Llegaron con un proyecto en ciernes, con muchas dudas, sobre todo en cuanto a las técnicas de investigación y la forma de plasmarlo, pero al final del curso 13 periodistas de 11 países de América Latina se fueron con muchísima información de contexto que obtuvieron de sus propios colegas de otros países, y las enseñanzas de la maestra María Teresa Ronderos.
Así fue el taller de reportaje y noticia 'Investigar y contar la migración' organizado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI) y la Fundación Avina en Cuernavaca, Morelos, que concluyó el pasado viernes 12 de abril.
Los migrantes, ante todo, son personas
La típica nota del migrante que vende dulces para sobrevivir en un país que no es el suyo ya debe pasar a la historia. Ahora el periodista debe buscar un ángulo que muestre el problema de la migración con mayor profundidad, pero sobre todo con una propuesta que ayude a resolverlo, es decir, una aportación social.
Esto fue parte de lo que se concluyó en el taller y en el que periodistas y maestra coincidieron plenamente, luego de analizar entre todos los proyectos de investigación que llevaban y algunos que surgieron.
La maestra Ronderos hizo énfasis en que el periodista debe tener mucha sensibilidad al entrevistar a migrantes para evitar una doble victimización en aras de obtener una espectacular historia para sus lectores o televidentes.
También, los medios de comunicación deben evitar el mencionar la nacionalidad de las personas con un ánimo peyorativo. Si hay personas detenidas en un operativo policiaco, sólo debe mencionarse el hecho, sin resaltar que se trata de “un colombiano”, “un mexicano”, o un “africano”, mucho menos mencionar su etnia a menos que el darlo a conocer tenga un valor periodístico.
Cuando escribimos, debemos despojarnos de nuestros prejuicios sobre cuestiones de raza, religión, preferencia sexual o ideología política, para que podamos entregar un trabajo basado en la investigación de hechos y no de opiniones
“El secreto es verificar, volver a verificar y después verificar lo verificado”, dijo una y otra vez María Teresa Ronderos. Si se hace con objetividad y profesionalismo, difícilmente alguien podrá rebatir el contenido de nuestros trabajos periodísticos, agregó.
El hecho de que los periodistas participantes vinieran de diversos países fue algo muy útil, pues muchos de ellos habían sido o actualmente son migrantes, por lo que cada quien pudo exponer la problemática de la migración en sus respectivas naciones y compararlas. “Enseñé, pero también aprendí”, dijo María Teresa Ronderos, quien concedió esta entrevista al término del taller.
¿Qué te llevas de este taller sobre migración con periodistas en su mayoría jóvenes provenientes de diferentes países?
Aprendí muchísimo de ellos. Aprendí de los que están pensando de manera mucho más profunda, yo no conocía realmente el drama centroamericano y lo que significa el cambio de política norteamericana, esta dualidad de política, una política contradictoria en la que el discurso es súper xenofóbico pero al mismo tiempo parece que están dejando entrar gente.
¿Alguna cosa que no sabías antes de este curso?
Me ha sorprendido el caso de la migración de haitianos hacia América del Sur. Hemos visto cómo muchos haitianos que salieron de su país después del terremoto han llegado a Chile y esto ha provocado un choque cultural tanto para los que llegan como los que reciben.
¿Hay algo positivo en todo esto de la migración?
Una cosa de las más lindas es que muchas de las historias que se han cocinado en este taller están pensadas para ver cómo se pueden sacar oportunidades para los migrantes. Hay países en América Latina cuyos habitantes ya se están envejeciendo, como por ejemplo Costa Rica, la misma Colombia donde ya no hay tanta gente joven como antes, y entonces la llegada de una población migrante mucho más joven proveniente de Venezuela puede llegar a tener un impacto muy positivo en el mediano plazo para mejorar la manutención de la seguridad social que paga las pensiones.
En el primer día del taller nos comentabas del caso de las enfermeras en Inglaterra, como un ejemplo de cómo convertir un problema en una oportunidad..
Sí, mencionábamos el caso de Inglaterra, que tiene como política el proporcionar visas de trabajo para aquellos hombres o mujeres que desempeñen la profesión de la enfermería, pero con el asunto del Brexit salieron una gran cantidad que provenían de España y otros países vecinos. Mientras tanto, resulta que en Honduras hay muchas enfermeras que están dispuestas a irse a trabajar a Europa, entonces ahí hay un “match”, una coincidencia perfecta entre la oferta y la demanda. Claro que no siempre se puede pero sí pueden darse políticas migratorias más proactivas, terminar con esas costumbres de rechazar al migrante porque les da miedo, más bien decir “ésta es una fuerza que nos va a dar una inyección de juventud, de trabajo”, porque el migrante le echa muchas ganas al trabajo por el deseo que tiene de quedarse.
¿Hay una “satanización” del tema de los migrantes?
Sí, desgraciadamente los latinos nos hemos dejado imponer una narrativa muy del norte, muy de Estados Unidos, en la que ven a los inmigrantes como algo desagradable, un discurso xenófobo de que les van a quitar lo que es suyo. Lo peor es que ahora los latinoamericanos también estamos cayendo en esa xenofobia cuando llegan nuestros vecinos del sur. Tenemos que decir “bienvenidos, vengan para acá, a ver ¿qué sabes hacer? Y seguramente encontraremos en la población migrante a excelentes músicos, cocineros, de todos los oficios y profesiones de tal manera que en lugar de ser un estorbo, sean una especie de inyección para renovar a nuestros propios países”.
Sobre Investigar y contar la migración. Taller de reportaje y noticia con María Teresa Ronderos
En Cuernavaca, estado de Morelos, México, 13 periodistas seleccionados procedentes de 11 países de América Latina, de un total de 139 que se postularon, ampliaron sus conocimientos sobre la magnitud y complejidad del fenómeno migratorio en el continente. Otro de los objetivos fue encontrar maneras innovadoras de contar historias de migrantes y los desafíos de las sociedades que dejan atrás y las que los reciben.
El taller se realizó del 8 al 12 de abril y es convocado por la FNPI - Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano en alianza Fundación Avina.