El acceso a datos y el volumen de los mismos generado a diario, ha planteado un momento en el que el periodismo ha combinado la reportería clásica con la innovación en las técnicas de trabajo para sumergirse en grandes bases de datos o millones de documentos y encontrar historias. Es un momento en el que también organizaciones multilaterales se están preguntando cómo la revolución de los datos puede ayudar al desarrollo. Con la llegada de 2015, plazo para el cumplimiento de los Objetivos del Milenio acordados a través de Naciones Unidas, los países trabajan sobre una agenda post-2015 para el desarrollo, pues aún hay metas no alcanzadas y la inequidad sigue presente. Desde la mirada periodística, el acceso a datos asociados con los objetivos planteados para el desarrollo, permitirá hacer contraloría sobre el cumplimiento de las metas y los proyectos que de estas se desprendan. Trabajar en Red La experiencia del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés) combina la reportería clásica, con el periodismo de datos y el trabajo colaborativo transnacional para abordar temas como el crimen internacional, la corrupción y la rendición de cuentas del poder. Son temas de interés público asociados en muchos casos con el desarrollo. El ICIJ es una red de más de 190 periodistas en más de 65 países que trabajan de forma colaborativa en proyectos periodísticos de investigación. Las historias son de alcance global y se publican en simultáneo en distintas partes del mundo. Así ha sucedido con los últimos proyectos del ICIJ como Luxembourg Leaks, Swiss Leaks y Evicted and Abandoned (Desalojados y abandonados). Estos trabajos han revelado historias que esconden paraísos fiscales así como el impacto humano de proyectos financiados con el objetivo de generar desarrollo. Tienen en común un intensivo trabajo de datos que se suma a la reportería tradicional. Swiss Leaks procesó la información de más de 60 mil archivos filtrados a Le Monde, que resultaron en una investigación que involucró a más de 140 reporteros en 45 países bajo la coordinación del Consorcio en alianza con el diario francés. Analizar datos El origen de los datos puede ser variado: puede venir de información pública o de filtraciones, por ejemplo. Estos pueden estar de forma estructurada (en filas y columnas), pero en muchos casos están desestructurados y en formatos no amigables para su revisión como PDFs. Miles de páginas de documentos que tienen información suelta pueden llevar a un proyecto que involucre trabajo con datos. Desde hace un año, el ICIJ cuenta con una Unidad de datos e investigación bajo el liderazgo de Mar Cabra. El equipo (Mar Cabra, Rigoberto Carvajal, Matthew Caruana-Galicia, Cécile Shillis-Gallego y Emilia Díaz-Struck) es una suma de periodistas y programadores que combina el trabajo de búsqueda de datos y creación de bases de datos propias, con el proceso de analizar, verificar y compartir datos en los distintos proyectos. Para Swiss Leaks se generaron varias plataformas para compartir información y explorar los datos de forma segura durante la reportería, así como un interactivo como parte de la publicación. Al mismo tiempo, todos los periodistas que formaron parte de la investigación -más de 140- hicieron la reportería de las historias asociadas con sus países y publicaron los hallazgos en sus medios de comunicación. En el caso de Evicted and abandoned, se revisaron más de 6 mil documentos del Banco Mundial. A partir de estos, ICIJ generó una base de datos propia que mostró que "más de 3.4 millones de personas fueron física o económicamente desplazadas por casi 1.000 proyectos financiados por el Banco Mundial entre 2004 y 2013". La investigación recogió las historias de los afectados por estos proyectos a través de la reportería de campo. Aquí la combinación de la reportería tradicional con la reportería de datos fortaleció el trabajo periodístico. La agenda post-2015 La llegada del plazo para alcanzar los Objetivos del Milenio, abre en 2015 una agenda con metas que dan continuidad a los temas ya planteados en Naciones Unidas en el año 2000. Esta agenda plantea propuestas temáticas de acciones para los años por venir. Entre los objetivos, se mantienen: acabar con la pobreza, garantizar la seguridad alimentaria, salud, igualdad de género, acceso a energía, crecimiento económico sostenible, infraestructura, acabar con la inequidad entre los países, combatir el cambio climático, entre otros. Al tiempo que se plantean las metas para el desarrollo, entra en discusión la posibilidad que tiene la revolución de los datos para apoyar el desarrollo sostenible. El UN Data Revolution Group se refiere a estándares globales, compartir tecnología e innovación, recursos para el desarrollo de capacidades, liderazgo. Integrar lo nuevo con lo tradicional para garantizar el acceso a información de calidad, para empoderar a los ciudadanos, generar mayor participación y contraloría. En este contexto, el periodismo enfrenta varios retos y se mantiene con su rol. Con la revolución de los datos, el periodismo tiene la tarea de desarrollar capacidades e innovar en el trabajo con los datos sin olvidar la razón de ser del periodismo. Combinar la reportería de datos con la reportería tradicional se presenta como una poderosa sinergia. Es clave verificar los datos y reconocer las historias, así como fortalecer equipos de datos para su solicitud, búsqueda, acceso y análisis. Se trata de cartografiar la realidad, de hacer contraloría, investigar y dar sentido a historias que permitan a la gente comprender un mundo cada vez más complejo e inundado de datos. En el caso de la agenda post-2015, el periodismo a través de los datos y la reportería se podrá hacer seguimiento de los avances y retrocesos de las metas; así como la sociedad podrá demandar transparencia en el cumplimiento de las mismas y en el uso de los recursos destinados a estos objetivos. Cobra importancia el periodismo de investigación y el periodismo de datos para encontrar esas historias y monitorear la evolución de las metas. Hallar en algunos casos historias que exponen también fallas en el camino, asociadas en ocasiones con la corrupción, violación de derechos humanos, entre otros. Esta mirada contribuirá con una revisión constante de los proyectos por parte de los organismos competentes para generar las mejoras necesarias y cumplir con las metas planteadas.