Relatoría del Taller de cobertura de tráfico de fauna silvestre y madera
10 de Diciembre de 2020

Relatoría del Taller de cobertura de tráfico de fauna silvestre y madera

El tráfico de vida silvestre y madera es un problema transversal que involucra diversas fuentes periodísticas. Durante cuatro días, 20 participantes de Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia y Brasil profundizaron en este crimen y en cómo investigarlo.
Arriba: Gustavo Faleiros, Nelly Luna. Abajo: Noelia Esquivel, Antonio Paz.
María Ramírez Cabello

Un salón virtual reunió durante cuatro días a 20 periodistas de Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia y Brasil para hablar sobre temas que no pueden concebirse sin profundas salidas de campo, amplios mapas de fuentes y un hondo conocimiento sobre flora, fauna y sus complejas relaciones con el ser humano y la estabilidad de los ecosistemas globales.

El Taller virtual de cobertura de tráfico de fauna silvestre y madera fue organizado por la Fundación Gabo y la Alianza por la Fauna Silvestre y los Bosques, una acción regional de Wildlife Conservation Society (WCS) y World Wide Fund for Nature (WWF), financiada por la Unión Europea e implementada en la región Andes-Amazonía. La actividad estuvo dirigida por Antonio Paz, editor en Colombia y Ecuador de Mongabay Latam; Gustavo Faleiros, editor de InfoAmazonia; Noelia Esquivel, periodista de La Voz de Guanacaste; y Nelly Luna, editora general de Ojo Público.

En este espacio virtual no solo se profundizó en las mejores prácticas para cubrir el tráfico de vida silvestre, sino en resolver inquietudes en torno a cómo contar este crimen, cómo hallar patrones, cómo acercarlo a las audiencias y cómo lograr un mayor impacto y alcance. 

Lo primero: ¿Qué es tráfico?

La primera clave es entender qué es el tráfico de especies silvestres, su magnitud, las implicaciones con la vida cotidiana y sus consecuencias. Este marco estuvo a cargo de Adrián Reuter, asesor principal para Latinoamérica en materia de combate al tráfico de especies de WCS.

El tráfico involucra la cadena desde la obtención, transporte y distribución ilícitos de plantas y animales tanto dentro como entre países en contravención de los marcos legales nacionales e internacionales. Las transacciones comerciales pueden ir desde un solo espécimen hasta miles de metros cúbicos de madera u otros recursos. 

Los especímenes silvestres comerciados ilegalmente pueden ser increíblemente rentables. Un ejemplo es el cuerno de rinoceronte y el buche del pez totoaba. 

La importancia del tráfico de vida silvestre en la región recae en que el continente americano es el más biodiverso del planeta. “Solo en 16% de la superficie del planeta tenemos 40% de la biodiversidad mundial y un alto grado de endemismos”, dijo Reuter.

Los servicios ecosistémicos no siempre son “tangibles, perceptibles y cuantificables” y es por eso que la generación de oxígeno, la purificación del aire y agua, la fertilización del suelo, la regulación del clima, la protección de rayos ultravioletas o la polinización rara vez se valoran.

En cierta medida, esto se ha replicado en la agenda informativa, en la que el tráfico de especies pasa desapercibido y de forma “pasajera”; pero lo cierto es que los recursos silvestres forman parte del día a día de muchas comunidades como alimento, medicinas, vestido, ornamento, combustible. Y también de industrias y economías, incluso, en los países más desarrollados. 

La aceleración del desarrollo económico y un incremento en las actividades comerciales pueden amenazar los recursos silvestres si la demanda sobrepasa la oferta de mercancías. Dos ejemplos son notorios: la madera, cuya explotación afecta ecosistemas enteros; o los tiburones, especie sobreexplotada en la actualidad.

El principal motor del comercio legal o ilegal es la demanda del mercado y su aumento por encima de la oferta genera un campo fértil para el tráfico. Según la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), el valor del crimen organizado ambiental transnacional ronda de 70 a 213 mil millones de dólares por año, de los cuales se estima que entre 7 y 23 mil millones corresponde al comercio ilegal de flora y fauna, excluyendo madera, carbón y productos pesqueros.

