Este sábado 14 de mayo finalizó el taller de crónica "La mirada extrema" impartido por Martín Caparrós en San Salvador, al que asistieron quince periodistas. En la cuarta y última sesión del taller se leyeron todos los textos investigados en las calles de San Salvador. Durante la mañana y la tarde se discutió cerca de media hora cada crónica de los talleristas. En cada uno de los textos, los autores dejaron notar un poco de su estilo y tono al escribir. El maestro Martín Caparrós ya había explicado en otras sesiones que un escritor construye su tono a partir de lo que lee. Hoy agregó un elemento más: "Una de las cosas que más contribuyen a formar el tono es el tiempo que uno elige para contar." Después de la lectura de cada texto, los periodistas y el maestro evaluaron las fortalezas y debilidades de cada crónica. A partir de los cambios sugeridos para mejorar cada trabajo, Caparrós les recordó que "escribir es una pelea constante con las palabras. En la mayor parte de los casos ganan las palabras". Y para que un texto funcione recomendó aquella escritura que le da protagonismo al verbo: la pura acción, el puro movimiento hace que el texto vaya con mucha más fluidez y elegancia. Caparrós hizo énfasis en que los mejores textos son los que están escritos con un lenguaje directo y eso no es lo mismo que perder el detalle de una buena narración. "Que no sea un intento de utilizar la supuesta sofisticación y dizque lenguaje literario. Ver cómo se puede contar de la manera más directa posible y después ver cómo lo arruinan", dijo a manera de broma. El taller terminó con una reflexión sobre el oficio de contar historias reales. "El periodismo es la mejor excusa para salir del espacio propio, para meterse en espacios en los que la mayor parte de la gente no se mete nunca", dijo Martín Caparrós.