Para el segundo día del taller, el maestro Alvaro Sierra retomó un tema tratado en la primera sesión, el referente a la manera como la prensa de América Latina, con algunas excepciones de diarios en Brasil y Argentina, dan muy poca cuenta de los hechos que ocurren con sus vecinos y en general de las grandes noticias internacionales referentes al tema del narcotráfico. Dos elementos más se suman a esa discusión: el hecho que la prensa de nuestros países no le dé tratamiento a los temas que sobre este asunto surgen desde Estados Unidos, así como el uso permanente de estereotipos y temas clichés para abordar el fenómeno. Vale decir también, que la prensa estadounidense tampoco le da mucho espacio a los hechos que sobre el narcotráfico ocurren en América Latina, muy a pesar que es ésta la región eje y fundamental de la producción de drogas, en particular de cocaína, y de que ha venido aumentando los consumos de estas sustancias ilícitas, así como al hecho de que es un centro importante de diferentes formas de tráfico, incluido el de las drogas ilícitas. Un elemento más sumado a la discusión en este segundo día del taller fue el denominado "efecto globo", que no es otra cosa que los actos reflejos o las movilidades que experimenta el tráfico de drogas, desde el cultivo hasta la interdicción, para sobreponerse a las políticas de lucha contra este fenómeno. En ese sentido y a manera de ejemplo, el "efecto globo" no sólo toca aspectos como la producción, sino también asuntos como el transporte, lo que ha introducido en los últimos años cambios en las rutas del narcotráfico y un abanico de variables posibles para llevar a los destinos del consumo las drogas que se producen en la región. Como sugerencia, Sierra propuso a los participantes y por extensión a quienes trabajan el tema de las drogas ilícitas desde la prensa, que aborden el fenómeno también desde la crítica a las políticas de los gobiernos y a las decisiones judiciales para enfrentar el asunto, en busca de miradas mucho más amplias del fenómeno y, porque no, que toquen aspectos de la geopolítica internacional. A manera de ejemplo, el maestro sugirió a los periodistas ecuatorianos cuestionarse si con la salida de los estadounidenses de la base militar de Manta se habrían incrementado o no los vuelos clandestinos o el zarpe de lanchas rápidas cargadas con drogas desde esa zona del país hacia Centroamérica. Sierra partía de la idea de que el tema del tráfico de drogas ilícitas no es regional sino global, razón por la cual las decisiones y las acciones para enfrentar el problema generan efectos en unos y otros países, no solamente sobre los productores y consumidores. Resultó importante en la jornada destacar que uno de los aspectos más complicados del cubrimiento del tema del tráfico de drogas es el que se refiere al lavado de activos, tanto por las complicaciones para recabar información, como por los peligros que genera. Sin embargo, el maestro sugirió a los reporteros estar muy atentos a los "indicios" que delatan cambios en la cotidianidad de una pequeña ciudad, al surgimiento -por ejemplo- de comercios, el auge inusitado de la construcción o a los flujos inesperados de grandes sumas de dinero. Cabe resaltar que es también importante no fiarse de rumores y evitar caer en conjeturas sobre el surgimiento de la problemática en cuestión y buscar mecanismos para establecer los orígenes y movimientos que puedan agitar el panorama de una ciudad, población o región. Sierra sostiene que las coberturas en la región sobre el tema del tráfico de drogas ilícitas operan con la misma lógica con la que se hace cubrimiento anual de los huracanes, es decir que suele tener temporadas en las que está en las portadas o tapas de los diarios, o es el tema de apertura de los telenoticieros o los programas de radio y otras en las que desaparece de las agendas periodísticas. En este punto, el maestro también sugirió, a quienes se encargan del tratamiento de estos temas, mantener un control sobre sus propias publicaciones, sujeto a una temporalidad, de manera que sea posible determinar si los enfoques son los correctos, si se está o no repitiendo el mismo tema, si se hacen usos repetidos de fórmulas narrativas, si es recurrente uno o varios personajes en esos reportajes, si varían o no las fuentes, a fin de introducir una suerte de control y depuración sobre el trabajo propio. Unos de los temas débiles en esa cobertura del fenómeno del tráfico de sustancias prohibidas es el referente a los temas