Una nueva generación de Cronicando nace en Cartagena
25 de Octubre de 2022

Una nueva generación de Cronicando nace en Cartagena

Uno de los proyectos bandera de la Fundación Gabo, en conjunto con la Fundación Tenaris Tubo Caribe, regresa, luego de la pandemia, para impactar a un nuevo grupo de adolescentes entre los 12 y 16 años del barrio Nelson Mandela.
Los nuevos jóvenes que conforman esta cohorte de Cronicando, en el barrio Nelson Mandela, en Cartagena.
Andrea Jiménez Jiménez

Después de dos años de parón por la pandemia, Cronicando, el taller de la Fundación Gabo dirigido a niños y adolescentes, enciende motores para cerrar este 2022. Con un nuevo grupo de 30 chicos residentes del barrio Nelson Mandela, en Cartagena, que cursan de 7° a 9° grado de la Institución Educativa Bertha Suttner, se ha reanudado esta apuesta “desde la formación, desde el juicio crítico”, como señala el director de Educación y Ciudadanía de la Fundación Gabo, Iván Cárdenas, para que los adolescentes aprendan del oficio periodístico a través de la argumentación y la crítica.

Para esta edición de Cronicando se trabajará a partir de tres enfoques: lenguaje desde la mirada textual, desde lo auditivo y la imagen, específicamente en el mundo de la fotografía. A partir de ahí, ya han comenzado a trabajar el lenguaje del texto con la creación de un diccionario sobre lo que han denominado ‘mandelemas’ o ‘mandelismos’, que no es más que los términos que usan los vecinos del barrio a diario.

“Un aspecto muy importante también es el aspecto del reconocimiento. En el periodismo, como les explico a los muchachos, hay un diálogo permanente entre quién soy yo y quién es el otro. Hicimos un ejercicio donde ellos se autorreconocen, pero después hay un periodista que comienza a hacerle preguntas para describir al otro. Ellos ahí concluyen quién es el otro y hacen una redacción muy simple con lo que ellos conocieron”, explica David Lara, coordinador periodístico de Cronicando.

El proyecto, que inició en 2016 y el pasado mes de septiembre arrancó su quinta edición, también ha abordado el ‘quién soy’ desde el lenguaje de la fotografía. Los chicos tuvieron la oportunidad de hacer retratos, de empezar a hablar de la imagen: “Siempre hay una conciencia de ser un ciudadano que tiene un teléfono que puede hacer fotos, y otra muy diferente es ser un periodista, porque es un tipo que tiene abiertos los sentidos, esa es una de las máximas: es un tipo que es muy honesto, muy puntual, que reconoce el valor del tiempo del otro. Manejamos un soporte ético con los muchachos”, cuenta Cárdenas. 

Esta edición de Cronicando es particularmente especial porque una nueva generación de jóvenes comienza a formarse en el ejercicio periodístico. Entre 2016 a 2019, Cronicando mantuvo el mismo núcleo de jóvenes, que cada año se enfocó en un aspecto distinto del oficio del periodista: la escritura, la publicación de un periódico, la radio y la fotografía. El resultado de esa primera generación es un colectivo de comunicaciones que se ha ido robusteciendo

Este año se han fusionado todas estas facetas del periodismo para hacer más dinámico el proceso formativo. 

 

Conocer el barrio y que los conozcan: el siguiente paso

Aunque todavía el grupo no ha hecho su primera salida de campo por el barrio, pronto será el momento de hacerlo, pues eso arrojará luces para retratar al Mandela que están buscando: uno en el que florezcan nuevas historias. “Ellos van explorando y van mirando por qué este carro está parqueado así hace años, por qué la gente saca la basura el día que no es... Le hacemos un gran cuestionario al barrio para intentar conocer un poco el lugar que habitamos a pesar de que vivimos ahí”, precisa David Lara. 

Cronicando tiene un impacto territorial que sin duda han podido experimentar en la comunidad, no solo por la visibilidad que se ha dado a algunos personajes del barrio en los productos periodísticos que han creado los jóvenes, sino también porque los padres de familia y los vecinos han sido testigos de la formación de los chicos y chicas. “Nos dicen: ‘Ahí van los periodistas’”, anota Lara. 

 

Formación transversal en diferentes puntos de Cartagena

Roxana Osorio es la líder formativa que acompaña a los jóvenes de Mandela en esta nueva edición de Cronicando, y describe el proyecto como algo que “recuerda el espíritu de Gabo, el espíritu curioso, ya que Cronicando tiene esa esencia del buscador de historias, del contador de historias con un toque fantástico, pero al mismo tiempo real y con un lenguaje muy caribeño, y nutre ese espíritu de los chicos desde su identidad”. Esto último, claramente palpable también con los colectivos de comunicación de adolescentes cartageneros que comienzan a emerger en otros puntos de la ciudad.

Cada uno en su proceso comienza a contarse a sí mismo como descubridor de su historia en su comunidad, que ellos mismos crearán “integrando su pasado y caminando la historia del territorio para un desarrollo social sostenible”, sostiene Osorio. Cada proceso a su ritmo, pero cada uno aportando nuevos contadores de historias para Cartagena, una ciudad que, sin duda, todavía tiene mucho por decir.

 

Sobre la Fundación TenarisTuboCaribe

A través de la Fundación TenarisTuboCaribe, la empresa contribuye al desarrollo social y económico de las comunidades en las que opera, mediante proyectos de educación primaria y técnica, así como con actividades que promueven el deporte, la cultura y la recreación.

Tenaris es líder mundial en la fabricación de tubos y oferta de servicios para la industria energética. Su sistema industrial tiene una capacidad de producción anual de 6,4 millones de toneladas y emplea a 21.600 personas alrededor del mundo en plantas productivas en 16 países, Centros de Investigación y Desarrollo en 5 países y una red de servicios y distribución en 30 países.

En Colombia, Tenaris cuenta con su centro productivo TuboCaribe ubicado en Cartagena y una capacidad de producción anual de 250.000 toneladas de tubos de acero para la industria petrolera. Operar bajo los más altos estándares de seguridad, calidad y cumplimiento, la hizo merecedora de las certificaciones ISO 9001:2015, ISO 14001:2004 y OHSAS18001:2007. Ha recibido el ‘Sello de Equidad Laboral Equipares’ otorgado por el Gobierno Nacional por su compromiso con la erradicación de las desigualdades, barreras y brechas de género en materia laboral, convirtiéndose en la primera empresa de la Región Caribe en recibir dicho reconocimiento.

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