Relatoría del taller Callejear las Fiestas

Relatoría del taller Callejear las Fiestas

30 periodistas cartageneros participaron en el taller Callejear las Fiestas para intercambiar ideas de historias, enfoques y temas que permitan contar las Fiestas de Independencia desde una nueva mirada.
Marcela Madrid Vergara

Con el objetivo de explorar nuevas narrativas para contar las Fiestas de Independencia de Cartagena, que se celebran anualmente cada noviembre, más de 30 periodistas y comunicadores de la ciudad se reunieron en el taller Callejear las Fiestas, organizado por la FNPI y la Fundación Surtigas, miembros del Comité por la Revitalización de esta festividad.

El taller fue conducido por Gina Ruz, investigadora, gestora cultural de la ciudad y vocera del Comité, y David Lara, periodista independiente de Cartagena.

Durante su intervención, Ruz presentó los hitos en la historia de las Fiestas, las claves de su crisis, una breve cronología de los intentos por fortalecerlas y los logros de este proceso. Por su parte, David Lara moderó un diálogo con los participantes en el que se intercambiaron ideas de coberturas desde nuevos ángulos.

Consulta la guía de las Fiestas de Independencia 2017.

205 años de historia, un siglo de desacuerdos

Las Fiestas de la Independencia (también conocidas como Fiestas de Noviembre o Fiestas Novembrinas) se celebran desde 1812, un año después de que Cartagena se convirtiera en la primera ciudad de la entonces Nueva Granada en declarar su independencia de la corona española. En sus inicios, esta celebración estuvo marcada por manifestaciones tanto ceremoniales (desfiles militares, juegos florales, actos en el Concejo, sesiones de música clásica) como populares (bailes al aire libre, disfraces, buscapiés).

Para evidenciar cómo esta celebración generó posiciones contrarias entre diversos sectores desde hace por lo menos un siglo, Gina Ruz leyó dos fragmentos de la prensa de la época. El primero, del historiador, escritor y dirigente social Daniel Lemaitre, que data de la primera mitad del siglo XX y en el que destaca la vida popular de las Fiestas:

“Todas las esperanzas de jolgorio se cifraban en las fiestas del 11. En asomando el mes de octubre comenzaban por los patios de Gimaní o San Diego los ensayos de danzas y comparsas. Las tiendas extendían ringleras de máscaras, triquitraques y cascabeles. Por las esquinas sonaba el bombo de las murgas llamando a ensayo… Los Diablitos de Espejo, la Danza de las Cintas, la de los Gallinazos, los Marineros, los Negros Carabalíes y mil pandillas de Monos animaban las dormidas calles del Corralito, yendo de casa en casa para mostrar sus habilidades. Sanos divertimientos y muy ingenuos, pero no por ingenuos y sencillos menos gozados”.

La segunda cita es extraída de una columna de Édgar Gutiérrez publicada en el diario El Mercurio en 1928. Esta, por el contrario, ataca el carácter carnavalesco de las Fiestas y reclama que se les otorgue un carácter más ceremonial.

“Estas fiestas populares para conmemorar la independencia, tendrán que acabarse algún día...una prueba de ello es que ya han desaparecido los “buscapiés”, que no eran sino instrumentos de barbarie. También se ha obtenido ya que el día once de noviembre no haya disfraces, o que al menos se decrete su prohibición. Ahí vamos poco a poco como decía él; pero todavía queda mucho por hacer, todavía queda el tamborito indígena que da a las fiestas cierto matiz de danza salvaje...”.

Según Gina Ruz, este último tono de crítica era mucho más común entre las publicaciones de la época, lo que sumado a acciones del sector oficial ccomo los acuerdos del Concejo Distrital que prohibieron la cumbia y el mapalé, llevaron a que se subvaloraran las manifestaciones autóctonas presentes en las Fiestas.

La crisis

Estos son algunos aspectos de las Fiestas de Independencia que, según Ruz, entraron en crisis a partir del siglo XX:

-La Fiesta se volvió ajena e impersonal, con episodios de violencia que aún se presentan.

-No respondían al carácter multicultural de la ciudad.

-Cartagena creció desordenada y desproporcionadamente: en 1950 tenía 200.000 habitantes y solo 50 años después se acercaba al millón.

-Desarticulación entre actores festivos y el Estado. Falta de apoyo gubernamental.

-Pérdida del sentido patriótico de las Fiestas: en general no se tiene claro que se celebra la independencia. A raíz de la incursión del Concurso Nacional de Belleza dentro de la agenda de las Fiestas, se crea en el imaginario colectivo la idea de que lo que se celebra es un reinado de belleza.

Cronología de la resistencia

En medio de esa crisis, explica Ruz, han surgido diversos espacios de resistencia y de esfuerzos por devolverle a las Fiestas su identidad y popularidad.

1986: surge el cabildo del barrio Getsemaní. Fue el  punto de partida para que empezaran a surgir otros cabildos y carnavales en distintos barrios de la ciudad. Esta manifestación consiste en un desfile festivo que replica, a manera de homenaje, a los cabildos que organizaban los negros esclavos durante la colonia con muestras artísticas de sus tierras de origen.