del consumo. En parte, porque se ha instalado en el imaginario colectivo que una cosa es la lucha antinarcóticos que obedece a lógicas policiales, y otra distinta el tratamiento a los adictos, así sea desde la perspectiva de problema de salud pública o sometida a la represión legislativa y el encarcelamiento de los consumidores. Un elemento más en este punto es la poca o casi nula mirada que desde la prensa se tiene a fenómenos como el aumento de los consumidores o los cambios repentinos de productores como en el caso de Canadá y sus cultivos hidropónicos de marihuana cuyo producto final es toda una sensación en Australia. En el imaginario colectivo de la prensa, Canadá no está en el radar de los países productores, sino del lado de los consumidores. Un par de elementos más, respecto de los tratamientos que la prensa le da al fenómeno, resultan ser de un lado el rompimiento con las narrativas del problema más allá del asunto policivo en busca de miradas más sociales y si se quiere antropológicas del asunto, privilegiando temas como las influencias culturales derivadas del narcotráfico, en aspectos como la música o incluso en la estética femenina y los conceptos de belleza, por citar un par de ejemplos. El otro elemento es la desconexión entre las investigaciones académicas y la producción periodística. Los periodistas, sugiere Sierra, deberían tratar de equilibrar el cubrimiento con la ampliación de nuevas fuentes, por ejemplo las académicas, para contraponerlas a los discursos oficiales. De mantener la tendencia actual, sostiene el maestro, un fenómeno grande, profundo, complejo como el del tráfico de sustancias prohibidas seguirá siendo abordado desde la prensa con cierta pobreza narrativa e informativa. Pese a las circunstancias actuales generadas por el fenómeno en los países de la región, Sierra destaca que algunas cosas parecen estar cambiando. De un lado destaca que pese a los problemas, la prensa aumentó el cubrimiento y la información sobre el narcotráfico, así como el surgimiento de discursos de cambio desde líderes políticos regionales que proponen estudiar posibles o eventuales cambios a la manera como se enfrenta el problema. A las discusiones de hoy se sumó el economista, académico y experto en temas de tráfico de drogas, Francisco Thoumi, quien abordó el asunto desde un agudo sentido crítico. Lo primero que el especialista puso en consideración en esa perspectiva crítica fue la manera como se encara la investigación de ese asunto con una cierta "sicología moral" que proviene desde la nacionalidad, pasa por aspectos como el género o está afectada por la profesión, de manera que la mirada del asunto no es similar en un médico que en un abogado. Para ello y a fin de buscar un acercamiento objetivo del asunto, el académico sugirió una suerte de "desnudo sicológico" que lleve al sujeto a abordar el tema alejado de sí mismo. Cuál es el fin de semejante propuesta: evitar entrar en la lógica reinante que propone soluciones sencillas y cerradas al complejo problema del narcotráfico como resoluciones del tipo prohibición absoluta o legalización del consumo; y con el fin de poder introducir críticas serias a las estructuras y las instituciones de algunos países como Colombia. Thoumi no pretende resolver el problema sino entenderlo en toda su magnitud, de allí que lanzara fuertes críticas a las ideas que buscan asomarse al tema mediante el uso de fórmulas análogas a las matemáticas para hacer comparaciones y sacar conclusiones. En el fondo del gran problema de las drogas y la razón por la cual el asunto toca a unos países y no a otros, pese a estar en similitud de condiciones o en zonas geográficas similares, es que en las naciones afectadas por este tema persisten y perviven problemas estructurales de orden social, económico, social que convierten a esos países en sociedades vulnerables a este tipo de fenómenos y en general a la criminalidad. En conclusión, "el problema de las drogas es una expresión de problemas estructurales que no se han resuelto", sostuvo Thoumi. El Taller de periodismo de investigación sobre narcotráfico en las fronteras de Colombia, Venezuela y Ecuador, se realiza en el Centro Cultural Gabriel García Márquez en Bogotá, del 10 al 14 de noviembre. La actividad es convocada por la FNPI, el Programa Internacional para el Desarrollo de la Comunicación UNESCO y el International Media Support -IMS-, con el apoyo de Consejo de Redacción, Cosecha Roja y la colaboración del Fondo de Cultura Económica.