas que ponen a polemizar con el entrevistado.En la entrevista no solo se debe registrar lo que se dijo, sino cómo se dijo. Esos pequeños detalles y su registro en el texto (señas, movimientos, etc.), le dan credibilidad y realismo. En todo caso el periodista debe mantener una actitud inquisitiva para preguntar, pero no puede entrar en peleas y disputas con la fuente.

Tampoco puede permitir los “mensajes publicitarios” de los funcionarios, cuando son ellos los entrevistados. Es importante que la entrevista sea directa, sin intermediarios ni cuestionarios previos. Hacerlo así le quita al periodista la “capacidad de contrapreguntar”.

El periodista, además de preparar la entrevista, puede llevar fotos y textos para buscar activar la memoria del entrevistado.

PARTE II 

La investigación periodística en tiempos de guerra

A lo largo de este taller los periodistas relataron casos de su trabajo. En ellos hablaron de las dificultades que padecen y de los temores que los cobijan e hicieron gala de las armas para enfrentar el reto de contar el conflicto. De la suma de todas esas historias, Santoro elaboró una serie de reflexiones, algunas veces complementada por los mismos periodistas, que puede tenerse en cuenta a la hora de adelantar una investigación periodística en tiempos de guerra.

Capítulo 1

Las bajas de la guerra y la paz

Para introducir el tema de la investigación periodística y la guerra Santoro comenzó contando sobre la manera como la prensa de su país se transformó y cambió en el tránsito de los gobiernos militares a la democracia.

La guerra de Las Malvinas, entre Argentina y la Gran Bretaña, duró 74 días. Se inició con el desembarco de tropas gauchas el 2 de abril de 1982 y terminó con su rendición el 14 de junio de ese mismo año. En esa guerra murieron y desaparecieron 648 militares argentinos. En medio de la muerte y la derrota, el periodismo de ese país aprendió la primera gran enseñanza en un conflicto armado: “la primera baja en una guerra es la verdad”. Durante los dos meses y medio que duró la guerra de Las Malvinas parte de la prensa relató los triunfos de su ejército frente al poderío inglés, porque le creyó a las fuentes oficiales del gobierno militar de entonces, que pretendía exaltar el patriotismo de la nación, mediante una suerte de noticias que no eran ciertas.

Por confiar ciegamente en las versiones oficiales, el periodismo argentino también salió mal herido; buena parte de la confianza de la opinión pública la perdió con las noticias de una victoria que solo se daba en la cabeza de los militares. A esa pérdida se sumaba la cuota de periodistas asesinados durante la dictadura -100 en total- que fueron sentenciados por tratar de mantener informada a la nación de lo que realmente pasaba con el régimen.

Una nueva luz se abría en el cielo argentino con la salida de los militares del poder y la llegada de la democracia. En ese despertar parte de la prensa se deslumbró por el nuevo régimen democrático, que generó en el pueblo un amor inusitado, así que terminaron callándose varios hechos de corrupción para evitar fracturar la naciente democracia. Sin embargo, el tiempo terminó por dar luz pública el visible incremento de la delincuencia de cuello blanco, que hacía de las suyas en el poder. Otra vez el periodismo aprendía una nueva lección, esta vez lejos de los cañonazos y los trajes militares. Entendía que los sistemas políticos se defienden solo con sus propios hechos. Por eso empujó un nuevo movimiento de fiscalización social que en buena parte hoy deja a la prensa argentina con un sello de gran prestigio en el continente, a punta de trabajos en el campo de la investigación periodística.

Capítulo 2

En la ruta del dinero y las armas

Las guerras se sostienen con dinero. De ahí que el periodista investigativo deba poner sus ojos en el financiamiento económico de los bandos en disputa. Santoro aplica un sistema de seguimiento a las rutas del dinero que va desde la búsqueda en bases de datos y la Internet, hasta el ejercicio mental de sacar el costo diario, semanal o mensual que vale sostener un grupo subversivo. Veamos:

