Luego de exponer que el 31% de la superficie terrestre está cubierta por bosques (la mitad en 5 países: Canadá, EEUU, Brasil, Rusia y China), Panuncio indicó que “si no se toman medidas urgentes en 2020, en América Latina habrá 76 millones de hectáreas de bosques menos”.
La experta dijo que es fundamental que todos los países trabajen con una sola política pública. “Una planificación coherente para terminar con la deforestación”.
La segunda experta que participó por Skype en el seminario fue Josefina Braña Varela, directora el programa de bosques y clima a nivel global en WWF, que resaltó la importancia que se le da a los bosques hoy, a diferencia de hace 10 años. “La inversión en bosques ayuda a mitigar el cambio climático y a reforzar la calidad de vida de quienes viven allí”, dijo.
Hubo ronda de preguntas y reflexiones de los talleristas: preocupados por la necesidad de conservar los bosques en contra de negocios millonarios, preocupados por cómo “en países con mucha corrupción gubernamental” se gestionarán los 5 mil millones de dólares que el acuerdo de París -COP21- destinó a financiar la lucha contra la deforestación. Preocupados también por el desconocimiento de los habitantes y los periodistas de la existencia de bosques en los propios países.
Luego, en la parte práctica del taller, se hizo un ejercicio sobre recolección de datos. Los talleristas pensaron un tema y discutieron en grupo la forma en que conseguirían información al respecto, las barreras que podrían aparecer para obtenerla.
A la hora de exponer, Ginna Morelo presentó una matriz para trabajar y organizar los datos antes de escribir una historia. “La matriz tiene varios objetivos: consigue que todos podamos trabajar al mismo tiempo y que todos sepamos por dónde va el tema y en qué estado está. Por otro lado, nos pone límites claros sobre lo que buscamos y cómo lo vamos a organizar”.
Algunos de los consejos que la directora de la Unidad de datos de El Tiempo dio para quienes quieren usar periodismo de datos fueron:
Plantear el tema en una sola oración, para que el editor lo entienda de manera simple.
Elegir la pregunta que queremos responder.
Derivar de la primera, otras preguntas que estén dentro de la dimensión espacial y temporal del tema . “A menor precisión de búsqueda, mayor dispersión para encontrar los datos que quiero”.
Definir la hipótesis de investigación.
Cruzar los datos y conjugar grupos, obtener patrones.
“Algo muy importante es que los lectores entiendan un proceso, no sólo que se sorprendan por los datos y a los diez minutos se olviden lo que acaban de leer”, explicó Morelo y comentó que esta matriz la ayudó mucho en reporteos como el de la sequía en La Guajira.
Morelo contó que, durante los días previos a la investigación en el campo, lee muchas publicaciones científicas y académicas para buscar relaciones que le permitan, luego, hacer cruces entre distintos temas. Así, mientras hacía la crónica de La Guajira, consiguió la base de datos del régimen de lluvia en esa región, la información de cuántos niños menores de edad habían muerto allí, la cantidad de recursos que el Estado Colombiano había destinado para alimentación en esas zonas. Y, a partir de esas mezclas, empezó a buscar líneas de investigación y comparó esos datos con lo que había sucedido 25 años atrás, en una gran época de lluvias.
“A diferencia del periodismo clásico, en el periodismo de datos la información no se jerarquiza mientras se hace la reportería sino después”, dijo y explicó que, luego, con todo el panorama, a partir de los cruces uno puede establecer relaciones que se transforman en notas.
“El periodismo de datos es como una partida de dominó entre cuatro personas. ¿Quiénes pueden contar la partida? ¿Las fichas? No. Los que están jugando: hay uno que es periodista, pero también hay ingenieros, diseñadores y analistas”, dijo Morelo. “Traten de llevarse bien con ellos”.