Relatoría del Seminario periodístico Alianza del Pacífico con Luis Miguel González
6 de Agosto de 2018

Relatoría del Seminario periodístico Alianza del Pacífico con Luis Miguel González

El maestro mexicano dirigió la actividad que se llevó a cabo del 16 al 18 de julio en Bogotá, donde un grupo de 15 periodistas reflexionó sobre las herramientas que les permitirán afinar su reportería y lograr que el periodismo económico tenga mejores y más ángulos para contar historias transnacionales
Luis Miguel González, director editorial de El Economista. Foto: Guillermo Legaria / FNPI.
Marcy Alejandra Rangel

Entre Colombia, México, Perú y Chile se arma un entramado que Latinoamérica no ha advertido: un acuerdo transnacional que permite no solo el libre comercio entre países sino la posibilidad de generar una nueva narrativa para contar periodísticamente el continente. Ese fue el punto central del Seminario periodístico Alianza del Pacífico que reunió a 15 periodistas especializados en la fuente económica, trabajadores de los medios impresos y web más representativos en cada uno de esos países que conforman el acuerdo homónimo.

Luis Miguel González, director general editorial del diario El Economista de México y maestro de la FNPI, fue el encargado de guiar a los participantes en una conversación que duró tres días. Entre el 16 y 18 de julio, reflexionaron en conjunto sobre los objetivos cumplidos y aún por cumplir de la Alianza del Pacífico, una iniciativa que nació en 2011 con el fin de "avanzar progresivamente hacia el objetivo de alcanzar la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas”.

Una de las sesiones del taller, que se llevó a cabo en Bogotá, inició con una frase de la psicología Gestalt: “Uno solo puede ver lo que conoce”. González hizo público el deseo de que ojalá el taller hiciera a los periodistas ver cosas que no veían, porque no las conocían.

La interculturalidad como protagonista

Contar historias transnacionales es posible gracias a la interculturalidad. El mexicano Néstor García Canclini define este término como algo que remite “a la confrontación y el entrelazamiento, a lo que sucede cuando los grupos entran en relaciones e intercambios”, lo que implica que los diferentes son lo que son en relaciones de negociación, conflicto y préstamos recíprocos. Este concepto, nacido de la yuxtaposición de grupos en una misma nación, que admite la diversidad que subraya diferencias y propone políticas al respecto, fue lo que permitió al maestro Luis Miguel González plantear diferentes reflexiones sobre un periodismo económico que deja de lado la estadística para darle mayor importancia a las historias que cuenten a las personas con las imágenes que hagan falta.

Antes de comenzar formalmente la discusión periodística, el seminario contó con un panel de funcionarios de las oficinas de promoción de cada país que conforma el acuerdo, en el cual explicaron los objetivos más importantes del intercambio:

  • Una integración que evidencie que las barreras más significativas no sean las arancelarias.
  • El interés de Colombia, Chile, Perú y México de negociar con países como Australia, Nueva Zelanda y Singapur.
  • La creación de un ecosistema de emprendimiento e innovación regional que atraiga inversión extranjera.
  • Que la Alianza del Pacífico sea vista como un multidestino turístico.
  • Lograr facilidades migratorias y comerciales para estos países.

Algunos de esos temas dieron pie a que los periodistas evaluaran si la Alianza del Pacífico realmente ha avanzado en estos términos durante los últimos años y cuáles serían unos posibles temas para proponer a sus salas de redacción, entendiéndolos desde el concepto de interculturalidad y aterrizados, gracias al maestro, con ejemplos cercanos para la fuente económica:

  • La relación entre el crecimiento económico chino y el modelo de maquiladoras de México.
  • ¿Cómo quedan los Derechos de Propiedad Intelectual en la interculturalidad?
  • La economía de las nuevas plataformas de transporte (Uber, Cabify, Easyfly, etc.). ¿Cuál es su estrategia para evadir impuestos? “Tenemos el reto de ser menos complacientes con los nuevos modelos de negocios porque vemos poca información sobre sus proveedores”.
  • ¿Cuáles son los conflictos de los nuevos modelos de negocios como los domicilios gratis o los lugares de alojamiento como AirBnb con sus condiciones, plazos de pagos y ofertas?
  • Los servicios públicos de empleo: ¿Qué pasa con quienes están buscando empleo y tienen más de 45 años de edad?

