Introducción
El 11 de diciembre de 2024, en el contexto del estreno global de la adaptación de Cien años de soledad en Netflix, Aracataca, cuna de Gabriel García Márquez, se convirtió en el epicentro de un encuentro que celebró su legado y exploró nuevas formas de narrar el Caribe. La proyección del primer episodio de la serie en la principal plaza del pueblo caribeño coincidió con el primer día del taller ‘Narrar el Caribe desde la mirada de Gabo: Estación Aracataca’, organizado por la Fundación Gabo en colaboración con el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, la Biblioteca Nacional de Colombia y Cocrea.
Durante ese día y el 12 de diciembre, nueve periodistas culturales provenientes de diferentes rincones del Caribe colombiano se reunieron en la Biblioteca Remedios la Bella para participar en un espacio de aprendizaje y creación enfocado en explorar narrativas innovadoras. El taller fue liderado por María José Marroquín, antropóloga y periodista cultural, y María Jesús Espinosa de los Monteros, maestra de la Fundación Gabo y considerada una de las principales expertas en pódcast en el mundo hispanohablante.
Los participantes recibieron nociones sobre cómo construir narrativas a partir de las lecciones impartidas por Marroquín y, posteriormente, Espinosa de los Monteros les dio un repaso conceptual sobre el formato pódcast y su evolución, y les ofreció ejemplos de buenas prácticas, basándose en su experiencia al frente de PRISA Audio, la principal productora de contenido en español a nivel global.
Como parte del taller, los participantes se enfrentaron al ejercicio de responder a una pregunta clave: ¿Cómo recibía la Aracataca contemporánea la proyección de Cien años de soledad en Netflix? Para ello trabajaron en piezas en formato de pódcast que buscaran retratar el impacto de la serie de Netflix en Aracataca, lugar que inspiró el universo de Macondo, y que también sirvieran como un homenaje a las raíces narrativas del Caribe.
La narración: una práctica inherente al ser humano
María José Marroquín inició su intervención solicitando a los participantes que ofrecieran sus propias definiciones de narración. Entre las respuestas destacaron las siguientes:
- Narrar implica contar nuestras experiencias personales y aquello que observamos.
- Es relatar una serie de eventos o hechos de manera detallada y descriptiva, considerando el contexto que los rodea.
- La creación de historias, ya sean reales o ficticias, con un principio y un desenlace, aunque no necesariamente siguiendo un orden cronológico.
Finalmente, Marroquín compartió una definición integral: “La narración aparece cuando le damos sentido a una serie de eventos o a una temática para convertirlos en una historia”.
Según Marroquín, la narración y la narrativa son características inherentes al ser humano. Como ejemplo, citó las pinturas rupestres del Parque Nacional de Tassili n'Ajjer, en Argelia, que representan escenas de caza y constituyen formas primitivas de contar historias utilizando los recursos disponibles en su contexto histórico. “Hay un deseo claro de narrarse, de contar su vivencia, su mundo interior y exterior”, indicó.
En la actualidad, el proceso de narrar se ha adaptado a nuevos formatos gracias a la tecnología y las redes sociales, que facilitan la creación de relatos breves pero significativos. Marroquín destacó que una story publicada en Instagram con unas galletas recién horneadas puede parecer trivial, pero no deja de ser una narrativa que otorga sentido a un momento específico, de manera no muy distinta a como lo hacía la escena de caza prehistórica.
La evolución de los formatos narrativos a lo largo del tiempo demuestra cómo la narración se adapta a las herramientas y contextos disponibles. Marroquín ilustró este punto con la tradición oral del vallenato, una expresión cultural que transmite historias relacionadas con el amor, el desamor, la vida cotidiana y los eventos significativos de una región. A menudo, quienes componían y narraban estas historias carecían de habilidades de lectoescritura, pero lograban comunicar con eficacia a través de la música y la palabra.
En la actualidad, formatos contemporáneos como los story times en redes sociales reflejan esta transformación. Marroquín sugirió que historias tan sencillas como el relato de una novia que asiste a una boda podrían, en otro contexto, ser temas de una canción de vallenato. “Aunque el formato cambia, el propósito sigue siendo una forma de darle sentido a esas temáticas”, sostuvo.
Marroquín también reflexionó sobre la adaptación televisiva de Cien años de soledad, estrenada en Netflix el día del taller. Reconoció que este tipo de transformaciones pueden generar resistencia debido a la naturaleza subjetiva de la lectura, pero que el desafío radica en aceptar que, aunque el formato cambia, la esencia narrativa permanece. "Independientemente de que los formatos cambien y las cosas cambien, siempre va a haber unos elementos puntuales que componen una narración: un narrador, unos personajes, una acción o una serie de acontecimientos, y hay un tiempo y espacio”, explicó Marroquín.
