Burhan Ozbilici, fotógrafo de Associated Press (AP), acaba de ser premiado con el prestigioso galardón World Press Photo a Imagen del Año.
La fotografía muestra a Mevlut Mert Altintas, el policía que le disparó al embajador ruso Andrei Karlov, en una galería de arte en la capital de Turquía.
Como ha sucedido en los años 2013, 2014 y 2015, la entrega del World Press Photo no ha estado exenta de polémica. En esta ocasión no se debe a la manipulación digital de las fotografías ganadoras, sino a la crudeza y circunstancias que rodearon a la imagen galardonada en esta ocasión.
La columna del fotógrafo James Estrin en el New York Times resume bien la controversia. Al entrevistar a distintos miembros del jurado que analizó las más de 80.408 imágenes enviadas por 5.000 fotógrafos de 125 países que concursaron este año, Estrin logra mostrar que la decisión no fue fácil, y mucho menos unánime.
“Es una representación visual fuerte”, dijo Lars Boering, director de World Press Photo, “de un evento muy brutal por parte de un fotógrafo valiente”.
A su turno, Stuart Franklin, director del jurado y miembro de la cooperativa internacional Magnum Photos afirmó que para él, premiar a la valientemente lograda fotografía de Ozbilici le generaba dilemas morales, pues podría amplificar el mensaje terrorista. “No creo que podamos olvidar que este asesinato fue premeditado y orquestado durante una conferencia de prensa. Me parece que reafirma el conjunto entre el martirio y la publicidad”, afirmó.
En defensa de la decisión del jurado, Mary Calvert, otra de sus integrantes, manifestó que el premio era un reconocimiento al fotógrafo y no al crimen, pues para ella la labor de los fotógrafos “es ser testigos, a veces mostrándole cosas que no son bonitas a la gente”.
Cuando sucedió el atentado el pasado 19 de diciembre, varios de los seguidores de la Red Ética Segura nos preguntaron si era adecuado publicar tan crudas imágenes. Evidentemente se trata de una situación que despierta distintos dilemas éticos, que fueron abordados por uno de nuestros blogueros.
Pero la respuesta del maestro Javier Darío Restrepo, director de nuestro Consultorio Ético fue contundente: sí se debía publicar. La imagen del Embajador de Rusia tiene un alto valor periodístico. Es un momento de la historia que no se puede ignorar, dijo durante un seminario web en el que analizó las lecciones periodísticas que nos dejó el 2016.
¿Qué mensaje envía el World Press Photo al premiar la fotografía de Burhan Ozbilici? ¿Es hacerle apo
logía al terrorismo premiar esta fotografía? ¿Es adecuado premiar una foto que muestra un criminal que se ha salido con la suya? ¿Qué es lo que se premia en un concurso de fotoperiodismo, la historia o la estética? ¿Se amplifica el mensaje terrorista con el premio World Press Photo de este año? ¿La valentía del fotógrafo debería ser un elemento determinante en los premios de fotoperiodismo?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de la cuenta @EticaSegura participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en este Momento de Twitter.