Periodismo económico

El periodismo económico trabaja con una riqueza estadística que otras disciplinas no tienen. Pero el periodismo económico no es solo la estadística. Allí se alimentan los otros temas y, por eso, visibiliza lo invisible y es capaz de mirar al pasado y apostar hacia el futuro: “Cualquiera puede contar lo que pasó ayer, pero pocos pueden contar lo que pasará mañana”, señala el maestro González.

La Alianza del Pacífico es un pretexto para saber cómo estamos haciendo periodismo. Es un acuerdo que tiene un final incierto porque aún no sabemos qué va a pasar con él. Por lo pronto, son cuatro países que están descubriéndose y, frente a eso, el periodismo tiene grandes historias que contar. Todavía no existe una antología de trabajos que lo hayan registrado; todo está por hacerse. “Los estados financieros son importantes, pero hay que contar estas historias desde el punto de vista de la gente, porque no basta”, indica González.

¿Cómo se pasa de la sociología a las preguntas periodísticas?

Lo que hacen los buenos periodistas es enfrentar sus propios demonios siendo conscientes de ellos y verificando prejuicios; convirtiéndolos en sus preguntas de investigación. “Si en diez minutos podemos hacer cinco preguntas y no encontramos sustancia, es que no hicimos las preguntas correctas”, dice González. “De las cinco preguntas que escogimos, ¿cuáles son las más incómodas?”.

Los periodistas económicos tienen un nuevo rol, el de hacer más preguntas. Tienen derecho a hacerlas:

  • ¿Por qué no?
  • ¿Para cuándo?
  • ¿Cuánto cuesta esperar?
  • ¿Cómo nos convertimos en una máquina de preguntas eficientes?

Los buenos periodistas encuentran la pregunta que, literalmente, abre el manantial. “En la medida en que no podemos frasear la pregunta, no podemos afinar la reportería”, subraya González.

La gran tarea pendiente es, por un lado, construir mejores cuentas y por otro lado rastrear los beneficios del sector privado. No es decir que esto vale o no vale la pena, sino cómo hacemos para contar mejor esto.

Una de las claves es tratar de encontrar cuál es la persona central en la historia, porque siempre hay más de un personaje. “Hay quienes hace poco parecían intocables y ahora son objeto de señalamiento. Eso habla de unos países que no se entienden a sí mismos”.

Un ejemplo está en el periodismo deportivo que es aspiracional y tiene una enorme cantidad de seguidores, porque “en la vida hay pocas historias tan fascinantes como las que hablan de cómo generar riqueza”.

El periodista tiene que preguntarse para quién está hablando y cuál es el tono que usa. Actualmente la narrativa económica está dirigida al gran empresario, aunque los periodistas saben que muchas veces el éxito de ellos se logra a cuesta de los pequeños y es ahí donde faltan las voces del periodismo económico: en las clases medias. Lo mismo sucede cuando se cuenta la historia desde el empresario sin considerar que este surgió de unas políticas públicas que lo permitieron, entonces no se está contando la historia completa.

¿Por qué hay buenas notas que no funcionan?

  • Por el título: Quien conoce el material es el reportero. Por eso la recomendación es entregar la nota a edición con dos propuestas de título.
  • Porque el lector perdona casi cualquier cosa; puede perdonar una mentira, pero no perdona el aburrimiento: No se debe confundir la seriedad con el aburrimiento. Se puede ser riguroso sin ser aburrido.
  • Porque es muy importante ganar la noticia, pero es más importante hacerlo con el alma: Sin embargo, humanizar no quiere decir hacerlo cursi.
  • Porque siempre puede confundirse cordialidad con competencia: El periodista no trabaja para la fuente, y no quiere decir que trabaje en contra, solo es una vía para llegarle al lector. En la medida en que el periodista esté consciente de la relación con la fuente, entenderá mejor la diferencia entre confianza en el tema y confianza en la fuente.

Las abstracciones y los consensos

Las empresas se enfrentan a dos conceptos claves en su base: innovación (la renovación de los elementos existentes) y disrupción (una ruptura brusca). También se enfrentan a otros conceptos frente a la sociedad cuando tienen que rendirles cuentas de cómo se comportan políticamente. En ambos casos, el periodista debe tener distancia. El periodismo no reportea conceptos. Solo usa esa materia prima para conseguir elementos más concretos. “Nos tardamos mucho en procesar como noticia la experiencia con el otro, pero ¿cómo convertimos una anécdota en un reportaje? ¿Cuántas veces hemos confirmado lo que estamos viendo?”. Verificar es confirmar veracidad, profundidad y distancia, añade el maestro.