Claves para idear la narración
1. Definir un concepto
Un primer paso esencial en la narración es definir con claridad el concepto central. Esto no implica tener una comprensión completa de todos los detalles desde el inicio, sino establecer con precisión el tema y los límites de la historia. Es fundamental determinar qué se va a contar, qué se desea transmitir y los objetivos de la narración. Para facilitarlo, se recomienda ser muy sucintos. “Si ustedes, en 15 palabras, no pueden decir qué es lo que quieren hacer, deben repensarlo”, dijo Marroquín. Un concepto bien definido guiará el desarrollo de la historia, las decisiones editoriales, la selección de personajes, voces y recursos necesarios.
2. Definir el público objetivo
“Uno siempre quisiera, en el mundo ideal, narrar, escribir, producir, y que le guste a todo el mundo”, dijo Marroquín. “Eso es demasiado ambicioso”, puntualizó. Aceptar que no todos estarán interesados en una historia permite un enfoque más efectivo y orientado a un público específico, mientras que definir un nicho ayuda a tomar decisiones más informadas y a crear una conexión con la audiencia. Por ejemplo, un escritor especializado en viajes no espera atraer a una audiencia médica, pero al conocer su público, puede elegir las herramientas narrativas más adecuadas, y aumentar la empatía con los receptores.
3. Definir el formato
Es fundamental reflexionar sobre el formato que mejor se adapte a nuestras necesidades, habilidades e intereses. En ocasiones, las limitaciones materiales o económicas condicionan nuestras posibilidades, pero según Marroquín es crucial “ser muy sensato a la hora de escoger un formato ” y preguntarse “¿con qué cuento y con qué creo que puedo hacer eso que me estoy proponiendo?”.
La noción de formato abarca desde la escritura tradicional hasta plataformas digitales, como redes sociales. Por ejemplo, un escritor puede optar por Twitter para desarrollar hilos si se le facilita sintetizar ideas de forma efectiva, por un pódcast si se siente cómodo expresándose oralmente, o por TikTok si domina la producción audiovisual.
4. La voz narrativa
La voz narrativa organiza y presenta los hechos con un propósito definido, y establece el tono y el enfoque de la narración. A través de ella se caracteriza a los personajes, se ordena la acción y se guía el desarrollo de la historia. “Uno puede hablar en primera persona, en tercera, tener una voz omnisciente, o incluso inventar su propia voz narrativa”, dijo Marroquín en referencia a la tradición literaria de Latinoamérica, donde los autores han demostrado una notable habilidad para construir voces narrativas complejas, al punto de que estas adquieren una identidad única que trasciende al propio narrador.
Definir una voz narrativa es un elemento central en cualquier proceso creativo. Puede ser una extensión de uno mismo o una construcción completamente ficticia, pero en cualquier caso, debe ser coherente con el propósito narrativo.
5. El hilo conductor
Este es el eje central que estructura una narración y evita que pierda coherencia. Aunque una historia puede ramificarse y abarcar diversos elementos, siempre debe regresar al núcleo temático que guía la narrativa.
Por ejemplo, en Cien años de soledad, el hilo conductor es la historia de la familia Buendía. A partir de este núcleo surgen múltiples tramas, pero todas están conectadas con el tema central. Este principio garantiza coherencia y cumple con las expectativas de la audiencia. Si un pódcast, ejemplificó Marroquín, promete abordar la historia de los fritos en el Caribe, la narrativa debe centrarse en ese tema principal, aunque pueda incluir técnicas de preparación o historias de los cocineros. Sin embargo, advirtió la experta, desviar la atención hacia aspectos menos relevantes, como el origen del aceite de palma, rompe la cohesión y traiciona la promesa hecha al público.
“Está bien tener flexibilidad. En periodismo, sobre todo cultural, en los pódcast, cuando tienes un entrevistado, siempre aparecen cosas buenísimas. Uno debe tener la chispa para decir ‘acá hay algo interesante’. Pero en cierto punto tendrás que devolverte a tu hilo conductor”, dijo Marroquín.
6. El tono
“El tono es la lupa bajo la cual queremos crear nuestra narración”, indicó Marroquín. Este determina cómo se presenta la información y establece la conexión emocional con la audiencia. Puede variar entre serio, formal, periodístico, relajado, humorístico o sarcástico, según el objetivo y el público al que se dirige.
Definir el tono implica reflexionar sobre cómo se quiere ser percibido. Por ejemplo, una narración informal puede crear una sensación de cercanía, como si el autor fuera un amigo compartiendo una historia de manera espontánea, lo cual puede ser más efectivo para transmitir determinada información.
