El maestro Luis Miguel González habla en el aula con tranquilidad pero pone sobre la mesa preguntas agudas. Inquieta a los periodistas sobre los temas que habitualmente cubren en la sección de economía o se detiene en anécdotas que luego deberían transformarse en preguntas periodísticas. “¿Cómo este tema puede convencer a un editor?”, “¿Cómo convertimos esta historia en un reportaje?” Y los asistentes se encuentran en el silencio.
Pasar de la sociología a las preguntas periodísticas y “tratar de encontrar cuál es la pregunta que literalmente abre el manantial” pareciera ser el mayor reto para los 15 periodistas que participaron en el Seminario Alianza del Pacífico que organizó la FNPI - Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, en alianza con ProColombia, del 16 al 18 de julio en Bogotá.
Esta es una selección de temas que se abordaron en conjunto durante el taller y que pudieran ser claves para ahondar en un periodismo económico que, además de la estadística, se preocupe por las historias humanas.
1. La conectividad en América Latina. Nuestro continente no tiene un solo puerto dentro de los 20 primeros del mundo, lo cual es una muestra de lo rezagados que estamos en todas las áreas de la conectividad. Por eso queremos ponernos al día en estos temas. No hay turismo posible sin tecnología aérea, por ejemplo.
2. Donde hay grandes contratos de construcción, hay grandes probabilidades de corrupción. La corrupción internacional es el lado oscuro de la globalización. ¿Cómo cubrir infraestructura clave para el comercio mundial? ¿Cuáles son las tres obras de infraestructura que faltan en mi país y cómo se crea una historia a partir de esto?
3. Todos los países de la Alianza del Pacífico tienen un número de crecimiento mayor al promedio mundial. A la Alianza del Pacífico le falta contar la tendencia de los anaqueles del supermercado. ¿Cómo mejoramos la cobertura de los consumidores? ¿Están cambiando los hábitos en los consumidores y no lo estamos registrando?
4. El periodismo económico tiene enorme potencial en la clase media. Los estados financieros son importantes, pero estas historias hay que contarlas desde el punto de vista de la gente, porque no basta. Pensemos en las familias que tienen unos pocos ahorros y contemos desde ahí.
5. Explicar el éxito es tan complejo como explicar por qué falló algo. ¿Qué exporta bien su país y cómo se está reporteando? Siempre es más fácil ver cuáles son las cosas que no funcionan, ¿Pero cuáles son las que sí? Sin hacer un decálogo de autoayuda, contestar estas preguntas puede registrar cambios en el consumo o las corrientes migratorias que tienen que ver con las grandes empresas que se mudan.
6. Una enorme posibilidad de reportaje tiene que ver con la interculturalidad. Periodísticamente tenemos que dejar de vernos desde un lugar exótico. Seguimos pensando en los mercados laborales como si estuvieran dominados por locales. Tratamos a los extranjeros como una extrañeza, cuando es una nueva normalidad.
7. Las empresas se enfrentan a dos conceptos: innovación y disrupción. Podemos evaluar la calidad de las empresas que tenemos en relación con la comunidad. ¿Cómo la presión social alimenta a las empresas? Tenemos que crear una taxonomía de malas prácticas.
8. La gran tarea pendiente es construir mejores cuentas y rastrear los beneficios del sector privado. Contamos solo el lado del empresario sin tomar en cuenta que esas empresas surgieron de una política pública. ¿Cómo evaluamos la calidad de las políticas públicas? Si no contamos el lado de la entidad, estamos contando la historia incompleta.
9. Con frecuencia, los lectores avisan a los periodistas de temas que no habían advertido. Nos tardamos mucho en procesar como noticia la experiencia con el otro. ¿Cómo convertimos una anécdota en un reportaje? ¿En cuál momento se empieza a hacer un publirreportaje y cuáles antídotos hay para no hacerlos?
10. No trabajamos para poner en ridículo a la fuente. Trabajamos para informar al lector. Por eso necesitamos tener confianza en nuestras relaciones, revisar las cifras. Firmar solo cuando tenemos constancia de algo. Publicar la información con valor agregado. “Por cada 100 palabras, debe haber una fuente”.