Investigar al Poder Ejecutivo en América Latina: Taller de periodismo de investigación con Mónica González
12 de Octubre de 2016

Investigar al Poder Ejecutivo en América Latina: Taller de periodismo de investigación con Mónica González

A diferencia del periodista de la redacción diaria, como periodista de investigación se puede ver más allá de los hechos y tener la posibilidad de darle una perspectiva diferente a la información diaria que se produce.

Ciudad de Panamá, Panamá, 19 a 22 de mayo de 2009

Organizado por: 

Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) 

Apoyado por: Banco Mundial 

Relator: Norbey Quevedo Hernández 

Editor: Jairo Echeverri García

Maestra:  Mónica González es periodista y escritora con una amplia experiencia periodística. Especializada en periodismo de investigación, actualmente es corresponsal del diario Clarín de Argentina; es docente y conferencista internacional, así como directora del Centro de Investigación e Información Periodística (Ciper), con sede en Santiago de Chile. Ciper es una institución independiente y sin ánimo de lucro que desarrolla reportajes de investigación mediante el uso de las leyes sobre libre acceso a la información de Chile.

Su trayectoria profesional se ha construido en diversos medios de comunicación. Participó en el equipo de Editorial Quimantú y el diario El Siglo de Chile. Luego del golpe militar de 1973 se exilió y regresó a su país en 1978, donde asumió como investigadora en las revistas independientes Cauce y Análisis, además de de ejercer como corresponsal de distintos medios europeos. A partir de la recuperación de la democracia en 1990, es editora general de los medios La Nación, Caras, asuntospúblicos.org y directora de la Revista Siete+7 y el desaparecido Diario Siete. 

Producto de investigaciones periodísticas, ha publicado los libros Bomba en una calle de Palermo, Los secretos del Comando Conjunto y La conjura: los mil y un días del Golpe. Entre los principales reconocimientos a su trabajo están el Premio María Moors Cabot de la Universidad de Columbia (2001); el Premio Dan David de la Universidad de Tel Aviv (2006), y en ese mismo año fue reconocida con el Premio Homenaje a una Trayectoria, entregado por la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) del Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez.

Dinámica del taller

La metodología utilizada por Mónica González se desarrolló mediante cuatro estrategias pedagógicas. La primera: cada participante presentó una propuesta de reportaje de investigación que fue guiada por la maestra. La segunda: González expuso conceptos sobre el Poder Ejecutivo y en torno del periodismo investigativo; las rutinas de trabajo y el manejo de métodos y herramientas en periodismo de investigación. La tercera: los participantes relataron las experiencias profesionales investigativas en sus países y presentaron sus inquietudes. La cuarta: se conformaron tres equipos de redacción integrados por un editor y seis periodistas que seleccionaron, investigaron y escribieron un reportaje de investigación sobre temas de Panamá.

El Poder Ejecutivo y el entorno del periodismo de investigación 

El entorno mediático actual es complicado. El mundo de los medios de comunicación está atravesando una difícil situación derivada de la crisis económica que se generó en Estados Unidos o Europa y que necesariamente afectó las redacciones de todos los medios en América Latina. 

Con el cierre de decenas de periódicos en Estados Unidos, la difícil situación financiera que atraviesan en este momento publicaciones tan tradicionales como Le Monde, en Francia, o las restricciones económicas del diario El País, en España, de propiedad del Grupo Prisa, muestran lo que está sucediendo. 

Hoy las redacciones de muchos medios se han reducido por efecto de los despidos. El desempleo de periodistas crece, entre los colegas hay miedo, desmotivación y los equipos de investigación o están desapareciendo o muchos de ellos simplemente trabajan con el esfuerzo solitario de uno o dos periodistas con persistencia para la investigación. 

A esta situación hay que adicionarle el concepto de multimedia y de convergencia que desde hace varios años se maneja en los medios de comunicación. Ello quiere decir que los periodistas deben trabajar para el impreso, la edición digital, la televisión o la radio. 

Por eso los periodistas deben ser conscientes de que el modelo de negocio de los medios de comunicación está cambiando ante una crisis insospechada de la cual no hay certeza de hasta dónde va a llegar. En este entorno es evidente que los reporteros deben replantear su trabajo de tal manera que se puedan adaptar al actual entorno económico y mediático. 