2003: Empieza el proceso de revitalización con el Foro 'Presente y futuro de las fiestas populares de Cartagena', iniciativa de la Revista cultural 99.

2004: Se realiza el seminario Pensar las Fiestas de Independencia. Se hicieron mesas de trabajo por sectores (educación, cultura popular, economía y financiación, investigación, fiesta y medios, etc).

Participan diversos actores sociales provenientes de sectores oficiales, educativos y culturales, entre esos la Alcaldía, el Museo Histórico de Cartagena, el Observatorio del Caribe, y surge un documento de principios para una política pública de las Fiestas.

2006-2011: El Comité trabaja de la mano con las administraciones locales "con altibajos" con el fin de que, con base en los principios establecidos en 2004, se cree una política pública de Fiestas.

Propuestas para fortalecer las Fiestas

A partir de los espacios de diálogo mencionados, se identifican una serie de propuestas para revitalizar las Fiestas de Independencia:

  •  Llamarles oficialmente Fiestas de la Independencia, pues "Fiestas de noviembre puede ser cualquier cosa", como asegura Ruz. Así además se hace más fácil que la gente se apropie del motivo de la celebración.
  • Vincular al sector educativo e incluir la política educativa festiva
  • Visibilizar a los actores festivos y sus creaciones
  • Procurar una mejor financiación
  • Organizar mejor a los diversos sectores folclóricos que participan
  • Establecer las Fiestas como política de ciudad.
  • Que sean de carácter multicultural y descentralizadas.
  • Que reflejen la riqueza cultural pueblerina, pero también las manifestaciones urbanas.
  • Recuperar el barrio como un microcosmos esencial. Las Fiestas no pueden ser únicamente la agenda oficial, sino también las manifestaciones espontáneas o que surjan en cada barrio.
  • Que el Estado actúe como garante de las Fiestas: que no las dirija ni las limite, sino que garantice y acompañe su organización.
  • Aprovecharlas como oportunidad de desarrollo económico para la ciudad.

Logros del proceso

  • Se oficializa el nombre Fiestas de la Independencia y se establece el 11 de noviembre como eje de la celebración.
  • Surge la figura de los lanceros: un hombre y una mujer que, en homenaje a los lanceros que propiciaron la independencia en 1811, se eligen como líderes de las Fiestas por su trayectoria y aportes dentro de la historia de las mismas.
  • Se dinamiza la participación escolar: se crea la red cultural de educadores, el Festival escolar de música y danza, un desfile en honor a los héroes de independencia, y la invitación permanente de los lanceros a las instituciones educativas.
  • Se hacen talleres para actores festivos
  • En 2005 se aplica todo el trabajo planeado y se demuestra que se pueden hacer unas fiestas dinámicas, populares, no centradas en un desfile ni un reinado.
  • Se resignifican los preludios, que pasan de ser un concierto para incluir contenido histórico y vincular a grupos culturales de las localidades.
  • Fortalecimiento de cabildos y carnavales en los barrios. "Si la fiesta se apaga en los barrios, deja de existir", aseguró Ruz.
  • Se posicionan eventos como el jolgorio de tambores y cantadoras, que en una ocasión logró reunir a tres emblemáticas cantadoras del país: Totó La Momposina, Petrona Martínez y Etelvina Maldonado.
  • Se consolida la Noche de Fantasía como vitrina para los artesanos locales.

El reto

Una de las grandes apuestas del Comité por la Revitalización de las Fiestas de Independencia es lograr que esta festividad sea reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, una lista de la que hacen parte 20 manifestaciones del país.

El objetivo con esto es lograr que se cree un Plan Especial de Salvaguarda que permita establecer unas normas claras para que estas se consoliden a lo largo de los años "y que no las cambie cada alcalde de turno", explica la vocera del Comité.

Cubrir más allá de la agenda oficial

Gina Ruz también compartió los resultados de un ejercicio realizado con periodistas en el seminario Pensar las Fiestas de Independencia, que tuvo lugar en 2004.

Estos fueron algunos de los errores que los comunicadores identificaron en la manera como los medios cubren la festividad:

  • El cubrimiento es coyuntural y repetitivo
  • Hay una falta conocimiento sobre la historia de las Fiestas y sus protagonistas
  • Faltan análisis y géneros como la crónica, el reportaje y el ensayo
  • Predomina la información oficial y la reproducción de boletines de prensa
  • Se visibilizan los discursos oficiales y no las voces de los protagonistas reales
  • Poca visibilidad nacional
  • El Concurso Nacional de Belleza se lleva gran parte de la cobertura

Estas fueron algunas de las ideas que se compartieron en ese ejercicio de autocrítica:

  • Hacer un esfuerzo por perpetuar las fiestas y educar a las nuevas generaciones.
  • Buscar escenarios de la ciudad donde las fiestas tengan diversos significados
  • Divulgar los estudios de la academia
  • Aprender de los ciudadanos y los actores festivos sobre cómo y qué mostrar de las fiestas. Esto parte de la simple observación.

