¿Qué papel juega la cobertura del futuro en el trabajo periodístico? Con esta pregunta, Luis Miguel González, director editorial del periódico mexicano El Economista, abrió la discusión en el cuarto día del taller ‘Viaje al interior de un puerto’, realizado por la Fundación Gabo en alianza con el Grupo Puerto de Cartagena.
La inquietud sirvió como punto de partida para exhortar a las nuevas generaciones de reporteros a hacer periodismo en tres tiempos. Explica González que el periodista no puede anclarse en cubrir solo lo que ocurrió ayer o lo que sucede hoy. Se puede contar en perspectiva la economía de los próximos años. Pero, ¿cómo hacerlo?
El periodismo de hoy invita a pensar más acá del pasado y más allá del presente. Hoy el reportero puede viajar en el tiempo para hacer investigación de lo que pasó hace años, así como para trabajar con base en perspectivas de lo que puede pasar en el futuro.
Para González, el periodista necesita dos lentes para ver el futuro. Uno para enfocarse en la vigencia que los hechos de hoy tendrán en años venideros y otro, más de largo plazo, para imaginar cómo serán las cosas cuando uno o más elementos claves se transformen o desaparezcan.
Pensar en el futuro como eje del trabajo de investigación periodística le permite al reportero ampliar su arsenal de preguntas y ensanchar el horizonte de análisis sobre la industria, el sector o la empresa que cubre.
Una pregunta de ignición puede ser ¿qué va a pasar de aquí en adelante?
Más que tecnología
Un error permanente en el cubrimiento periodístico del futuro está en creer que tal ejercicio se reduce al cubrimiento de los desarrollos o avances tecnológicos.
Por ello –subraya González–, es necesario trabajar la historia de las mentalidades, es decir partir de preguntarse ¿cómo están cambiando las empresas, las industrias, las ciudades, las personas y sus hábitos?
Explica que hay que buscar historias diferentes, como la irrupción de las mujeres en ámbitos laborales que se creían exclusivos para hombres, tales como la minería.
La idea es preguntar no solo por tendencias o avances, sino también por cómo está cambiando el contexto humano y cultural, y eso otorga emoción a las historias, porque las transformaciones culturales nunca se dan en línea recta.
“Hay que buscar historias que reflejen cómo están cambiando los usos comunes, los trabajos, los oficios, los hábitos, las costumbres, las tradiciones”, explica.
La prioridad es la gente
El informe Tendencias Globales 2030, desarrollado por Deloitte Port Advisory y compartido por González entre los talleristas, expresa que uno de los grandes fetiches del periodismo económico está en creer que el futuro demanda hablar solo de más eficiencia o mayor rentabilidad.
En este orden, vale la pena preguntar qué quiere decir ser eficiente o productivo para la gente que trabaja en determinada industria. Habitualmente, esta inquietud se resuelve desde los números. Entonces, ¿cuando un periodista tiene dudas sobre asuntos como eficiencia o rentabilidad, a quiénes puede consultar, diferentes de los representantes de la institucionalidad, como presidentes, gerentes o directores?
La respuesta está en la gente; es decir, aquellos actores escondidos o invisibles de la realidad económica, industrial, comercial o empresarial: los trabajadores, los proveedores, los usuarios, los consumidores finales.
Así, por ejemplo, si un periodista cubre el puerto de Cartagena, las aduanas o una empresa del sector automotor, debe poner especial énfasis en la brecha entre lo que la tecnología dice y lo que expresan los usuarios de esas tecnologías.
Es necesario vincular imperativos humanos y sociales, preguntando por la gente, por temas como la generación de empleo, las profesiones más contratadas, los perfiles que dejaron de ser necesarios, la equidad de género en procesos de selección y reclutamiento, la formación del personal y los programas de bienestar.
El periodista está llamado a pasar del asombro o la curiosidad respecto de los avances de la tecnología a las preguntas sobre ¿a quién le sirve? o ¿cómo la está usando la gente, los gobiernos y las empresas?
Responsabilidad
Ahora bien, las predicciones, los planes y las perspectivas pueden mirar al cielo, pero siempre pisando la tierra. Es decir, el periodista no puede fungir como adivinador ni permitirles a sus fuentes hacer futurología sin fundamento.
Para ello, en la cobertura del futuro el periodista debe ser incesante en confrontar los planes con la realidad. “Siempre hay periodismo cuando se contrastan prejuicios o informaciones previas con la realidad”, afirma González.
A juicio de Luis Miguel González, una de las grandes asignaturas pendientes del periodismo regional está, precisamente, en contar el futuro desde América Latina.
Sobre Luis Miguel González
Es director editorial del Diario El Economista de México desde 2009. Licenciado en Economía de la Universidad de Guadalajara, estudió el Máster de Periodismo del Periódico El País en la Universidad Autónoma de Madrid e hizo una especialización en Periodismo Económico en la Universidad de Columbia, New York. Ha sido reportero, editor de negocios y director editorial del Diario Público de Guadalajara, y ha trabajado en los diarios Siglo XXI y Milenio.
Sobre el taller ‘Viaje al interior de un puerto’
Este taller virtual fue organizado por la Fundación Gabo en alianza con el Grupo Puerto de Cartagena. Participaron 20 periodistas de medios impresos, radiales, televisivos y de portales web de Colombia, México, Brasil y Chile, quienes cubren temas relacionados con la actividad portuaria en sus respectivos países. Su desarrollo contempla cuatro sesiones los días 14, 16, 21 y 23 de septiembre de 2021. En cada sesión, funcionarios del Grupo Puerto de Cartagena interactuaron con los periodistas participantes para ilustrar sobre la dinámica de la actividad portuaria.