Tres claves para determinar si un estudio médico es noticia

17 de Junio de 2019

Tres claves para determinar si un estudio médico es noticia

Fueron formuladas por Tara Haelle, periodista de salud independiente.  

Fotografía: jarmoluk en Pixabay | Usada bajo licencia Creative Commons

 

Recientemente se llevó a cabo en la ciudad de Baltimore la conferencia anual de la Asociación de Periodistas de Salud de los Estados Unidos (AHCJ, por sus siglas en inglés). Entre todas las conferencias presentadas durante el evento, se destacó una en particular donde se ofrecieron tres claves para establecer si vale la pena presentar como noticia los resultados de un estudio médico.

La expositora de estas ideas resultó ser Tara Haelle, periodista de salud independiente que colabora de manera habitual con la Revista Forbes, y es especialmente conocida por su charla en TEDx donde explica por qué hay tantos padres hoy en día que no quieren vacunar a sus hijos.

La periodista Chloe Reichel, una de las asistentes a la conferencia, recopiló para el sitio web Journalist’s Resource las ideas presentadas por Haelle, las cuales resumimos a continuación:

Paso 1: Considere la categoría del estudio

Como punto de partida, Haelle sugiere considerar la categoría del estudio que está pensando en cubrir.

En general, los estudios que evalúan una intervención médica pertenecen a una de las siguientes categorías:

• Estudios preclínicos: esta fase temprana de investigación precede a la fase de estudio clínico. La investigación no se realiza con sujetos humanos, por lo que los resultados son limitados. Hay dos tipos diferentes de estudios preclínicos:

- In vitro: estos estudios se realizan en células cultivadas en un laboratorio.

- In vivo: estos estudios se realizan en animales no humanos.

• Estudios clínicos: si la investigación es promisoria en la fase preclínica, podría pasar a los estudios clínicos, que involucran a seres humanos y examinan sus respuestas a la intervención. Los estudios clínicos pueden tomar dos formas:

- Estudios epidemiológicos / observacionales: la investigación observacional, como su nombre indica, implica observar el comportamiento continuo y evaluar los resultados a lo largo del tiempo. Estos estudios no son aleatorios. Piense en un estudio que analice la relación entre fumar y desarrollar cáncer. Es un experimento del mundo real que depende de la observación a largo plazo. Los investigadores pueden encontrar correlaciones entre variables. Pero no pueden, con base en un único estudio observacional, reclamar la causalidad. Esto se debe a que podría haber otras variables que no se están controlando y que podrían explicar los resultados, como el peso, otras afecciones médicas, la genética o la exposición ambiental. Por estas razones, los estudios epidemiológicos / observacionales contrastan con otro tipo de estudio clínico clave: los ensayos aleatorios y controlados.

- Ensayos controlados aleatorios: son estudios en los que se asigna aleatoriamente una nueva intervención a algunos participantes en un ensayo y se evalúa contra un grupo de control, que recibe un tratamiento estándar o un placebo, para determinar sus efectos. Estos estudios pueden proporcionar evidencia de causalidad. Los ensayos aleatorizados y controlados generalmente avanzan a través de varias etapas:

> Fase 0: esta fase consiste en dar a los sujetos humanos pequeñas exposiciones a la intervención en cuestión. Su objetivo es responder si la intervención funciona en humanos.

> Fase I: esta fase prueba la intervención para asegurarse de que se tolera de forma segura en humanos. La intervención generalmente se prueba en personas sanas que no tienen la afección que la intervención podría tratar.

> Fase II: este es un ensayo más amplio que prueba la efectividad y la seguridad. Esto puede llevar de meses a años .

> Fase III: la nueva intervención se compara con otras opciones preexistentes.

> Aprobación de las instituciones estatales de salud (como la FDA en Estados Unidos): Generalmente, después de la fase III, la intervención que se está estudiando puede ser aprobada (o rechazada) para ser llevada al mercado.

> Fase IV: esta fase analiza los efectos a largo plazo de una intervención después de la aprobación de las autoridades de salud.

Bien, ¿entonces qué categorías vale la pena cubrir? De acuerdo a Haelle, los ensayos clínicos controlados aleatorizados y de fase posterior a menudo se consideran el estándar de oro de los estudios médicos. Pero esto no significa que nunca se deban cubrir otros tipos de investigaciones, como los estudios preclínicos.

Por ejemplo, las exposiciones ambientales. Un estudio en animales sobre una cierta exposición química y sus efectos asociados podría valer la pena para una noticia si existe evidencia epidemiológica en seres humanos (como los estudios de personas expuestas a alguna sustancia química en el agua potable) con la que también podría asociarse.

"Pero nunca informe basándose en un solo estudio", resalta Haelle. "Informe en contexto, contrastando con alguna otra investigación".

Paso 2: Evalúe el interés periodístico

En comparación con la investigación existente, ¿qué tan nuevos son estos hallazgos? "Es importante saberlo, porque si informas de algo por enésima vez, entonces no es noticioso", dice Haelle. Recuerde, los hallazgos no tienen que ser positivos para ser de interés periodístico. Haelle enfatiza que también puede ser útil cubrir los resultados negativos (es decir, una intervención fallida). Otra pregunta a considerar: ¿qué tan diferente es esta intervención de otras?

¿Qué tan sólidos son los resultados?

• ¿Son clínicamente significativos? Es decir, ¿tienen un efecto práctico y notable en la vida diaria?

• ¿Cuál es el tamaño del efecto? Es decir, ¿qué efecto real tiene la intervención? Compare la eficacia del efecto de la intervención con el de otros tratamientos estándar.

• ¿Son los hallazgos estadísticamente significativos? Idealmente, los hallazgos son significativos tanto desde el punto de vista clínico como estadístico. Pero dependiendo del tamaño de la muestra, una intervención podría ser, clínicamente pero no estadísticamente, significativa.

Paso 3: Evalúe la metodología

• ¿Qué tan grande fue el estudio? En una muestra más pequeña, los valores atípicos tienen un efecto mayor en los resultados generales. ¿Cuánto duró el estudio? "Si se trata de un estudio de dieta y solo duró cinco días, ni siquiera se moleste en leerlo", aconseja Haelle.

• ¿Cómo se midieron los efectos? Haelle dio el ejemplo de un estudio que mide los efectos de una intervención sobre los niveles de estrés: hay una serie de medidas que se podrían considerar para medir los efectos, como la presión arterial, los niveles de cortisol y los niveles de estrés autoinformados. Considere los matices de las diferentes medidas y lo que pueden o no transmitir. "Cuando le digan que un medicamento está mejorando algo o disminuyendo algún síntoma, piense si realmente están midiendo lo que es importante", resalta Haelle.

• ¿Quién participó en el estudio? ¿Hubo un grupo de control? ¿Los grupos fueron aleatorizados?

• ¿Quién financió el estudio? ¿Confiaría, por ejemplo, en un estudio que afirma que comer espaguetis ayuda a las personas a perder peso, pero que es financiado por un fabricante de pastas? Si bien las investigaciones financiadas por la industria pueden ser imparciales, algunos estudios han encontrado que es probable que los ensayos clínicos financiados por la industria farmacéutica tengan resultados favorables a la industria.

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