Le pone diversión a cada respuesta, y seguramente ese buen ánimo -que jura no siempre tener- llevó a Kaoru Yonekura descubrir una de las mejores realidades de Venezuela, a la que solemos ver desde afuera como casi absolutamente caótica, saturada de problemas, rebosada y desbordada. "En un país con tantas deficiencias en el servicio eléctrico y de internet, con fallas estructurales en agua y gas, y sometido al confinamiento a partir de la pandemia, ¿cómo se puede pensar en la educación en casa de los niños y jóvenes de las clases populares?". Con esta pregunta, la periodista nos introduce en una coyuntura innegable, pero también nos advierte con una pregunta que una solución es posible. 

En ese interrogante trabajó desde la redacción de El Estímulo, medio local para el que publicó su reportaje, uno de los ganadores de las Becas de Periodismo de Soluciones - Edición Especial. En esta entrevista nos cuenta cómo lo logró.

¿Cómo llegaste a la beca: primero pensaste en el tema o fue enterándote de la beca que llegaste a él?

Ya me había enterado de lo que estaba haciendo Fe y Alegría Venezuela para que la escuela llegara a través de la radio. Estaba investigando más para presentarle el tema a mi editor. En eso, me enteré de la beca porque una amiga me mandó el link, vi que lo que estaba investigando se ajustaba a la línea temática de organización comunitaria y cohesión social, y postulé.

¿Antes habías explorado el periodismo de soluciones?

No, había leído muchos de los materiales de ustedes (Fundación Gabo) y de SJN, y ya venía intentando eso de contar sobre quién lo hace mejor y cómo lo hace mejor, pero nada más.

Contaste con un tutor en este proceso. ¿Cómo fue la experiencia?

Sí, conté con Gregory Scruggs (mentor asignado por ustedes, Fundación Gabo) y Óscar Medina (editor de El Estímulo). ¿Cómo fue? ¡Un maratón en piscina!

Quisiera saber cómo fue esa maratón en piscina...

Gregory era el lector extranjero a quien había que explicarle todo, hasta lo que uno cree que ya se sabe. Óscar era el lector que ya se sabía la mitad del cuento y, además, sabe cómo echo los cuentos. Las observaciones de uno no necesariamente coincidían con la del otro, pero tenían en común la exigencia. Entonces, yo tenía que equilibrar todo aquello y a mi manera.

¿Qué recomendaciones te dio cada uno?

Gregory: cuidar la estructura y desarrollo propio del género de periodismo de soluciones. Óscar: mantener la historia de la gente tanto como fuera posible. Y seguí sus recomendaciones. Yo hice caso al mentor, al editor, a Fundación Gabo, a mi mamá, a todos. A los webinars de Liza Gross, a todos...

Sobre eso de la estructura y desarrollo del periodismo de soluciones, ¿qué nos puedes contar?

El proceso de la posible solución es el protagonista del relato, no tanto la gente ni su contexto. Hay que mantener el foco en el proceso y aunque no sea tan atractivo, hay que hacerlo emocionante. Algo nuevo que me ocurre desde la beca es que pienso también en la hipótesis. Antes pensaba en el tema y en el enfoque nada más. La hipótesis te ayuda a delimitar, a organizar la investigación, a mantener la prioridad de la información que vas a ofrecer y a no perder el tiempo.

¿Y cómo llegaste a esa historia?

Desde el año pasado, ando siguiendo qué hace Fe y Alegría Venezuela. Empezando la cuarentena, cuando no estaba muy claro qué iban a hacer las escuelas del país, ya ellos estaban dándole la vuelta para resolver. Entonces, siempre, todavía por estos días, estoy pendiende de en qué andan.

¿Y ves un posible seguimiento a esta primera entrega?

Quizás. Deja que salga de un texto sobre el fracaso del programa del Ministerio de Educación y te digo... Por ahora, sé que Fe y Alegría tiene planteado 'La escuela en vacaciones' o algo así, es decir, mantener unos programas radiales para acompañar las vacaciones con algo de pedagogía para que no se pierda lo poco logrado en este año escolar que culminó, pero no sé. Tengo que ponerme a meterle lupa

¿Qué tan sencillo resultó explorar el periodismo de soluciones?

No mucho (risas). Yo suelo rozar eso del "culto al héroe" y aquí era el cuento del proceso.

¿Y cómo resultó dejar a un lado ese culto al héroe?

Te da cosita con los personajes que ejecutan el proceso, y más cuando muchos de los venezolanos que andan sonando son los que dan pena ajena. Pero entiendes que es un género con una manera particular de narrarse y lo haces.

¿Por qué "da cosita"?

Quizás si los nombres que sonaran fueran los de gente que lo está haciendo bien, otros que se copien y seamos algo mejores. Cuando hay gente así de buena y uno tiene la suerte de encontrarla, uno quiere que esa gente sea la protagonista del cuento (risas).

Pero, ¿te da cosa no ponerla como en un pedestal?

No, las biografías de santos son fastidiosas. Lo que me da cosa es no hacer mayor mención a lo que hacen, porque hay que empujar la historia en función del andar del proceso.

¿Te gustaría o has pensado ya hacer otro tema bajo el enfoque de las soluciones?

Sí, me gustaría y lo he pensado

¿Qué tema has pensado abordar?

Covid. Pero hasta ahora, nada alentador

Sobre el proyecto de periodismo de soluciones en América Latina

La Fundación Gabo y la Red de Periodismo de Soluciones (SJN, por sus siglas en inglés) trabajan en alianza en un proyecto que busca formar e incentivar a los periodistas de América Latina a la aplicación del periodismo de soluciones, enfoque que busca investigar y narrar historias que aborden las respuestas que dan o podrían dar los ciudadanos e instituciones a problemas sociales en la región. 

El proyecto, apoyado por la Fundación Tinker, contempla la difusión y apropiación de herramientas y guías, así como la realización de actividades de formación como talleres, seminarios virtuales y el desarrollo de espacios aprendizaje en las redacciones de algunos medios de comunicación de la región interesados experimentar con esta modalidad.