¿La tecnología solo es saber cuáles son las prestaciones del nuevo smartphone en mercado o enterarnos de que están desarrollando autos capaces de funcionar si tener un conductor? ¿Es la tecnología un elemento clave en el nuevo engranaje de nuestras sociedades? ¿Podrá la tecnología transformar para mejor la manera en que se hace el periodismo? ¿Son realmente las plataformas tecnológicas los escenarios de los nuevos enfrentamientos políticos?
Esas son algunas de las preguntas que fueron respondidas durante el taller ‘Ciudadanía inteligente: periodismo, tecnología y democracia’, que se desarrolló de manera virtual los días 27 y 29 de abril, y 4 y 6 de mayo de 2021, convocado por la Fundación Gabo y DiDi.
Esta nueva actividad –que contó con la participación de 20 periodistas de Panamá, Costa Rica, Chile, México, Colombia y Perú– estuvo a cargo del periodista español Jordi Pérez Colomé, reportero de tecnología, quien fue acompañado por en estas jornadas por Borja Andrino, ingeniero especializado en informática y matemáticas, integrante de la unidad de Datos de El País (España); y Albert Cañigueral, investigador, consultor y divulgador centrado en los impactos sociales y económicos de las innovaciones digitales que están cambiando a la sociedad.
A entender de Pérez Colomé, el acceso cada vez mayor a cantidades incalculables de información ha hecho que la sociedad se esté transformando de manera muy veloz. Estos grandes cambios traen como consecuencia modificaciones, por ejemplo, en nuestra manera de relacionarnos, de trabajar y hasta de hacer política. Pero no solo eso, sino que la utilización casi obligatoria de herramientas y plataformas tecnológicas para realizar estas múltiples actividades nos hacen pensar que estas innovaciones nos acompañan desde casi el inicio de nuestras existencias, cuando en realidad, la mayoría, no tienen ni 15 años funcionando.
“Estamos en un campo muy nuevo, en el que están ocurriendo cosas que son muy difíciles de entender objetivamente, sea porque nos quieren engañar o porque las personas que las han programado ni siquiera las entienden o porque quienes las usan no son capaces de entender las consecuencias de ello, o incluso porque las consecuencias nadie las ha ido a corroborar […] No sabemos cómo el uso de ciertas plataformas está afectando al mundo, cómo nos está cambiando. Como periodistas debemos pensar si es que en el 2040 o 2050 se reirán de las cosas que publicamos, así como nos reímos de lo que se publicaba en el 2000 o el 2010. Debemos pensar cómo hacemos las coberturas, pensando en qué tan relevante será de aquí a unos años”, reflexionó el tallerista español.
El análisis de datos no es una moda
Aunque, desde hace algunos años, la presencia de ingenieros no es extraña en las redacciones, sus funciones habían pasado de estar limitadas al desarrollo de herramientas, gestión de la web, elaboración de listas de datos, a hacer análisis de audiencias y usuarios... es decir, dar soporte a la redacción. Labores no tan evidentes, pero que terminan siendo imprescindibles para el funcionamiento correcto de un medio de comunicación moderno.
Sin embargo, con la aparición de las unidades de datos dentro de los medios de comunicación, grupos multidisciplinarios -que cuentan a ingenieros entre sus integrantes- empiezan a generar cada vez más contenidos editoriales. “Pero, en realidad, la pregunta que nos deberíamos hacer es ¿dónde no hay ingenieros? Hay en hospitales, bancos y hasta clubes deportivos. Algunos analizan datos para evitar la aparición de lesiones en los deportistas, otros trabajan en la agencia meteorológica intentando predecir cuál es el mejor momento para poner en mantenimiento un molino de viendo, otros más que están desarrollando modelos para intentar adelantarse a la aparición de enfermedades como el Alzheimer. Lo importante es que en más lugares se va entendiendo que la ingeniería o, específicamente, el poder que tienen los datos que se generan alrededor de una actividad puede ser importante para un negocio. Eso está pasando en los medios”, indicó Borja Andrino durante su participación en el taller.
