Si hay un medio nativo digital que demuestra que ASUMIR RIESGOS -así, en mayúsculas sostenidas- es lo que se necesita para lanzar un proyecto periodístico y hacerlo financieramente sostenible es el portal guatemalteco Nómada. Fundado en 2014 por el periodista Martín Rodríguez Pellecer, este sitio web ha logrado abrirse paso en Guatemala con una agenda noticiosa que le apuesta a la fiscalización de los poderosos de ese país, a la defensa de los derechos de las mujeres y a hacer que los más jóvenes se interesen por la política.
El fundador de Nómada compartió con otros periodistas latinoamericanos el modelo de negocio de su emprendimiento y su concepción del oficio, durante el Encuentro Iberoamericano de Periodismo Joven y Emprendedor, que se celebró en Cartagena del 24 al 26 de octubre de este año.
El Encuentro fue organizado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), la Asociación de Periodistas Europeos (APE) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Además, tuvo como aliada a la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), contó con el apoyo del Centro de Formación de la Cooperación Española (CFCE) y fue patrocinado por Telefónica, Iberia, Banco Santander, FCC e Iberdrola.
Entrevistamos a Martín para conocer cómo fueron los orígenes de Nómada y cómo batalla a diario para hacer rentable su proyecto. Su experiencia es un verdadero estímulo para todos aquellos periodistas que sueñan con fundar un medio de alcance local o nacional, pero aún no se atreven.
FNPI: ¿En qué contexto político nació Nómada en Guatemala?
Martín Rodríguez: En Guatemala hubo una generación de periodistas que después de la parte más dura de la guerra y con la firma de la paz en 1996 le perdió el miedo a los militares y a los políticos, y comenzó a fiscalizarlos. Eso hizo que avanzáramos muchísimo y que ahora podamos hacer el periodismo que hacemos. Había una deuda de fiscalizar a los más poderosos, que no son ni políticos ni militares sino grandes empresarios, y también fiscalizarnos entre los medios.
En 2011 me llamaron de una universidad jesuita para hacerme cargo de un medio estudiantil. Y en vez de eso les propuse hacer un medio digital y así fundé para ellos Plaza Pública. Después de tres años renuncié y fundé mi propio medio. Quería que fuera más independiente, más cool y sobre todo que lo leyeran las personas que no leían sobre política o que no estaban convencidos de la necesidad de movernos hacia una sociedad de vanguardia: una más ética, más justa, más transparente, más feminista.
FNPI: Nómada nació con el capital semilla de inversionistas y un crédito bancario que usted consiguió. En otras palabras, para hacer realidad este sueño periodístico decidió arriesgar su propio patrimonio.
MR: Eso fue lo más arriesgado. Al inicio en 2014 me dije: ‘bueno, yo tengo mucha confianza en que Nómada va a ser un medio disruptor y de vanguardia. Entonces voy a vender acciones y voy a valuar la empresa en un millón de dólares’. Comencé a decirle a empresarios, intelectuales y abogados de prestigio en mi país que compraran el uno por ciento de las acciones por 10 mil dólares, pero yo no podía pedirle dinero a la gente sin apostar también. Es mucho más convincente vender, por diez mil dólares, el uno por ciento de las acciones de una empresa que en cinco años va a tener rentabilidad si uno dice: ‘por cierto, yo también estoy arriesgando en este negocio y me endeudé con 230 mil dólares’. Todavía debo como 200 mil.
FNPI: Entonces hay que arriesgarse para convencer a otros...
MR: Si uno se arriesga es más fácil invitar a más gente a que se arriesgue, pero arriesgarse solamente con dinero ajeno no es tan convincente a la hora de vender acciones. Ahora tenemos 23 socios (Martín es el socio mayoritario).
Una de las claves al conformar la empresa era garantizar, legalmente, la independencia editorial. Un amigo abogado corporativo me ayudó a saber que en el mundo empresarial hay diferentes tipos de acciones. Entonces, los inversionistas, independientemente de que tengan una, 50 o 99 acciones, van a tener siempre tres de siete puestos en la directiva (consejo directivo) y yo, independientemente de tener el 75% de las acciones que tengo ahora, siempre voy a tener cuatro puestos. Yo tengo la presidencia y ellos tienen la secretaría para que sea todo transparente.
FNPI: Y en la práctica, ¿qué tanto han logrado mantener la independencia editorial?
MR: El responsable final de las decisiones editoriales soy yo y los socios me aconsejan en la parte empresarial. Me aconsejan, me critican o me sugieren temas en lo periodístico. Pero ellos no tienen ningún voto en el tema editorial, eso es mi responsabilidad. Son un apoyo muy importante para cuestiones empresariales, para tomar decisiones.
Por ejemplo, ahorita ampliamos el crédito y lo pasamos de cinco a 10 años para tener más flujo de caja y eso lo tiene que aprobar el consejo y yo tengo que explicarles, convencerlos. Sufro cada vez que tengo que presentarle un tema al consejo.
