En México recientemente se generó un debate sobre el llamado “derecho de réplica” en los medios, a raíz de que dos partidos políticos impugnaran algunas disposiciones de esa ley, aprobada hace un año, argumentando que se violaban varios artículos de la Constitución mexicana.
El caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación donde el ministro que analizaba la controversia amplió el derecho de réplica vigente, abriendo la posibilidad de solicitar una aclaración de cualquier información que pudiera causar agravio aunque esta fuera cierta.
Si bien la propuesta del ministro fue desechada en el pleno de la Corte, el tema generó comentarios a favor y en contra por parte de periodistas, políticos, académicos y defensores de los derechos humanos, quienes por una parte la calificaron como benéfica y por otra la desaprobaron, al considerarla –en el segundo caso- restrictiva para la libertad de expresión.
Independientemente de cuál de las dos posturas tenga la razón, la réplica es un derecho que en todos los casos debería estar garantizada por los propios medios de comunicación. No sólo cuando la información pudiera resultar polémica, sino cuándo la o las personas citadas en las notas periodísticas así lo soliciten.
No hay que perder de vista que los medios de comunicación tienen el compromiso de escuchar todas las voces involucradas en un tema y no hacerlo de esa manera los convertiría en una opción informativa excluyente.
Para el periodista y maestro de ética Javier Darío Restrepo, no reconocer ese derecho significaría “un abuso de poder del periódico o de sus periodistas”, pues en ningún momento se puede pretender reducir “al silencio a sus contradictores”.
El periodismo busca la verdad, asegura Restrepo, y en esa búsqueda el periodista debe estar abierto a escuchar y valorar todas las voces y opiniones favorables o divergentes de la suya.
“Lo contrario implicaría la práctica de un periodismo dogmático y excluyente”, refiere Restrepo.
La realidad en muchos casos, sobre todo en aquellos países donde las leyes sobre replica son ambiguas o laxas, los medios suelen cerrar las puertas a ese derecho y llegan al exceso de cobrar para dar voz a los personajes citados en sus notas.
Es por eso que tal y como lo menciona Restrepo el derecho de réplica debe estar basado en las buenas practicas del periodista y los medios, sin esperar la exigencia de una autoridad administrativa o judicial para brindarla.
El buen periodista escucha, respeta los puntos de vista divergentes, pero sobre todas las cosas siempre debe estar abierto a incluir las voces que no piensan como él o como la línea editorial de su medio.
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