Uno de los ejemplos que se abordaron en las sesiones fueron todos los sucesos mundiales que se han dado durante el gobierno de Trump: el post Brexit, el agravamiento de la crisis venezolana, los resultados del acuerdo de paz en Colombia. “Si Trump no sobrevive a esta ola de proteccionismo, es en el fondo que no valía tanto la pena”. Pero, ¿qué es el proteccionismo y cómo se puede contar? Si se mantiene en un término tan abstracto como ese no sirve para el periodismo porque no se vuelve tangible. “Nuestro discurso está entre lo que se dice y lo que podemos pasar a la realidad: ¿Cómo la realidad afecta nuestros planes?”.

Lo mismo pasa con los consensos, formas de ver el mundo que se pueden aprovechar para trabajar temas en conjunto en el marco del acuerdo:

  • Competencia económica y carteles empresariales.
  • Lucha anticorrupción.
  • Medio ambiente y su relación con la comunidad.
  • Legislación laboral y compliance (la función que tienen las empresas u organizaciones para establecer los procedimientos que aseguren el cumplimiento normativo interno y externo).
  • ¿Qué va a pasar con los sistemas de pensiones en América Latina?
  • ¿Por qué las madres solteras pagan menos impuestos?
  • ¿Cuál es el salario de los congresistas de mi país con respecto a los demás países de la Alianza del Pacífico?

La migración venezolana

Uno de los temas comunes para los cuatro países que conforman el acuerdo es la migración venezolana, pues la crisis de este país puede significar para el continente lo que para países como Italia, Hungría, Polonia o Inglaterra significó la primavera árabe a partir de 2012.

Los migrantes son esencialmente protagonistas de la vida económica aunque sea por una crisis política y, vistos desde el periodismo, pareciera que las sociedades siguen pensando en los mercados laborales como si estuvieran dominados por locales. Los extranjeros a menudo son tratados como una extrañeza cuando es una nueva normalidad y se tienen que dejar de ver desde un lugar exótico, periodísticamente hablando.

Algunos temas que podrían abordarse en medios y surgieron de esta discusión:

  • ¿Cómo tratan las empresas venezolanas en Colombia a los migrantes venezolanos?
  • Los aportes de la migración venezolana al sistema educativo en Latinoamérica.
  • ¿Cuáles son las condiciones migratorias vistas desde los que están insertados laboralmente, los que han obtenido legalidad por las vías regulares y los que la han obtenido por regulaciones que han beneficiado específicamente a los venezolanos en cada país?

La conectividad en América Latina

Para contar la conectividad en América Latina hay que tener en cuenta un dato: es un continente que tiene ansias de ponerse al día en asuntos logísticos porque va rezagado en todas las áreas de este tema. Es un territorio donde se sobreestiman las ventajas y se subestiman los riesgos de un megaproyecto y, en momentos donde hay contratos tan grandes de áreas como la construcción, hay grandes posibilidades de corrupción. Este es el lado oscuro de la globalización.

La inquietud periodística de contar una historia desde la localización industrial tiene sus riesgos: explicar mal un proyecto complejo, no contar lo que está la vista, dejar de decir cuánto vale un plan maestro o no contarlo desde la arista de una empresa calificada.

Para atender este tema, los participantes del seminario discutieron junto al maestro la posibilidad de tener una mesa editorial de infraestructura que huyera de la aritmética y empezara a atender esto como un problema social, partiendo de un dato: No hay un país de la Alianza del Pacífico que no tenga un número de crecimiento mayor al promedio mundial.

Temas que surgieron a partir de esta discusión:

  • ¿Por qué América Latina no tiene un solo puerto entre los primeros del mundo?
  • ¿Cómo cubrir infraestructura clave para el comercio mundial?
  • ¿Cuáles son las tres obras de infraestructura que faltan en mi país y cómo se crea una historia a partir de eso?
  • No hay turismo posible sin tecnología aérea.
  • El mercado potencial es el local.

Finanzas personales

Los periodistas llegaron a la conclusión de que a la Alianza del Pacífico le hace falta contar la tendencia de los anaqueles del supermercado. Durante un buen rato discutieron sobre las marcas de un país que habían calado en el gusto de los consumidores de otro, casi sin advertirlo. Incluso, el tema transnacional llegó con ejemplos: empresas que estaban en manos de los socios de uno de los países modificaron su calidad y cantidad de consumo cuando fueron compradas por otro.

