¿Qué tan responsables somos sobre lo que publicamos virtualmente? ¿Somos realmente conscientes de las implicaciones que pueden alcanzar nuestras acciones online? Estas son preguntas sumamente pertinentes en tiempos en que navegamos en un mar de datos e información.
Para abordar estos temas y fomentar un uso responsable de los medios digitales, se realizó en Manizales, Colombia, el 7 de julio de 2023, el taller ‘Comunicación en tiempos digitales: una puerta abierta a la verificación de datos y análisis crítico de información’. Este espacio acogió a 15 jóvenes del Eje Cafetero, entre periodistas, estudiantes de periodismo, creadores de contenidos digitales o personas que se dedican a la comunicación digital.
Renata Cabrales, experta en comunicación digital, y Ana María Saavedra, directora de Colombiacheck, dirigieron este taller que, al tiempo, buscaba brindar herramientas sumamente útiles para la verificación de información, así como promover que los participantes se conviertan en replicadores de la alfabetización mediática informacional, explicada en este espacio como el “conjunto de habilidades y capacidades que todas las personas debemos tener para el uso de las nuevas tecnologías de la información, canales y formatos”.
La ciudadanía, un concepto clave que se construye
Si somos ciudadanos de una nación con deberes y derechos, izamos una bandera que nos identifica como miembros de un determinado territorio, regido por leyes dentro de sus fronteras. ¿Esta misma ciudadanía aplica para las acciones que realizamos en línea –que pueden repercutir en todo el mundo y cuyas fronteras pueden ser ilimitadas–?
El tema con el que arrancó el taller propició interrogantes entre los participantes sobre qué tanto ejercen su ciudadanía digital, si son conscientes del alcance que tienen las redes o la web, si actúan de la misma forma cuando están inmersos en la web o en el ámbito digital, o si creen tener las mismas libertades y obligaciones dentro o fuera de Internet.
Al respecto, Renata Cabrales, aclaró que internet no existe en un mundo paralelo: “No hay un mundo real y otro virtual, como lo llaman, porque los derechos y deberes están implícitos en nuestra ciudadanía digital”, afirmó. Esta realidad está regida por las mismas responsabilidades y deben compartirse, también, los valores éticos y morales, así como la integridad humana. Resulta clave entonces entender el concepto de ciudadanía digital, que según Cabrales “es la capacidad de interactuar en la sociedad en línea”.
Sobre el concepto de ciudadanía digital las expertas compartieron cuatro verdades inmersas en él:
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Está en construcción: la ciudadanía digital no está completamente definida y sigue alimentándose con la cambiante realidad web.
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A mayor inclusión, mayor participación: entre más personas se sientan incluídas en los contenidos y en la información web, más ejercerán su ciudadanía digital.
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El espacio online no está separado de la cotidianidad: no vivimos en dos realidades distintas. “Existe un solo mundo y los derechos y deberes aplican para ese escenario único”, afirmó Cabrales.
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El desarrollo de habilidades digitales es permanente: el mundo digital evoluciona aceleradamente y lo que hoy aprendemos puede estar obsoleto en un año. Algo que las maestras complementaron con una frase del cofundador de la plataforma educativa Platzi, Freddy Vega: “Nada te garantiza que tu conocimiento de hoy te servirá mañana (...) Toca aprender sin parar siempre”.
Silencio digital y otros derechos
Nuestra ciudadanía digital no está exenta de los deberes y derechos que tenemos como habitantes de una sociedad.
Hoy por hoy, comentaron las expertas Renata Cabrales y Ana María Saavedra, los derechos digitales son los mismos derechos humanos trasladados a quienes habiten el mundo virtual, entre ellos: acceso a internet, libertad de expresión, privacidad y datos personales y algo bastante relevante sobre lo que hicieron hincapié: el silencio digital.
¿De qué se trata este concepto? Los participantes del taller lanzaron sus puntos de vista sobre el silencio digital, al que relacionan con el derecho a poder estar en una red social o no, de simplemente no hacer uso de las redes si se tienen activas y al derecho de poder no aparecer en la web. Estas opiniones fueron complementadas por las expertas, al mencionar que no estamos obligados a opinar o pronunciarnos sobre algún tema en Internet en el que no deseamos hacerlo; tenemos el derecho a guardar silencio.
Los deberes digitales
Si tenemos como derecho la libertad de expresión, esta implica intrínsecamente el deber a ejercerla de forma responsable para no afectar los derechos de otros ciudadanos digitales, lo que se conjuga a su vez como otro deber: el respeto a los derechos de otras personas.
Cabrales explicó que, como ciudadanos digitales, tenemos el deber, por ejemplo, de no compartir información falsa, dudosa o que pudiera resultar ofensiva, inclusive si la estamos replicando para advertir que no es cierta o para repudiar, desmentir o denunciar.
Como ejemplo citó el caso de un tuitero con bajo número de seguidores que publicó un comentario discriminatorio contra un alto funcionario del gobierno de Colombia y este tuit, a su vez, fue replicado por una cuenta con millones de seguidores de un periodista que denunciaba dicho comentario, pero que finalmente terminó sirviendo de “replicador” de la ofensa, pues fue visualizado por muchas más personas. Ante ello, las expertas indican que es necesario aprender a verificar, contrastar, denunciar o desmentir informaciones falsas u ofensivas sin ser replicadores de las mismas.
