En el taller que Stephen Ferry conduce frente a 14 talleristas de América Latina y España, hay una premisa que ha guiado todas las discusiones narrativas y técnicas de los fotógrafos de no ficción: el compromiso del autor, la conciencia de que se trabaja por pasión y compromiso social. Cómo elegir una historia a desarrollar y cómo desarrollarla de acuerdo a los recursos técnicos y estéticos más adecuados han sido los pilares iniciales para dar lugar al desarrollo de los temas.

El discurso acerca del  manejo del color para cada historia, el tratamiento de las texturas presentes en los temas elegidos,  ya sean estas paredes con historias del pasado, rostros, paisajes nocturnos, superficies, cuerpos, se han constituído en el principal hilo conductor de la narración para llevar adelante el desarrollo de los temas, tomar las dicisiones, editarlo y poder profundizar a partir de la edición diaria, cuidadosa, reflexiva. 

De esa manera, preguntas que aparecen al momento de la edición como: "¿qué foto edito, cuál tiene mayor fuerza, importancia, cual no y por qué?", cobran dimensiones  complejas al ser abordadas desde valores como la técnica, la ética y la estética, un engranaje de criterios que ayudarán a definir el hilo conductor de la historia.  En ese mismo sentido, Ferry hace énfasis en afinar la mirada, en saber elegir dónde poner el foco, en saber reconocer lo que nos atrae de una situación pero tener el suficiente criterio para elegir qué es necesario y qué no,  pues "hay que ser cuidadoso con lo que se incluyen dentro de la imagen" y lograr la composición más nítida posible en cuanto a qué queremos narrar. "Cuando uso un gran angular, muchas veces no se a dónde mirar, veo muchas cosas interesantes pero me cuesta trabajo saber donde poner mi atención", comenta Ferry a manera de ejemplo.

Ese concepto les ha permitido a los talleristas ver de qué manera cada uno de los aspectos que componen el oficio están estrechamente relacionados, inseparables uno del otro: la elección del tema, la utlización de la luz, la composición de los encuadres, la elección de las paletas de color, el aprovechamiento de las texturas de lo que vemos, la calidad técnica de las imágenes, el uso de material de archivo como parte de nuestro trabajo editado junto a nuevas tomas, la edición, los textos que pueden acompañar en algunos casos.

Ferry deja clara esta relación con una reflexión que parte de un asunto meramente técnico pero que trasciende hasta alcanzar a la figura del autor: "Es importante tomar fotos en raw*, para tener archivos de mejor calidad, lo que nos deja un mejor material de autor. Debemos trabajar en función de tener material propio y no únicamente para los medios en los que trabajamos".

Así como la mirada de autor define el uso de la técnica, también da la pauta sobre el carácter único de una historia: cada personaje tiene su color, su textura. Queda claro como el autor, a partir de su compromiso ético como narrador de historias que buscan trascender, debe buscar una mirada que se valga de la técnica para lograr la estética que mejor transmita el carácter de su historia al público.

Jonas Bendiksen

http://www.magnumphotos.com/C.<wbr></wbr>aspx?VP3=CMS3&VF=MAGO31_10_<wbr></wbr>VForm&ERID=24KL53580A

Bruce Gilden

http://www.brucegilden.com/

Miguel Rio Branco

http://www.miguelriobranco.<wbr></wbr>com.br/portu/biografia.asp

SOBRE ESTA CITA: No la tengo presente dentro de los días que vine, el martes no vine Carlos. Stephen no está aquí para consultarle. Usar flash, como el mismo Ferry ha dicho en alguna ocasión, puede ser el equivalente a "disparar un cañón dentro de una iglesia" (favor confirmar si esta cita sí la dijo él, creo recordarla pero no estoy seguro,). Sin embargo, si se usa con responsabilidad y con una clara intención estética, puede dar muy buenos resultados. El trabajo de Bruce Gilden es un buen ejemplo del buen uso del flash.