Taller Cultura Digital en el Periodismo Cultural
14 de Octubre de 2016

Taller Cultura Digital en el Periodismo Cultural

El Taller de Cultura Digital en Periodismo Cultural, realizado en el marco del Seminario Nuevas Rutas para el Periodismo Cultural 2, más que una capacitación teórica fue una experimentación práctica para emigrar de las narrativas convencionales a las digitales. Bajo esta premisa, 15 periodistas procedentes de diversos medios latinoamericanos abordaron con entusiasmo el reto: encontrar nuevas rutas para contar cuatro historias de la cultura regional de Mérida, Yucatán.

TALLER DE CULTURA DIGITAL EN EL PERIODISMO CULTURAL

Con Gumersindo Lafuente y Olga Lucía Lozano

Navegar en chalupas: en busca de la nueva narrativa digital

 

Mérida, Yucatán, México

16 al 20 de julio de 2012

Convocan: Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano -FNPI-, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes –CONACULTA-, Centro Nacional de las Artes –CENART-.

Relator: Jhovanni Raga

Editor: Carlos Serrano 

Maestros: Gumersindo Lafuente y Olga Lucía Lozano 

Gumersindo Lafuente 

Hasta septiembre de 2012 trabajó en El País, donde es el responsable de su estrategia digital. Inició su trayectoria en 1997 en el diario Ya. En 1986 se incorporó a El País como jefe de sección de los suplementos Domingo y El País Semanal. En 1995 fue nombrado subdirector del suplemento La Revista de El Mundo. Posteriormente, en el año 2000, dirigió la versión digital del mismo periódico, Elmundo.es, hasta 2006. Un año después fundó soitu.es, sitio que dirigió hasta su cierre en 2009. 

Olga Lucía Lozano

Es la editora creativa de lasillavacia.com y directora de cienmaneras.com, medios digitales que le permiten la exploración de nuevas narrativas. Recientemente lanzó proyectorosa.com, que recopila testimonios y contenidos sobre las víctimas de la violencia en Colombian. Ha estado vinculada a medios impresos como El Espectador y El Tiempo, así como a proyectos culturales y artísticos. Fue editora de Nuevos Medios de Publicaciones Semana durante tres años. Creó un e-learning para Radio Nederland sobre cómo escribir para Internet. Forma parte de los maestros de periodismo digital de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI). 

Introducción

El periodista cultural debe ser valiente para enfrentar la realidad digital o corre el riesgo de ser rebasado por los usuarios de internet, quienes tienen la sencilla posibilidad de publicar información en blogs o redes sociales. Sin embargo, hay algo que seguirá distinguiendo el periodismo digital de la simple comunicación online: el criterio al seleccionar, investigar y enfocar una historia. Por ello, el

Taller de Cultura Digital en Periodismo Cultural, realizado en el marco del Seminario Nuevas Rutas para el Periodismo Cultural 2, más que una capacitación teórica fue una experimentación práctica para emigrar de las narrativas convencionales a las digitales. Bajo esta premisa, 15 periodistas procedentes de diversos medios latinoamericanos abordaron con entusiasmo el reto: encontrar nuevas rutas para contar cuatro historias de la cultura regional de Mérida, Yucatán. El camino, guiado por Gumersindo Lafuente y Olga Lucía Lozano, tuvo paradas importantes en los testimonios profesionales de ambos maestros, así como en algunos ejemplos de proyectos digitales exitosos. Al final del taller se comprobó que el periodismo cultural puede encaminarse hacia nuevas rutas digitales. 

Palabras clave: periodismo digital, periodismo cultural, nuevas narrativas, experimentación, internet. 

I. El punto de partida

La cultura digital en el periodismo cultural 

“El producto cultural es fácil de vender porque a todos, o a casi todos, nos gusta”, aseguró Gumersindo Lafuente durante la primera jornada del taller. Sin embargo, alertó acerca del riesgo que corre el periodista cultural en la actualidad: ser rebasado por el usuario de Internet que, con mucha facilidad, publica en blogs o en redes sociales, sin necesidad de intermediarios. Ante el cuestionamiento inmediato de un tallerista sobre la competencia entre periodista y usuario, Lafuente fue directo al responder: “El primero hace periodismo y el segundo, comunicación. El periodista va a seguir existiendo porque hay algo que lo distingue: el criterio. Cualquiera puede publicar en la red, pero no es lo mismo que seleccionar, investigar y dar un enfoque a una historia”. 

Sobre la situación actual del periodismo cultural ante la realidad digital, Olga Lucía Lozano expuso que ha presentado un desarrollo más lento de lo que se esperaba: “Lo que el periodismo debe replantearse como disciplina es la exigencia de un nivel de creatividad más alto del que se ejercía tradicionalmente en los últimos años. Los hábitos de consumo han cambiado: hoy la gente accede a la información de otra manera, cada vez va menos a leer análisis o críticas culturales, pero sí navegan directo a las páginas de los creadores. Lo que hacía el periodismo, que era contarte lo que ibas a ver, ya no tiene sentido.

