La página en blanco enfrenta a los autores con las posibles carencias de su trabajo periodístico. Aparecen las preguntas inevitables: ¿El material recopilado será suficiente? ¿Cuál es la historia a contar y cómo debe ser contada? ¿Cuál debe ser la estructura narrativa a emplear?
Para garantizar la seguridad necesaria para escribir y poder armar un andamiaje narrativo eficaz, el maestro Cristián Alarcón compartió los siguientes pasos con los participantes del taller de crónica 'Contar la ciudad'. Lee: 10 reflexiones de Cristian Alarcón para contar la ciudad.
1. Seleccionar el elenco de la historia
“Una ciudad no es un montón de edificios, es la gente que la habita”, aseguró el maestro. ¿Qué deben tener los personajes de una crónica urbana?: una memoria sobre su ciudad para poder contar cómo los cambios en la urbe han impactado sus vidas; deben ser personajes extremos o paradigmáticos. Es necesario rastrear sus antecedentes, ya que los personajes no nacen con la historia que indaga el cronista, sino tuvieron una vida antes.
La presentación de los personajes debe ser abordada con esmero, requiere de una clara estrategia. La misma será delimitada a conciencia por el cronista. Debe tratar a sus personajes con indulgencia, trabajarlos amorosamente. En ocasiones, es preciso recurrir a “tretas narrativas, para que el personaje se vuelva más sensual, adquiera más espesor”. Hay que tener sumo cuidado cuando un personaje adquiere un valor simbólico de importancia. La estructura del relato debe ser trabajada de tal manera que el lector siempre vuelva a él. Lee algunos consejos de Cristian Alarcón para escribir crónica.
2. Completar el diagnóstico territorial
“El primer personaje de una historia de ciudad debe ser el propio territorio”. Esta máxima se aprecia en el clásico A sangre fría, de Truman Capote, que comienza con una descripción del pueblo de Holcomb, Kansas. El territorio debe ser descrito como si se tratara de un personaje más. El cronista debe adentrarse en él para presentárselo al lector.
No se trata solamente de delimitar sus límites geográficos. Es preciso realizar un diagnóstico completo; entender cómo se divierten sus habitantes, cómo lidian con la tragedia. Con este fin, se debe recurrir a un guía, quien va a traducirle al periodista cuáles son las condiciones del territorio. Lee: La ciudad como pregunta, la crónica como respuesta.
3. Repasar el temario social
El cronista debe preguntarse cuáles son los temas ineludibles de la crónica, aquellos que están presentes en la “epidermis social”. Para Alarcón es preciso buscar las “historias singulares dentro de ese muestrario que es la ciudad”. La elección de una temática social le permitirá al cronista el desarrollo de personajes más complejos. En el caso específico de la ciudad de Panamá, Alarcón invitó a los participantes a buscar las historias que se escondían debajo de la “mansedumbre de millones de personas ante un modelo de acumulación que hace sufrir a sus habitantes”. Lee 10 datos clave para contar las ciudades latinoamericanas.
4. Explorar los conflictos
Los cronistas urbanos también deben ser sociólogos. Deben ser capaces de delimitar los conflictos y dinámicas internas que rigen a una ciudad. “La ciudad está hecha sobre cadáveres, ya que en su historia siempre hubo conflictos. Son tragedias pasadas que emergen en lo cultural”.
Sobre el taller
El taller de crónica Contar la ciudad fue organizado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y Concolón, con el apoyo del Fondo Panamá Ciudad de 500 años, la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP), Copa Airlines, el Centro Cultural de España y la Fundación Eleta. Esta actividad tiene lugar del lunes 4 al viernes 8 de diciembre de 2017.