Redes muy bien establecidas y carteles organizados, con la percepción consolidada de una baja probabilidad de ser castigados, suelen estar detrás del tráfico. Los traficantes usan distintos métodos para el contrabando: ocultos en compartimentos secretos (libros, equipajes, bajo la ropa), declarados falsamente en formas aduanales o usando permisos falsos o adquiridos ilícitamente.

“Los impactos pueden ser muy drásticos para las personas, ya sea como un vehículo potencial o dispersión de enfermedades infectocontagiosas, o involucrar especies invasoras afectando ecosistemas enteros y con consecuencias económicas desastrosas”, explicó Reuter. Ejemplos: el pez león o la cotorra argentina, que desplaza a las especies nativas.

La corrupción exacerba los impactos que pueden tener las actividades criminales si las autoridades avalan o están involucradas en el negocio. El combate al tráfico también se complica cuando las zonas están en conflictos armados, con presencia de guerrillas o problemas políticos severos.

Otras amenazas para los recursos silvestres son el desarrollo de infraestructura, la expansión agrícola, la contaminación, especies invasoras y “uno que casi siempre dejamos al margen”: el aumento poblacional. 

Un hecho grave, recalcó Reuter, es que si las especies desaparecen, generando el fenómeno del “bosque vacío” con ambientes aparentemente sanos, “puede ser el preludio de una pérdida de conectividad --no hay polinización-- y de la fragmentación de áreas biodiversas como los corredores que tenemos en Latinoamérica (corredor biológico mesoamericano y el corredor Andes-Amazonía-Atlántico)”. 

En cada país de la región, varían el compromiso y los recursos disponibles para combatir estas actividades ilícitas, por lo que se requiere de aproximaciones diferentes y una atención caso por caso. 

Una lista de claves

  1. Involucren a periodistas de otras fuentes. El tráfico no es un tema netamente ambiental, sino que es transversal y debe involucrar a más colegas de las salas de redacción. El periodista colombiano Antonio Paz recomienda mirar los delitos conexos: lavado de dinero, enriquecimiento ilícito, fraude y corrupción.
  2. Entiendan el problema en todas sus dimensiones. Esto implica manejar los términos especializados, ir a la zona, conocer las especies, las comunidades, acompañar a los científicos y revisar el trabajo de las autoridades. También hacer seguimiento de informes de IPBES y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) y la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
  3. No se queden en el reporte del decomiso. Los expertos también recomiendan tener cautela con los datos. Son un indicio. El hecho de que haya un pico de incautaciones no significa que haya más tráfico. Quizás hubo más recursos para control. Hay que ver más allá de las cifras, insistieron los maestros.
  4. Eviten publicar los precios de las especies en el mercado negro. Difundir ese dato específico puede fomentar el mercado negro. Una alternativa es dar cifras generales como el monto global que involucra el tráfico. 
  5. Las especies traficadas ilegalmente pueden terminar en mercados legales por la ausencia de un sistema de trazabilidad que permita determinar el origen del producto o por corrupción.
  6. Estén atentos a las migraciones o desplazamientos de los traficantes, las especies o la forma de comercialización. Los traficantes pueden desplazarse a países con lagunas legales o menores sanciones; pueden cambiar de una especie a otra (sustitución de los colmillos de tigre por los de león o jaguar); o del comercio físico al digital.
  7. Tengan en cuenta la conexión con la salud. La interrelación del comercio de vida silvestre con la salud no está en discusión. A esta conexión también debemos poner el foco, ahora más por la pandemia de la COVID-19. Según el IPBES, existen 1,7 millones de virus no descubiertos en huéspedes mamíferos y aves, de los cuales entre 540 mil y 850 mil podrían tener la capacidad de infectar a los seres humanos. “El comercio de mamíferos y aves es probablemente un riesgo mayor para la aparición de enfermedades que el de otros taxones porque son importantes reservorios de patógenos zoonóticos”, dijo Antonio Paz
  8. No apunten de forma acusadora a quienes cubren necesidades de subsistencia básica, mediante la cosecha, caza y consumo de especies de origen silvestre. Debes tomar esto en cuenta para informar mejor “y no apuntar con el dedo acusando a una persona que caza un animal para comer en la mitad de la selva amazónica porque no necesariamente es un delincuente”, dijo Adrián Reuter.
  9. Trabajen con un colaborador local. Para trabajar en campo, puedes acompañarte de una persona conocedora de la región, que no solo maneje el idioma, sino que te permita movilizarte con mayor seguridad. 
  10. Cuiden la investigación y la reportería. No dejen flancos débiles. Un error basta para que desacrediten el trabajo y a los medios aliados. Y luego: publica frente a la indiferencia. Es un trabajo de resistencia, destacó Nelly Luna. 

