Relatoría del seminario–taller ‘Periodismo regional en contextos de cambio social’, con Dora Montero

Relatoría del seminario–taller ‘Periodismo regional en contextos de cambio social’, con Dora Montero

Durante la actividad en Cartagena, la editora de Mongabay Latam y vicepresidenta de Consejo de Redacción compartió claves, herramientas y fuentes para aprovechar los datos y diversificar los formatos al contar historias en contextos de cambio social.
Dora Montero Carvajal durante el taller ‘Periodismo regional en contextos de cambio social’.
Laura Melissa Jiménez

Foto: Charlie Cordero

Narrar los cambios sociales a partir del análisis de la información, los retos que supone la era digital y el uso y aprovechamiento de las bases de datos, fueron temas clave en el seminario – taller ‘Periodismo regional en contextos de cambio social’, que dictó en Cartagena la periodista Dora Montero Carvajal, editora de Mongabay Latam y vicepresidenta de Consejo de Redacción. 

Dado que la información hoy se consume casi que en un 90% en formato vertical, es decir, desde un teléfono móvil, se hace necesario utilizar la tecnología de forma creativa y eficiente para renovar los contenidos y elaborar un tipo de periodismo útil para las comunidades. Por eso, Montero destacó lo ventajoso que resulta la utilización de bases de datos y el diálogo permanente con fuentes de todo tipo que alimenten la construcción de una buena historia. 

 ¿Cómo contar historias en contextos de cambio social? 

Un video en formato documental del artista de género urbano Bad Bunny titulado ‘El apagón’ encabezó el taller. Tres minutos del video bastaron para entender que se trataba de una alegoría a la situación que enfrenta Puerto Rico por los recortes de energía. Voces de reporteros, titulares de prensa, así como una mezcla de imágenes que muestran lo que padecen los ciudadanos como consecuencia de los apagones, reflejaron una realidad que sirvió para ejemplificar la importancia de amplificar la voz de la ciudadanía, pero sobre todo para analizar cómo desde lo digital se puede captar audiencia. 

Aunque el artista de reguetón mueve masas por sí solo, llamó la atención los recursos que usó, a partir de una denuncia, para decirle al mundo que en su país está pasando algo. 

Para Montero, los periodistas tienen la tarea de adaptarse a las nuevas formas de contar historias en contextos de cambio social. Una muestra es que a raíz de la iniciativa del artista se hizo tendencia la frase: “Del periodismo al perreodismo”. 

“Esto tiene que decirnos algo y es que todas las formas de lucha son posibles y útiles para hacer que la información que a la ciudadanía le interesa pueda llegar a más público”. Y es que en la actualidad el periodismo en Colombia se enfrenta a una ciudadanía que exige, que conoce sus derechos y que se informa por redes sociales, lo que puede resultar a veces “muy peligroso”. 

¿Dónde están las historias? 

El punto de partida es la búsqueda de esa historia que se quiere contar. ¿Ustedes dónde buscan las historias? le preguntó Montero a los periodistas. La respuesta más frecuente fue: en la calle y en las denuncias que hace la gente. 

Más allá del día a día, el camino planteado es encontrar la información cuando no hay agenda, cuando los temas no están sujetos a los asuntos administrativos o gubernamentales. Para ello es importante contar con diversas fuentes. Montero se refirió a la ‘nueva modalidad’ que ofrece hoy el periodismo cuando se ha ‘despecializado’ al reportero, pues lo habitual en una sala de redacción es que cada periodista se especialice en una fuente. “Eso nos da una oportunidad, porque de todas las fuentes podemos hacer recolección y buscar historias”. 

Más que de noticias, se habló de historias que puedan surgir de las fuentes habituales, pero abordándolas más a fondo. Por eso, “preguntémonos, ¿dónde no las estamos buscando? ¿qué no estamos mirando?”, sugirió Montero. 