Esta situación de los medios de comunicación contrasta con el momento que vive América Latina. Si bien hay una época excepcional, ya que hace mucho tiempo que en la región no había golpes militares, se está atravesando por un período en donde existe una guerra no declarada. 

En este contexto, la periodista Mónica González puntualiza el caso de Chile. Señala que si bien en ese país, como en otros de América Latina, se goza de las bondades de una democracia, aun en esa nación y el continente hay millones de pobres, pero a la vez también existe una gran cantidad de ricos que concentran el ingreso. Este es sin duda un asunto de iniquidad porque pese a que hay una apertura de mayores escenarios democráticos, la riqueza no se revierte en los menos favorecidos.

Se trata de un sistema que atenta contra la equidad, un sistema que impide que se puedan desarmar las redes de la corrupción pública y privada que maneja miles de millones de recursos, es allí en donde es fundamental la labor del periodismo de investigación.

Tradicionalmente, el trabajo del periodista investigativo se ha centrado en examinar al poder, pero quizá lo que aún cuesta comprender al periodismo es que ese poder político se desplazó hacia el económico. Por eso hoy todos los temas tienen un trasfondo económico del que se habla escasamente o en forma sesgada. Es obligación de los medios de comunicación y de los reporteros informar con profundidad al ciudadano, mediante un lenguaje sencillo, sobre aquellos miedos que lo afectan.

Para citar un ejemplo, es un tema central en todos los países el manejo del sistema bancario y la forma como a través del sistema financiero internacional se transfieren dineros de todos los países, muchos de ellos derivados o asociados con conductas impropias de miembros del Poder Ejecutivo.

En el caso de Colombia, el conflicto derivado de los enfrentamientos entre grupos armados ilegales y el Estado tiene un componente económico. Detrás de ello es claro que hay una estructura que se ha querido apropiar de las tierras de los campesinos por la fuerza generando desplazamiento y pobreza. Este es un nuevo poder en medio de la violencia que genera riqueza en sectores irregulares y una dinámica del despojo.

Pero justamente en este y otros casos los gobiernos intentan manipular y hacerles creer a la sociedad y a la prensa que el trasfondo de esta situación no es económico. Más aún, es evidente que el negocio más lucrativo de los últimos diez años en los países de América Latina es el de la seguridad privada. Vigilantes, carros de valores, policías locales que entregan permisos para utilizar armas, un mercado que tiene a los empresarios privados como sus principales clientes.

Por eso el miedo, más que una sensación o una expresión colectiva de inseguridad, se convirtió en uno de los negocios más rentables, pero paradójicamente no se tiene miedo de la exclusión social, de la pobreza y de la iniquidad existente en nuestros países. “El miedo es el elemento común en todas nuestras sociedades”, destacó Mónica González. 

De esta manera, entre el difícil entorno mediático de la región y los abusos y manipulaciones del Poder Ejecutivo, la tarea indispensable del periodismo de investigación es trabajar para reducir o enmendar las fallas del sistema, no para que los sistemas de salud, educación, entre otros, sigan funcionado mal y los indicadores de pobreza se sigan acentuando o siga falleciendo la gente, al tiempo que la impunidad y la justicia no funcionan y la pérdida de dineros públicos y privados no cesa. “Los periodistas trabajamos para que los errores desaparezcan o se disminuyan, pero la clave está en no dejarnos dominar por el miedo, porque el negocio del miedo es muy rentable y en la medida que formemos parte de él hacemos funcionar este negocio”. argumentó la periodista. 

Las rutinas de trabajo 

A diferencia del periodista de la redacción diaria, como periodista de investigación se puede ver más allá de los hechos y tener la posibilidad de darle una perspectiva diferente a la información diaria que se produce, ello en razón a que en su trabajo maneja procesos informativos más complejos que una información habitual. Esto sólo se logra con un esquema de trabajo constante y la aplicación de una rutina que permita optimizar los recursos con que cuenta en la redacción. Dicha rutina debe comenzar en las primeras horas del día informándose a través de los medios de comunicación para tener un panorama preciso de lo que está pasando antes de acudir al consejo de redacción. “Debemos convertirnos en buenos organizadores de nuestra agenda diaria para producir resultados”, indicó.