Armar un amplio mapa de fuentes

Es importante considerar fuentes de información donde ocurren los eventos o el posible ilícito y fuera de este entorno, pues “ mucha de la información tal vez no está en ese lugar porque hablamos de cadenas de comercio ilícito o cadenas de aplicación de la ley”, enfatizó Adrián Reuter. A la par, incluir información con sustento técnico va a contribuir a un mayor impacto y alcance. 

Integra estas sugerencias en tu mapa de fuentes:

  • Foros técnicos, congresos, seminarios, científicos, academia. ¿Qué otros expertos en ese taxón existen? No necesariamente tienen que ser del país o localidad en la que se desarrolla la investigación. Presta atención a los foros de consulta previa de las Conferencias de las Partes (COP) para escuchar los planteamientos de cada sector.
  • Autoridades: Boletines oficiales, funcionarios, portales de transparencia, petición de información. Esto incluye fuentes en el campo judicial y aduanero. “A veces hay mucha aprehensión con los periodistas: son temerosos de brindarte información. Hay que tratar de romper un poco con eso”, dijo Antonio Paz. Adrián Reuter sugirió tener consideraciones de seguridad y confidencialidad en el uso de la información cuando apliquen reservas legales.
  • ONG: WWF y WCS tienen presencia global. Pueden brindar información en los lugares de origen, tránsito y destino. En cada país, hay otras organizaciones que pueden ser de ayuda.
  • Organismos regionales: Boletines, sitios web, directorios de contactos. Dos ejemplos: Roavis (Centroamérica) y Wildlife Enforcement Network (WEN).
  • Instrumentos internacionales: UNODC, Convención de Palermo sobre el Crimen Organizado, CITES
  • Grupos de origen de las especies, comunidades indígenas, grupos rurales. 
  • Los actores de la cadena de tráfico también son fuentes de información. Considera fuentes de información tanto directas (capturador de aves, pescador) como indirectas (otros actores involucrados en la actividad ilícita o en su combate). Piensa en la cadena: Desde la persona que va a cazar el animal en la selva; luego ese animal se convierte en partes (piel, colmillos) que se le venden a un transportista que, a su vez, lo lleva a un acopiador y este a las ciudades principales donde hay una mayor capacidad de compra. De allí, al comprador final. “Cada una de estas etapas nos brinda una oportunidad para obtener una información diferente”, dijo Reuter.
  • Las redes sociales y los grupos de WhatsApp como vitrinas de comercio también pueden ser una fuente de información.
  • Crear bases de datos. Coleccionar datos a lo largo del tiempo y el espacio para mostrar la complejidad del problema. En el especial Madera Sucia se construyó una base de datos comerciales sobre la importación y exportación de madera y una base de datos de delitos ambientales, a partir de información filtrada. Se identificó la demanda, compradores finales y se expuso el sistema que permitía el lavado de las especies de madera extraídas de la Amazonía. Estas bases permitieron identificar los patrones de tráfico de madera: la mayoría en tablones con documentos no verificados en puestos de control de aduanas.

Nelly Luna recomendó incorporar a las fuentes en el análisis de los escenarios de seguridad. “¿Cuál va a ser el impacto de esta investigación, a quiénes va a afectar y esa afectación podría ponerme en riesgo a mí?”. En el caso de las fuentes, aconsejó pensar en organizaciones de DDHH con capacidad para protegerlas y monitorear en caso de riesgo. 

Es importante ahora más que nunca decirle a los líderes locales todos los riesgos que corren al dar determinada información, enfatiza. Es conveniente acudir a las comunidades con una cartilla de seguridad y listas de teléfonos de organizaciones de apoyo para entregarla a las fuentes. 

Ampliar la mirada espacial y temporal

El periodista brasileño Gustavo Faleiros recomendó ampliar la perspectiva temporal y espacial a la hora de abordar los proyectos de investigación sobre tráfico de fauna silvestre y madera, “para entender cómo a lo largo de los años ha ocurrido el cambio de un bosque o cómo se hace la ruta de tráfico de una especie”. 