“Las historias son aquellas que ven todos los días, muchas veces nos pasan por el frente, pero no les ponemos la atención necesaria”, dijo Montero, quien puso como ejemplo el porcentaje de inflación de la ciudad. Este dato es relevante y cotidiano en un medio, pero si se analiza con detenimiento y con un riguroso seguimiento mes a mes, se pueden detectar altos y bajos, y con base en ese indicador de costo de vida empezar la construcción de una historia. “Si encontramos que el dato de una ciudad supera al de todo el país empecemos por preguntar: ¿qué lo está provocando?”.

En ese punto, Montero trajo a colación lo ocurrido en Nariño hace 15 años cuando la inflación duplicó sus índices y no fue noticia. Un año más tarde en ese territorio explotó uno de los escándalos de mayor cobertura en el país por cuenta de un entramado de actividades ilícitas conocidas como pirámides. “No se puede culpar al periodismo de lo ocurrido, pero estas son el tipo de historias que no vemos a simple vista”. 

Esculcar y buscar datos de variaciones y crecimientos de otros temas como servicios públicos en una ciudad permite descubrir comportamientos inusuales de los que puede surgir mucha información. 

Para comprender la forma de hacerlo, se seleccionó una fuente del Estado y se verificó el índice de consumo de energía del último mes. Se analizaron las cifras para la región Caribe y se detectó que son las más altas del país. A partir de ahí se suscitó a indagar qué podría estar ocurriendo desde la fuente primaria, es decir, en los hogares. “Una historia sin un buen dato pasa desapercibida, pero en cambio un dato puede lograr una gran historia”. 

Bases de datos: ¿cómo encontrarlas y aprovecharlas?

Las bases de datos son las estructuras que organizan la información. El periodismo les da un papel central en el periodismo de datos. Es considerado uno de los hitos en el periodismo contemporáneo, ya que marca su implementación mediante el aprovechamiento de los contenidos publicados en internet. 

Existen dos tipos de bases de datos: las bases de datos oficiales y las que el periodista construye para hacer investigación propia y darle seguimiento. A cualquier tema que tenga una cifra se le puede hacer seguimiento para empezar a construir sus propias bases de datos.  

“En algunos casos hay desconocimiento o se pasa por alto que en las páginas del Estado y de los entes locales existen datos que son útiles para el periodismo. Por ejemplo, las alcaldías deben publicar sus hojas de presupuesto, una herramienta útil para extraer y contrastar información”. 

Además, en Colombia, los entes del Estado están obligados a publicar todas las contrataciones que suscribe, otra posibilidad que tienen los reporteros para conseguir datos.  

¿Qué hacer con los datos?

Esos datos pueden consolidarse en una herramienta como Excel y periódicamente revisar su comportamiento. En este punto Montero aclaró que un dato necesariamente no es una cifra, es un hecho concreto que puede estudiarse y analizarse. 

Armar una matriz de datos no es fácil, requiere dedicación y esfuerzo, la recomendación fue construirlas poco a poco y mediante un método que resulte cómodo para el periodista. Se instó a los reporteros menos experimentados a crear sus bases de datos desde la herramienta de Excel de Google Drive por ser más fácil de usar. 

Páginas web recomendadas para encontrar datos: 

Desinformación y redes sociales 

Es menester hablar de desinformación cuando se abordan los nuevos formatos del periodismo, por eso se tocó un ápice del tema para saber que es una situación que enfrentarán los reporteros en la búsqueda de nuevas maneras de contar historias. ¿Qué tanto se mueve la desinformación? ¿Cuál es el último tema de desinformación en Cartagena? preguntó Montero a los periodistas. 

La respuesta por unanimidad es que hay mucha desinformación en el medio y que eso les imposibilita, en algunas ocasiones, a entregar buenas historias. 

