La forma en que los periodistas tratan la información contribuye a descubrir y a dar voz a nuevas perspectivas, desafiando estereotipos y reflejando de manera más fiel la realidad diversa de cada historia
En los últimos años el aumento de medios digitales y periodistas que tratan y cubren temas LGBT+, relacionados con la perspectiva de género y la identidad sexual, ha sido exponencial. La diversidad, de hecho, es una de las señas de identidad que representan a estos nuevos medios nativos que han surgido en la región. Así lo destacaba el profesor y catedrático de la Universidad de Navarra, Ramón Salaverría, en cuanto a la agenda propia y las redacciones inclusivas, en el seminario ‘El periodismo nativo digital en Latinoamérica’, celebrado este mes de junio por la Facultad de Comunicación de la UPF de Barcelona.
Tal y como se afirma en la guía sobre ‘Diversidades en las nuevas redacciones’, elaborada por la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa), este proceso también se dio en otros aspectos de la agenda de diversidad, y muchos medios argentinos conformaron en los últimos años áreas y cargos dedicados a la diversidad o al enfoque de género en sus redacciones o en las coberturas informativas.
Un ejemplo lo tenemos en las acciones realizadas por grupo Clarín para sus medios: desde 2015, realizan un informe de sustentabilidad que les llevó a crear un comité interno de diversidad que está a cargo de las áreas de RRHH de cada una de las unidades de negocio. Y definieron transversalizar la perspectiva de género en las coberturas por lo que el grupo incorporó a su primera editora de género, y luego se dispuso el mismo rol para los noticieros de TN y Canal 13.
El auge de los temas con enfoque de género se postula como una tendencia periodística, de hecho, importante. Un estudio internacional del grupo de investigación Join Demos, citado por el blog del Máster de Innovación de la Universidad Miguel Hernández, la diversidad y el enfoque de género en el periodismo se encuentra entre las principales innovaciones de la última década.
Sin embargo, pese a este aumento y avance, la brecha de la realidad con lo que se muestra en los medios aún es significativa a la hora de conseguir una sociedad más igualitaria desde la perspectiva mediática. Porque el periodismo debe ser tan incluyente y diverso como las realidades que existen y que debe contar: un ejercicio cuyo fin social debe contribuir para mostrar un relato más justo y profundo de esta temática, alejándose de la narrativa que ahonda en los estereotipos, los prejuicios y la discriminación.
“El periódico, como medio y formato tradicional, ha caído muchas veces en el sensacionalismo, ciñéndose sólo a titulares potentes que generen consumo masivo. Los medios que se valen de estas herramientas resultan ofensivos y discriminatorios, siendo los temas asociados a personas LGBT+ tratados sin respeto. El continuo trato diferenciado, la vulneración y la reproducción de la violencia hace que la opinión pública y el sentido común sobre los derechos de este sector de personas no sea igualitario. Por lo que el uso de un lenguaje inclusivo para mejorar los procesos de producción de una buena calidad de información es esencial para erradicar la discriminación y violencia”, se destaca en la guía sobre temática LGBT+ para medios y periodistas de Promsex.
En otro reciente estudio de la empresa de publicidad Teads, en la que participaron casi tres mil personas de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Perú en 2022, se muestra que aún queda un largo camino por recorrer en América Latina para avanzar definitivamente en la diversidad e integración, destacando que un 23% de los encuestados considera que los esfuerzos de los medios y marcas para promover los derechos de la comunidad son insuficientes y un 34% cree, incluso, que dichos medios y marcas encasillan a estas personas en estereotipos.
“Cualquier periodista puede ser un activista, pero no todo activista puede ser periodista”, destacaba el periodista Cristian Alarcón, como editor de la revista Anfibia, durante el ‘Taller de crónica queer: cómo narrar sexualidades disidentes’, realizado durante el Festival Gabo 2018. Hasta hace no mucho, era difícil distinguir entre periodismo y activismo. Hoy esa distinción sí es más evidente, aun teniendo claro que el periodista puede ser activista a través del impacto de su trabajo.
Inicia en @ParqueExplora el Taller de crónica queer: como narrar sexualidades disidentes con @alarconcasanova de @revistaanfibia #FestivalGabo2018 pic.twitter.com/5AXejh6jj0
— Premio Gabo y Festival Gabo (@FestivalGabo) October 3, 2018
En relación a ello, Diego Pérez Damasco destaca que “uno no puede hacer periodismo desde una perspectiva contraria a la de los derechos humanos. El activismo y el periodismo son dos bandos distintos pero pueden ser complementarios”, explicó el autor de Imparables, sobre la relación entre activismo y periodismo en un evento organizado por Distintas Latitudes.
