Este artículo es producto del proyecto 'Entre panas y parceros, ¿Cómo comunicar la inmigración en Colombia?', una iniciativa de la Fundación Gabo, con el apoyo del Programa de Alianzas para la Reconciliación (PAR) de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y ACDI/VOCA. Si te interesa profundizar y reflexionar alrededor de este tema, puedes participar en las distintas convocatorias para talleres en distintas regiones de Colombia.
“En la pared están pintados en primer plano un niño y un joven, detrás de ellos se puede ver una casa y a un lado ocho estrellas. En el mural está escrito ‘Todos somos migrantes’ y lo elaboraron dos artistas: uno de Colombia y otro de Venezuela”, así describe vía telefónica la venezolana Carilyn Aza (27 años) uno de sus murales favoritos de la Comuna 13, en Medellín, Colombia.
Carilyn conoce muy bien de lo que habla, pues es guía turística en esa comuna: “Inicié hace dos años los recorridos y, aunque no llevo la cuenta, creo que son entre 40 y 50 los tours que he ofrecido a personas que hablan inglés. Tengo la suerte de hablar los dos idiomas”.
Esta venezolana es madre de dos niños de 14 y 7 años y llegó junto a ellos a Colombia en 2016. Su primer destino fue Concepción, un pueblo de Antioquia a casi dos horas de distancia de Medellín. En ese sitio trabajó dando clases particulares de inglés y cantando en una orquesta. Pasados dos años se mudó con sus hijos a Medellín. Allí el inglés siguió siendo su principal aliado, pues gracias a este conocimiento pudo dar clases en un instituto de idiomas y hacer traducciones para “un jefe canadiense”.
Su primer oficio en la Comuna 13 fue en un puesto de micheladas, donde se ofrecen cervezas mezcladas con sal y frutas a los turistas. En ese lugar en algún momento de 2019 Carilyn conoció a Juan Carlos, de la agencia Sag Tour Medellín, que al enterarse que ella vivía en la comuna y sabía hablar inglés le ofreció ser guía turística, pero antes debía conocer muy bien la historia del sector; por eso le entregó el libro ‘Comuna 13, memoria y transformación’.
Tras conocer todo lo necesario sobre la historia de la Comuna 13 empezó a realizar los tours. Carilyn siempre espera a los turistas a los pies de las escaleras mecánicas, en la avenida 20 de julio. Los recorridos pueden durar entre dos y tres horas. En ese tiempo ella explica los orígenes de la comuna, los murales y sus significados, la historia de las escaleras mecánicas inauguradas en 2011 y toda la labor social realizada alrededor de ese sitio.
“Ya terminando, les cuento sobre La Escombrera, que es la fosa común más grande de latinoamérica en zona urbana. Hay una en Chile pero está en zona rural. Es importante que los turistas también conozcan esa parte de la historia y los momentos difíciles que ha superado este sector de Medellín”, agrega Aza.
“Lo que más me gusta de realizar estos recorridos es ofrecerle a los turistas la posibilidad de que se lleven una buena imagen de la Comuna 13, que vean todo lo positivo que aquí se hace y conozcan los proyectos culturales que tienen mucha fuerza: los grupos de freestyle, breackdance y todos los emprendimientos culturales que las personas realizan”, cuenta emocionada la venezolana.
Más inglés para la Comuna 13
Carilyn Aza se interesó por el inglés cuando tenía 12 años de edad y vivía en Maturín, al oriente de Venezuela, junto a su mamá y sus cuatro hermanos. Empezó a aprenderlo con canciones: “Me gustaba mucho el pop y el rock. Luego de aprenderme las canciones las empecé a traducir y por último me interesé en estudiar la gramática”. Todo su esfuerzo por aprender otro idioma le ha servido para conseguir distintos trabajos en Colombia y también para poder ayudar en la Comuna 13, pues actualmente allí imparte clases de inglés gratuitas a la comunidad.
Esta migrante hace parte de un grupo que conforman otro venezolano, un norteamericano y dos colombianos. Tienen como meta dar clases dos veces a la semana, entre 6:30 p.m. y 8:30 p.m., y lo llevan haciendo desde enero de 2021. Por clase tienen aproximadamente 20 alumnos y en total son cerca de 60, aunque no todos asisten a todas las clases.
“El objetivo básico es que los que participan en las clases puedan escuchar y entender el inglés. Para eso realizamos muchas dinámicas y nos enfocamos en los puntos débiles. Me gusta realizar con ellos un juego que se llama ‘Simón dice’”, agrega Carilyn, quien actualmente no tiene sus papeles en regla en Colombia. Esto le ha impedido desarrollar el oficio que estudió: “Soy tripulante de cabina y mi sueño es poder volver a ejercer esa actividad en algún momento”. Ahora, tras la entrada en vigencia del Estatuto de Protección Temporal a migrantes, Carilyn espera estar más cerca de cumplir esa meta.
La historia de Carilyn Aza en Colombia se sigue escribiendo, pero de lo que ella está segura es que la oportunidad de poder aprender sobre la Comuna 13 ha sido única, por eso la importancia de retribuir todo lo que ha recibido en cada tour que ofrece y en cada clase que da a la comunidad y, si en el futuro se da la oportunidad, poder volver a volar y ayudar desde el aire también a las personas.