“Cuando piensen en una investigación para mostrar la real dimensión de un problema, como ocurre con el crimen ambiental, debes considerar trabajar en una escala temporal y espacial más allá de un sitio o de un lugar o un hecho”, dijo. 

Es limitante enfocarse en un único elemento. Acá hay tres casos que muestran estas dimensiones:

  • A DouradaFaleiros se interesó por este gran bagre del río Amazonas en 2006, cuando hacía seguimiento a la licencia ambiental de una hidroeléctrica en el río Madeira de Brasil. Se temía que este pez sufriera el impacto del proyecto hidroeléctrico. Aprendió que esta especie hace la mayor migración en ríos de agua dulce en el planeta. Desde entonces, leyó todos los reportes científicos.  En 2017, viajó por la ruta del pez -desde Perú- para entender cómo se encontraba en los mercados, sus amenazas y cómo una obra en Brasil afectaba su sobrevivencia. Recorrió comunidades, mercados pesqueros y acompañó a científicos. Descubrió que el mayor impacto en la especie era la pesca ilegal con un mercado estructurado entre Brasil, Colombia y Perú. Allí reorientó su hipótesis.
  • Pez cebra: Esta investigación de Aldem Bourscheit sobre la ruta ilícita del pez cebra, una especie en peligro de extinción, incluye datos de incautaciones de esta especie ornamental y una revisión exhaustiva de redes sociales como fuente. “Encontró publicaciones donde la gente vendía el pez en China, Canadá o Estados Unidos. Es otra fuente que muchas veces uno no piensa que es la principal pero fue muy importante; también hubo investigación en grupos de WhatsApp y fue diferenciador en este reportaje”, dijo Faleiros. 
  • Oxpeckers¿Cómo haces si no hay información consolidada para crear un mapa? Este ejemplo es un mapa de la caza de rinocerontes en una región de África. El equipo ha consolidado datos de la policía y hay otra capa de información con los procesos judiciales en contra de los traficantes. “Hay un trabajo de investigación de crear esta base, pero es bastante rico para entender”. anotó.

Faleiros ahondó en geoperiodismo, una técnica que une el análisis geográfico con el periodismo para mostrar un problema a una escala más amplia. Mencionó el especial Tierra de Resistentes, que mezcla crímenes ambientales con amenazas a los defensores. En esta serie, escribió un reportaje sobre la etnia Uru-eu-wau-wau, en el estado de Rondonia de Brasil. El periodista viajó en febrero de 2019 y notó que, en los años previos, proliferaron las invasiones y la deforestación fuera del territorio indígena. 

¿Cómo se estudia el territorio? Faleiros lo analiza antes del trabajo de campo. Mostró parte de la compilación de bases de datos, crímenes ambientales, concesiones mineras, propietarios de empresas en la zona, límites del territorio indígena, áreas protegidas, asentamientos, tasas de deforestación y carreteras ilegales para entender la zona. 

No olviden llevar GPS a la salida de campo, enfatizó. Mostró mapas con la ruta en canoas en las que marcó zonas de deforestación y canales de agua, para luego entender el contexto de cambio territorial.

Recomendó algunas herramientas y bases de datos: 

Comprender el aprovechamiento sostenible

En la cobertura de tráfico de fauna silvestre y madera, es necesario tener presente el concepto de aprovechamiento sostenible. El experto Adrián Reuter destacó que en la región es difícil aplicar esto de “no tocar”porque existen asentamientos humanos en áreas protegidas que hacen uso de los recursos naturales a la mano o se involucran en uso insostenible y tráfico. ¿Qué se puede hacer? Trabajar con las comunidades y las autoridades para promover prácticas sostenibles. Tres ejemplos:

  • Autogestión de la caza para sostenibilidad social, cultural y económica. WCS trabajó en comunidades en Bolivia y Perú en las que se acuerdan cuotas de aprovechamiento, mecanismos de control y vigilancia para evitar que foráneos practiquen caza. Llevan un registro de esta actividad.

  • Aprovechamiento sostenible del caimán Yacare en Bolivia. En 2007 se aprobó el plan de manejo para el territorio Tacana. La venta de carne y pieles es el principal ingreso de 141 familias. WCS participó desde la investigación hasta la creación del plan de manejo.

  • Proyecto Ele en Argentina para el aprovechamiento sustentable de pichones de loro hablador en el Chaco argentino, basado en información científica.