Esta podría ser una manera de registrar si se está dando el acuerdo de libre comercio, narrando qué lugar ocupan las marcas más importantes de cada país en los hábitos de consumo de las clases media. Algunas preguntas de investigación que surgieron entonces:

  • ¿Cómo la presión social está alimentando a las empresas?
  • ¿Cómo mejoramos la cobertura de los consumidores?
  • ¿Cuántos están cambiando hábitos y costumbres y no lo estamos registrando?
  • ¿Cómo evaluamos la calidad de las políticas públicas?
  • ¿Cómo evaluamos la calidad de las empresas que tenemos en relación con la comunidad?
  • ¿Cómo está el trabajo informal en mi país con respecto al consumo?
  • ¿Cuáles son los indicadores sociales de acuerdo al nivel de acceso al consumo que hay en mi país?

El periodismo económico tiene enorme potencial en la clase media, pensando en las familias que tienen unos pequeños ahorros. De hecho, el periodista podría asumir que el lector de un periódico económico es gente común que lo necesita para empoderarse.

¿Qué exporta bien su país y cómo se está reporteando?

Esta fue la pregunta más difícil de responder para los participantes del Seminario Alianza del Pacífico. Los peruanos hablaron de la marca país como uno de sus aciertos, apalancada en la comida, la venta de textiles en los pueblos turísticos y las bondades naturales como Machu Picchu. Los chilenos, en cambio, hablaron de marcas como Falabella –que aparece dentro del ranking BrandZ como una de “Las 10 marcas más valiosas de América Latina”– y en México mencionaron otras muy conocidas en el resto del continente como Corona y Bimbo.

A los colombianos, por su parte, les costó un poco más definir su mejor producto de exportación. Mientras los demás participantes apuntaron marcas como las cafeterías Juan Valdez, la invención del género ‘narco-novelas’ que se ha presentado en plataformas como Netflix y la tasa de turismo, que comparten con otros de los países de alianza como México o Perú, el maestro señaló el quizá más evidente de sus aportes: marcas mundiales de música como Shakira, Juanes, Carlos Vives, J Balvin o Maluma, grandes fiestas como el Carnaval de Barranquilla y grandes conciertos que le dan oportunidad a la escena local. Este tema abrió las puertas a una inquietud: la economía naranja, poco considerada por el periodismo tradicional dentro de sus temas de discusión para la fuente y de alta contribución al PIB de los países de la Alianza.

Cubrir estos temas en el marco del periodismo económico puede:

  • Registrar cambios en el consumo.
  • Dar cuenta de las grandes empresas que se mudan y las corrientes migratorias que provocan.  
  • Saber cómo se ve cada país a sí mismo.
  • Tener referentes más realistas de los sistemas.
  • Demostrar que sí se pueden contar historias de éxito si se reportean bien. “Lo más enojado en un país como México es contar historias de éxito”, citaba Luis Miguel González a su colega Adolfo Ortega, de Expansión.

Es muy fácil ver cuáles son las cosas que no funcionan, pero ¿cuáles son las que sí? Sin hacer un decálogo de autoayuda, se puede explicar el éxito, que es tan complejo como explicar por qué falló algo.

El maestro habló de la distribución de noticias positivas y negativas en las portadas de los periódicos, muchas veces no advertidas por lo editores, e hizo el símil con la música de una fiesta: “Es muy importante ser como un DJ: cuando parece que todo está perfecto, hay que avisar a los lectores que un sector no está funcionando para alertar sobre el panorama. Ni tantas movidas, ni tantas calmadas”. A los periodistas les toca contar las cosas como son y no como les gustarían que fueran.

“Tenemos que reconciliarnos con las contradicciones. Lo que hace el periodismo son los contrastes. Es parte de una dinámica que tenemos que ayudar a construir: nuestras realidades son súper complejas. Nos toca reconciliarnos con la complejidad”, agregó González.

Los comunicados de prensa

Gabriel García Márquez dijo: “La mejor arma de un periodista es su ignorancia”. El periodista que no es testigo de algo debe trabajar en verificar los datos para no publicar información sin valor agregado. Esto lo ayudará a consolidar su mayor aspiración: construir su propia voz, tomarse en serio. Que un periodista firme una nota significa que le consta lo que está publicando.