La brújula de la verdad, una herramienta útil
¿Qué parámetros utilizamos al momento de compartir información online? ¿Dónde encontramos una guía para no desinformar? Renata Cabrales recomendó a los participantes en el taller utilizar la ‘brújula de la verdad’, del maestro de ética periodística Javier Darío Restrepo.
En realidad se trata de un ejercicio de análisis que consta de tres elementos claves. El primero es la verdad: preguntarnos si lo que vamos a publicar o replicar nos consta que sea verdad. El segundo es el respeto: preguntarnos si estoy respetando a la ciudadanía y a los implicados en el hecho. El tercero corresponde al servicio: preguntarnos si con lo que publicamos estoy prestando un servicio a la ciudadanía o si con ello estamos favoreciendo a algún particular.
¿Por dónde se mueve la desinformación?
Está demostrado que la desinformación puede tener consecuencias graves para la sociedad; por esta razón es fundamental que estemos equipados con las herramientas necesarias para verificar la información y desarrollar un pensamiento crítico. Por ello, es igual de importante aprender a identificar los mecanismos a través de los cuales se mueve la desinformación. Ana María Saavedra mencionó algunos de ellos:
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Imágenes reales sacadas de contexto.
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Capturas de pantalla con supuestos trinos o noticias.
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Videos adulterados (deepfakes).
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Audios de WhatsApp con información tergiversada.
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Memes con información engañosa.
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Cuentas falsas.
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Mensajes de sátira, que si bien no tienen la intención de desinformar, pueden generar confusión en algunos usuarios.
Armados para combatir la desinformación
En ese sentido, otro aspecto relevante sobre el que se habló en el taller fue la necesidad de desarrollar habilidades de análisis crítico. Los participantes conocieron cómo cuestionar la intencionalidad y el sesgo de los mensajes mediáticos, cómo examinar las fuentes de información y cómo considerar diferentes perspectivas antes de llegar a conclusiones.
Según Ana María Saavedra, hoy en día hay que estar muy alerta ante la inteligencia artificial, que puede ser usada para crear noticias falsas, no solo con texto sino también con imágenes y videos, y ante la aparición de más y más redes sociales. “En cada una de esas redes hay una oportunidad de desinformación”, dijo.
Como recomendaciones al respecto mencionaron tres puntos estratégicos:
- Analizar la información. Separarla por partes para establecer qué puede ser verdadero y qué es falso. Las desinformaciones pueden mezclar mentiras con verdades para manipular y darles apariencia de normalidad.
- Buscar el contexto. Analizar los detalles de la información, de las imágenes o de los videos.
- Usar las herramientas de verificación. Estas pueden contribuir a una mejor interpretación de las realidades que encontramos digitalmente.
El taller finalizó con un ejercicio donde se les presentaron a los jóvenes herramientas y recursos en línea que facilitan la verificación de datos, como motores de búsqueda especializados, sitios web de verificación de hechos y bibliotecas digitales confiables.
Entre ellos mencionaron motores de búsqueda inversa, que son herramientas que permiten conocer el origen de cualquier foto o imagen que circule por Internet, conocer si tiene derechos de autor, si ha podido ser manipulada o sacada de contexto. Entre ellos, recomendaron:
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Google Imagenes.
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Tineye
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Yandex
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Microsoft bing
En cuanto a los videos, aunque no existe una herramienta que permita verificar el origen o su veracidad, las talleristas recomendaron InVID, una plataforma de código abierto que nos permite fragmentar el video, en imágenes, para luego realizar búsquedas avanzadas sobre esas imágenes, con las que podrías verificar su autenticidad.
Sobre Renata Cabrales
Periodista y máster en periodismo digital, con experiencia liderando equipos digitales interdisciplinarios en el sector multilateral, público y medios de comunicación por más de 20 años. Ha sido coordinadora de proyectos digitales con enfoque pedagógico en la Fundación Gabo. Desde hace 17 años es docente en varias universidades de Colombia y fuera del país, y capacitadora y consultora en temas relacionados con periodismo digital y redes sociales en organizaciones de diversa índole. Miembro de Consejo de Redacción y de la Asamblea General de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP).
Sobre Ana María Saavedra
Directora de Colombia Check, medio de comunicación dedicado al 'fact checking' y colaboradora de Diálogo Político. Comunicadora social y periodista de la Universidad Autónoma de Occidente. Ha trabajado como periodista de las secciones Orden y Unidad Investigativa del diario El País de Cali y luego como editora de Orden. En 2017 fue ganadora del Premio Gabo a Mejor Cobertura por el Mapa de la Muerte: 15 años de violencia en Cali.
Sobre el ciclo de talleres ‘¡En la jugada!’
‘¡En la jugada! Ciclo de talleres de comunicación digital y verificación de datos para jóvenes’ tiene por objetivo brindar espacios de formación, reflexión e intercambio de experiencias para la construcción de una ciudadanía más activa y mejor informada. Durante estos talleres se comparten herramientas, recursos y recomendaciones para ejercer una comunicación digital más crítica, ética y rigurosa, con el propósito de que los jóvenes estén ¡En la jugada!