Cuando la isla de Puerto Rico todavía no se repone del desastre causado por el paso del huracán María en septiembre, se ha dado a conocer que la cifra de muertos podría ser 70 veces superior a la reportada oficialmente.
A diciembre de 2017, las víctimas mortales reveladas por el Gobierno de la isla era de apenas 64 personas. Sin embargo, un estudio publicado por la New England Journal of Medicine tasa el número de muertos en más de 4.600.
Aunque la escandalosa cifra ha ocupado los titulares de los principales diarios del mundo en la última semana, el Departamento de Verificación de Datos del diario The Washington Post, ha pedido ser cautelosos con estos números.
“El número de muertes al que llegaron investigadores de la Universidad de Harvard es poco confiable, pues no se basa en registros de muertes declaradas, sino en una encuesta realizada en hogares, lo cual implica un amplio margen de error”, sostiene Glenn Kessler en su análisis para el Washington Post.
Ante la presión suscitada por la publicación del informe de la Universidad de Harvard, el Instituto de Salud de Puerto Rico ha admitido que la cifra oficial de muertos es mayor, elevándola a 561. Al mismo tiempo, distintas fuentes independientes han calculado el número de víctimas fatales en alrededor de 1.000.
¿Qué hacer cuando las cifras oficiales no corresponden con la realidad? ¿Se le debe creer más a las cifras publicadas por universidades y revistas científicas? ¿Cómo proceder cuando las cifras oficiales parecen estar infladas? ¿Qué hacer cuando el Gobierno de mi país es opaco en su forma de manejar la información pública? ¿De qué manera proceder cuando las cifras del gobierno local y el gobierno nacional no concuerdan?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de la cuenta @Etica participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Momento de Twitter.
¿Qué hacer cuando cifras oficiales no corresponden con la realidad?
La Red Ética es posible gracias a la alianza entre la FNPI, Grupo Bancolombia y Grupo SURA, la cual propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio periodístico.