7. Punto de vista
El punto de vista en una narración no debe confundirse con emitir juicios de valor. Se trata de la perspectiva única desde la cual se aborda el tema o el objeto de estudio. Esto determina cómo se observa y se interpreta la realidad representada en la narración.
“Estoy segura de que si a todos ustedes les muestro una foto y les digo: ‘descríbanmela, háganme un relato breve sobre la foto’, va a ser el mismo punto de partida, pero cada uno va a aproximarse desde una manera muy propia”, afirmó Marroquín.
Ante la aparición de herramientas como la inteligencia artificial generativa, el punto de vista refleja el valor humano que se añade al relato: aquello que convierte una narración en una creación única al incorporar la visión propia del autor.
8. Creación de experiencia
Consiste en generar una conexión significativa con la audiencia a través de la narración, ya sea emocional, intelectual o sensorial. Esto no busca únicamente informar, sino también involucrar al receptor de manera que valore la propuesta narrativa y desee continuar interactuando con ella.
Según Marroquín, es importante distinguir esta conexión de un simple esfuerzo estético. Narrativas visual o formalmente atractivas, pero carentes de profundidad o impacto, no logran crear una experiencia significativa. La conexión con la audiencia trasciende lo superficial y se basa en la capacidad de la narración para evocar emociones, estimular el pensamiento o generar sensaciones auténticas. Por lo tanto, explicó Marroquín, la creación de experiencia implica no solo un contenido bien estructurado, sino también la habilidad de transmitir algo que perdure y resuene con el receptor.
Diversas formas de narrar el mismo tema
María José Marroquín comparó las formas de abordar una misma temática —en este caso, productos de audio sobre historia— para destacar la importancia de definir un concepto, la voz narrativa, el tono y el punto de vista. Para esto se apoyó en dos ejemplos.
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Una historia del mundo en cien objetos. Este pódcast de la BBC consta de episodios de 14 minutos, que giran en torno a un objeto específico de un museo, utilizado como eje para narrar un periodo histórico o una realidad particular. No hay personajes humanos; el objeto es el único protagonista. Entre los episodios destacados, mencionó uno sobre una tarjeta de crédito, que sirve para explorar un momento económico y social; otro sobre un plato de la Revolución Rusa, que contextualiza un suceso histórico; y uno más sobre una llama de oro inca, que conecta con la civilización precolombina. Es un concepto claro y bien definido que estructura todo el producto narrativo.
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La Historia del Mundo: Este es un programa de radio presentado por la divulgadora de historia Diana Uribe, que más tarde migró al formato de pódcast. Sus episodios, de entre 35 y 40 minutos, se organizan en series temáticas sobre países, civilizaciones o momentos históricos, con narrativas extensas de hasta 15 capítulos. Uribe se distingue por un estilo único y cercano, caracterizado por su forma coloquial de relatar, lo que la convierte en una pionera del género. Aunque su estilo puede no ser del agrado de todos, logra conectar con su audiencia al narrar de manera accesible y dinámica.
¿Dónde encontrar los personajes y la historia?
La búsqueda de historias suele generar incertidumbre. No obstante, como afirmó Marroquín, "las historias están en todas partes para quienes sepan y quieran mirar con ojos de curiosidad". Sin embargo, advirtió que "para contar una historia no basta con tener curiosidad, sino también con tener un poquito de método”.
Las historias pueden surgir de diversas fuentes: experiencias cotidianas, personajes o grupos de personas, objetos significativos, lugares reinterpretados desde una perspectiva original, o incluso mitos y relatos previos que se revisitan con un enfoque propio.
Entre los recursos para encontrar historias se incluyen la prensa, las redes sociales —como Twitter, que ofrece un flujo constante de información— y temas de interés personal, como la gastronomía, los automóviles, la música o los festivales, que no solo alimentan la creatividad, sino que también permiten conectar con audiencias específicas.
Para construir una narrativa sólida, es fundamental apoyarse en diversas fuentes de información, como libros, artículos, entrevistas, documentales, videos, pódcast y materiales audiovisuales. Pero estas fuentes deben ser empleadas como inspiración, no para replicar contenido, sino para crear una interpretación original.
Claves para identificar una historia
1. Personajes
Los personajes constituyen el eje central de toda historia. Es fundamental determinar quiénes son, cómo se relacionan con la audiencia y qué tipo de conexión pueden establecer con ella. Los personajes pueden ser reales, ficticios, o incluso conceptos abstractos como objetos, sonidos o silencios.
Pueden clasificarse en dos grandes categorías:
- Personajes complejos. Aquellos cuya psicología y motivaciones son profundamente exploradas, como José Arcadio o Úrsula en Cien años de soledad.
