Tocar, saborear, escuchar, oler… un lugar, una situación, una escena, un personaje. El lector debe poder hacer todo esto a partir del texto.
“Debemos describir las cosas para todos los sentidos, eso es muy enriquecedor. El detalle es todo en la crónica o perfil”.
Jon Lee Anderson lanza esta reflexión mientras la sirena de un camión de bomberos retumba por la avenida 7 de San José, Costa Rica, pocos minutos antes de que una parvada de loros ofrezca un escandaloso concierto. Ambos sonidos interrumpen el taller que imparte el maestro estadounidense, quien aprovecha para recalcar que el ruido es uno de los elementos que más toma en cuenta en el reporteo, y de los que más explota en sus textos.
Es el tercer y penúltimo día del taller de perfiles periodísticos 'Los individuos importan', que imparte en suelo tico en el marco de Centroamérica Cuenta 2019. Anderson da catedra sobre la descripción y la observación. Lo hace a partir de uno de sus textos; uno cuya historia caló en él –como periodista y como persona– . “El comportamiento que vimos a nuestro alrededor era humillante, por parte de la Policía y del mismo Gobierno. Yo tenía la oportunidad (con el texto) de dignificar a las personas que eran discriminadas ”.
La pieza se llama Carta desde Nueva Orleans: dejando Desire Street y narra los embates del huracán Katrina y la forma en que la atención de la emergencia desnudó el clasismo y racismo de Estados Unidos hacia la población afrodescendiente, las más golpeada por el desastre natural.
“El drama humano es siempre una emergencia, solo que nos acostumbramos a verlo como una cosa cotidiana”, señala Anderson, al tiempo que confiesa que el periodista nunca puede dejar de ser humano, y que, en ocasiones, si es con el fin de ayudar, es mejor intervenir en la historia y dejar de lado –aunque sea por unos instantes– el rol de relator.
La ventaja de los apuntes
Los consejos de Anderson también son prácticos, de aplicación sencilla. Uno de ellos es el de la forma en que registra los hechos y las entrevistas. Él prefiere los apuntes en una libreta que una grabación.
“Mejor notas que grabación. Recuerdo mejor cuando tomo notas. Es más puro, es mejor para la calidad periodística”, afirma y recalca que al tomar apuntes hay más chance de capturar los elementos esenciales y la fuerza de las cosas. Es automático y orgánico. Eso, a su criterio, se pierde cuando se graba una entrevista y luego se transcribe. “Se olvidan cosas, se pierden cosas”, sostiene.
Sobre el maestro
Jon Lee Anderson es un periodista estadounidense (California, Estados Unidos, 1957). Se inició como periodista en Perú en 1979 como miembro del semanario The Lima Times y se especializó desde entonces en temas políticos latinoamericanos y en conflictos modernos, incluyendo los de Afganistán e Iraq. Ha desarrollado una escuela sobre la forma de escribir perfiles, habiendo realizado los de importantes personalidades mundiales como Fidel Castro, Gabriel García Márquez, Augusto Pinochet, el rey Juan Carlos I de España y Hugo Chávez.
Ha escrito artículos para The New York Times, Financial Times, The Guardian, El País y Harper’s Magazine. Forma parte de la plantilla permanente de la revista The New Yorker, y ha sido maestro de la FNPI desde el año 2000.
Sobre el taller
El taller es organizado por la FNPI - Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y Centroamérica Cuenta, con el apoyo de la Cooperación Suiza para el Desarrollo (COSUDE) y FIFCO. Lo dirige Jon Lee Anderson, reportero de The New Yorker, y se realiza del 13 al 16 de mayo de 2019 en San José, Costa Rica, en el marco del festival literario Centroamérica Cuenta, con la participación de 15 periodistas de 14 países.