El país asiático dice que con la nueva ley combatirá la desinformación y manipulación en línea. ¿Medida efectiva o amenaza a la libertad de expresión justo antes de las elecciones?
Malasia aprobó en abril la legislación contra la desinformación más estricta en el mundo. Quien cree o difunda “de manera maliciosa” contenidos mentirosos en ese país podrá tener una condena de hasta seis años de cárcel y una multa equivalente a 123.000 dólares.
Además, las plataformas digitales también tendrán responsabilidad si en ellas se difunden contenidos que se consideren desinformativos, así sean creados por terceros. La justicia malasia podrá perseguir por este delito a cualquier persona o institución en el mundo, así no esté radicada en Malasia, si considera que afectó a algún ciudadano del país.
El gobierno cree que con esta medida “protege a los malasios de las noticias falsas”, dijo Salleh Said Keruak, el ministro de comunicaciones y multimedia del país, según reporta The New York Times. “Si eres víctima de algo que es viral pero falso, tu vida está arriunada”, añadió.
Pero las organizaciones de derechos humanos y los políticos de oposición en el país consideran que la medida es peligrosa e injustificada. James Gomez, director de Amnistía Internacional en el sudeste asiático, aseguró en una declaración que la ley “está redactada de forma vaga” y “será usada para atacar a los críticos pacíficos del gobierno”.
En su momento, esta organización hizo un llamado para frenar el trámite de esta iniciativa en el legislativo malasio, y acusó al gobierno de intentar bloquear a los disidentes con esta nueva ley.
Malasia debe realizar elecciones parlamentarias antes de agosto, y sectores cercanos al primer ministro Najib Zarak están envueltos en el supuesto desvío de al menos 3.500 millones de dólares de un fondo de inversiones estatales. El primer ministro fue exculpado por la fiscalía del caso.
Por esa razón, los partidos opositores también ven la medida como un intento de silenciar sus denuncias. “En lugar de investigar de manera adecuada lo que sucedió, nos crearon un Ministerio de la Verdad”, dijo al NYT Nurul Izzah Anwar, una legisladora cuyo padre, líder de la oposición, está preso.
Además, a juicio de expertos legales del país, Malasia ya cuenta con suficientes herramientas legales contra los efectos más nocivos de la desinformación. “Tenemos protección más que adecuada contra cualquier daño que pueda ser considerado ‘noticias falsas’”, declaró al diario Lim Chee Wee, expresidente de la Organización de Abogados de Malasia.
De todos modos, el gobierno está determinado a aplicar esta nueva ley, y considera que no vulnera los derechos democráticos de los ciudadanos. “Hay libertad de expresión en Malasia, pero no habrá libertad de poner a circular ‘noticias falsas’”, aseguró el ministro Salleh.
Aunque Malasia es el primer país del mundo que aprueba castigar la desinformación con cárcel, muchos otros estados están discutiendo qué medidas imponer contra la difusión de contenidos mentirosos. Países como Filipinas, Singapur, India, Alemania o Brasil están considerando diferentes castigos, pero ninguno ha tomado una decisión similar.