Contar con una mirada propia

Para David Lara, uno de los principales problemas en la narrativa de las Fiestas de Independencia radica en que se cuentan desde la institucionalidad y no suele haber un trabajo creativo que tenga el sello del autor.

Estas son algunas reflexiones que compartió Lara para lograr este propósito:

  • Hay que ponerles rostros e historias a los contenidos periodísticos.
  • El ejercicio del periodismo narrativo ha de ser lento, eso agrega valor. Por algo Gabo decía: "La mejor noticia no es siempre la que se da primero, sino muchas veces la que se da mejor".
  • Hoy es imposible la confrontación entre los periodistas análogos y digitales
  • Hay que entregarle a la audiencia una experiencia, no solo una lectura.
  • Para lograr una buena pieza final se necesita mucho material de donde depurar y descartar. De lo contrario, el lector notará la pereza del periodista en la pieza final.
  • El trabajo en colectivo potencia el oficio periodístico. Trabajar en equipos diversos permite un nuevo nivel de especialidad, que se agudicen las formas, se amplíen las visiones y los enfoques.
  • -El periodista no es juez, su deber es contar la realidad de una manera equilibrada, original y sin discursos; la labor de emitir juicios hay que dejársela al lector.

Un referente: Un ejemplo de contenido que cuenta historias de las Fiestas con un tono propio son estas cápsulas de video producidas por el proyecto independiente Patio Caribe, que presenta en tres minutos a los lanceros de estas Fiestas.

Ejercicio

Los participantes tuvieron 10 minutos para escribir una breve historia de alguna edición de las Fiestas a la que hayan asistido. Cuando leyeron sus fragmentos, se evidenció que todos estaban narrados desde la mirada y el tono personal: el joven que nunca ha tirado un buscapié, cómo vivir unas Fiestas bajo la lluvia, la joven que esperaba toda la semana para que la mandaran a la tienda a hacer mandados.

Las ideas a trabajar

Como cierre del taller, los participantes se organizaron en grupos para proponer temas a desarrollar desde sus medios, ideas que ajustaron con la asesoría de los maestros del taller. Estas fueron algunas de ellas:

1- Sebastián Duque y Pedro Espinosa

Medio: Cartagena Federal (Podcast)

Propuesta: En las Fiestas, como en la guerra y en el amor, todo se vale (en tres actos):

-Los 'pelaos' que hacen retenes en las calles pidiendo monedas

-Cómo funciona la contradicción de ser reina y ser popular

-Los cartageneros que se van de vacaciones huyéndole a las fiestas

2- Mariandrea Corrales y Katherine Arteaga

Medio: Mildre Cartagena (Videos de redes sociales en los que interpretan situaciones divertidas de la familia cartagenera)

Las situaciones cotidianas de las Fiestas a través de la familia típica cartagenera (la familia Mildre Cartagena): plata o agua, andar como indigente, los que se van en fiestas, los que no han prendido un buscapié, la hija que quieren lanzar al reinado, tips para pasarla bien en las Fiestas.

Aquí se pueden ver los dos primeros videos producto del taller: Video 1, Video 2.

3- Laura Romero y otros

Medios: estación radial de la zona, televisión local y página web.

Los Calamares, zona cultural de actores festivos. Es un barrio rico en actores festivos y ha sido representativo en la historia de las Fiestas. Contarán cómo los actores festivos del barrio movilizan al barrio para involucrarse en las actividades de estas fechas. Gina Ruz sugiere contar las historias de personajes anónimos que también son parte activa de las Fiestas del barrio detrás de escena: los que hacen disfraces, los que van de casa en casa llamando a la gente, etc.

4-Cristian García y Nayibe Franco

Medio: Emisora Todelar

La pérdida de los cabildos en los barrios que hace algunos años fueron emblemáticos pero, por motivos de seguridad, se han prohibido o cancelado de manera voluntaria. David Lara les sugiere incluir el contexto histórico de los cabildos, que existen desde antes de la Independencia. Gina Ruz recomienda dejar claro que las Fiestas no son la causa de la inseguridad, sino que esta inseguridad que se vive en las Fiestas es reflejo de la inseguridad de la ciudad.

5-Rolando Padilla, Maria Margarita May y Greisy Bettín

Explicar el papel de los lanceros como principal autoridad de las Fiestas de Independencia.

Maritza Zúñiga, artista plástica y lancera 2017, estuvo presente en el taller. Ella les recuerda que antes de ser lanceros, ellos han desarrollado un papel relevante dentro de algún ámbito de las fiestas; en su caso, elaborando disfraces y vistiéndose de cobra: "Llegar a ser lancera es el reconocimiento a toda esa historia y ese proceso que algunas veces es visible y otras no". 

6- Humberto Ochoa,  Jeimy Bula, Laura Orjuela, Lineth Buelvas y Paola Rubio

Medios: Universidad Tecnológica de Bolívar

La celebración del 'Ángeles somos'  o 'tintirilillo' en el barrio Nuevo Bosque. Esta es una tradición local que consiste en que los niños del barrio van de casa en casa el 1 de noviembre pidiendo ingredientes para un sancocho. Será un video y se contará desde la perspectiva de la olla haciendo todo el recorrido.

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