“Retratar la humanidad del otro es la llave mágica de toda gran crónica viajera”: Jon Lee Anderson
6 de Diciembre de 2018

“Retratar la humanidad del otro es la llave mágica de toda gran crónica viajera”: Jon Lee Anderson

El cronista de The New Yorker y miembro del Consejo Rector de la FNPI será parte del jurado de la Beca Michael Jacobs 2019, que premiará con USD $7.500 al mejor proyecto de libro o artículo de crónica viajera. Conoce cuál es para Anderson el sustento de este género.
Jon Lee Anderson y Jackie Rae, viuda de Michael Jacobs, en el Hay Festival Cartagena 2018: Foto: Rafael Bossio / FNPI.

Viajero y cronista en partes iguales, Jon Lee Anderson ha narrado, en las páginas de numerosos medios, pero en especial The New Yorker, las guerras, la política, la sociedad y los personajes de países en ambos hemisferios del mundo.

No en vano, el maestro de la FNPI es uno de los integrantes del jurado que escogerá, en vísperas del próximo Hay Festival Cartagena, al quinto ganador de la Beca Michael Jacobs de crónica viajera, otorgada en homenaje al célebre cronista de viajes inglés fallecido en 2014.

Junto con el escritor y periodista colombiano Daniel Samper Pizano y la periodista ecuatoriana Sabrina Duque, ganadora de la Beca en 2018, Anderson elegirá el mejor proyecto de libro o artículo de crónica viajera a fin de entregar a su autor 7.500 dólares para financiar la investigación y escritura de la obra. Las postulaciones a la Beca Michael Jacobs 2019 están abiertas hasta el 20 de diciembre.

En esta serie de reflexiones a continuación, compartidas por Anderson durante la charla web 'Agarra tus maletas y ponte a escribir', el estadounidense explica el sustento de la crónica viajera y la importancia de los cinco sentidos al escribir en este género:

La crónica viajera no implica un viaje sino una exploración

“La parte del viaje es lo que a veces se malinterpreta o se confunde. No significa que uno tiene que viajar a Mongolia y estar con los pastores de camellos para ser alguien que escribe sobre viajes. Es en realidad la crónica pura, la noción de explorar lo que define el viaje. Puede ser un viaje casi mental”.

“Lo crucial es si la persona ha empezado lo que podríamos llamar un viaje, una exploración, una indagación en el mundo contemporáneo que conlleve ese espíritu de aventura y de curiosidad intelectual que buscamos. Eso es lo que define lo mejor de ese género, y lo que definió la carrera de Michael Jacobs”.

Nuestro propio contexto puede ser objeto de exploración

“Hay gente que se ha quedado en su pueblo y simplemente relata lo que ocurre a su alrededor: su barrio, sus vecinos. Uno puede ser viajero en su propio mundo y hay novelistas que hacen eso de una manera magnífica, desde John Updike, en Estados Unidos, hasta Leonardo Padura, en Cuba, y muchísimos más”.

“Si somos como las moscas encima del río, hemos apenas tocado la superficie de las cosas. Hay mucho debajo que no entendemos todavía. Hay mucho de nuestro propio mundo, del del vecino, aspectos de nuestras sociedades, que hace falta que volvamos a mirar e incursionar en estos físicamente”.

“Hablemos del río Magdalena. Todo el mundo en Colombia sabe qué es, pero, ¿acaso saben cómo huele el río, cómo huele la marisma en las orillas, cómo se siente la temperatura cuando sube o baja el sol, o cómo es ese río, lleno de historias, de temores, de riesgos, viéndolo en una pantalla?“

Para contar algo no basta solo con verlo

“Los artefactos que llevamos y la tecnología portátil hace que todo sea instantáneo y que aparentemente viajemos por el mundo sin fisicamente estar ahí. Pero hoy en día, más que nunca, falta recapacitar sobre nuestra comprensión del mundo real —no el virtual— y volver a descubrirlo. Una cosa es mirar algo por una pantalla: objetivamente lo has visto, es cierto; pero, ¿lo has olido? ¿Lo has tocado? Hay una gran diferencia.

Voy a mencionar los hechos de sangre, que es algo que me toca frecuentemente. Hay mucha gente que cree que entiende cómo es la violencia en el mundo porque la ha visto en Youtube. En Youtube se puede ver cualquier horror hoy en día, pero hasta que estás en el lugar de los hechos y sientes miedo de tu propia vida y hueles el olor de la sangre, no lo has experimentado en la vida real”.

La literatura se nutre del uso de múltiples sentidos

“La crónica de viajes no tiene que implicar el riesgo físico a uno, pero hay una diferencia en utilizar un solo sentido para saber de algo —la vista y luego el cerebro—, que utilizar todos los sentidos para experimentar algo. Durante siglos la literatura y la poesía de la humanidad ha sido nutrida por hombres y mujeres dotados de todos sus sentidos, no de uno solo. Si nos quedamos con uno solo, si nos quedamos con un mensaje que podemos pasar el uno al otro por el móvil —sin necesidad de sentir algo más— es simplemente una retransmisión de información. Y estamos a riesgo de que, si nos quedamos así, perdamos la esencia de la literatura misma”.

“La literatura se nutre de nuestra interacción con todo lo que nos ofrece el mundo: tacto, oído, olfato y las sensaciones que eso crea en nosotros en su suma, no parcialmente. Eso es esencial. Tenemos que volver a vivir y experimentar la vida real, el mundo real”.

“No estamos diciendo que solo ver no tiene sus virtudes, pero tiene tantas que nos podemos quedar cojos. Una silla de ruedas tiene virtudes: no nos hace falta caminar, pero si todos nos ponemos en sillas de ruedas, eventualmente la humanidad perderá el uso de sus pies”.

La crónica de viajes es narrar la humanidad del otro

“[Lo que busca el jurado de la Beca Michael Jacobs es] originalidad, frescura, espíritu de aventura, rigor intelectual. Lo importante es demostrar una especie de liberación de prejuicios culturales. En mi caso, siempre me gusta ver que alguien esté dispuesto a retarse a sí mismo en la búsqueda de algo nuevo, a enfrentar sus propios prejuicios, las barreras sociales, raciales, étnicas o económicas impuestas por su sociedad y su condición humana, y traspasarlas para encontrar la humanidad del otro”.

“Me encantaría ver crónicas de viaje que demuestren esa inquietud, el deseo de descubrir, conocer y retratar la humanidad del otro, que en el fondo es el ingrediente, la llave mágica a toda gran literatura o crónica; cuando sentimos que hemos estado con alguien que realmente nos ha llevado más allá de nuestra órbita habitual para ver algo nuevo.

El mundo ha estado aquí bastante rato, pero los nuevos escritores lo hacen nuevo para cada uno cada día y, para mí, la clave para eso es desprenderse de su bagaje cultural e intentar verlo a través de los ojos de los demás”.

Sobre la Beca Michael Jacobs de crónica viajera 2019

En 2014, tras el fallecimiento de Michael Jacobs, la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y el Hay Festival Cartagena de Indias, como parte de una alianza de más de una década, tomaron la iniciativa de organizar, como homenaje al escritor inglés, la Beca Michael Jacobs de crónica viajera, reconocimiento que este año cuenta con el apoyo de The Michael Jacobs Foundation for Travel Writing. 

La Beca, que llega a su quinta edición con el propósito de incentivar la crónica viajera, premiará con 7.500 dólares un proyecto de libro o artículo de viajes sobre Hispanoamérica o España, a publicarse en español o inglés.

 

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