El XVIII Foro Eurolatinoamericano de Comunicación ha llegado hoy a su fin tras un interesante debate sobre las ventajas y los inconvenientes del acercamiento del periodismo tradicional a las redes sociales. En esta línea, los periodistas Jorge Zepeda, Director general del portal Sinembargo.mx; Montserrat Domínguez, Directora de El Huffington Post; Leonardo Cavalcanti, Editor de política de "Correo Braziliense"; Montserrat Lluis, Subdirectora de "ABC"; y Pere Rusiñol de Revista Mongolia; han expuestos sus ideas, algunas más positivas que otras, acerca de las expectativas y los retos pendientes de la función periodística. En un contexto de crisis europea, el periodismo español se está viendo afectado por continuos recortes de sus plantillas como una víctima más de la situación económica por la que atraviesa el país. Además, esa crisis convive con otra de distinto calado y más global: las nuevas tecnologías están cambiando los modelos de comunicación. Esta doble preocupación se ha hecho evidente en las palabras de los ponentes. Así, Zepeda ha considerado esta crisis como una "ruptura de las plataformas de la comunicación porque el actual modelo está quebrado y eso es irreversible". El periodista mexicano ha hecho una valoración más negativa que el resto de sus compañeros de profesión, al parafrasear a otro profesional de los medios: "no importa las mejoras que hagamos, estamos condenados"; a esto ha añadido que "el espacio construido por los periodistas ya apestaba". Al hilo de este asunto, ha considerado las redes sociales como un "espacio público" con nuevas voces "que pasan de nosotros y como no actuemos rápido, vamos a desaparecer". Por su parte, Montserrat Domínguez ha expuesto una ponencia algo más esperanzadora, al definir las redes sociales como "una herramienta de comunicación tremendamente útil". Esta idea ha sido una de las principales conclusiones a las que se ha llegado tras el foro abierto, donde además se ha ratificado por todos que el futuro de la profesión pasa por saber ofrecer y vender un periodismo "de calidad" e "independiente" de los poderes políticos y empresariales, porque ese tipo de periodismo "es más necesario ahora que nunca". Domínguez ha señalado la "dependencia de los periodistas" como causa de la crisis que ahora sufre la profesión: "los medios tradicionales estaban demasiado contaminados por el poder y la gente ya busca otras cosas". A lo que ha añadido: "Tenemos que abrir nuestros oídos para entender qué está pasando". El hecho de que el periodismo ha respondido "tarde" a las nuevas tecnologías y la necesidad de acercarse a ella para aprovechar sus oportunidades ha sido una idea común entre los ponentes. Asimismo, Pere Rusiñol ha enfatizado un concepto que él entiende como clave en este proceso de cambio: "hay que transformarse pero según nuestro modelo de negocio, porque redes y medios son dos espacios distintos y complementarios". A su juicio, lo que amenaza al periodismo no son las redes sociales, sino la entrada de la banca en el accionariado de los periódicos, "algo que los condiciona totalmente". Leonardo Cavalcanti han añadido otros temas de discusión al afirmar que "el papel está muerto y el periodismo tradicional perderá la guerra si no es capaz de demostrar el valor de sus noticias". Por último, Montserrat Lluis ha contextualizado su desconfianza en las redes sociales, sin dejar de admitir que "no son medios de comunicación de masas, pero sí una vía de información y entretenimiento muy útil para el periodista".