La conservación a través del aprovechamiento sostenible es clave, apuntó Reuter.

En este punto, conviene revisar la legislación de cada país y entender, por ejemplo, los términos del aprovechamiento sostenible. Paz planteó el caso de los huevos del caimán aguja de la Bahía de Cispatá en Colombia. En la COP17, Colombia logró la aprobación del aprovechamiento sostenible de esta especie como estrategia de conservación. “Esto generó una polémica porque se interpretó que se iba a permitir la caza del caimán. Por desconocimiento sobre cómo funciona el comercio legal, generó un caos que puso en riesgo la supervivencia económica de estas personas”.

El manejo forestal sostenible es también una herramienta de conservación de bosques aunque parezca contradictorio, resaltó Miguel Pacheco, coordinador de Recursos Naturales y Medios de Vida de WWF Colombia. Hay muchas comunidades que desarrollan esta práctica. Es una alternativa a la ganadería o agricultura como agentes de deforestación. Esta actividad propone el uso sostenible mediante una metodología de aprovechamiento e impacto reducido, entre otros elementos que hacen que el bosque tenga menor impacto.

Con esta herramienta, no se incendia como en la ganadería y agricultura. El dióxido de carbono no se emite a la atmósfera, se conserva en la madera y se producen artículos. Se queda capturado en ese elemento. No necesariamente es la única alternativa a la deforestación o tala ilegal. 

Cambiar el chip y mirar las soluciones

Contar estas historias con enfoque de soluciones fue otra de las recomendaciones en el taller. Noelia Esquivel, periodista de La Voz de Guanacaste en Costa Rica, relató a los participantes que todos los años contaban sin variación cómo en la época seca se deterioraban los rebaños por la falta de agua. Era el mismo problema año tras año, posiblemente alimentando el sentimiento que refleja el Digital News Report 2019 sobre cómo un tercio de las audiencias evita la lectura de noticias. En ese momento, se acercaron al periodismo de soluciones. Pensaron que esta era una ruta ideal para dar un giro a las coberturas repetitivas que realizaban constantemente.

El periodismo de soluciones está basado en evidencias y parte de una cobertura rigurosa. No oculta el problema; lo admite, pero muestra a quienes están respondiendo a una coyuntura determinada. Al colocarse "los lentes de las soluciones", no mostraron al año siguiente las mismas vacas flacas afectadas por la sequía, sino la historia de un lechero que en invierno se preparaba para poder alimentar el rebaño en el verano.

Es una metodología versátil:

  • Es realizable en cualquier formato y tema. Es una herramienta más.
  • Busca dar una mirada completa. No solo una cara de la moneda. "Cierto que las cosas están mal, pero hay iniciativas desarrollándose y que están funcionando bien y si mostramos las dos, estamos enseñando a la gente un poco más cerca la realidad", dijo.
  • Da luces de cómo la sociedad puede avanzar.
  • Hay audiencias más conectadas. Las historias de soluciones de La Voz de Guanacaste son las más leídas.
  • Concordancia con la misión de los medios. “Nuestro propósito es dar información a la gente para que tome mejores decisiones en su vida y hemos encontrado en el periodismo de soluciones la forma de empatar ese propósito”.

¿Qué no es el periodismo de soluciones? Esquivel resalta que no es una historia feliz y positiva, aunque puede contribuir a la felicidad. No es hablar sobre un héroe o una heroína, sino cómo un proyecto o iniciativa está siendo útil. Tampoco es una intención o una propuesta o una idea. Tampoco es preguntar a varias fuentes cuál es la solución a la tala ilegal, por ejemplo. Tampoco aplica una aproximación fugaz. No son opiniones, se requieren cambios comprobables.

Es clave definir ¿cuál es el problema? y ¿quién está haciendo algo al respecto? ¿quién lo hace mejor? ¿lo ha replicado alguien? Una pieza bajo este concepto periodístico centra su narrativa en la solución. Es el eje. Los intentos fallidos también pueden encajar. Si bien lo que se busca es dar luces, mostrar algo que no está resultando también es útil. Por ejemplo, mirar cómo una comunidad que pretendía hacer un manejo sostenible del bosque, pero no funcionó, puede llevar a otros a reorientar su trabajo en función de esta experiencia.