Un segundo aspecto que se deriva de la generación de una rutina diaria de lectura es la construcción de un archivo propio. Este esquema le permitirá al periodista en investigaciones próximas tener más y mejor información de los asuntos objeto de sus reportajes. Por eso, el reportero de investigación debe tener un archivo al que se le puedan ir incorporando nuevos hechos, documentos o testimonios. “No hay ningún archivo que reemplace la mente ordenadora de un periodista y no hay centro de documentación que tenga mejor información que el archivo de un periodista”, dice González.

Es en este escenario, rodeado por un entorno mediático complicado, las necesidades de los lectores y los manejos del Poder Ejecutivo, el periodista de investigación debe ampliar su papel y trabajar para volverse imprescindible en la redacción. Antes en las redacciones de los medios de comunicación, los miembros de los equipos de investigación eran reporteros distantes que trabajaban historias a largo plazo, en medio del sigilo, muchas veces criticados por sus colegas y con poca participación en otras historias del periódico. 

Hoy este esquema de trabajo debe sufrir un proceso de transformación y los periodistas de investigación deben incorporar a su labor dos agendas informativas con el fin de generar mayor productividad. La primera agenda es la diaria (noticiosa) y, la segunda, la de proyectos de mediano y largo plazo (propia).

En cuanto a la primera agenda, se hace referencia a aquellos temas de manejo diario en el medio de comunicación en donde el periodista, con base en la información que tiene producto de su esquema de trabajo basado en rutina de información diaria, manejo de archivos personales, utilización de bases de datos o la aplicación de sencillas técnicas en manejo de documentos, aporta elementos adicionales a la historia que se publicará ese día en el medio de comunicación, le adiciona nueva información y los lectores, televidentes, cibernautas u oyentes reciben historias con elementos informativos que hacen que la historia que se publica tenga matices o un enfoque diferente. En este aspecto la labor del periodista de investigación es relevante y resalta González que “nos volvemos indispensables cuando aportamos información adicional para una nota diaria y cuando somos capaces de conectarnos con los miedos o los interrogantes que se hace la gente en la calle, eso es periodismo de investigación en tiempo real”. 

Si se trata de una segunda agenda, tiene una característica fundamental: son los temas o historias propias que el periodista publicará y que tienen como característica que son producto de la aplicación de un proceso sistemático de investigación, de utilización de herramientas, de consulta de documentos y que sacan a la luz pública algo oculto o que alguien quiere ocultar. Estos temas surgen porque alguna fuente ayuda con información sobre el tema, porque el periodista lo descubrió, por el contacto con la vida cotidiana o el trabajo en la calle que hace el periodista. 

Un asunto diferente al trabajo de primera agenda o agenda noticiosa y de segunda agenda o agenda propia lo constituye el manejo de las filtraciones. Al respecto es importante que el periodista determine el porqué y para qué le están entregando la información o lo están tratando de utilizar. También en el manejo de filtraciones es transparente precisarle al lector que la información publicada es objeto de una filtración, o por lo menos es pertinente darle elementos suficientes para que él lo intuya y no presentar esa filtración como una investigación propia cuando en realidad lo que se está haciendo es una simple denuncia producto del trabajo de otros.

Existen muchas formas de ganarse el respeto de los dueños de los medios, de los editores, de los colegas, pero el fundamental de todos es siendo eficientes en el trabajo. 

Manejo de método y herramientas 

Para ejecutar un proyecto de periodismo investigativo los reporteros deben tener en cuenta varios asuntos fundamentales, en especial que es necesario y de manera frecuente reforzar los métodos de investigación. También es importante una correcta utilización de las herramientas de trabajo, de tal manera que se permita economizar tiempo y recursos a la hora de afrontar una investigación, este factor es indispensable para sobrevivir en el periodismo de hoy. 

Al respecto, hay que desmitificar el falso hecho de que el periodismo de investigación está hecho para reporteros fuertes, inteligentes o superhéroes. La verdad actual del periodismo de investigación es de trabajo, trabajo y más trabajo. No obstante, para optimizar este trabajo la maestra expuso los elementos fundamentales que debe tener el reportero a la hora de diseñar y ejecutar su proyecto de investigación. 

