“La idea del movimiento y del cambio como la entendía Fogel es fundamental para entender el periodismo digital de hoy”

“La idea del movimiento y del cambio como la entendía Fogel es fundamental para entender el periodismo digital de hoy”

Expertos y amigos de Jean-François Fogel analizan la importancia de su figura y su legado periodístico en relación al futuro de la profesión

 
Jose Antonio González Alba

Cada cinco años la Fundación Gabo se interroga en una charla por el siguiente paso que dará este oficio. A cada una de esas citas asistía puntualmente Jean-François Fogel, pionero del periodismo digital quien falleció en marzo pasado a los 76 años, desde su pasión clarividente por el periodismo hecho en Iberoamérica y su cercanía con la Fundación desde que su amigo Gabriel García Márquez lo invitó a vincularse en 2002.

La 11ª edición del Festival Gabo ha sido el escenario de este nuevo encuentro como homenaje al periodista y ensayista francés en la voz de sus colegas y compañeros de aventuras periodísticas, a quienes inspiró como a incontables participantes de sus talleres prácticos. Un punto de encuentro periódico desde el cual seguir pensando en las nuevas audiencias o la adaptación y transformación tecnológica del periodismo, temas en los que Jean-François dejó una impronta en todo el mundo y por los que la Fundación Gabo se ha preguntado desde su origen.

Bruno Patiño, director de la Escuela de Periodismo Sciences Po en París, María Sánchez, editora sénior de narrativas digitales en The New York Times, Gumersindo Lafuente, editor de la revista de elDiario.es, presidente de la Fundación por Causa y maestro de la Fundación Gabo, y Olga Lucía Lozano, consultora y asesora de medios nacionales y latinoamericanos en áreas de innovación han sido los protagonistas de este encuentro en conversación con Jaime Abello, director de la Fundación Gabo titulado ‘Hacia dónde va el periodismo: homenaje a Jean-François Fogel'.

“Este encuentro sirve para recordar el papel, la generosidad, el compromiso de de una persona fundamental para la Fundación Gabo, donde fue maestro y donde fue un guía. Durante más de 20 años Jean-François nos hizo pensar por donde iba el periodismo, cuales eran las cosas importantes y algo que valoramos mucho: la necesidad y la flexibilidad para saber adaptarnos a los cambios, y que en el final la audiencia siempre es lo más importante”, comenzó introduciendo la conversación el director Abello.

 

El responsable de la Fundación Gabo se refirió al complicado momento por el que vive el periodismo con una campaña permanente de descrédito en muchos países de América Latina, en Europa, Asia y en diferentes partes del mundo.

Bruno Patiño, quien colaboró con Fogel durante 30 años, recordó cómo en esos inicios en que lo conoció su papel era el de reinventar los periódicos, con una “verdadera revolución” que logró imponer en la prensa francesa de finales de los noventa. Y con la clave de pensar el periodismo como un sistema de relación en su conjunto y en relación permanente con la audiencia, con su público. “Y esa idea casi filosófica le permitió entender la revolución digital mucho antes que todos los demás”, destacaba Patiño.

“No hay futuro si no hay movimiento” y “hay que cambiarlo todo” son dos de las frases a las que acudía continuamente Jean-François y que recordaba Patiño como parte de su legado. “Porque esa idea del movimiento constante y del cambio ha resultado fundamental para entender el periodismo digital que hoy estamos viviendo”.

De Fogel, Patiño destacó su inmensa cultura y calidad literaria y su voluntad por leer, leer y leer todo lo que tenía que ver con el papel del periodismo y el valor de la información para la sociedad. “Su legado en mi país es inmenso, y ahora tenemos la suerte de contar con una o dos generaciones de periodistas que aprendieron de Jean-François”, señaló Bruno Patiño.

“Antes de informar a la gente hay que saber cómo se informa la gente” es una de las claves más importantes del legado de Fogel para Patiño.

Además de resaltar su faceta como periodista liderando procesos de cambio en algunos de los medios más importantes de Francia, y de poner en valor su arriesgada decisión de abandonar una situación de privilegio como la que tenía en la prensa escrita “porque ya vaticinó el cambio que venía”, Patiño hizo mención a su faceta como profesor, de centenares de periodistas, fundamentalmente en los últimos 25 años y a raíz de su vínculo con la Fundación Gabo. 

En relación a la pasión con la que Jean-François Fogel abrazó a la tecnología y su relación con el periodismo, Patiño destacó la influencia que en el periodista tuvo Marshall McLuhan. “Le fascinó el impacto de la tecnología en un futuro cambio sociológico y hasta de la civilización”. Y puso en valor cómo le fascinaba también el impacto de la tecnología en el más mínimo detalle, a través de pasar horas y horas con programadores, desarrolladores, para comprender el sistema en su conjunto y su relación con el periodismo.

Cómo rescatar la credibilidad y cómo reenganchar a la audiencia son dos puntos clave que Jaime Abello planteó, a raíz de la intervención de Patiño, para el resto de participaciones en la mesa. 

