El continente americano es el más biodiverso del planeta y el tráfico de especies silvestres y madera es un problema que afecta severamente los ecosistemas y los corredores biológicos, y que es una amenaza a la seguridad humana y a la estabilidad de la Amazonía.
El periodista colombiano Antonio Paz, editor de Mongabay en Colombia y Ecuador, uno de los cuatro instructores del Taller virtual de cobertura de tráfico de fauna silvestre y madera, ofreció consejos para una cobertura periodística acertada y rigurosa de este delito. Junto a él, estuvo como experto invitado Adrián Reuter, asesor principal para Latinoamérica en materia de combate al tráfico de especies de Wildlife Conservation Society (WCS).
Reuter sostuvo que el tráfico de fauna y madera es un tema que por lo general pasa desapercibido y de forma “pasajera” en la agenda informativa, pero que en realidad es una “amenaza silenciosa a la biodiversidad y la seguridad humana”. A continuación las claves que compartieron Paz y Reuter:
Un delito transversal
El tráfico de especies silvestres no es un tema netamente ambiental, sino que cruza diversas fuentes periodísticas y, en ese sentido, puede involucrar a más colegas de las salas de redacción. Los mercados ilícitos de flora y fauna funcionan igual que los mercados de drogas o tráfico de armas y personas.
Antonio Paz sugiere poner atención a los delitos conexos: lavado de dinero, enriquecimiento ilícito, fraude, corrupción, “implicaciones graves que no siempre abordamos”. Aconseja involucrar a periodistas de otras fuentes para profundizar y ser más certeros en la investigación.
Informes y convenciones. Especies y comunidades
Paz recomienda la revisión de informes clave de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés) y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés), que alertan sobre las consecuencias del comercio de vida silvestre tanto legal como ilegal y su estrecha vinculación con la salud pública.
Comprender el alcance de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) también es vital y, en este caso, advirtió que CITES regula el mercado internacional y establece reglas claras para el comercio de más de 35.000 especies, “pero millones no están incluidas”.
Otras limitaciones es que no todos los países están enviando sus informes a CITES; de modo que la información es una muestra, pero no es del todo representativa; no toda la información de incautaciones es de la misma calidad y los mercados nacionales de vida silvestre están fuera de su jurisdicción.
Entender el tema incluye ir a la zona, conocer la especie, las comunidades y el trabajo de las autoridades. “También no tener miedo de contar lo positivo, lo que ha mejorado: nos ayuda a entender el problema. Muchas veces nos quedamos con los temas trágicos y es necesario contarlo, pero si hay algo que se está haciendo bien vale la pena contarlo”, resaltó el periodista.
Detrás y más allá de los decomisos
Cerca de 6.000 especies fueron incautadas entre 1999 y 2018, según la UNODC, que identificó traficantes de 150 nacionalidades. Mucho de lo que está detrás de una incautación no lo vemos, apunta Paz. Hay que pensar más allá de los decomisos. “Nos quedamos muchas veces allí y hay que ampliar la mirada a otro tipo de investigaciones”, dijo.
En Colombia, se incautaron 6 toneladas de pez loro en los arrecifes de la reserva de biósfera Seaflower. Su pesca está prohibida desde 2019. “Es una incautación grande, pero ¿qué otro aspecto puede ser relevante? Podemos mostrar que 77% de las áreas coralinas de Colombia están en Seaflower, tenemos la tercera barrera coralina más grande del mundo y el pez loro es importante para hacer control de macroalgas y generar espacios adecuados para que se reproduzcan muchas otras especies. Si los quitamos, si los estamos pescando ilegalmente, se ven afectados los arrecifes de coral y muchas otras especies que dependen de ello”.
Los precios de las especies en el mercado negro
“Muchas veces nos interesa saber en cuánto se vende, si damos ese dato específico del valor de la especie estamos fomentando el mercado negro, estamos diciendo al que puede estar viendo o leyendo nuestra nota que es un negocio rentable y se genera un efecto contrario a lo que queremos que es combatir el delito”, destacó Paz.
Adrían Reuter añadió que publicar precios con precisión puede dar la ruta a quienes puedan ver una posibilidad de negocio. Sugiere dar cifras generales como el monto global que involucra el tráfico.
El destino del tráfico ilegal
Especies del comercio ilegal pueden terminar en mercados legales, incluso, por la ausencia de un sistema de trazabilidad que permita determinar el origen del producto o por corrupción: los mercados legales lo compran porque salen más baratos o sustituyen especies cuando saben que el comprador final no se dará cuenta del origen.
“Se ve en pesca, cuando ya tienes servido un filete de róbalo, no puedes identificar si es róbalo o bagre”, dijo Paz. El informe Oceana reveló que 1 de cada 5 muestras de las 25.000 que analizó la organización eran fraude. “En Italia detectaron que 82% de 200 muestras eran especies sustituidas por especies en peligro de extinción”, agregó.
Paz sugiere estar atentos al hecho de que las regulaciones pueden estimular el desplazamiento de los traficantes a países con lagunas legales o menores sanciones; el desplazamiento de una especie a otra (sustitución de los colmillos de tigre por los de león o jaguar); la migración del comercio físico al digital y la cría en cautividad.
