La premisa de los artículos estaba “mal”.
En un artículo de primera plana el mes pasado, The New York Times convirtió a Hillary Clinton en protagonista de una investigación penal. En cuestión de horas, las partes clave de la historia comenzaron a desmoronarse. Resultó que Clinton no era el tema, y la investigación no era de naturaleza penal.
El tuitdebate se realizó a propósito de los errores cometidos por los medios norteamericanos en la cobertura posterior a los atentados de la maratón de Boston.
El diario también habilitará una dirección electrónica para atender las quejas de los lectores de la versión impresa.