Cuando se habla de tener un enfoque de género en los medios de comunicación suele ser común pensar en secciones dedicadas a temas de mujeres o medios con perspectiva feminista. Sin embargo, hablar de perspectiva de género tiene más que ver con entender el género como una categoría que atraviesa todas las secciones y todo el ejercicio del medio, para que todos los contenidos que se produzcan sean tratados con dicha perspectiva.
En el presente artículo hacemos una recopilación de algunos (no están todos los que son, pero sí que son todos los que están) de los medios que desde el prisma más periodístico y de función de servicio público, más allá del activismo, cubren temas LGBT+. Y con la visión de varios periodistas expertos en la materia, se analiza cómo se han incorporado estos temas a la agenda de los medios, así como errores habituales que se siguen cometiendo en su cobertura.
Algunos de esos medios se detallan en la ya citada publicación ‘Imparables. Radiografía de organizaciones, medios de comunicación y estado de los derechos de las comunidades LGBTI+ en América Latina’ de Diego Pérez Damasco, periodista y editor de Distintas Latitudes, donde se detallan sus características y el tipo de coberturas que realizan, así como en el especial recorrido que el mismo medio realiza sobre proyectos informativos LGBT+ en América Latina.
Medios LGBT+
Desde que surgió en 2012, Homosensual se ha consolidado como uno de los medios LGBT+ más exitosos de América Latina, en cuanto a alcance e interacción con sus audiencias.
Según sus fundadores, su secreto ha sido explotar un nicho de oportunidad que hasta su surgimiento estaba desatendido en México y en la región, logrando importantes niveles de interacción con sus audiencias a través de mensajes positivos, “porque todo lo que había en México o era activismo o eran contenidos fatalistas”.
De los más reconocidos, emblemáticos y citados por expertos es Agencia Presentes, medio que cubre de manera profunda, ética y constante el acontecer en temas LGBT+ desde 2016, primero desde su sede original en Argentina, y después con corresponsales prácticamente en toda la región y en países como Chile, Perú o Paraguay. “No solamente han apostado por un periodismo de profundidad en estas temáticas, sino que han marcado la pauta en términos de capacitación y en la creación de espacios de sensibilización para medios y periodistas de toda índole en cuanto a periodismo con perspectiva de género y con perspectiva de derechos humanos”, destaca Jordy Meléndez, de Distintas Latitudes.
Sentiido, de Colombia, es un medio especializado desde 2011 en aportar conocimiento sobre diversidad sexual y de género, con contenidos que respondieron a las preguntas que se hacían como equipo y a investigar, desde su propio desconocimiento, sobre temas LGBT+ para entender cómo existían la diversidad sexual y de género en la cotidianidad de las personas. Además, desde el punto de vista de la innovación, realizan una importante apuesta por los nuevos formatos, grandes reportajes, ilustraciones, gráficos y una destacada presencia de lo visual para mostrar la realidad de sus contenidos.
Para evitar abordar temas LGBT+ desde la polarización, María Mercedes Acosta, cofundadora de @Sentiido, aconseja dejar de lado las dicotomías que podrían derivar en la simplificación o banalización de las problemáticas. pic.twitter.com/8ECsZZsWyi
— Red Ética Periodística - Fundación Gabo (@etica) June 28, 2022
Su cofundadora, Lina Cuéllar, lamentó recientemente un dato preocupante a su parecer, durante el panel sobre orientación sexual de la Primera Conferencia Latinoamericana sobre Diversidad en Periodismo que organizó el Centro Knight para el Periodismo en las Américas, como es “la poca o nula formación en temas de diversidad en las universidades, y mucho menos respecto de temas LGTBQ+”.
ElSalvadorG es un portal informativo que comenzó como un boletín distribuido por correo electrónico y que desde 2009 se sitúa como medio nativo de referencia de la comunidad LGBT+ en El Salvador, con los grandes objetivos de la visibilización, la educación y la investigación.
Revista Closet, en Chile, es una revista digital y portal de noticias LGBTIQ+ que pretende comunicar “el acontecer nacional e internacional vinculado a la comunidad lésbica, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti, intersexual, queer y todas las letras de los colectivos que se sumen a esta fascinante colectividad”.