Selección del tema de investigación. Es el asunto fundamental cuando se trata de realizar un trabajo de investigación. Para definir el tema se deben utilizar las herramientas del periodismo interpretativo. Aquí el periodista debe preguntarse si está haciendo la búsqueda sistemática de los temas o si se está usando un método. Para ello deben ser prioridad los temas de agenda propia y que sean de interés público porque responden a una o más de las interrogantes principales que se hacen en ese momento los ciudadanos en la calle. Otros de relevancia son aquellos que refresquen la memoria colectiva y que ayuden a entender procesos o hechos actuales pero que tuvieron su origen en otras situaciones previas. Lo que se debe perseguir a la hora de seleccionar bien un tema de investigación es que cause indignación, sorprenda o explique una duda que provoca miedo. 

Saber vender el producto a los editores. Muchas veces los periodistas tienen excelentes temas de investigación y son buenos reporteros, pero no saben explicarlos bien a sus editores teniendo en cuenta un eje central, un “gancho” o escena ancla de actualidad y su proyección. Para que los temas pasen la prueba de fuego de los editores es fundamental preparar su presentación, privilegiar el eje y ocupar pocos minutos en la exposición. También es importante tratar de prever su impacto y buscar ángulos diferentes de la historia. Es presentar un producto de calidad, bien hecho y manejado con rigurosidad y precisión. No basta con tener arrojo o saber escribir.  

Trabajo en equipo. Un trabajo de investigación es un proceso complejo. Escoger el tema y diseñar su metodología y, en lo posible, ejecutarlo entre varios periodistas facilita y enriquece informativamente el producto, construye contextos de manera más eficaz, permite a los reporteros reflexionar sobre su trabajo y distribuir las tareas de acuerdo con la fortaleza de cada uno ahorrando energías y tiempo, el bien más escaso de los periodistas. Sirve, además, para advertir y prevenir miedos y riesgos que se puedan registrar en el transcurso de la investigación y optimiza los recursos del periodista. “El trabajo en equipo mejora tu calidad de vida y se hace un producto mejor”, indicó Mónica González. 

Recopilación de la información. Una vez se tiene definido el tema de investigación y los equipos proceden a la búsqueda de la información, ésta esencialmente se obtiene a través de manejo de fuentes, la selección documental, consulta de archivos y elaboración de entrevistas. No se debe pagar por información. 

Entrevistas. En un trabajo de investigación nada es más importante que una entrevista cara a cara. El periodista debe prepararse para hacer la entrevista y debe salir de la redacción con frecuencia. En la medida en que elabore un cuestionario previamente y conozca al personaje, puede conducir la entrevista adecuadamente, no dejarse manipular por el personaje y estar atento a toda nueva información desconocida que le pueda entregar y que sea relevante para su investigación. 

Manejo de bases de datos. Los sistemas de información en el Poder Ejecutivo son fundamentales para su funcionamiento. Allí está toda la información de sus movimientos consolidada en una plataforma informática. Cada entidad del Estado tiene, por lo menos, una base de datos estructurada. Acceder a estas bases, muchas de ellas públicas, optimiza, certifica la información, da seguridad y contribuye a poseer información de calidad no sólo del orden local, sino global. Un periodista de investigación tiene la obligación de manejar bases de datos y saber dónde se encuentran los datos esenciales que debe utilizar para su uso frecuente como herramienta fundamental de su trabajo.  

Leyes de acceso a la información. En la mayoría de países de la región existen normas que le permiten al periodista acceder a información pública. Además de conocer datos clave, el reportero debe ser específico a la hora de efectuar la petición, establecer para qué la solicita y medir los tiempos de entrega de la información. Saber qué preguntar y anticiparse a los tiempos de respuesta es clave. La ley de acceso a la información hay que trabajarla frecuentemente, porque sólo de esa forma se puede poner a prueba cuáles son las trabas y cómo se cumple. En muchos países, la ley de acceso a la información es una ley muerta y hay que presionar y denunciar los resquicios para ocultar datos y resoluciones todos los días.  

