Las inscripciones para participar en la segunda edición de la Beca Oxfam FNPI sobre desigualdad están abiertas hasta el 21 de mayo. Pueden postular todos los periodistas iberoamericanos que hayan publicado trabajos fotográficos sobre esta desigualdad, en cualquiera de sus formas, durante el último año y tengan una propuesta para desarrollar una nueva historia. Ingresa aquí para postular.
El ganador recibirá 5.000 dólares para financiar un nuevo proyecto fotográfico sobre desigualdad y será elegido por un jurado conformado por Adriana Zehbrauskas, fotógrafa documental; Claudia Daut, editora de Reuters en América Latina y el Caribe, y Silvia Omedes, directora de la fundación Photographic Social Vision Foundation (PSV).
Omedes nos concedió una entrevista en la que nos contó qué deben tener en cuenta los participantes al presentar su propuesta y en general todos aquellos periodistas interesados en retratar la desigualdad, más específicamente la de género, desde el fotoperiodismo. También habló sobre PSV, la cual fundó en 2001 en Barcelona, con el objetivo de ser un puente entre el sector profesional del fotoperiodismo y la sociedad. Su fundación se define como una plataforma de apoyo de la fotografía documental, el fotoperiodismo y sus autores, teniendo en cuenta la vital función que cumplen en sociedades democráticas sanas.
¿Sobre qué aspecto de la desigualdad de género el fotoperiodismo no ha puesto suficientemente el foco?
Desde la invención de la fotografía, los relatos visuales y periodísticos han sido mayoritariamente realizados por hombres. Nuestra comprensión del mundo y su memoria visual es claramente masculina. Hemos construido nuestra idea de sociedad con base en la única mirada del 50% de la población, y esto ha influido enormemente en nuestro conocimiento o desconocimiento de la misma. Sólo el 15% de los profesionales del fotoperiodismo son mujeres y muy pocos editores gráficos en medios hacen un esfuerzo por equilibrar esta realidad.
Esta desigualdad debe corregirse desde el mismo sector para que el relato que llegue a la sociedad sea más completo y honesto. Estoy convencida de que obtendríamos una versión y visión muy distinta del planeta si integrásemos la experiencia, inquietud, visión y enfoque de las mujeres en el canon visual heredado. Seguramente la realidad sería percibida como menos deprimente y desesperanzadora. Y mucho más rica en matices, sin duda.
La fundación PSV en su misión se refiere a su compromiso de divulgar el valor social de la fotografía y el fotoperiodismo. ¿De qué manera estos oficios aportan valor social?
El fotoperiodismo aporta valor social en tanto que es testimonio de las diferentes realidades que nos envuelven. Es relato de la actualidad, reflejo veraz de aquello que ocurre en el mundo y a nosotros mismos. Su función social principal es informativa, y su valor crucial el de la confianza entre quien lo lleva a cabo y difunde y quien lo consume. Y el mejor fotoperiodismo, en mi opinión, es aquel que además es capaz de emocionar e interrogar a su audiencia. En una sociedad democrática sana el periodismo y el fotoperiodismo deben ser prácticas respetadas y protegidas por los medios y la sociedad.
¿Qué ha hecho la fundación para combatir la desigualdad, específicamente la de género?
Nuestras actividades se centran en la difusión de proyectos e historias para el público general que refuercen la comprensión del mundo y amplíen nuestra mirada. Proteger y defender las prácticas periodísticas es vital para la creación y opinión crítica en sociedad. Desde hace muchos años, los medios españoles han reducido drásticamente la publicación de reportajes fotoperiodísticos y es por ello que organizamos el festival DOCfield desde hace 6 años y el World Press Photo en Barcelona desde hace 14 años. Intentamos nutrir a la sociedad con dosis de información veraz e independiente que nos ayuden a interpretar el mundo.
Como equipo profesional tenemos muy en cuenta las aportaciones de autoras al relato documental y periodístico en nuestras actividades anuales. Nos inquieta el bajo número de mujeres profesionales en el sector e integramos en nuestros programas el trabajo de autoras nacionales o extranjeras para intentar paliar la invisibilidad de muchas fotógrafas. Como plataforma de defensa de autores, defendemos y asesoramos a hombres y mujeres por igual, pues ambos viven una situación difícil de reconocimiento profesional.
¿Qué le recomendaría a los interesados en postular al preparar su propuesta de reportaje fotográfico?
Que no se conformen con documentar situaciones de desigualdad y que vayan más al fondo de la cuestión, que se acerquen a la realidad y la escuchen no sólo como testigos gráficos. De un fotoperiodista o narrador visual hoy se espera que sea capaz de interrogar, sugerir, hacer de su público un agente activo del relato. Una buena historia bien contada, formal y conceptualmente, acaba de tejerse en la mente de su receptor. Si el relato visual y textual tiene calidad y pone a 'trabajar al lector, éste vivirá una experiencia cognitiva y emocional que no olvidará nunca.
¿Qué buscará como jurado al escoger el trabajo ganador?
Buscaré trabajos que vayan en esa línea sobre todo y que me hagan sentir, pensar y cuestionar incluso mis propios prejuicios y que permitan ampliar mi punto de vista sobre la desigualdad. También deseo poder encontrar propuestas visuales sensibles, dignificantes, expresivas y honestas con el fin que persiguen. Forma y concepto (objetivo) en mi opinión deben andar de la mano y en equilibrio.