“Era un adelantado. Una persona que sabía con antelación lo que iba a pasar en nuestro ofició”, destacaba Sindo Lafuente, para quien todo lo que tiene que ver con el manejo de sistemas y con la participación de la audiencia está relacionado hoy con la innovación tecnológica, tal y como adelantaba Jean-François. “Pensaba que la industria periodística tenía que ser, a la vez, una industria tecnológica. Porque sin manejar la tecnología no podías ser innovador periodísticamente”. Para Sindo, Fogel“asumió la tarea que no estaban asumiendo los responsables de los medios”.

“Estar abiertos a la experimentación y al cambio constante” es la clave que resume parte del trabajo de Fogel a la hora de entender a las audiencias para María Sánchez, quien trabaja con éstas en The New York Times. Y es que para María la actual etapa no va a cambiar por lo que debemos de estar alineados en una “cultura permanente de la experimentación, y esa cultura del cambio la representaba mejor que nadie Jean-François”.

Para Olga Lucía Lozano, la clave del futuro del periodismo es que el único camino para sostenerse reside en el criterio de que lo que ofrecemos es lo mejor que se puede hacer siguiendo la ética y los valores de la profesión. “La gente confunde el futuro del periodismo con el futuro de los medios. Normalmente nos quejamos más de los medios que de los periodistas. La parte fundamental es demostrarle a la gente que puede confiar en nosotros”, destacó la también maestra de la Fundación Gabo, entre el aplauso generalizado del público asistente. “Hagamos lo que hagamos, reinventemos lo que reinventemos, que sea con ética y para poner en valor el periodismo. Porque el sentido de la innovación es defender lo que somos”. 

“La militancia del periodismo tiene que ser la verdad”, continuó Olga Lucía a la hora de hablar del ‘periodismo desinteresado’ al que se refería Jean-François. “El periodismo tiene una responsabilidad que es construir un relato, rico, profundo, inteligente y verdadero”.

La periodista también vaticinó alguno de los posibles desafíos del periodismo en el largo plazo de unos años. Por ejemplo, todo lo relacionado con la red sensorial y de los distintos sentidos a la hora de acceder al periodismo y a la inmersión más profunda con la información. “Por ahí va a estar el trabajo del futuro”: internet todavía no lee emociones “por lo que vamos a seguir contando con una inteligencia artificial un tanto predictiva, que va a depender de tus gustos pasados”. Porque la obligación del periodismo es que “el algoritmo ajeno no nos domine”. “Quien no tiene una estrategia es preso de la estrategia de otro, y el periodismo ha sido preso de la estrategia del conocimiento de otros en los últimos 20 años”, destacó Lozano.

Lafuente resaltó el estado de negación continúo de los responsables de los medios a comienzos de la década de los dos mil, cuando poner en marcha un blog era poco menos que motivo de risa o burla para los periodistas, o la negación de la influencia cuando aparecen las redes sociales. “Y poco después eran capaces de enamorarse de lo mismo de lo que se reían, sin entender realmente cómo funcionaba aquello”. Para Lafuente, la inteligencia artificial puede suponer otro paso más, “uno más”, de desintermediación con las audiencias. “Se recupera la credibilidad y la atención de las audiencias estando comprometidos con sus derechos y con sus necesidades”. 

El valor de la ética es también en este punto fundamental, porque según Lafuente “estamos dando por periodismo ejemplos de lo que en realidad es propaganda, y que no resisten el más mínimo análisis de rigor de la profesión”: ‘las narrativas interesadas’, como las llamó Jaime Abello. “Y precisamente esas narrativas interesadas no tienen problemas de sostenibilidad. Porque hay alguien detrás que las paga. Y los periodistas tenemos que revelarnos ante eso”, agregó Lafuente.

Para concluir, María Sánchez Díez apuntaba también el debate sobre qué valor tiene el periodismo de calidad, riguroso, ético, en plataformas y redes sociales que no están optimizadas para premiar ese tipo de contenido editorial y que lo que premian es lo emocional, los sesgos y el reforzamiento de tus ideas.

 

Sobre el 11º Festival Gabo

El Festival Gabo es organizado por la Fundación Gabo, que, inspirada en los ideales y la obra de Gabriel García Márquez, busca promover espacios de reflexión y debate y exaltar el periodismo ético, riguroso, innovador y de servicio público.

Este año, en su undécima edición, el Festival Gabo regresa a Bogotá. Bajo el lema #TodosEnLasHistorias, hace una invitación a habitar las historias, reconocerlas como punto de encuentro donde coexisten múltiples voces y donde podemos construir un relato colectivo que nos acerque al mundo que soñamos.

El 11° Festival Gabo es posible gracias  a la alianza de la Fundación Gabo con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina, y la alianza de la Fundación Gabo con la Alcaldía Mayor de Bogotá a través de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte (SCRD), su dirección de Economía, Estudios y Política (DEEP), y la Red Distrital de Bibliotecas Públicas (BibloRed).

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