Comercio en línea
Reuter dijo que mucho de lo que se ha traficado en la pandemia ha sido a través de internet. Sin embargo, destacó que aunque el comercio y las transacciones se den por medios virtuales, las especímenes deben moverse por medios físicos. “Si se hacen estas investigaciones y se da seguimiento, hay una mayor probabilidad de poder combatir este tipo de delitos”, añadió. Los servicios de paquetería también son actores clave en esta cadena de tráfico.
Manejo de los términos
Estos son temas técnicos que debemos tratar de acercar a un público general, pero “hay cosas que son muy difíciles de sintetizar o explicar con otras palabras sin caer en imprecisiones”, explicó Paz, quien recomienda el glosario de CITES y la continua consulta a los expertos.
Las oportunidades que se desprenden de los obstáculos
El informe de la UNODC plantea obstáculos, que de acuerdo con Paz pueden ser oportunidades en la cobertura periodística: Falta de priorización y compromiso político, “allí hay un tema, mirar ¿por qué no hay compromiso?, ¿qué es lo que hay detrás?, ¿por qué esto no se prioriza?”; marcos normativos que no responden a la problemática, “¿cómo están las leyes de nuestros países? ¿son acordes o son laxas? ¿la hay o no la hay? ¿qué tan buena es?”; la corrupción como facilitador de estos delitos, “¿quiénes están detrás?”; necesidad de capacitación para los actores del sistema de justicia penal; y falta de recursos para enfrentar estos delitos.
Acercar la información a la gente
Paz insta a buscar formas diferentes de contar, buscar conexiones de este tema con otros de interés para las audiencias y acercarse a los expertos para contar bien a los lectores por qué es importante este problema y qué se puede hacer.
Variedad de fuentes
Armar un mapa de fuentes, acudir a organizaciones de la sociedad civil, científicos e, incluso, en el campo judicial y aduanero. “A veces hay mucha aprehensión con los periodistas, son temerosas de brindarte información, hay que tratar de romper un poco con eso”, dijo Paz. También hacer uso de las peticiones de información.
Reuter recomienda consideraciones de seguridad y confidencialidad en el uso de la información, por reservas legales. Aconseja también recurrir a contactos con organizaciones de la sociedad civil, gobierno y academia. “Ellos están trabajando en el campo, ven las cosas de primera mano y nos pueden guiar mejor a dónde ir”.
Perseverancia en la investigación
“Al sentir que lo que publicas no tiene efecto, uno tiende a dejarlo allí. Ese sentimiento de frustración se genera, pero hay que seguir insistiendo y convencer a que haya cada vez más colegas que entiendan estas problemáticas”, enfatizó Paz.
Sobre Antonio Paz (Colombia)
Editor en Mongabay Latam. Es comunicador social, con orientación al periodismo, y cuenta con más de ocho años de experiencia en redacción y edición de noticias, reportajes, entrevistas e investigaciones en medios de comunicación. Trabajó como periodista y editor en la Revista Semana Sostenible durante cerca de 6 años donde cubrió temas de investigación y orden público como el despliegue de la operación Agamenón en el Urabá antioqueño a un jefe del Clan del Golfo, los torcidos legales de magistrados a la ley de restitución de tierras, entre otros. Elaboró reportajes para la revista Semana Sostenible sobre minería. Con el especial ‘No todo lo que brilla es oro’ ganó el Premio Amway de Periodismo Ambiental 2015.
Sobre Adrián Reuter (México)
Asesor Principal para Latinoamérica en materia de Combate al Tráfico de Especies para Wildlife Conservation Society (WCS). Biólogo egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México con posgrados en Zoología y Gestión Internacional de la Biodiversidad, involucrado en investigación, conservación y docencia, habiendo colaborado con el gobierno del Reino Unido, UNODC, y actuado como instructor sobre comercio de y combate al tráfico de especies, instrumentos de gestión (p.ej. CITES), e investigación, manejo e identificación de fauna. Trabajó por 15 años dirigiendo TRAFFIC Mesoamérica y desde 2016 WCS, apoyando estrategias, y proyectos enfocados a generar capacidades, información y cooperación entre actores clave para aplicar mejor los marcos legales, y combatir más efectivamente el comercio ilegal de especies de origen silvestre.
Sobre el Taller virtual de cobertura de tráfico de fauna silvestre y madera
El taller se realizó durante cuatro días, con la participación de 20 periodistas de Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia y Brasil. Fue organizado por la Fundación Gabo y la Alianza por la Fauna Silvestre y los Bosques, una acción regional de WCS y World Wide Fund for Nature (WWF), financiada por la Unión Europea e implementada en la región Andes-Amazonía. La actividad estuvo dirigida por Antonio Paz, editor en Colombia y Ecuador de Mongabay Latam; Gustavo Faleiros, editor de InfoAmazonia; Noelia Esquivel, periodista de La Voz de Guanacaste; y Nelly Luna, editora general de Ojo Público.