Reveladas, en Argentina, nace en Rosario como proyecto de comunicación feminista “con el objetivo de construir una sociedad más justa, democrática y solidaria ante el momento histórico que vivimos con el movimiento de mujeres, lesbianas, travestis, trans y no binaries ocupando un rol protagónico en nuestro país, marcando la agenda política y ocupando masivamente las calles, al grito de Ni Una Más”
Feminacida, también en Argentina, ha dispuesto recientemente, junto con Posta, de Ecuador, el pódcast titulado ‘Identidad de género: 10 años de una reparación’ una producción por el aniversario de la sanción de la Ley 26.743 de Identidad de Género con la que se comenzaba a saldar “una deuda histórica con el colectivo travesti trans”.
O LatFem, medio nativo feminista reconocidas dentro del movimiento ‘Ni una menos’ con la mirada de sus contenidos en las desigualdades de género, clase y raza con contenidos de calidad, y apostando por las narrativas digitales a través de coberturas de video, crónicas, grandes reportajes e investigaciones e infográficos. También se dedican a la creación de productos culturales de circulación masiva como libros, discos e ilustraciones.
Edicion Cientonce, en Ecuador, pretende desde el periodismo analizar a profundidad las diversas realidades y problemáticas de la población LGBT+ para “rememorar la lucha que se inició en los 90, vigilar el cumplimiento de derechos e interpelar al poder por los derechos que aún no garantiza, para otorgar espacios a quienes siempre han tenido voz pero han sido invisibilizados por las narrativas hegemónicas”.
#COLUMNAS | "#Heartstopper ha tocado una fibra sensible en mí, o más bien en el adolescente que fui y que tuvo que reprimir sus emociones durante toda su vida colegial". Lee más en https://t.co/vtSSnYGkjy pic.twitter.com/ayiPQQjNZu
— EdicionCientonce (@EdCientonce) May 4, 2022
También en Ecuador, La Periódica es un medio reciente que sueña “con hacer una comunicación cercana a las demandas sociales, a la realidad de las niñas, niños, mujeres y personas LGBTIQ+”.
En México, en una de las zonas más conservadoras del país, nació Altavoz LGBT, para contar las noticias más relevantes para la comunidad LGBTI+en el país.
Desastre México ha sido uno de los medios exclusivamente LGBTI+ que ha sobrevivido, pese a las dificultades de sostenibilidad del nicho. Se define como un medio que busca empoderar a las personas LGBT+ por medio de la investigación, documentación y generación de información, para que puedan hacer exigibles sus derechos.
Muy Waso nace como la primera revista digital con perspectiva feminista, de igualdad y diversidad en Bolivia, “con un periodismo innovador y creativo, una mirada popular y diversa, a través de un periodismo independiente y autogestionado”.
En Honduras nace Reportar sin miedo, organización periodística sin fines de lucro que se dedica a verificar hechos, investigar y combatir las noticias falsas por medio de la investigación periodística y de actualidad, y con contenidos innovadores que afectan a las personas jóvenes, LGBT+, mujeres, migrantes, discapacitados, poblaciones originarias y afrodescendientes, con el objetivo de fomentar la participación, inclusión diversidad y transparencia en temas de acceso a la justicia, derechos humanos, derechos sexuales…con enfoque interseccional.
Ampliando el foco hacia España, entre los proyectos más destacados que abordan la diversidad sexual o la identidad de género se encuentra la revista Pikara Magazine, que se define como una publicación que aborda todo tipo de temas sociales, políticos y culturales “con una mirada feminista”. En su apuesta editorial, la revista practica “un periodismo de calidad, con perspectiva feminista, crítico y transgresor”.
En efecto, el movimiento #MeToo supuso un impulso definitivo para la apuesta de la perspectiva feminista y de diversidad en los medios. De hecho en los últimos años se han nombrado directoras de género en El País o eldiario.es.
Son muchos más los ejemplos. EgoCity, como medio digital y como única revista impresa LGBT+ de Colombia, Lo Normal, un podcast LGBT+ de la Cadena Ser… La variedad es enorme. “Son medios que imprimen una mirada, que buscan fuentes diversas y se preguntan sobre las desigualdades que nos atraviesan en los diferentes territorios. Tienen en común una apuesta a coberturas con una visión interseccional de los derechos humanos y un trabajo colectivo. Y creo que esa es la gran diferencia en no poder señalar sólo un medio que esté haciendo “las cosas bien”, ya que ampliar la manera de mirar, pensar y entender el mundo se da de forma colectiva y desde distintos puntos de vista”, destaca Naimid Cirelli, director de comunicación de SembraMedia.
