Los 15 periodistas latinoamericanos participantes del Taller de Crónicas que conduce Alberto Salcedo Ramos en Cartagena de Indias, han iniciado la reportería e investigación para sus historias, indagando en calles, plazas y esquinas de la ciudad y su alrededores.
Para construir esos relatos, el maestro y los talleristas han conversado acerca de la mejor manera de encontrar el foco de las historias, así como la perspectiva y el tono para contarlas.
Salcedo Ramos ha hecho énfasis en que "los personajes y hechos que decidan trabajar los periodistas, sean presentados con la seducción que permita despertar la curiosidad en el lector y así mantener el suspenso hasta el final de la historia. Para eso hay que intentar descifrar aquellas situaciones reveladoras, que iluminen y revelen el universo humano de los protagonistas. Por ningún motivo se puede traicionar la expectativa creada en el lector."
A la hora de armar el relato, Salcedo Ramos recomendó: "luego de releer y clasificar los apuntes, intenten hacer un croquis general de la historia. Determinar cuáles van a ser los capítulos y qué van a contar en cada uno de ellos. Siempre, antes de sentarse a escribir, decidan el orden que tendrá la crónica, no lo que van a decir, sino la estructura que tendrá el relato. Eso es algo que funciona para mí, pero ya ustedes, con la práctica del oficio, hallarán su forma personal de contar historias."
Alberto Salcedo, también comentó, al finalizar la jornada: "El reto del cronista no es inventar la realidad sino descubrir lo maravilloso que esa realidad tiene por dentro. Conozco la historia de un hombre que atropelló a una mujer, y le ocasionó lesiones graves que la mantuvieron varios meses en cuidados intensivos. El tipo se sentía terriblemente culpable y por eso iba todos los días al hospital, a visitarla. Le llevaba flores, chocolates, revistas. Se quedaba conversando con ella largas horas. El accidente de tránsito, que pudo haber sido fatal, terminó convertido en un hermoso pretexto para que dos personas solitarias se conocieran y se acercaran. A los pocos días de ella haber salido del hospital, ella se casó con él. Cuando uno descubre esta historia en la vida real, es un cronista. Cuando uno se la imagina, es un escritor".