- Personajes simbólicos. Representan ideas o conceptos más amplios, como Melquíades, quien encarna la magia y la alquimia, o la casa de los Buendía, un personaje simbólico y omnipresente que estructura la narrativa sin tener una "personalidad" explícita.
“Debemos darles su lugar y establecer cuál es el tipo de rol que van a jugar y qué tipo de conexión van a tener dentro de la historia”, indicó Marroquín
2. Conflicto y acción
Toda historia necesita un conflicto, entendido no necesariamente como algo negativo, sino como un evento o circunstancia que rompe el curso natural de las cosas. Este elemento genera la acción y la transformación de los personajes, aspectos esenciales para que la narración sea interesante y significativa. El conflicto establece el motor de la historia y marca el inicio de su desarrollo. “¿Qué pasa con estos personajes? ¿Qué los hace interesantes?”, son dos preguntas orientadoras que planteó Marroquín.
3. Giros
Los giros narrativos introducen elementos inesperados o cambios significativos en los personajes o en la trama, y otorgan dinamismo a la historia. Estos momentos mantienen el interés de la audiencia, y refuerzan los temas centrales de la narración.
4. Voces y recursos
Es fundamental evaluar los recursos disponibles para concretar la visión narrativa. Esto incluye herramientas, habilidades, fuentes y testimonios. Adaptar la historia a los medios y capacidades disponibles garantizará un producto final coherente. Asimismo, se debe tener en cuenta el público objetivo y el formato más adecuado para comunicar la historia.
5. Detalles y puesta en escena
La interacción entre los personajes y su entorno es un elemento clave para enriquecer la narración. La puesta en escena, aclaró Marroquín, no se limita a espacios físicos; puede incluir dimensiones emocionales, mentales o simbólicas. Estos elementos contextuales actúan como disparadores de la acción y refuerzan la profundidad de la historia.
6. Instinto e intuición
Aunque el proceso creativo está respaldado por estructuras y metodologías, es crucial dar espacio al instinto y la intuición. Confiar en las propias ideas y en la autenticidad de la historia puede marcar la diferencia entre una narración estándar y una realmente impactante. Sin embargo, advirtió Marroquín, este instinto debe ser complementado con reflexión y análisis crítico para evitar decisiones impulsivas.
7. Método
La creatividad y la intuición deben equilibrarse con un enfoque metódico. La planificación y la organización facilitan la producción y ayudan a superar desafíos como la página en blanco.
Cómo estructurar una narrativa
1. Introducción
Esta es la promesa narrativa, es decir, la presentación inicial que capta la atención del público y establece las expectativas sobre el contenido. Su función principal es explicar, de manera clara y atractiva, por qué el tema es relevante y qué vacío viene a llenar.
“¿Ustedes han escuchado en los pódcast que siempre tienen un primer espacio en el que uno entiende muy rápido de qué va la cosa? Es un poco como agarrarte y enamorarte: ‘Quédate aquí porque te voy a hablar de esto’”, dijo Marroquín. “En Twitter lees ‘Hilo de los mejores bailes del Caribe’ y en TikTok te dicen ‘Story time de cuando me caí en Aracataca por estar tirando piedras porque no me gustó la serie de Cien años de soledad’; y uno ya sabe de qué va la cosa. ”, agregó.
Una introducción efectiva es directa y logra atraer al público de inmediato, invitándolo a permanecer atento al desarrollo posterior.
2. Problema
Delimita el eje en torno al cual gira la narrativa. En esta etapa, se define con precisión el conflicto o la cuestión principal que se abordará. Este paso establece el marco temático y contextual para el desarrollo de la acción.
3. Acción ascendente
Corresponde al incremento progresivo de la tensión narrativa. Esta tensión no debe ser entendida únicamente como algo negativo, sino como un desarrollo que intensifica el interés del público. Aquí se profundiza en el problema planteado, y se despliegan detalles y situaciones que conducen al clímax de la historia.
4. Pico o clímax
Representa el punto culminante de la narrativa, donde se desarrolla plenamente el problema o tema principal. En esta etapa, la narración alcanza su máxima intensidad.
5. Solución
Ofrece una conclusión al problema inicial y proporciona una sensación de cierre al público. Este desenlace puede adoptar formas literales o metafóricas, dependiendo del enfoque de la narración. “Esto es muy importante, pues la idea es nunca dejar a las personas colgando del hilo”, advirtió Marroquín, a menos que se trate de un formato seriado que busque generar expectativa para una entrega posterior.
Esta resolución puede incluir una enseñanza, una reflexión o un giro final que complemente el desarrollo del tema.