Cobertura desde medios tradicionales y masivos
“En general, los medios masivos y tradicionales siguen teniendo tremendas áreas de oportunidad. Por supuesto que existen espacios de opinión, columnas, programas o segmentos específicos que pueden tener una visión más atenta y menos sensacionalista, pero usualmente prima el desconocimiento, la exotización, la revictimización o la espectacularización en sus contenidos”, destaca Jordy Meléndez.
“En el caso de medios generalistas hay una búsqueda de ampliación de las agendas e inclusión de otras perspectivas en los últimos años. Hemos visto casos de alianzas entre medios más tradicionales y nativos digitales en una apuesta a incluir no sólo otras miradas sino innovar desde los formatos y las narrativas. Hay una búsqueda de formación: Cosecha Roja y Revista Anfibia impulsaron una beca donde se formaron más de 113 periodistas en perspectiva de derechos humanos de medios como El Espectador, El País, eldiario.es, La Tercera, o El Surti creó Latinográficas, que también está formando una generación de periodistas visuales con una perspectiva de comunidades que genera mayor impacto”, señala Naimid Cirelli.
“En los últimos años los medios de comunicación generalistas han comenzado a ser cada vez más conscientes de la importancia de deshacerse de prejuicios a la hora de informar sobre la comunidad LGTBIQ+. Hoy se tiene mucho más cuidado a la hora de informar, tanto en lo relacionado con el lenguaje, como en las temáticas escogidas. Sin embargo, echo en falta secciones o publicaciones que se dediquen exclusivamente a tratar estos temas”, destaca Mailen Ferreira, periodista de ElDiario.es
El periódico nativo y generalista de referencia en España cuenta por ejemplo con el blog Micromachismos, que rastrea y denuncia machismos cotidianos muchas veces normalizados o con Desalambre, sección dedicada a los derechos de las personas migrantes y, en ambos casos, tanto como en la sección de Sociedad, se trabajan temas sobre libertad sexual, diversidad de género e inclusión.
Sobre cómo se integra también desde medios nacionales e incluso públicos, tenemos también el caso de la cadena de televisión pública en España, RTVE, que este año participa por primera vez en el Orgullo de Madrid con su propia carroza emitiendo por primera vez en La 1 en directo la marcha de Madrid, y también con cobertura especial durante toda la semana en La 2, RNE (la radio pública) y RTVE Play (la aplicación móvil).
María del Monte y Boris Izaguirre serán los presentadores de la primera retransmisión de la manifestación del Orgullo LGBTI de Madrid que emitirá RTVE el sábado 9 julio. pic.twitter.com/YLig9r7Twi
— Marc Mata (@marcmata13) June 29, 2022
Sin salir de España, El País ofrece como producto digital una newsletter titulada ‘El País Femenino’, donde se abordan todo tipo de temáticas relacionadas con la diversidad de género y la identidad sexual, así como otro boletín sobre las luchas y logros del feminismo en América. O en formato audio, con el podcast Estirando el chicle, de Podium Podcast, ganador del último premio Ondas, y que se ha convertido en referente para muchas mujeres y para el colectivo LGBT+.
“La incorporación de estos temas a los medios tradicionales es siempre minorizada, y es dependiente de un conjunto de variables. Por ejemplo, caso de ataques homofóbicos y transfeminicidios en particular, o cuando hay un ataque en calles céntricas de la capital a dos varones gays… entonces sí que hay garantía de cobertura en medios tradicionales. También depende de la clase social a la que pertenecen las víctimas. Por el contrario, los travesticidios o transfemicidios, no tienen esa cobertura ni por asomo en medios grandes. Para que la tengan hoy debe de haber un clamor mucho más fuerte, como con el caso del varón trans desaparecido hace más de un año, Teruel de la Torre. Es en general una cobertura errática, culposa, y muy lateral”, denuncia Franco Torchia, periodista de La Once Diez, radio pública de Buenos Aires.