Hay que buscar nuevas narrativas digitales”. 

En cuanto al concepto de nuevas narrativas digitales, Lozano adelantó que hay dos palabras clave: experimentación e innovación. La primera lleva a la segunda cuando, dijo, el periodista cultural abre su visión hacia otras disciplinas y otros creativos que bien pueden enriquecer su trabajo. La reflexión de la maestra se reflejó en los rostros de los integrantes del grupo, quienes abordaron a través de diversos comentarios la urgencia de migrar los contenidos culturales a la red para acelerar el proceso.

Luego del reparto de historias (La 68. Casa de Cultura, El fin del mundo maya, Hip-hop Mérida y ¿Quién rescata Mérida?) entre los cuatro equipos formados, la gran duda quedaría pendiente: ¿cómo encontrar esas nuevas rutas sin caer en las narrativas tradicionales?

Del impreso al digital: emigrar con valentía  

La era digital domina el presente, de eso no hay duda; de que todavía hay medios impresos que temen emigrar, tampoco. Pero Lafuente valoró el hecho de que cada vez son más las redacciones que hoy se preguntan “¿esto lo vamos a guardar para el papel?”, mientras que antes el cuestionamiento era “¿esto lo vamos a dar en la web?”. 

“Los grandes medios de comunicación de todo el mundo se han visto obligados a cambiar sus estrategias hacia lo digital porque hay que entender que el papel sólo permanecerá en la medida de la relación de afecto del lector con el objeto. Los cambios no tienen que ser temerarios, pero sí valientes. Cuando se hunden los transatlánticos nunca se hunden las chalupas, así que las redacciones deben mutar a estructuras mucho más ligeras que las tradicionales”, comentó Gumersindo Lafuente. 

El maestro compartió su experiencia en la estrategia digital de El País, donde se erradicó la redacción web en paralelo a la del papel, por lo que hoy se trabaja en un modelo compartido que busca fortalecer una marca única con un equipo en el que destacan colaboradores cercanos de su anterior proyecto, soitu.es. En el mismo sentido, Lozano señaló que el aparato laboral de lasillavacia.com está conformado por pocos integrantes, pero que ha resultado funcional; de igual forma, la maestra ahondó en lo que sería el siguiente punto a desarrollar: el miedo a transitar del impreso a la web, y ejemplificó su experiencia al dejar su zona de confort para apostarle a la creatividad digital en su actual proyecto.  Ante el comentario de un tallerista acerca del temor de los impresos a perder sus ingresos por conceptos publicitarios al emigrar al digital, Lafuente indicó que los medios deben diseñar una estrategia que les asegure una sobrevivencia exitosa: “Es una realidad que existe esa angustia por perder cuotas de mercado que por tradición se tienen en el impreso, pero hay que buscar una estrategia digital basada en variables como la competencia, la plantilla de personal, la potencia de la marca, el perfil y la coyuntura económica. Hay casos exitosos, así que todo depende de la visión de los directivos”.

La pregunta a Lafuente, casi unísona por parte de los talleristas, fue acerca del cobro al usuario por el acceso al contenido web exclusivo que han adoptado algunos medios. El maestro, sin mayor preámbulo, descartó este modelo y lo calificó como una ruta sin salida, argumentando que la información tiene una fecha de caducidad inmediata. Y finalizó con una máxima: “La noticia, una vez que la das, es un bien común”. 

II. Al encuentro de nuevas rutas 

El equipo y las herramientas

Durante la segunda jornada, y con la reportería de las cuatro historias en proceso, Lafuente ahondó en la relación de trabajo entre el periodista y el programador. Concebir la labor informativa alejada del trabajo de los desarrolladores es un error, enfatizó, ya que no se aprovecha la potencia de la situación actual para mejorar la manera de hacer periodismo: “Las grandes compañías no terminan de comprenderlo, es algo que no entra en su cabeza. Se sienten mucho más seguros contratando a grandes proveedores internacionales de software porque les parece que ofrecen la tecnología más innovadora. De esta manera, tienden a rechazar otras alternativas valiosas”. 

Por su parte, Lozano destacó el trabajo que realizan los llamados hackers cuando se unen con un periodista, por lo que invitó a los talleristas a abrirse a la posibilidad de que sus proyectos cuenten con gente interesada en hacer open source (código abierto) que funcione para todos y que permita crear contenidos inteligentes. Aseguró que la innovación viene de buscar soluciones donde hay personas creativas que juntan esos conocimientos para tratar de simplificar lo que antes era muy complejo. 