Investigar lo local. En los países de América Latina los asuntos locales de pequeñas poblaciones, localidades o barrios han adquirido mayor relevancia en los últimos años. Allí se producen diversas historias que afectan al ciudadano común y corriente. Detrás de lo local se manejan cuantiosos recursos de poblaciones importantes. Por eso, es una obligación del periodismo investigar al poder local. 

Trabajo en la calle. Es la esencia del periodismo que permite estar en contacto con la vida cotidiana. La reportería en la calle le da al periodista señales de lo que realmente está pasando, da señales de movimiento de las inquietudes, miedos y problemas del momento y mantiene alerta al periodista sobre historias de investigación que afectan a la gente y que le causan indignación. No olvidar que tanto como provocar indignación, es vital mostrar los resultados de la protesta ciudadana; mostrar dónde el sistema no funciona o tiene lunares y se corrige por la acción ciudadana ayuda a elevar el ánimo de la gente. Una de las grandes deudas del periodismo es buscar la forma entretenida e interesante para narrar las grandes historias de superación y hasta de logro de espacios de placer.

Cruce de datos. Una vez efectuado todo el trabajo investigativo, el cruce de datos le permite al periodista elaborar el mapa del poder. Es poner sobre la mesa todos los antecedentes del caso y cruzarlos. Esto se logra con una recopilación exhaustiva de datos que se va actualizando a lo largo de la carrera del periodista y que se utiliza en cada investigación. Cuando se elabora ese mapa se pueden evidenciar cuáles son las estructuras de corrupción y manejos indebidos, y se puede construir con profundidad una historia. 

Manejo de términos. Es frecuente cuando se investiga al Poder Ejecutivo que se hagan referencias al sector empresarial y financiero. Sin embargo, es muy frecuente que se utilice el término empresario de manera inadecuada. Por ejemplo, en el caso de la creación de las denominadas empresas de papel, se le da la caracterización de empresario a aquel que incurre en actividades al margen de la ley, así como a aquellos que tienen compañías legalmente constituidas, producen bienes y dan trabajo. Caracterizaciones como estas en las que no se hacen diferencias han hecho carrera, pero generan confusión y muestran falta de precisión en los textos. De allí la importancia de manejar los términos de manera adecuada por los reporteros.           

Textos con rostro. Uno de los mayores defectos de los periodistas actualmente es que escriben para sí mismos y no para la gente. Con el propósito de que una historia de investigación genere mayor impacto en el ciudadano, es indispensable que se cuente a través de seres de carne y hueso porque justamente ese referente es el vehículo para producir indignación, para conectar al lector con la calle, producir actuaciones por parte de las autoridades competentes y generar los cambios que requiere una sociedad democrática.       

Asumir el miedo. Cuando se investiga al Poder Ejecutivo en América Latina es frecuente que los periodistas tengan miedo y deben aprender a asumirlo. Mónica González indicó que en su caso en particular aprendió a expresarlo y a conjugarlo. “Lo único que puedo confesar es que el miedo no me paralizó gracias a la ayuda de mucha gente, de ciudadanos, trabajando en equipo e identificando a través de ellos el peligro. El miedo se disfraza y penetra todo, es muy difícil sacarlo, cuesta mucho y se va quedando, pero el paso fundamental para asumirlo es manifestarlo, decir las verdades y asumir nuestras deficiencias”.  

Día a día la estructura de la impunidad y las redes de la corrupción se fortalecen. Los intereses económicos buscan que esa estructura y esa red se mantengan vigentes. Por eso es frecuente que la información se dirija hacia notas frívolas o de farándula televisiva, o hacia periodistas dedicados al trabajo corporativo. De esta manera los poderes tratan de ocultar las redes de corrupción que generan pobreza, desplazamiento e impunidad. Para enfrentar esta situación, a los periodistas les corresponde reconocer debilidades y fortalezas, capacitarse constantemente, ayudar a construir la historia y crear redes de información a través de las cuales se puedan compartir datos para investigar al Poder Ejecutivo. La actual situación requiere periodistas con vocación de servicio público, así no sólo ganarápn millones de pobres en nuestras golpeadas democracias locales sino toda la sociedad. 

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