“El periodismo no es un camino hacia la fama y la popularidad”, y otros principios del decálogo de Reynaldo Sietecase
16 de Mayo de 2018

“El periodismo no es un camino hacia la fama y la popularidad”, y otros principios del decálogo de Reynaldo Sietecase

El periodista argentino fue uno de los invitados a la más reciente edición de la Feria del Libro de Bogotá, donde nos enteramos de la existencia de su decálogo de ética periodística.
Reynaldo Sietecase | Fotografía tomada de @sietecase en Twitter
Red Ética

El pabellón de Argentina en la última Feria del Libro de Bogotá fue el escenario donde el escritor y periodista argentino Reynaldo Sietecase se reencontró con Jaime Abello Banfi, director general de la FNPI.

Reynaldo, amigo de la fundación desde cuando participó siendo joven en los talleres de redacción por ella impartidos, conversó ampliamente con Jaime sobre una de sus más recurrentes preocupaciones: la poca reflexión sobre los valores fundamentales del oficio, en contraste con la abundancia de artículos sobre el impacto de las nuevas tecnologías en el periodismo.

Fruto de la conversación, nos enteramos de la existencia de un decálogo de ética periodística escrito por Reynaldo a propósito de la más reciente celebración del Día del Periodista en Argentina, que se conmemora cada 7 de junio.

El decálogo está tremendamente bien escrito, pues Reynaldo es un autor consagrado, con ocho obras publicadas entre ellas las novelas Un crimen argentino (Alfaguara, 2002); A cuántos hay que matar (Alfaguara, 2010) y más recientemente, No pidas nada (Alfaguara, 2017).

“Me interesa abrir un debate sobre la manera en la que estamos desarrollando nuestro trabajo. En mi opinión, en el momento de mayor degradación profesional desde el retorno a la democracia”, sostiene Reynaldo sobre su decálogo donde es evidente la influencia del gran Tomás Eloy Martínez, el cual compartimos a continuación.

1. Para un periodista lo más importante es la verdad. Contamos lo que vemos y sabemos, lo que podemos demostrar. Los hechos están por encima de nuestra perspectiva ideológica. También por sobre los intereses políticos y económicos de las empresas que nos contratan.

2. Nadie nos puede obligar a hacer mal nuestro trabajo. Nadie nos puede obligar a mentir. En Argentina, desde hace una década, después del conflicto entre el gobierno nacional y los grandes medios de comunicación, la verdad dejó de tener prioridad en los contenidos periodísticos. Era más importante afectar al otro, "al enemigo" que comunicar algo verdadero. Esa práctica nada tiene que ver con el periodismo.

3. Los periodistas tenemos derecho a decir que "no" sí nos plantean tareas que se alejen de la verdad de los hechos. No nos pagan para participar de operaciones de prensa ni para inventar.

4. Vendemos nuestra fuerza de trabajo, no nuestra opinión. Trabajar en un medio público no cambia la esencia de nuestra tarea. Nadie nos puede obligar a hacer propaganda de una gestión determinada. Somos periodistas no voceros.

5. No somos fiscales de la Patria, ni héroes civiles, ni vedettes. Somos personas comunes obligadas moralmente a contar lo que pasa, desde nuestra subjetividad y de la manera más precisa y completa posible. Contar por qué pasan las cosas que pasan permite generar pensamiento crítico.

6. Contar lo que el poder (político o económico) no quiere que se conozca es la mejor definición de Periodismo en su variante de investigación. Si hacemos bien nuestro trabajo vamos a contribuir a una sociedad más justa y democrática.

7. No se deben alterar los contenidos periodísticos por la pauta publicitaria. Sea privada u oficial. Lo ideal es que los periodistas no estén relacionados a la venta de publicidad. En los últimos años se extendió una modalidad perversa, "los periodistas empresarios". Con productoras o representantes se pueden disfrazar formas de dependencia con empresas o gobiernos. Una cosa es vender publicidad para sostener un proyecto periodístico y otra muy distinta cobrar de manera encubierta para callar o alabar a funcionarios o empresas.

8. Nunca el periodista puede estar delante de la información. Esos periodistas podrían escribir Yo y Platero pero no una buena crónica. Tener la capacidad de ponerse en el lugar del otro, en especial de los que sufren, puede ayudar a un periodista a encontrar variantes que enriquezcan su punto de vista.

9. El periodismo no es un camino hacia la fama y la popularidad. El periodismo es una herramienta destinada a iluminar la realidad. El periodista es quien enfoca. Si prefiere estar bajo el haz de luz algo está funcionando mal.

10. El principal dilema del periodismo actual sigue siendo ético. Escribamos en un I-pad o en una libreta, emitamos por la web o desde un teléfono inteligente, el tema es qué contamos y cómo lo hacemos. En palabras de Tomás Eloy Martínez: "El lenguaje del periodismo futuro no es una cuestión de oficio o un desafío estético. Es, ante todo, una solución ética".

Más sobre Reynaldo Sietecase

Actualmente conduce el programa radial La inmensa minoría en Radio con vos de Buenos Aires; es analista político de Telefenoticias, el noticiero de Telefe y escribe en el blog Periodismo.com. Por su trabajo en radio y televisión obtuvo cinco veces el Premio Martín Fierro y fue distinguido en dos oportunidades con el Premio Tato a la mejor labor periodística en televisión.

Además de sus tres novelas, también publicó el libro de relatos Pendejos (Alfaguara, 2007) y tres libros de crónicas: El viajero que huye (1994), Bares (1997), No hay tiempo que perder (Aguilar, 2011) y la investigación periodística Kamikazes, los peores mejores años de la Argentina (Aguilar, 2013).

 

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