El experto aclaró que no se trata de reemplazar a los periodistas, sino a aportar a una redacción haciendo análisis de datos, creando nuevas interpretaciones y representaciones sencillas de la información, pero sobre todo con nuevos enfoques “que surgen de los periodistas, pero que enriquecemos con fuentes de datos o posibilidad de procesos. Y, también están los que surgen de los ingenieros y aterrizan los periodistas”. Recalca que no es solo cuestión de seleccionar los datos y presentarlos, sino para entender si son coherentes con la situación que se está analizando.
Andrino dejó en claro que las piezas informativas generadas con el análisis de datos son las que más valoración reciben por parte de la audiencia y que, por lo menos en El País, son las que suelen colocarse entre las más leídas del año. “Lo importante es no olvidar que todo este trabajo tiene vinculación directa con el uso de la tecnología en todas sus facetas, a través de herramientas de código puro y duro, pero también otras relacionadas con la visualización muy potentes, pero no tan complejas”, acotó por su parte Jordi Pérez Colomé.
Trabajo con futuro
El avance de la conectividad, sumado a la popularización de los teléfonos inteligentes y a la gran cantidad de aplicaciones que siguen apareciendo casi a diario, han tenido una gran influencia en actividades tan importantes como el trabajo. Un claro ejemplo de ello es la cantidad de alternativas que existen, que permiten desde entrenar a sistemas de inteligencia artificial realizando labores mecánicas en línea hasta plataformas que convocan a especialistas para el cumplimiento de trabajos más precisos.
“Pero esta situación no solo se convierte en una oportunidad más para los trabajadores, sino que también abre muchas opciones a las empresas. Pues esta digitalización les permite reducir sus funciones fundamentales, permitiéndoles realizarlas de manera más eficiente, pero también apoyarse de manera regular y constante en plataformas como UpWork, Job Today, Catalant, entre otras”, recalcó Albert Cañigueral, durante su participación en las jornadas del taller.
Agregó que, en el contexto de pandemia, hay muchas posibilidades de que personas puedan encontrar un trabajo pagado, pero no bajo el esquema tradicional, porque las empresas entienden que pueden tener una fuerza laboral más flexible a través de la utilización de plataformas tecnológicas.
Pero no solo eso, sino que otros actores dentro de los procesos económicos empiezan a adecuarse a estas nuevas formas. “Lo importante es ver cuáles son los retos por superar y por ello se empieza a buscar maneras de solución y la tecnología responde. Por ejemplo, en el tema del pago de impuestos, en EE.UU. hay varias plataformas que facilita el pago de impuestos automatizados, para conductores de Uber, anfitriones de Airbnb y otros. Esta aplicación se conecta con la plataforma que estoy usando, sabe cuántos ingresos tengo, se le puede agregar los gastos y, al final de mes, el balance se envía a la autoridad local que está conectada con esta aplicación. Estas cosas antes las hacía la empresa, y ahora como empleado autónomo soy capaz de hacerlo yo mismo. Veremos muchas innovaciones en este espacio”, comparte Cañigueral. Pero agrega que el real reto será cuando este tipo de soluciones se apliquen a las empresas trasnacionales.
Sobre Jordi Pérez Colomé
Es periodista especializado en temas de política internacional y tecnología en el diario El País, de España. A través de sus blogs Obama World y World Wide Blog, y en eldiario.es, hace un análisis crítico de la política exterior de Estados Unidos. Ha escrito seis libros, la mayoría de los cuales ha estado centrado en la política estadounidense, como La historia de tres campañas (2013). Además, es experto en los temas de política y conflictos actuales en Oriente Medio, zona que ha visitado varias veces. Ha sido galardonado con los premios José Manuel Porquet de periodismo digital (2012) y Letras Enredadas (2014), otorgado por iRedes.
Sobre el taller ‘Ciudadanía inteligente: periodismo, tecnología y democracia’
Este encuentro fue organizado por la Fundación Gabo y DiDi, en cuatro sesiones, entre 27 y 29 de abril, y el 4 y 6 de mayo del 2021. Contó con la participación de 20 periodistas de Panamá, Costa Rica, Chile, México, Colombia y Perú, que buscan profundizar sobre cómo el periodismo puede ayudarnos a entender mejor lo que sucede a nuestro alrededor.