FNPI: Además del capital semilla de los inversionistas, ¿cómo ha sido la financiación de Nómada en estos dos primeros años?
MR: El 60% de la financiación es de subvenciones. Mi meta es que sea del 40%. Hemos tenido una diversidad de fundaciones, ONGs y gobiernos europeos, que nos han dado recursos. Ahora los que más nos dan son Ford Foundation, Open Society Foundations, Planned Parenthood, una ONG de derechos sexuales y reproductivos, y Free Press Unlimited.
Hivos fue el primero que confió en nosotros. Nos dio una pequeña subvención de 15 mil dólares para hacer una investigación sobre la cooptación de la justicia en Guatemala. También nos ha dado recursos el Gobierno de Noruega.
Aprendimos del Texas Tribune (que tiene un Festival anual sobre política y periodismo) y combinamos eventos periodísticos, con académicos y eventos lúdicos. Organizamos un TEDex Guatemala City y allí conseguimos patrocinios de Hyundai y la Embajada de EE.UU. La fiesta de aniversario la patrocinó Corona y la de Halloween, marcas de cerveza, ron, medicamentos para la resaca y cigarrillos.
FNPI. Durante el encuentro de Periodismo Joven y Emprendedor esas fiestas fueron resaltadas como alternativas creativas para financiar las nuevas iniciativas periodísticas, ¿cómo son esos eventos?
MR. A las fiestas van nuestros lectores. Además, las fiestas no son solo fiestas. Nos sirven como un espacio donde nos interrelacionamos lectores y periodistas. Me gusta mucho porque en América Latina somos sociedades absolutamente desiguales en términos de clase y de etnia. Y Nómada es uno de los espacios donde se mezclan las clases sociales. Hemos organizado tres fiestas de más de 100 personas y otros cuatro eventos.
FNPI: ¿Cómo es el equipo de trabajo de Nómada?
MR: En Nómada empezamos con cuatro periodistas y yo como periodista editor. Hemos crecido con dos diseñadoras, dos audiovisuales, dos community managers, una persona en ventas y otra en fundraising. Entonces la mitad de la redacción de Nómada no es periodista y eso nos ayuda muchísimo para las coberturas, para poner titulares, para todos los temas que cubrimos.
El 75% son mujeres y la mayoría de la redacción son más juniors. El 25% somos más seniors, es decir, mayores de 30 años. El mayor está en sus cuarenta.
FNPI: Durante el Encuentro, usted comentó que para Nómada fue un cambio abismal entender mejor las redes sociales, ¿cómo fue ese proceso?
MR. Antes creíamos que con que hubiera buen periodismo la gente iba a llegar a leernos y eso no es cierto. Solo por buen periodismo la gente no tiene por qué llegar. Tiene que llegar porque todo está, técnicamente, bien hecho: el titular, la foto, la hora de publicación. Para mí fue capital leer a Delia Rodríguez en Memecracia para darme cuenta que era responsabilidad nuestra empaquetar bien las cosas si queríamos que se vilarizaran.
FNPI: ¿A qué formatos narrativos le apuesta Nómada?
MR: La mayor apuesta es hacia video, motion graphic y diseño. Tenemos que priorizar en qué invertimos y en lo que estamos invirtiendo más es en audiovisuales, interactivos y en el equipo de ventas.
FNPI: En términos de influencia, ¿cómo está Nómada en comparación con el resto de medios de Guatemala?
MR. Guatemala tiene 3,5 millones de usuarios en internet y nosotros tenemos unas 500 mil visitas al mes. Los medios generalistas tienen entre dos millones y 3,5 millones, pero cuando yo hablaba con una directora y le contaba que un artículo de política nuestro al que le va bien tiene 10 mil visitas, me decía: ‘10 mil visitas para un artículo de política es un montón’. El 90% del tráfico de los medios de tres millones de usuarios es de artículos de tonteras. Entonces, sí hay una diferencia.
FNPI: ¿Cuáles son los hitos periodísticos que ha cosechado Nómada en sus dos primeros años de existencia?
MR. Que hayamos estado en la selección oficial del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo en dos categorías, innovación y cobertura.
El año pasado logramos cubrir la crisis política de una manera muy digna y logramos hacer que mucha gente se interesara en temas políticos por primera vez en su vida. Llegamos a tener 860 mil visitas, durante el pico de la crisis. Eso hizo que nos entrevistaran en el New York Times, BBC, Le Monde, Al Jazeera (En septiembre de 2015, el entonces presidente de Guatemala Otto Pérez Molina renunció a su cargo por denuncias de corrupción en su contra. La Fiscalía de ese país lo investiga por cohecho pasivo, asociación ilícita y defraudación aduanera).
Entre los logros periodísticos, tener una voz propia, un toque punk, feminista, fresco. Y en la parte empresarial: estar empezando a levantar las ventas. En los últimos tres meses cambiamos de estrategia. Cuando yo termine de pagar la deuda voy a vivir más tranquilo.