Leila Guerriero, editora de Gatopardo, conducirá el Taller de Periodismo narrativo: Reporteo, mirada y estilo en San Salvador, el Salvador, del 19 al 23 de mayo, en el marco del Foro Centroamericano de Periodismo 2015.
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Creo que fue a finales de 2010 cuando Leila Guerriero me propuso hacer parte de un proyecto llamado Los malditos, una serie de perfiles sobre escritores latinoamericanos desbarrancados. Yo debía escribir sobre Bernardo Arias Trujillo, un escritor colombiano muerto en 1934 sobre el que había cosas muy dispersas, libros con poquísima circulación, por no decir sus propios libros, que no se conseguían, así que el trabajo fue desde el principio detectivesco. Creo que en total escribí cuatro versiones. Sobre la primera, Leila me hizo un montón de preguntas que a su vez me llevaron a buscar a otra persona que me dio pistas muy importantes. Ella, desde cientos de kilómetros de distancia, supo qué botones debía pulsar. Recuerdo que la primera versión también estaba construida sobre una primera persona muy fuerte. Después de varios intercambios de correos llegamos a la conclusión de que había que bajarle el tono a esa voz, dejarla hablar desde atrás. Nunca fue una imposición. Fue una labor mayeútica de su parte. También tenía información muy valiosa pero me faltaba amarrarla a escenas o a personajes para no presentarla tan plana y sobre todo crear la tensión necesaria para conducir al lector hacia el final. Esos dos consejos destrabaron todo el perfil. De ahí en adelante poco a poco fue cogiendo el ritmo que buscábamos.
Leila estuvo pendiente hasta el último momento del texto, me exigía seguir desempolvando cosas, pequeños detalles para afinarlo, para dejarlo como una maquinita. Para ese entonces yo estaba fuera de Colombia y aún así me llegaban correos de ella: ¿Sabes si existe tal cosa? ¿qué tal si ponemos una frase de tal libro que mencionas? Su tenacidad fue clave para ponerle el punto final. La verdad no sé cómo hizo para llevar a cabo el mismo proceso con una docena de escritores en todas partes de Latinoamérica. Me la imagino como uno de esos maestros de ajedrez que juegan partidas múltiples. Hay una cosa maravillosa en sus correos. Siempre, por lo menos yo, me pongo muy ansioso ante la respuesta de un editor después de la primera lectura. Si el correo comienza con una frase ambigua me vengo abajo rápidamente y me cuesta mucho pararme. Leila te entrega un párrafo donde rescata las fortalezas del texto y después, con mucho tacto, clava los afileres justos para que reacciones y te des cuenta de la cantidad de errores y caminos equivocados que elegiste. Tiene manos de acupunturista en ese sentido.
De su trabajo como tal, admiro esos cambios de ritmo endemoniados que a veces consigue, esas pausas donde se oye respirar o toser a alguien, donde los pensamientos mismos se oyen. Pero sobre todo admiro la capacidad que tiene para desdoblarse, porque hasta donde sé ella misma hace de editora de sus textos. Así que en una crónica o un perfil suyo hay dos Leilas, una frente a la otra, sin concesiones. Creo que es lo más difícil de lograr para un escritor o periodista, ser un juez implacable con sus textos y tener la valentía y la lucidez para rescatarlos cuando encallan. Esa es la gran lección que se puede aprender de Leila.
Andrés Felipe Solano
Bogotá, 1977. Es novelista y periodista. Autor de la novela Sálvame, Joe Louis (Alfaguara, 2007). Sus artículos han aparecido en diversas publicaciones como SoHo, Arcadia, Gatopardo (México), La Tercera (Chile), Babelia-El País (España), Granta (España, Reino Unido), The New York Times Magazine y Words Without Borders (Estados Unidos). En 2008 fue finalista del Premio Nuevo Periodismo CEMEX -FNPI. Es autor del perfil del escritor colombiano Bernardo Arias Trujillo publicado en Los Malditos, editado por Leila Guerriero en 2011.