El uso de la inteligencia artificial en la narración
Un participante planteó la interrogante: “¿Cómo podría la inteligencia artificial ayudarnos en el tema de la narración?”. Esta pregunta dio inicio a una conversación sobre las posibilidades, limitaciones y el impacto de la IA al momento de contar historias.
Para María José Marroquín, la inteligencia artificial es solo una herramienta adicional. Según ella, aunque la IA puede producir contenido técnicamente perfecto y visualmente atractivo, carece de la “esencia humana” necesaria para generar una conexión emocional profunda: “No hay nada que reemplace ese toque, esa magia que te hace conectar de verdad emocionalmente con un producto”. Jaime Abello, director de la Fundación Gabo y oyente del taller, complementó esta idea señalando que, a pesar de sus limitaciones, la IA es una “facilitadora”, capaz de acelerar procesos creativos.
María Jesús Espinosa de Monteros, codirectora del taller, considera que tecnologías como ChatGPT permiten superar el bloqueo creativo inicial, describiéndolas como un impulso que ayuda a “comenzar la carrera unos metros más adelante”. Sin embargo, insistió en que la creatividad humana sigue siendo insustituible: “Es imposible luchar contra algo que va a suceder, pero debemos buscar aquello en lo que las sensibilidades humanas sean únicas”. Se refirió en este sentido a los guionistas de Hollywood, quienes lograron establecer restricciones sobre el uso de la IA para proteger la originalidad en sus obras.
La maestra también enfatizó que la IA representa un cambio de gran escala, equiparable a la Revolución Industrial. Citando a Juan Villoro, afirmó que estamos en la “prehistoria de una nueva civilización”, y sugirió que la IA evolucionará hacia sistemas que aprendan de otros sistemas, lo que plantea problemas éticos y prácticos: “No tendremos trazabilidad sobre lo que suceda”. En línea con esta preocupación, recordó la advertencia del CEO de OpenAI (creadora de Chat GPT), Sam Altman, quien expresó que este desarrollo podría significar “el fin de la civilización si no somos capaces de manejarlo”.
Abello planteó entonces otra cuestión: “¿En qué momento la inteligencia artificial llegará a crear algo con verdadero aliento poético humano?”. Aunque Espinosa de los Monteros reconoció que la IA puede generar poesía, subrayó que su mayor falencia es replicar el sentido del humor humano, especialmente el sarcasmo y la ironía; es decir, aún tiene un déficit al intentar replicar aspectos complejos de la creatividad.
Un participante utilizó una metáfora caribeña para describir la relación entre la IA y la narración: “Dejarle todo a la inteligencia artificial es como comerse un sancocho de gallina sin gallina”. En su opinión, la tecnología es útil como apoyo, pero la esencia creativa sigue residiendo en el ser humano.
Finalmente, María José Marroquín concluyó que, a pesar de las capacidades de la IA, hay algo que esta nunca podrá suprimir: “La necesidad que tenemos los seres humanos de narrar y narrarnos”.
La evolución de la narración oral
Dado que el ejercicio final del taller ‘Narrar el Caribe’ consistía en la creación de un producto sonoro relacionado con el estreno de la serie Cien años de soledad en Aracataca, María Jesús Espinosa de los Monteros retomó los aspectos narrativos previamente analizados, esta vez con un enfoque específico en el ámbito del pódcast. Al tratarse de un formato cuya esencia radica en la comunicación oral, la maestra de la Fundación Gabo expuso la evolución de la oralidad a lo largo de la historia reciente. Este proceso, según ella, puede ser comprendido a través de tres etapas:
- Primera oralidad. Se remonta a los primeros relatos humanos en la Prehistoria: nuestros antepasados alrededor del fuego, las pinturas rupestres de Altamira que datan de hace 35.000 años. “Los seres humanos somos narrativos”, dijo Espinosa de los Monteros. “Nos hemos contado historias desde siempre”, lo que dio origen a tradiciones orales en diferentes culturas, como los biwa hōshi en Japón, los juglares en la Edad Media y las filandonas en León, España. Estas últimas son reuniones nocturnas de mujeres que tejen mientras compartían historias, un ejemplo de la importante labor de las mujeres como narradoras.
- Segunda oralidad. Surge con la aparición del teléfono y la radio, que “electrificaron, automatizaron y tecnologizaron la comunicación oral”.
- Tercera oralidad. Corresponde al momento actual, caracterizado por el audio digital, el pódcast y las voces algorítmicas o sintéticas.
Espinosa de los Monteros mencionó ejemplos relevantes de voces sintéticas, como la función desarrollada por Amazon para su asistente Alexa, que permite clonar voces de personas fallecidas. “Si tienes grabaciones previas, podrías pedirle a Alexa que reproduzca el cuento de Los tres cerditos contado por tu abuela, aunque ya no esté. Esto no es ciencia ficción; es completamente real”.