Sobre el valor de los programadores en el periodismo digital, Lafuente añadió: “La cabeza del periodista normalmente es el desarrollador de software. Es una mente más organizada que tiende a tener todo planificado. Es un matemático. Nosotros escribimos historias, ellos escriben códigos. Los que saben de códigos saben distinguir entre uno mal escrito y otro bien escrito”.

Una de las inquietudes más recurrentes entre los participantes fue el conocimiento, el manejo y la aplicación de las herramientas digitales para contar las historias asignadas. Lozano explicó que el taller no estaba diseñado para enseñar a utilizarlas, porque lo que se buscaba no era generar respuestas, sino preguntas: “Las herramientas no son complejas y la mayoría son gratuitas. Ahí están en internet, sólo es cuestión de buscarlas, van desde el Facebook o el Twitter que la mayoría usamos, hasta robots que transforman datos en notas. Al final uno hace con ellas lo que puede, lo que entiende y lo que necesita”.

Ante la insistencia de los talleristas de visualizar ejemplos de nuevas narrativas, para un mejor entendimiento del concepto y como guía para la elaboración de sus proyectos, la maestra expuso cuatro ejemplos: 

narrativescience.com

Se le conoce como el robot periodista, pues es un algoritmo que transforma datos en notas con narrativa y las firma como “Narrative Science”. Forbes fue el primer medio que lo utilizó.

proyectowalsh.com.ar

Proyecto experimental sobre “Operación Masacre”, pieza de Rodolfo Walsh. A través de la web social se traza un recorrido paralelo del proceso de investigación del libro, en tiempo real, 55 años más tarde.

elections.nytimes.com

Presenta un panorama gráfico de cómo quedarían los resultados de las elecciones de Estados Unidos en cada uno de los Estados, basándose en la geografía política y las votaciones anteriores.

risdmuseum.org/thebrilliantline

Muestra el meticuloso trabajo de una serie de grabados, cuyo lenguaje visual está compuesto de líneas que son exploradas por los usuarios.Para finalizar la jornada, y antes de que los equipos de trabajo salieran para continuar su reportería, Lozano y Lafuente hicieron un llamado a los participantes para que desarrollaran sus proyectos de acuerdo a sus posibilidades: sin el apoyo de un desarrollador profesional, pero con un desborde de creatividad y una adecuada selección de herramientas digitales. 

El periodismo transparente y la participación de las audiencias Para una total comprensión de las nuevas narrativas, Lozano agregó un concepto durante la tercera jornada: el periodismo transparente. La maestra señaló que la red terminó con la intermediación que existía y ahora hay una circulación libre de datos en bruto y en tiempo real, lo que convierte al periodista en un curador de información. 

“Es transparente porque circula libremente, con formas colaborativas de generación de contenidos e hibridación de disciplinas. El periodismo ahora se narra desde múltiples voces, lo que tradicionalmente no sucedía. Hoy el gran debate sería: ¿circular información con criterio o contar historias?”. 

De la activa participación que actualmente tienen las audiencias, Lafuente destacó la contribución que tienen en la conformación de la agenda informativa, lo cual antes correspondía solamente a los periodistas. Incluso, añadió, los usuarios tienen el poder de agitar noticias que estaban dormidas y que encuentran mucho público cuando empiezan a moverlas a través de Facebook o Twitter. Ejemplificó este fenómeno con una noticia que El País tituló El PP lleva un experto al Senado que afirma que ser gay es una enfermedad, el 21 de junio de 2005, y que el año pasado, en víspera de las elecciones, resurgió a raíz de recomendaciones en las redes sociales hasta posicionarse en el listado de las más vistas.

“Hoy, cuando un usuario revive alguna noticia que es de fechas pasadas, el lector puede ver claramente que es de archivo. Es lo que ha hecho El País y es lo más recomendable para todos los medios, porque de esta manera no se confunde al usuario. Por lo general, las noticias de tipo sensacionalista o de motivación son las que más reviven y encuentran audiencias”, dijo y recomendó a los talleristas la lectura de El efecto Lázaro: ¿Qué noticias poseen el don de la resurrección?, una entrada escrita por Delia Rodríguez para el blog Trending Topics de El País.  

La agitación de contenidos a través de redes sociales, agregó Lafuente, es una estrategia efectiva que todos aquellos medios digitales que están comenzando deben implementar bajo la responsabilidad de una persona con mucho criterio y no de alguna que sea designada sólo por conocer el manejo técnico de las herramientas. 