  • Internet y otros recursos: Existe un recurso de solicitud de información habilitado en algunas páginas oficiales del gobierno de Estados Unidos con el nombre de FOIA al que se puede acceder para conseguir información que ese país posee sobre personas o entidades.
  • www.Knowx.com es un sitio en la web al que se puede acceder para saber el nombre de los dueños de bienes inmuebles en Estados Unidos. El servicio tiene un pequeño costo económico.
  • En la Revista Soldados Fortuna (también en Internet) aparecen los movimientos de venta y compra de armas en cualquier parte del mundo.
  • El Centro de Estudios Estratégicos de Estocolmo lleva un actualizado registro de la venta de armas en el mundo.
  • Una manera de verificar el movimiento de armas puede ser a través de los documentos que posee la ONU sobre los controles que hace a la venta de armas en el mundo.
  • La venta de armas solamente se da entre gobiernos, todo lo que esté por fuera es ilegal. Esas ventas se hacen en efectivo y el desembolso del dinero se hace antes de que el armamento sea enviado al lugar de destino.
  • Los traficantes de armas triangulan la venta. Es decir, que las armas salen con un destino en los papeles de embarque, pero sólo pasan por ahí, camino al verdadero destino de compra. En los casos de triangulación se recomienda que los periodistas hagan alianzas con colegas de los países implicados para hacer las investigaciones.
  • Desde que se supo que el gobierno suizo estaba implicado en un escándalo internacional por el oro de los judíos robado por los nazis en la segunda guerra mundial, decidió levantar la reserva bancaria y ahora es más fácil acceder a información sobre cuentas en ese país.
  • Cada país maneja un sistema privado de información sobre deudores morosos bancarios. A este tipo de información se puede acceder hasta donde la legislación de cada país lo permita. Hay que saber usar estos datos.
  • Para buscar información sobre los guerreros y las consecuencias de sus actos se puede acudir a informes de organizaciones no gubernamentales y de organismos de seguridad internacionales.

Observación en el campo:

A propósito del tema de las armas, inevitable en los conflictos, Santoro hizo los siguientes apuntes:

  • Cuando el periodista va a las zonas de conflicto debe hacer ejercicios permanentes de observación para saber qué tipo de armas tienen los guerreros y poder así conocer su procedencia.
  • Con los datos de los fusiles de un grupo armado, el periodista puede hacer cálculos para determinar las cifras concretas del valor del armamento de los guerreros.
  • Esos mismos cálculos pueden servir para que el periodista se pregunte cuánto puede costar el sostenimiento de un ejército y puede generar hipótesis de la procedencia de sus recursos, si no lo sabe.
  • Cualquier periodista interesado en el tema de la guerra debe saber que la rentabilidad económica por la venta de armas ocupa el segundo renglón después del narcotráfico. Debe saber, además, que después de la guerra fría, circulan en los mercados negros del mundo, una buena cantidad de armas de países como la ex Unión Soviética.

Capitulo 3

De la protección a la prudencia

Varios consejos útiles en el cubrimiento de los conflictos armados nacionales, como el caso colombiano:

