Luego de compartir en Bogotá la conferencia titulada “El presente futuro del periodismo”, Giannina Segnini amplió sus reflexiones en entrevista concedida a la Red Ética Segura de la FNPI.
La periodista costarricense, ganadora del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo 2013 en reconocimiento a la Excelencia, hizo énfasis en la necesidad de conformar equipos multidisciplinarios en las salas de redacción para poder hacer periodismo de datos que impacte a la sociedad.
La conferencia hizo parte de las actividades que rodearon el lanzamiento de la segunda edición del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo, cuyas inscripciones están abiertas hasta el próximo 12 de mayo.
“Entendí que si yo pretendo dar la misa, cobrar la limosna y hacer todo al mismo tiempo, nunca lo voy a lograr. Por eso llegué a la conclusión de que el trabajo en equipo es muy importante. Los técnicos saben manejar las herramientas, pero los periodistas sabemos discernir cuál es la historia relevante”, dijo Giannina en entrevista concedida a Hernán Restrepo, gestor de contenidos de la Red Ética Segura.
Hernán Restrepo (HR): Llegó un momento de tu carrera donde te diste cuenta de que tumbar presidentes y ministros con tus investigaciones no era lo más importante. ¿Qué temas te parece ahora que son más relevantes para abordar y profundizar aprovechando las herramientas del periodismo de datos?
Giannina Segnini (GS): Hay un tema transversal que es el de entender cómo se gasta el dinero. Es la cosa más sencilla de hacer y a todo el mundo le da como susto meterse con eso. Al final, todas las decisiones y negocios oscuros tienen que ver con eso. No solo desde el punto de vista del dinero público, sino también de instituciones privadas. Por ejemplo, la gente que cubre salud, está bien que cubra noticias sobre la primera vez que se hace una operación a cerebro abierto. Pero a veces los que cubren salud se quedan en ese tipo de noticias, y no saben cuál es la compra más importante que ha hecho el Ministerio de Salud de su país en el último año, a quién la hicieron y por qué motivos. Estos temas nos afectan a todos, pero los periodistas no los investigamos porque nos parecen poco sexis.
HR: Hace poco entrevistábamos a Alberto Cairo, quien nos dijo que el premio de periodismo que te concedió la FNPI el año pasado era una de las mejores noticias que él había escuchado en los últimos años, porque le vas a abrir muchas puertas a quienes se dedican a hacer periodismo de datos. ¿Ha sido así?
GS: El premio es determinante. Toda esta labor de evangelización la empecé hace mucho tiempo, pero el premio ha visibilizado esa puerta. Si represento esa oportunidad, estoy encantada de que sea así. La decisión que tomó la FNPI fue estratégica, porque hay mucho camino por recorrer, a muchas personas a las que convencer, y el premio me ha ayudado a que sea más fácil que se legitime el del periodismo de datos como un camino necesario y urgente para nuestro oficio.
HR: Una de las frases más polémicas que dijiste en la charla que nos compartiste fue “es más fácil convertir a un ingeniero en periodista, que a un periodista en ingeniero”. ¿Cómo llegaste a esa conclusión?
GS: En el caso nuestro no fue una enseñanza formal, sino algo que aprendimos con el trabajo día a día. Puedes hacer postgrados en periodismo, pero yo creo mucho en lo que se aprende al convivir con periodistas. A mí como periodista me ha costado un montón entender saberes de los ingenieros. Por eso entendí que si yo pretendo dar la misa, cobrar la limosna y hacer todo al mismo tiempo, nunca lo voy a lograr. Por eso llegué a la conclusión de que el trabajo en equipo es muy importante. Los técnicos saben manejar las herramientas, pero los periodistas sabemos discernir cuál es la historia relevante. Es una combinación mágica.
HR: ¿Hace falta una nueva ética para los desafíos que implica hacer periodismo de datos?
GS: Esa es la pregunta más importante de todas. No hay nada que haya cambiado. Desde las Tablas de Moisés del periodismo hasta el día de hoy, esos principios y valores siguen siendo más vigentes que nunca. El problema está en que la gente se está desviando con la tecnología y dejando de lado esos principios, que es necesario adaptar a las nuevas realidades. Por ejemplo, si antes escuchábamos una conversación en una parada de autobús, no íbamos a ir a redactar una nota partiendo de eso, ¿cierto?… ¿Entonces por qué estamos tomando las declaraciones que hace la gente en foros públicos de internet como si fueran la última palabra? El otro problema es que los periodistas ahora dependen de que Google responda todo. No. Google es un trampolín maravilloso, pero la mayor parte de la información que los periodistas necesitamos está en lo que se conoce como la ‘deep web’, la red oculta que no está indexada por los motores de búsqueda.