“Eso es nativo, eso es como una tradición que tenemos allá y la mayoría, casi todo el mundo, sabe hacer trenzas”. Le pregunté sobre esa historia de las mujeres que trenzaron mapas en las cabezas, y dijeron que era así, que era verdad, que eso le contaban sus madres en San Basilio de Palenque, ese otro lugar que visitaría. Traté de que abundaran, pero no fue posible. Estaban concentradas en su trabajo.