En China, tecnologías similares se emplean en procesos psicológicos de duelo, que ayudan a las personas a recordar la voz de sus seres queridos. “Pueden mantener conversaciones –aunque no reales– con esa voz. Esto ayuda a cerrar heridas emocionales y conversaciones pendientes”, dijo la maestra. Sin embargo, advirtió que esta tecnología también plantea riesgos éticos: en Sudáfrica, chamanes llamados sangomas han utilizado voces clonadas para manipular emocionalmente y extraer dinero de personas en situaciones de vulnerabilidad, haciéndoles creer que están teniendo contacto con un familiar muerto.
La maestra también destacó los avances en la personalización de voces para quienes han perdido la capacidad de hablar, como en casos de personas con cáncer de garganta. “La voz es absolutamente uno de nuestros identificativos más importantes. Entonces, pensad en lo difícil que debe ser perder la voz, pero luego la recuperas y que no sea tu voz”, dijo, en referencia a los antiguos asistentes de voz con voces homogéneas.
“Gracias a la inteligencia artificial, se han podido hacer voces personalizadas: si tú tienes archivos de cómo era tu voz, puedes encargar tu propia voz. De esta manera, cuando te ponen el aparatito y hablas, te reconoces. Y eso es algo reconfortante”, explicó.
Para Espinosa de los Monteros, nuestra existencia como especie podría narrarse desde el sonido, “desde las primeras voces primigenias de los primeros hombres y mujeres que empiezan a hablar imitando el sonido de las bestias, que es como empieza el lenguaje humano, hasta las actuales voces algorítmicas. En medio de todo eso está la historia de la humanidad”.
La era de la audificación
Espinosa de los Monteros citó a Siobhan McHugh, una de las principales expertas en audioperiodismo, quien afirma que "el audio no es solo video sin imágenes". Para la maestra es fundamental considerar el audio como un concepto amplio que abarca la radio, las voces algorítmicas, los altavoces inteligentes y los audiolibros. El audio, explicó, “tiene una gramática propia, una estructura propia y reglas muy específicas”.
Actualmente, se habla de la "era de la audificación", en la que el audio se expande desde la radio hasta las notas de voz en aplicaciones de mensajería, las cuales se han convertido, para la generación Z y los millennials más jóvenes, en el principal medio de comunicación. “Las notas de voz que tiene WhatsApp son el auténtico archivo sentimental de todas nuestras vidas”, dijo Espinosa de los Monteros.
Durante la pandemia, y ante la “imposibilidad de tocarnos el uno al otro” emergieron nuevos fenómenos en el ámbito del audio, como el denominado "audio porno". Esta modalidad, desarrollada por dos emprendedoras, atiende la preferencia de muchas mujeres por el consumo de material erótico auditivo, dado que gran parte del contenido audiovisual tradicional está dirigido a un público masculino y presenta características de violencia.
En el marco de esta evolución, es posible trazar lo que Espinosa de los Monteros denominó "el viaje del audio" o "audio journey", que abarca los distintos momentos del día en los que las personas interactúan con contenido sonoro. Según estudios realizados en España y Europa, el consumo de radio se concentra en la mañana, con una fuerte presencia de programas informativos y musicales. A lo largo del día, las notas de voz de WhatsApp son un estímulo auditivo constante, mientras que en la segunda franja del día el consumo de audio disminuye en favor de la televisión. El momento de mayor de escucha de pódcast se da al final de la jornada, cuando muchas personas los utilizan para acompañarse antes de dormir.
Un caso de interés es el pódcast de true crime Criminopatía. “Es uno de nuestros pódcast más escuchados. Tiene alrededor de 2 millones y medio de descargas cada mes”, dijo Espinosa de los Monteros, quien es directora de PRISA Audio. “Y nosotros comprobamos que la gente se lo pone para irse a dormir. El pico termina a las 2 a.m. Estamos hablando de psicópatas (risas), o sea, muchísima gente que se va a dormir escuchando asesinatos”, bromeó.
Según la maestra, este auge del pódcast en el contexto de la “era de la audificación” no puede entenderse sin su confluencia con tres grandes tendencias contemporáneas.
- Proliferación de las tecnologías touchless: ha transformado la interacción cotidiana. A partir de la pandemia, el tacto se ha visto relegado en favor de la voz, lo que ha impulsado el desarrollo de tecnologías domóticas y asistentes virtuales. Como explicó Espinosa de los Monteros, "el tacto es el sentido prohibido", lo que ha generado un entorno en el que la voz adquiere un papel central, desde el uso de comandos para controlar dispositivos hasta la lectura de códigos QR y otras prácticas que anteriormente dependían del contacto físico.
