En 18 años, El Faro ha investigado y revelado numerosos actos de corrupción, las finanzas ocultas de presidentes y expresidentes, el pacto de un gobierno con las pandillas, la operación de uno de los principales grupos de narcotráfico, los asesinos de Monseñor Romero. La idea de ser un periódico impreso, abandonada en 2006, se transformó en una plataforma donde ahora conviven los documentales, la radio, los libros de crónicas, el foro más importante de periodismo en Centroamérica y proyectos de periodismo especializado. En el camino a la mayoría de edad, a los reportajes que fiscalizan el poder público se han sumado dos secciones que han permitido retratar y explicar, a través de investigaciones de largo aliento, la crisis de la migración centroamericana y la violencia en el Triángulo Norte de Centroamérica.