Conversando en Lepetit, el único bar gay que abre todos los días en Cartagena, con Esteban, admite que ha percibido gestos de incomodidad principalmente en la playa y en los taxis de esta ciudad. Sostiene que los taxistas esquivan la mirada y no le hablan cuando ven expresiones de afecto entre parejas del mismo sexo. “Si pudieran creo que le agreden a uno”, sostiene el bogotano.
Todo comenzó al culminar el Cuarto Congreso de la Lengua Española dedicado a García Márquez y que tuvo lugar en Cartagena en marzo de 2007. A Martín siempre le había gustado la lectura a pesar de haber estudiado sólo hasta quinto grado. Leía todo lo que encontraba, principalmente periódicos y revistas, las que les pedía a sus amigos que le enviaran de otras ciudades para él enterarse lo que pasaba más allá de su entorno.