  • Cuando existen casos en los que están involucrados policías, militares y agentes de organismos de seguridad del Estado en delitos, incluso de lesa humanidad, debe verificarse con mayor detenimiento la información. Si existen denuncias, se recomienda ir con los jueces que lleven el caso o con las autoridades que tengan acceso a los documentos e informes, por lo general, de círculos cerrados.
  • En casos como el anterior el periodista y su medio pueden asociarse con otras empresas noticiosas para adelantar investigaciones conjuntas y evitar señalamientos particulares y amenazas.
  • Siempre la seguridad personal del periodistas y su integridad deben estar por encima de la primicia noticiosa.
  • Cuando los actores armados (guerrilleros y paramilitares) citan a los periodistas en lugares apartados para darles declaraciones, es preferible aceptar sólo si a la reunión asisten otros colegas de medios distintos.
  • Después de esas entrevistas es posible que las autoridades lleguen a los medios a pedir copias de las grabaciones y de las fotos. En casos como esos se recomienda que los periodistas le pidan por escrito a las autoridades la solicitud de este tipo de material y que quede claro que el riesgo en el que ponen al periodista y al medio. El medio de comunicación decide si entrega o no esta información.
  • Para evitar roces con las autoridades el medio debería publicar un texto con sus políticas editoriales para cubrir el conflicto. Incluso, de ser necesario, podría pegar esa declaración en lugares visibles de la redacción.
  • Los medios deben explicarle a las autoridades sus políticas editoriales para el cubrimiento de la guerra y los riesgos a los que los exponen con solicitudes de información o señalamientos.
  • Pero no es solo problema del medio establecer esas políticas, el mismo periodista asignado a este tipo de cubrimientos debe establecer reglas claras de relación con las fuentes (sean actores armados al margen de la ley o no). Ante todo debe cuidar su integridad física y su credibilidad.
  • El periodista no debe permitir que los alineen en uno de los bandos en disputa. Debe mantenerse en el medio, su compromiso es con los lectores. “Que quede claro que yo hablo con todos los actores armados y solo hago mi trabajo”.
  • Cuando el periodista que cubre conflicto armado es señalado en la redacción de su medio, inculpado por los atentados de los guerreros o se hacen bromas o chistes de su trabajo, es necesario que establezca un diálogo a través de su editor para hacerle entender a sus colegas que esa actitud también lo pone en riesgo. La guerra no puede meterse en las redacciones.
  • Antes de que las amenazas de los guerreros arrecien, el medio y sus directivos deben rotar a los periodistas asignados al tema de la guerra.
  • Cuando se repiten las informaciones de los guerreros se está haciendo de correa de transmisión. No hay que tragar entero.
  • Cuando el periodista tiene información sobre alguien con intereses en su medio y que no pueda publicar, debería entregar esa información a otro colega de otro medio, para que sea él quien la presente. Este tipo de casos se acepta con mayor facilidad en países como Argentina.
  • Cuando no existen condenas y los implicados en un delito son considerados por la justicia como sindicados, el periodista debe usar términos como: supuesto o presunto. Esa misma condición cabe en caso de los delitos todavía no probados.
  • En las investigaciones periodísticas no se deben tocar temas sobre la vida íntima ni personal de los implicados, así como tampoco obtener información por medios ilegales.
  • El periodista es susceptible a la corrupción que investiga. Una de las formas más frecuentes que el poder tiene para comprar el silencio del periodista es otorgarle beneficios (frecuencias radiales, contratos, nombramientos, favores políticos, etc.).
  • Uno de los métodos más utilizados por los personajes denunciados en las investigaciones periodísticas es el de salir a decir que son víctimas de la prensa. Hay que salirle al paso de esas argucias, con documentos, datos, cifras y testimonios que demuestren que esa persona no esta siendo víctima de nadie.
  • Antes de publicar cualquier investigación el periodista debe estar completamente seguro de todo lo que va a decir para evitar posibles demandas. Así mismo, el periodista investigativo debe saber afrontar las presiones que sobre él se ejercen a través de pleitos jurídicos.
  • El periodista investigativo debe asesorarse legalmente para no incurrir en errores como el mal uso de los términos legales y posibles difamaciones y calumnias en la información.
  • Cada dato, antes de la publicación, se debe verificar las veces que sea necesario y con las fuentes que se requieran.
  • La información obtenida de filtraciones también debe ser verificada. No puede publicarse nada que no pase por ese cedazo

 

Capítulo 4

Cómo contar la guerra

Algunas reflexiones sobre las narrativas del conflicto armado:

  • La mejor manera de contar la guerra es a través de las víctimas, no de los guerreros.
  • Las voces oficiales y los actores armados siempre van a intentar utilizar a la prensa como medio de propaganda de sus ideas.
  • Cuando el periodista va a las zonas de conflicto debe ver más allá de las anécdotas del día o del paso de hombres armados con fusiles de fabricación extranjera. El periodista en zona de conflicto debe hacerse preguntas todo el tiempo acerca de los que está pasando a su alrededor.
  • La narración de los textos debe tener un tono y una fluidez que evite el ritmo telegráfico de agencia noticiosa, mucho más, cuando se trata de investigaciones, pues la mayor parte de la información en esos casos son datos sobre datos.
  • El texto, además de las técnicas narrativas, debe poseer un hilo conductor. Puede tratarse de un hecho o de un personaje de la misma historia.
  • Los leads o párrafos de arranque deben ser fluidos y tener la virtud de atrapar al lector. Un efecto similar debe tener el cierre o final del texto.
  • Si de lo que se trata es de utilizar las técnicas del periodismo novelado, se deben tener claras las escenas que se van a describir. Hay que hacerle ver al lector el lugar de los hechos, hacerlo sentir los momentos de la historia y los personajes que deambulan en ella. Igualmente hay que rescatar los diálogos, porque ellos le dan fuerza y credibilidad al texto.
  • El nivel de reportería influye en la calidad del texto. A mayor reportería, voces, datos, escenas, diálogos; mejor historia.
  • Cuando en la historia investigada el dinero y el enriquecimiento son protagonistas, el texto puede enriquecerse con comparaciones del ingreso económico de los involucrados, para que el lector saque sus propias conclusiones.
  • Los libros, por extensión y profundidad, son el mejor espacio para publicar las grandes investigaciones periodísticas.

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