Torchia conduce el programa ‘No se puede vivir del amor’, recientemente el único espacio sobre diversidad sexual que se emitía diariamente en el mundo (desde hace poco su periodicidad es semanal).
Él señala que hay algunas cosas destacables que se están empezando a hacer, como Infobae, el medio de noticias en español más leído en Latinoamérica, con una cobertura LGTB desde hace poco tiempo para toda la región. “Era hora de tener un punto de vista regional”, destaca. O el Suplemento Soy, de diversidad sexual, que desde hace 15 años se publica en el diario Página 12, un medio de distribución masiva en Argentina.
Sobre la cada vez mayor pero aún insuficiente cobertura en medios tradicionales también se manifiesta Andrea Momoitio, de Píkara Magazine, destacando de dónde surge en la mayoría de las ocasiones esta apuesta en estos medios. “El movimiento ha empujado en esa línea en los últimos años. Pero tiene que ver también con lo precario y las dinámicas del sector, como en nuestro caso, donde te diría que el 90 por ciento de los temas en Píkara son de periodistas freelance porque somos un equipo muy pequeño”.
“Todavía es un desafío para los medios tradicionales. Estamos mejor que hace unos años pero aún estamos lejos de llegar al lugar que queremos, por ejemplo con información que nos permita romper con estereotipos. Confiamos en que las nuevas generaciones están demandando otras formas de contar historias y también otras formas de trabajar y que eso va a ayudar a cambiar las redacciones”, señala Lucía Cristallo, de la Incubadora de Liderazgo de Chicas Poderosas, quien destaca a medios como Red/Acción, en Argentina, que buscan posicionarse desde un periodismo más humano.
Chicas Poderosas es una comunidad global que promueve el cambio inspirando y fomentando el desarrollo de mujeres y personas LGBTTQI+ en medios de comunicación y creando oportunidades para que todas las voces sean escuchadas. La Incubadora de Liderazgo que promueven, ahora en su segunda edición, busca crear entornos de trabajo más inclusivos y diversos con foco en liderazgos colaborativos, narrativas con enfoque de género y metodologías de innovación y promover la diversidad e interseccionalidad en el ecosistema mediático y el liderazgo de mujeres y personas LGBTTQI+ en el periodismo.
Nicol se quedó sin trabajo en la pandemia. La necesidad la llevó a prostituirse. Gracias al apoyo de organizaciones que luchan por los derechos LGBTTQI+, logró transformar su vida.
Un proyecto de @quedigital1 con apoyo del #FondoDeRespuestaRápida. https://t.co/GQqkoTgkkq pic.twitter.com/itVQfh5Bgr— Chicas Poderosas (@poderosaschicas) June 22, 2022
En esta cobertura de grandes medios tradicionales o masivos, Infobae cuenta con una sección especial y con temáticas del tipo celebrar el Orgullo en tiempos de radicalización anti-LGBT+, reciente de estos días, donde se analizaba cómo la aparición de nuevos movimientos reaccionarios, que manifiestan sus posturas LGBT-fóbicas cada vez más explícitamente, debe ser motivo no solo de preocupación, sino también de reflexión sobre qué tipo de representaciones y resistencias estamos priorizando.
Isabela Ponce, de GK Ecuador, medio generalista pero con enfoque en género y derechos humanos, así como en medio ambiente o transparencia, nos cuenta cómo es la cobertura que realizan desde su medio. “Nuestra cobertura LGTBI es transversal, constante, ya que no sólo nos atenemos a fechas conmemorativas, y está en constante crecimiento”. A través de nuevos formatos y narrativas, como reels y cómic, tratan de explicar casos complejos con una línea estratégica focalizada en grandes objetivos: educar, reaccionar y contextualizar, cuestionar y construir memoria.
Los errores en el tratamiento
La Fundación Gabo y la organización Dejusticia se unieron para impartir el taller ‘Contar la diversidad: cómo cubrir noticias e historias LGBT’, con el apoyo de las organizaciones Sentiido, Colombia Diversa y Agencia Presentes, en el marco del Festival Gabo 2020.
En este, se explicaban algunos de los principales errores en los que incurren los medios tales como exotizar las identidades travestis y trans con el fin de generar morbo, invisibilizar las violencias contra personas LGBT+, usar un enfoque estigmatizante de las noticias, no usar la terminología adecuada, no incluir suficiente contexto en las historias, hablar del pasado de una persona trans (incluido su nombre anterior) innecesariamente o equiparar una orientación sexual o una identidad de género con un estilo de vida, entre otros.