- Consolidación del “capitalismo de plataformas”: ha llevado a la integración del pódcast en el ecosistema digital dominado por servicios como Netflix, HBO, Uber y Glovo. Plataformas como Spotify, Amazon Music e iVoox, así como iniciativas locales como Bumbox de BluRadio (Colombia), han adoptado la "lógica de la plataformización" del audio, cuyo principal objetivo es la monetización a través de suscripciones y publicidad.
- El pódcast es parte del auge de las nuevas narrativas digitales, que constituye una evolución de la radio tradicional enriquecida por lo digital. Espinosa de los Monteros sostiene que "no es un medio, es casi como una cultura nueva", que representa un cambio de paradigma en la manera de contar historias.
El pódcast y la audiodiversidad
La maestra expresó que, como en todo medio nuevo, existe cierta confusión respecto a la definición de pódcast. A menudo, se asocia exclusivamente con el formato conversacional, por lo que la maestra enfatizó la necesidad de reivindicar el concepto de "audiodiversidad", el cual abarca una amplia gama de géneros como el audioperiodismo, la ficción sonora, la divulgación tecnológica y los ensayos sonoros. Un ejemplo de ello es el pódcast Solaris, ensayos sonoros para ser más contemporáneos, creado por Espinosa de los Monteros junto a Jorge Carrión. Este proyecto aborda temas como el Big Data, el mundo de los hongos, la inteligencia vegetal o los agujeros negros, trasladando al formato sonoro el estilo de los ensayos publicados por Carrión en medios como The New York Times. Según Espinosa de los Monteros, se trata de "un concepto híbrido entre el audiolibro y el pódcast, que no es exactamente divulgativo, pero posee una narrativa propia".
La audio diversidad también incluye formatos innovadores como los pódcasts interactivos. Un ejemplo es The Inspection Chamber, producido por la BBC, que permite a los oyentes participar activamente en la resolución de un caso a través de altavoces inteligentes como Alexa. Este formato introduce una capa de gamificación similar a la narrativa no lineal presente en episodios como "Bandersnatch", de Black Mirror, en la que las decisiones del usuario afectan el desarrollo de la historia.
Espinosa de los Monteros advirtió que la proliferación del formato conversacional ha generado la percepción errónea de que cualquiera puede crear un pódcast exitoso. "De la misma manera que tener un pincel y un lienzo no te convierte en pintor, que sepas hablar con todo el cariño no te convierte en creador de pódcast", afirmó. La calidad y el éxito de un pódcast dependen de una serie de factores que van más allá del entusiasmo personal. "A la audiencia no le interesa un pódcast por el simple hecho de serlo, sino por los elementos que lo hacen atractivo y valioso", aseveró
¿Qué define a un pódcast?
María Jesús Espinosa de los Monteros presentó una definición del pódcast, enumerando las características esenciales de este formato, particularmente del pódcast narrativo:
- Es una producción sonora de palabra hablada. “¿Una lista de música es un podcast? No. La palabra hablada, la voz, es fundamental”, afirmó la maestra.
- Se presenta como contenido seriado. Aunque puede incluir episodios autoconclusivos, como en Radio Ambulante, existe un eje narrativo que vertebra el proyecto, en este caso particular, crónicas sobre Latinoamérica. Este formato favorece la recurrencia en el consumo, como “una dieta sonora que nos vamos construyendo”, indicó Espinosa de los Monteros.
- Se produce para consumo bajo demanda. Un pódcast es producido para ser descargado y escuchado en cualquier momento. “No es el directo de esta mañana. Tú puedes escuchar escuchar un pódcast de hace siete meses y tiene la misma vigencia”, dijo la maestra.
- Ofrece contenidos para un consumo personal, atento e íntimo. Según datos mencionados por Espinosa de los Monteros, más del 75 % de los oyentes utiliza auriculares, lo que permite un consumo profundamente personal e inmersivo. Este aspecto diferencia al pódcast de la radio, que se escucha más comúnmente en segundo plano.
- Permite la suscripción. Esto no solo implica un modelo de negocio, sino también la posibilidad de seguir un contenido de manera automática cada vez que se publique un nuevo episodio.
- Interacción asíncrona. El pódcast no prioriza la inmediatez. Según Espinosa de los Monteros, las principales razones por las que la audiencia consume este formato son "aprender algo nuevo o evadirse y entretenerse". La urgencia informativa queda reservada a otros medios, como la radio o las redes sociales.