A petición de uno de los participantes, Lozano abordó la administración de las audiencias de acuerdo a su experiencia profesional. La maestra indicó que antes la relación era totalmente vertical, mientras que ahora el modelo es horizontal: existe la igualdad entre el periodista y el usuario. De esta forma, dijo, el objetivo es crear comunidades como la que ha formado lasillavacia.com al recurrir a las audiencias tanto para su financiamiento, lo que hace de este medio el primero en Colombia en experimentar el respaldo económico colectivo, como para la generación de contenidos propuestos por los usuarios en los foros, con la confianza de que se desarrollarán correctamente. 

Cerrado el tema, los equipos de trabajo, que ya estaban por finalizar la reportería y se encontraban en el proceso creativo, añadieron a sus proyectos un factor más: la participación y la administración de las audiencias. 

III. ¡Bienvenidos a su destino final!

Competir y fracasar para triunfar

Con el panorama más claro de los cuatro proyectos, tras las asesorías de los maestros, los talleristas ultimaban los detalles de sus historias mientras en la cuarta jornada se habló de la competencia y el fracaso. Lafuente fue quien explicó que la dinámica de trabajar en equipos no se planteó para ver quiénes o quién era el mejor, sino que lo importante era el proceso: “Que este camino nos sirva como punto de partida, de escalón para mirar el oficio al que nos dedicamos con otra perspectiva o una más matizada. Sobre todo para tener en cuenta que aquí lo importante es la sustancia, no la herramienta”.

Por su parte, Lozano destacó que cuando se realiza periodismo digital se llega a fracasar hasta 20 veces y se acierta una. Agregó que hay que perder el miedo a la experimentación en la red porque, finalmente, todos los periodistas está en la misma búsqueda creativa. “El periodista es lo importante, más allá del medio o de la plataforma”, concluyó. 

Posteriormente, los maestros compartieron cinco claves para medir el éxito de un proyecto de periodismo digital:  

-Más que la cantidad de visitas, lo importante es que los visitantes regresen. Lograr un público cautivo es una de las tareas principales de un medio, más allá de que tenga un gran número de visitas inconstantes.

-Los productos de calidad retienen al usuario. Una buena manera de saber si las historias que estamos contando son atractivas, es observar la forma en que los usuarios se apropian de ellas, cómo las navegan, qué les llama la atención y cuánto tiempo invierten leyéndolas.

-El acceso directo es una señal del posicionamiento de la marca. Una vez que el usuario llega sin buscadores o intermediarios a la página de inicio del sitio se puede considerar que el producto está siendo un referente.

-Hay que buscar el crecimiento del tráfico que viene de las redes sociales. La recomendación de la gente es una de las formas más transparentes para conocer el éxito de nuestro trabajo.

-Cuando los números no favorecen, es necesario diseñar estrategias para ganar o recuperar usuarios. Es momento de analizar los contenidos y la arquitectura de la información para replantear el producto.

El arribo a la meta y las conclusiones

Con la coincidencia en el uso de blogs como plataforma para alojar sus proyectos, los cuatro equipos presentaron, visiblemente emocionados, sus historias durante la quinta y última jornada. La 68. Casa de Cultura, El fin del mundo maya, Hip-hop Mérida y ¿Quién rescata Mérida? desfilaron por la proyección para luego recibir las críticas de los maestros y el resto de los participantes del taller. En los cuatro proyectos se detectaron oportunidades de mejoras tanto en su arquitectura como en la narrativa, lo cual comprometió a los periodistas a continuar con la experimentación digital en la que se encaminaron durante el desarrollo del taller. 

Para finalizar, y a manera de reflexión entre la alegría de culminar una productiva experiencia, Lozano y Lafuente compartieron 10 conclusiones que bien pudieron ser consejos no sólo para los talleristas, sino para los periodistas digitales en general: 

-Lo importante es la sustancia, no la herramienta. El punto de partida es saber cuál es el mensaje y cómo contarlo.  

-Las herramientas digitales no son para ilustrar una realidad, son para narrarla. -La dinámica del periodista digital es fracasar veinte veces y acertar una. Finalmente todos están en el mismo campo de la experimentación.

-Lo que importa es que como periodista hagas bien tu trabajo, más allá del medio o la plataforma. Trabaja tu marca profesional.

-Si los periodistas no tienen contacto con ingenieros y desarrolladores, no podrán sacar el máximo provecho de las plataformas digitales.

-Las grandes estructuras dificultan el acercamiento a la creatividad digital. Las empresas periodísticas deben mutar hacia estructuras más simples.

-En las redes todos están al mismo nivel: periodistas, políticos y usuarios. Ya no existen las jerarquías tradicionales. 

-La agitación en las redes es fundamental, por eso debe estar a cargo de alguien con criterio y discurso, no de agencias o personas que no hagan parte de la labor periodística.

-El que no identifica las audiencias, que no las seduce ni las atrae, está destinado a fracasar. El periodista debe ir en busca del usuario.

-La red le permite a los periodistas recuperar “el descaro” que muchas veces les es negado en los medios tradicionales.

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