Después de haber asistido a la “lectura del bando” por parte de la capitana de una tradicional comparsa del Carnaval de Barranquilla durante la noche del martes, los veinte talleristas de la Beca Gabriel García Márquez de Periodismo Cultural iniciaron su segundo día de trabajo escuchando un cautivante relato de investigación periodística por el maestro puertorriqueño Héctor Feliciano. Feliciano dedicó ocho años de su vida a entrevistar testigos, escarbar en archivos y rastrear el paradero de obras de arte a lo largo y ancho de Europa y Estados Unidos, y consiguió reconstruir la historia del saqueo sistemático de obras de arte que llevó a cabo el ejército de ocupación nazi en París, durante la Segunda Guerra Mundial.
Durante su relato resaltó la importancia que tiene el periodismo cultural en la reconstrucción de los hechos, actuando en diferentes niveles. Debido a que la cultura encuentra diversas maneras de expresarse, “la reportería cultural puede llevarnos al fondo de una sociedad”, expresó Feliciano, “pues al sumergirse en las diversas expresiones culturales es posible que las ramificaciones de la investigación periodística toquen su situación política y financiera, por ejemplo”. Fruto de esa extensa investigación es el libro El museo desaparecido, publicado en lengua española en 2004.
El grupo de becarios también visitó la Casa del Carnaval, localizada en el tradicional Barrio Abajo, y se reunió, entrevistó y bailó con Daniela Cepeda, reina del carnaval 2013, y con un grupo de reinas provenientes de barrios como Buenos Aires y Simón Bolívar. La visita a Barrio Abajo culminó en la terraza de César Morales, personaje típico del carnaval, conocido en la ciudad como “El paragüita”, quien explicó a los periodistas los ingredientes de una clásica “perrateada” (tomadura de pelo) en Barranquilla, amén de otras costumbres carnavaleras.
El hombre de ‘La Eterna Parranda’
La jornada de trabajo finalizó con el encuentro entre los becarios y el cronista colombiano Alberto Salcedo Ramos -autor de ‘La Eterna Parranda’, entre otros libros de crónicas y reportajes- quien compartió algunas de sus consideraciones sobre cultura popular, el carnaval, el sentido de la celebración y el espíritu barranquillero. Al responder una de las preguntas lanzadas por el grupo de periodistas, Salcedo señaló que “no es raro que la fiesta se haya entronizado en Barranquilla, porque en el espíritu de su gente está el hacerle bromas a la vida todo el tiempo”. Salcedo también ofreció pistas sobre el oficio de cronista; planteó que el cronista debería preguntarse siempre si realmente quiere contar la historia que escribe, preguntarse si esa historia podría salvarlo de la muerte. Además, refiriéndose a la naturalidad con la que están escritas sus crónicas, planteó que el buen cronista “trabaja mucho buscando que no se note lo mucho que trabaja”.
Durante el tercer día de actividades los becarios se dedicarán a recorrer la ciudad en busca de los personajes que harán parte de sus historias y tendrán la oportunidad de poner a prueba sus primeros avances al someterlos a la lectura de los maestros.