De ahí que sea urgente la necesidad de que el periodismo haga el proceso de reportería dentro de las redes sociales, teniendo en cuenta que lo se publica en redes no es la última palabra, así lo diga un funcionario. Según datos de Colombia Check, las personas que más desinforman en el país son precisamente los servidores públicos. Redes como Twitter, fuente de periodistas, son escenario de rueda de prensa de muchos funcionarios, quienes propician que la información se tergiverse y transgreda la línea ética del periodismo. 

Eso sin desmeritar que es una fuente que puede resultar confiable cuando se usa para recopilar reacciones de políticos sobre algún tema coyuntural del país, por ejemplo. También cuando se usa como vínculo para ampliar el listado de fuentes con expertos y conocedores de temas específicos que se deseen abordar. Montero recordó cuando se usó una tendencia que mencionaba a las biólogas y científicas colombianas más sobresalientes en el mundo, lo que dio como resultado una larga e importante base de datos de expertas para quienes cubren temas relacionados con la ciencia y el medio ambiente. 

Otras de las formas que toma la desinformación son las portadas falsas de revistas y periódicos que circulan en redes y se viralizan. Para construirlas existe un programa que imita con casi exactitud la tipografía, color y estilo del medio de comunicación, convirtiéndola en una copia casi perfecta del medio original. 

Multiplicidad de fuentes 

Además de darle equilibrio a la información, la diversidad de fuentes posibilita la creación de bases de datos según el tipo de temas que requiera una historia. Que no se quede nadie por fuera dependerá de la organización de la base de datos del periodista. No solo deberán estar mandatarios y demás servidores públicos, sino veedurías, líderes comunitarios, entre otros. “Tener base de datos les permitirá saber con cuántas fuentes cuentan y seguramente tendrán multiplicidad de estas en sus historias”. Muchas fuentes pueden atosigar lector, pero casi nunca sobran, reafirmó Montero. 

Nuevos formatos 

Los nuevos formatos requieren la creatividad y audacia del periodista. TikTok es un claro ejemplo. Al mismo tiempo una alternativa para dirigir la información a los más jóvenes. Es construir la información y pensar que hay que “empaquetarla de forma diferente, es decir, pensando en vertical, usando cifras, en un tiempo corto y siendo creativos”. 

 “No hay que temerles a los nuevos formatos, no le quita seriedad a la información, por ahí está moviéndose la gente”, dijo Montero. 

Un gran porcentaje de los videos que circulan en WhatsApp y en otras redes proviene de TikTok, destacó. Es una herramienta que permite masificar las historias. Para Montero, no se trata de incorporar la tecnología digital a la producción de noticias, sino de utilizarla de forma creativa y eficiente para renovar los contenidos y elaborar un tipo de periodismo útil para las comunidades. 

Sobre Dora Montero Carvajal

Es comunicadora social y periodista de la Universidad de la Sabana, Colombia. Actualmente es editora en Mongabay Latam, medio que cubre las historias ambientales de la región, y vicepresidenta de Consejo de Redacción (CdR). Fue jefa de redacción en Cambio, sitio colombiano especializado en análisis e investigación periodística. Tiene gran experiencia en periodismo de investigación y es líder de opinión sobre temas socioeconómicos y de seguridad en Urabá, Chocó, Cauca, Valle y Norte de Santander. Además, es experta en temas de corrupción como lo explorado en el trabajo ‘Tras la pista de los dineros públicos’ y es una de las autoras de la guía ‘Pistas para investigar la corrupción’. 

Sobre el taller ‘Periodismo regional en contextos de cambio social’

El taller, convocado por la Fundación Gabo en alianza con Promigas, con el apoyo de Surtigas y SPEC LNG, se desarrolló en Cartagena, en la Casa Surtigas, el 11 de octubre de 2022. La actividad contó con la participación de 16 periodistas, conducidos por Dora Montero Carvajal, editora de Mongabay Latam y vicepresidenta de Consejo de Redacción. Con este taller se inicia un ciclo de 11 talleres presenciales en distintas ciudades de Colombia. 

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