La respuesta puede abordar todo el problema o una parte de él. "¿Cuánta evidencia necesitas? La suficiente que demuestre que la solución está funcionando aunque sea en cierta medida", explicó.

Las evidencias pueden ser cuantitativas o cualitativas. En el periodismo de soluciones, deben estar los resultados. No se puede renunciar a ellos. Y, además, deben considerarse las limitaciones, los obstáculos en la ruta y consultar a beneficiarios, expertos y críticos de esta solución. Contar al detalle. En divulgación científica, podemos enfocarnos en el cómo: ¿cómo se llegó al resultado?

Cuidado con las relaciones públicas, advirtió la periodista. "Las organizaciones se pueden aprovechar y tratar de venderles ideas que no son", dijo.

Algunos recursos que sugiere la periodista para encontrar historias para este enfoque: la academia y personas expertas; las comunidades resilientes; las organizaciones, instituciones, gobiernos; los problemas históricos; las redes sociales y las historias viejas.

Estrategias de colaboración para proyectos transnacionales

Considerando que el tráfico ilegal de especies es un crimen transnacional, ¿cuál podría ser una forma ideal de ahondar? Con investigaciones transfronterizas, que involucren a equipos de varias naciones en torno a un tema de interés común. De esto trató el cuarto día de taller, a cargo de la periodista peruana Nelly Luna, fundadora del medio Ojo Público, quien resaltó que el tráfico de especies puede ocurrir en un territorio específico, pero se conecta con otras regiones e instituciones. "Las actividades ilegales no conocen de fronteras", afirmó. El objetivo, entonces, es seguirlo desde distintos flancos.

Las especies y recursos extraídos ilegalmente de la Amazonía son saqueados para ser incorporados al mercado global a través de una cadena de comercialización que termina siendo ingresada a un sistema de exportación formal y lavada en el sistema financiero legal.

Esta premisa, dijo, es primordial, y aplica para todos los tráficos. Puso como ejemplo el oro extraído de los territorios amazónicos, que luego es comprado por intermediarios y exportado formalmente, una ruta descrita en la investigación realizada por Ojo Público entre 2014 y 2015, en la que develaron que la mayor parte del oro extraído hasta 2015 en los cinco países que participaron iba a refinerías en Miami o Suiza.

En Ojo Público miran las historias desde el ángulo del poder: ¿quiénes son los beneficiarios finales de estas prácticas? ¿quiénes son los poderes que están detrás? y ¿cuáles son estas prácticas que vulneran derechos y la sostenibilidad de los ecosistemas? Sin olvidar, resaltó Luna, que hay un sistema financiero que permite que el dinero ingrese al torrente monetario y que, además, hay un sistema de consumo con corresponsabilidad.

Pero es importante no dejar de lado los daños que ocasionan estas superestructuras criminales sobre los seres humanos que habitan la Amazonía. "No se trata de custodiar la Amazonía solo porque es un lugar maravilloso, lleno de bosques y verdes. Uno de los objetivos más importantes de custodiar la Amazonía es custodiar la vida de los que habitan la Amazonía, y entre ellos están las comunidades indígenas o quienes han decidido vivir en aislamiento", dijo.

¿Cómo iniciar una investigación transfronteriza?

  • Identifica el problema. Valida tu hipótesis, reconoce y explora las posibilidades de tu proyecto de investigación transfronterizo. Cuando confirmas que esa ruta de la actividad criminal incorpora más territorios y dinámicas corruptas que involucran a otros estados, entiendes que tu equipo debe cruzar fronteras.
  • Conforma tu equipo. Selecciona un grupo que pueda sumar y complementar la investigación. No todos los perfiles deben ser iguales, pero es importante que puedan complementarse.
  • El equipo debe tener amplio o previo conocimiento del tema, si el proyecto es a corto o mediano plazo. Si no lo tiene, va a demorar en entender la complejidad del problema y adecuarse a los términos.
  • Empatía, compromiso, responsabilidad y confianza… y humor, destaca Luna. “Tener empatía y que alguien nunca pierda el sentido del humor hace más ligera la carga de trabajo y la obsesión con las investigaciones". 

