Discurso pronunciado en la ceremonia de entrega del Premio iRedes en la Categoría Institucional “por su pionera e incansable labor de formación de periodistas y comunicadores de la región”.
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En nombre de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, queremos agradecer este premio, que no es solo para nosotros, sino para toda la comunidad de periodistas que mantienen vivas las conversaciones, los debates y las reflexiones que le dan sentido a nuestro oficio.
Nos emociona trabajar por la excelencia, la innovación y la coherencia ética del periodismo, en una época en la que cada voz puede y debe ser escuchada, donde las redes han multiplicado el alcance e impacto de los mensajes y las conversaciones no tienen una última palabra.
El poder de la comunicación se ha multiplicado, ha crecido sin límite en toda las direcciones y con este poder crece, de manera simultánea, la responsabilidad que tenemos con nuestras audiencias. Se multiplica el compromiso de servicio público que asumimos al elegir el periodismo como nuestra forma de ejercer ciudadanía.
En medio de discusiones acaloradas, de campañas de propaganda y desprestigio, de opiniones impulsivas, de matoneo e irrespeto, de la facilidad de gritar con un simple tuit, el verdadero desafío está en el autocontrol, en la serenidad para administrar la fuerza casi ilimitada que nos dan las redes. En tiempos donde abunda el ruido, creemos que la diferencia la marca quien aún pudiendo gritar opta por la pausa, por el sosiego que permite aclarar la mente y la voz antes de hablar.
“En la carrera en que andan los periodistas, hace falta un minuto de silencio para reflexionar sobre la enorme responsabilidad que tienen”, dice Gabriel García Márquez. Y puede parecer irónico que justo hoy, cuando más reclamamos nuestro derecho a expresarnos, cuando más cerca tenemos las herramientas para hacerlo, sea cuando más fuerte sea el llamado a tener ese minuto de silencio. Esa pausa, ese contar hasta diez, ese silencio activo, puede marcar la diferencia entre una sociedad polarizada que grita sin razonar o una que aprende y celebra la diferencia como la mejor manera de entenderse y construir un lugar feliz para tomar las mejores decisiones.
Desde Cartagena de Indias, en la casa de la fundación creada por ese gran visionario que fue Gabriel García Márquez, un equipo de 20 personas, apoyadas por redes internacionales de maestros de periodismo, aliados institucionales y colaboradores de proyectos, trabajamos de diversas formas para que los periodistas se permitan ese minuto reflexivo de silencio. Que les facilite inspirarse en lo profundo de su vocación, que los mantenga vigilantes en su misión de brindar esperanza a una sociedad que espera de ellos la palabra orientadora, el dato preciso que despeje el ruido que impide que nos entendamos.
Conversando con los miles de colegas con quienes compartimos en nuestras redes, talleres, premios y festival de periodismo, hemos comprendido que la mejor manera de ser relevantes no es pedir atención sino ofrecer la oportunidad de cada quien tenga la atención que se merece. Que la mejor manera de promocionar tu marca no es hacer promesas sino brindar conocimiento práctico. Que no se trata de decir lo que queramos sino de asegurar que se pueda decir lo que debe ser dicho.
Por ello, nos sentimos muy honrados de recibir el premio I-Redes, como un estímulo a seguir promoviendo conversaciones de calidad en la red global. Como una forma de celebrar el respeto y la creatividad a la hora de comunicarnos. Muchas gracias, amigos: aquí estamos, para conocerlos, compartir, aprender y construir juntos nuevas conversaciones para mantener vivo y vigoroso el oficio más hermoso del mundo.
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Carlos Serrano, Director de Estrategia Digital en la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano. Burgos, España. Marzo 4 de 2016.