Algunas sugerencias para mejorar esta práctica:

  • Por cada 100 palabras, una nota debe tener una fuente.
  • Verificar los datos es mejor que suprimirlos de la nota.
  • Confiar en nuestras relaciones: no tiene que ser mentira lo que envía un comunicado de prensa, solo hay que agregar valor a esa información.
  • ¿Cómo hacer que un tema convenza a un editor?
  • Creando una cultura de reportería multinacional con periodistas que trabajen desde su propio país, incluyendo noticias internacionales.
  • Apostando por pocos temas que nos permitan ir hasta el fondo del asunto.
  • Utilizando la información disponible en lugares como la Bolsa de Valores.
  • Creando una taxonomía de malas prácticas.
  • Haciéndoles caso a los lectores que avisan de temas que el periodista no había advertido.
  • Encontrando antídotos en contra de la elaboración de publirreportajes.

La fuente económica en la Alianza del Pacífico

La última de las sesiones del Seminario periodístico Alianza del Pacífico ocurrió en un clima habitual para los editores de medios: a las cinco de la tarde, cuando ya finalizaban las reflexiones del taller, el maestro recibió una llamada desde México para tomar unas decisiones sobre la edición que recién cerraba del periódico que dirige.

La ausencia del maestro fue aprovechada por Jaime Abello Banfi, director de la FNPI, –casi como una travesura– para invitar a los periodistas a que dialogaran sobre cómo veían el periodismo económico en sus países, reflejarse en las coincidencias e intentar resolver las particularidades.

Los periodistas de Chile fueron los primeros en tomar la palabra y en explicar que, mientras los diarios exigen que sus periodistas escriban y hagan tweets a la vez que van a pauta y transcriben entrevistas, cae 15% la inversión publicitaria para prensa sin importar si es impresa o web. “La economía chilena no ha dejado de crecer, pero la inversión publicitaria está desajustada. Todo es lo inmediato”, expresó Isabel Ramos, una de las participantes.

En Colombia, el caso no es distinto. En presencia de periodistas de tres de las ciudades más importantes del país (Bogotá, Medellín y Barranquilla) se plantearon temas preocupantes: el despido masivo de personal, el seguimiento de funcionarios a quienes publiquen información que contradiga los comunicados de prensa y el cumplimiento de horarios que van fuera de la naturaleza del ejercicio. Los colegas de otros países expusieron las prácticas que han considerado en sus medios para mejorar esta situación y propusieron el uso de las redes sociales para poder mejorar no solo la cobertura de los temas sino la comunicación interna con los equipos en coberturas y reuniones de pauta.

Cuando llegó la hora del cierre, el maestro Luis Miguel González estaba allí sugiriendo mantener vivo el contacto y experimentar en primera persona qué es el periodismo colaborativo. Su recomendación final pareciera obvia, pero puede servir para entender y contar mejor el continente: “No leemos lo que estamos haciendo nosotros. Lean más periódicos de periodismo económico en América Latina”. Martín Carrizosa, presidente del capítulo Colombia del Consejo Empresarial de la Alianza del Pacífico, ya lo había dicho en su intervención del primer día de seminario: “De esta experiencia tiene que salir la nueva narrativa de la Alianza del Pacífico. La información está, solo se necesitan periodistas para reinterpretarla. ¿Vamos a dejar que la escriban los cancilleres o la vamos a empezar a escribir nosotros?”.

 

Sobre el maestro

Luis Miguel González es director editorial del diario El Economista, de México, desde 2009. Es licenciado en Economía por la Universidad de Guadalajara. Estudió el Master de Periodismo en El País, en la Universidad Autónoma de Madrid en 1994, y una especialización en periodismo económico en la Universidad de Columbia en Nueva York. Ha sido reportero, editor de negocios y director editorial del diario Público de Guadalajara, y ha trabajado en los periódicos Siglo 21 y Milenio.

Se ha especializado en periodismo económico y en periodismo de investigación, y ha realizado estancias profesionales en Cinco Días de Madrid y San Antonio Express News, de San Antonio, Texas. Escribe artículos de opinión sobre temas económicos en los diarios del grupo Milenio. Conduce Reunión de Consejo, un foro radiofónico sobre temas de economía y negocios. Es fundador de la Red Iberoamericana de Periódicos Económicos (RIPE), que une a ocho de los periódicos económicos más importantes de América Latina.

Sobre el taller

El Seminario periodístico Alianza del Pacífico se llevó a cabo del 16 al 18 de julio de 2018 en Bogotá y fue organizado por la FNPI - Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, Procolombia y la Alianza del Pacífico, con el apoyo de ProChile, ProMéxico y PromPerú. Su propósito fue analizar cómo enfrentan los periodistas de la región este mecanismo de integración creado por Chile, Colombia, México y Perú, países que han presentado grandes novedades económicas y tienen enormes posibilidades de avance en cuanto a la narrativa de estas historias.

 

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