“En los medios tradicionales, y en muchos digitales, sigue estando presente la exotización de la comunidad, el presentar cualquier noticia, positiva o negativa, como si fuera lo más inusual del mundo, además de la revictimización, el misgendering –nombrar, con dolo o por desconocimiento, a las personas con pronombres distintos a los de su identidad de género–, el sensacionalismo o la espectacularización en sus contenidos”, destaca Jordy Meléndez.
Naimid Cirelli piensa que muchos medios “siguen realizando coberturas revictimizantes, consultando siempre al mismo tipo de fuentes, con estereotipos de género y manteniendo una mirada poco sensible a los temas que movilizan a cientos de comunidades. Por ello, creo que son tan valiosas las experiencias como Revista Anfibia, que no buscan saldar las discusiones en el ámbito público, sino que amplían, brindando nuevas reflexiones, dando lugar a otras voces e ideas”.
“En las redacciones –y antes de llegar a ellas, en las universidades– se debería formar a los periodistas en la igualdad y el respeto para que no exista ningún tipo de discriminación en sus informaciones”, alude Maialen Ferreira, quien continúa señalando que “dentro del paraguas LGTBIQ+ hay muchas realidades diferentes y tampoco se les da el mismo peso mediático a unas que a otras”. Y para ello expone un caso concreto a partir de una vivencia personal: “Hace un año estuve trabajando en un artículo sobre la falta de métodos anticonceptivos para mujeres que practicaban sexo con otras mujeres y me sorprendió la poca información acerca del tema en medios de comunicación. La bisexualidad también es una de las grandes desconocidas en los medios de comunicación y puede que una de las más estigmatizadas y menos comprendidas. En el caso de la información sobre personas transexuales también hay mucho desconocimiento y el hecho de que un medio de comunicación no logre informar de una manera adecuada sobre ello puede llevar a que los prejuicios y la desinformación de la sociedad crezcan, haciendo la vida de estas personas mucho más difícil de lo que ya es”.
“El periodismo en diversidad sexual ya es una especialidad muy simplificada y arrinconada, por lo que poner a escribir estas cuestiones a personas ajenas en todo orden es el error más importante. No porque no lo puedan hacer sino por la ausencia de formación al respecto”, piensa Franco Torchia.
“Se nos sigue colocando en el lugar de eternas pioneras y muchas historias que se cuentan tienen que ver con la excepcionalidad, con el éxito concreto en algo de su vida o con la violencia”, destaca Andrea Momoitio.
En similares términos se manifiesta Lucía Cristallo. “En general las historias que se cuentan son tristes o revictimizan a las personas LGBTTQI+, en parte por falta de personas expertas dentro de esos espacios. Las noticias se abordan con poca profundidad y no son representativas. Tampoco se utilizan fuentes de personas que se identifiquen LGBTTQI+ y eso profundiza la problemática”. Además, incide en la cuestión de la representatividad profesional. “Es difícil encontrar espacios seguros de trabajo que permitan que las personas de estas comunidades puedan desarrollarse profesionalmente, y por lo general, no llegan a puestos de tomas de decisiones que ayuden a contar esas historias desde una perspectiva de derechos e inclusiva”.
En el taller antes referido del Festival Gabo 2020 los ponentes compartieron algunos consejos para cubrir historias sobre temas LGBT+, como el respeto al nombre y la identidad de género de las personas trans, preguntar directamente a las personas cómo quieren ser identificadas, en países y regiones donde la palabra “travesti” tiene una connotación peyorativa, evitar usarla, preguntarse para cada noticia si es necesario mencionar la orientación sexual (LGB) o la identidad de género (T) de la persona o si, por el contrario, esa mención se presta a reproducir estereotipos, informarse y capacitarse con organizaciones LGBT+ sobre los asuntos que conciernen a estas poblaciones en cada país o poner el eje en las historias, contando vidas para contar tramas sociales, culturales y políticas.
Para contribuir a mejores coberturas periodísticas y a redacciones cada vez más inclusivas, la Fundación Gabo también lidera la campaña ‘Ni un paso atrás’, a través de la cual se une a la celebración del Mes del Orgullo LGBT+ con un despliegue de lecciones, recursos, herramientas, reflexiones y referentes sobre cómo entender, abordar y contar historias que involucren y visibilicen a la población LGBT+.