Cconsejos para impulsar las investigaciones transfronterizas

Dependiendo del ritmo de trabajo que tengas, se puede caer en una suerte de piloto automático. Estos 10 consejos han ayudado a Nelly Luna y su equipo a impulsar investigaciones con colegas de otros países y a reducir el ensayo y error:

1. Sigue el dinero: ¿quiénes se benefician? 

Puede ser un beneficio de consumo o uso, pero también están los intermediarios y traficantes. Luna expuso el caso de la palma aceitera con una investigación cuyo foco son las empresas que exportan el aceite de palma procesado, entrando al mercado sin importar si proviene de un territorio deforestado con daños en asentamientos. Se analizó la cadena de suministro y se identificó que las compañías no tenían documentación que garantizara que la palma estuviera libre de áreas criminales y deforestación. Luna recomendó incorporar la mirada de la trazabilidad, la cadena de suministro y el beneficiario final.

2. Analizar los alcances del delito y los delitos conexos

Aborda el tráfico de especies como parte del crimen organizado. Eso implica que detrás de la tala de un árbol, hay un esquema que sostiene esa actividad.

3. El crimen organizado tiene una estructura

Tienes que conocerla y entenderla. ¿Dónde empieza y dónde termina? Los criminales no actúan solos, tienen un sistema que los sostiene. Luna recomendó no ir detrás del señor que tala el árbol, porque no son los mayores responsables, no son los que deciden ni los que se benefician en grande. “La mirada es identificar esas estructuras de poder más grandes dentro de la criminalidad organizada”, indicó.

¿La corrupción es el único problema o hay otros vacíos legales? En Madera Sucia encontraron que en los países de la Amazonía no hay un marco normativo estándar para combatir el tráfico.

4. Las especies traficadas necesitan de un sistema legal, que suele ser permisivo e impune, para insertarse en las cadenas de comercialización global

Luna mencionó la investigación sobre aletas de tiburón de más de 25 mil tiburones sacrificados para una exportación sospechosa a China, “con documentos controversiales, donde no estaba clara la procedencia y en muchos casos habían especies protegidas”. Debes plantearte la necesidad de un seguimiento constante del tema. No soltarlo y seguir publicando. Esta investigación develó las empresas en Hong Kong que compraban las aletas, ahondó en el marco legal, irregularidades en la emisión de permisos y el papel de CITES en la protección de estas especies.

5. Nexos y relaciones de poder

Establece correlaciones para conectar los actores, antecedentes e identificar responsabilidades. 

6. Conoce la estructura del Estado

Ubica los delitos, sanciones, autoridades administrativas que tienen el rol de control, fiscalización y sanción del tráfico de flora y fauna e identifica los puntos débiles.

7. Estandarización de conceptos y términos

Las especies tienen diferentes denominaciones de país a país. Usemos nombres científicos. A documentos como la "guía de movilización" se les debe establecer un nombre, pues también varían. Las partidas arancelarias también pueden variar. Tras la estandarización, se puede hacer una base de datos consistente para un análisis masivo de datos y una mirada más clara del problema.

8. Analiza el territorio y su complejidad

Organiza el viaje, con seguridad, eficiencia, protocolos y cronogramas.

9. Analiza la estrategia de publicación 

Para Luna, los especiales suelen tener un carácter atemporal. Le gusta definirlos como la descripción viva de un momento de la historia. Las investigaciones transfronterizas permiten un mayor alcance de audiencias, pero es importante considerar ¿a quién quieres llegar? ¿queremos llegar a todos? Determinados formatos van para audiencias específicas como los tomadores de decisión, por ejemplo, pero otros productos en lenguas indígenas -en el caso de Ojo Público- van a esas comunidades.

10. Mezclar distintas metodologías de investigación

Datos, imágenes satelitales, drones, mapas de redes u otras ciencias.

Trabajos comentados

Sobre el Taller virtual de cobertura de tráfico de fauna silvestre y madera

El taller se realizó durante cuatro días, con la participación de 20 periodistas de Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia y Brasil. Fue organizado por la Fundación Gabo y la Alianza por la Fauna Silvestre y los Bosques, una acción regional de WCS y World Wide Fund for Nature (WWF), financiada por la Unión Europea e implementada en la región Andes-Amazonía. La actividad estuvo dirigida por Antonio Paz, editor en Colombia y Ecuador de Mongabay Latam; Gustavo Faleiros, editor de InfoAmazonia; Noelia Esquivel, periodista de La Voz de Guanacaste; y Nelly Luna, editora general de Ojo Público.

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