- ¿Multidistribución? En sus inicios, los pódcast estaban disponibles en todas las plataformas. Sin embargo, la evolución de la industria ha introducido la exclusividad, limitando algunos a plataformas específicas.
- Hiperespecialización. Los pódcast destacan por su capacidad para abordar temas de nicho con profundidad. Espinosa de los Monteros destaca el caso de Las hijas de Felipe, un proyecto sobre monjas del Barroco en España y Latinoamérica. “La idea central es que todo lo que nos ha pasado ya le pasó a una monja en el siglo XVI”, dijo la maestra.
- Flexibilidad. La duración de un pódcast es variable y no hay una regla única. Según Espinosa de los Monteros, “no existe una duración perfecta: hay de cinco minutos que son perfectos, mientras algunos de los más consumidos, como los de Joe Rogan, pueden extenderse por cinco horas”.
- Tensión narrativa. Todo pódcast debe incorporar una tensión narrativa que mantenga el interés del oyente. Espinosa de los Monteros subraya que, al final, "estamos aquí contando historias".
Así mismo, el pódcast se caracteriza por una serie de cualidades que explican su auge en la actualidad.
- Cuenta con una gramática propia, un lenguaje distintivo que determina su estructura y elementos narrativos, lo que lo dota de una identidad particular dentro del ecosistema de medios.
- Es tremendamente moldeable. Su flexibilidad permite una amplia diversidad de formatos y temáticas. Un ejemplo que compartió Espinosa de los Monteros es el pódcast Road to Resilience, producido por el hospital Mount Sinai de Nueva York durante la pandemia, con el fin de brindar acompañamiento a pacientes con cáncer y a sus familias. Esta versatilidad ha llevado a clubes deportivos y competiciones como la Fórmula 1 a desarrollar sus propios contenidos sonoros.
- Permite una mayor experimentación narrativa sin las limitaciones presupuestarias del formato audiovisual. “Tú puedes hacer una serie de ficción en la que tengas 10 localizaciones: en la Luna, en Aracataca, en Nueva Zelanda, con 25 extras, fuegos artificiales, un avión que se mete dentro de un barco… Esto, en el formato audiovisual, costaría un pastizal, pero en audio no. Solo necesitas saber contarlo, editarlo y montarlo”, indicó.
- Aprovecha la fuerza de la oralidad. En una época marcada por el predominio de lo visual, la oralidad conserva su misterio y poder evocador. “Hay algo especial en que te cuenten una historia: la forma en que ordenas las palabras puede provocar emoción o incluso sanación. O cómo un silencio, la entrada de una música o un efecto concreto adquieren una función narrativa”, señaló.
- Responde al agotamiento visual. El auge del pódcast también es una respuesta a una creciente “fatiga de lo visual” en la sociedad contemporánea. Iniciativas como las jornadas escolares sin pantallas reflejan una necesidad de desconexión del consumo intensivo de lo visual, lo que posiciona al pódcast como un refugio alternativo.
Diferencia entre pódcast y radio
Espinosa de los Monteros compartió un decálogo publicado por la BBC en 2018 que sintetiza lo que distingue al pódcast de la radio:
- Un pódcast no es un programa de radio.
- Para las generaciones más jóvenes, los pódcast son su radio (pero lee otra vez el punto 1).
- La historia y el tema son la guía para la duración de un episodio.
- Los podcasts se construyen para la generación que usa auriculares: sé respetuoso, cálido y amable dentro de sus cabezas.
- Sé informal y cercano. La libertad de usar lenguaje soez no significa que sea obligatorio.
- Los podcasts pueden ser cine para los oídos.
- La diferencia está en los detalles: cuentas grandes historias o pequeñas, pero emocionalmente complejas, reales o ficticias.
- Ofrecen claridad en el caos: en un ritmo de noticias frenético, los podcasts ofrecen foco y contexto.
- Son tribales: crean y asientan comunidades.
- Sin importar su origen, son formas de audio digitales nativas y globales.
- Son ágiles y flexibles: puedes tomar todas las reglas anteriores y cambiarlas, excepto la número 1.
Los retos del podcasting
La maestra identificó varios desafíos a superar en el mundo del podcasting para consolidarse como un medio más accesible, rentable y reconocido en términos culturales:
- Fragmentación de plataformas de distribución. Existe una notable falta de conocimiento sobre cómo acceder a pódcast, especialmente entre ciertos grupos sociales y etarios. Esto limita su alcance y dificulta la adopción generalizada del formato.
- Monetización del pódcast. La pregunta recurrente, después de "¿cuánto debe durar un pódcast?", es "¿cómo puedo ganar dinero con mi podcast?", dijo Espinosa de los Monteros. Esto subraya la dificultad de transformar el contenido sonoro en un modelo de negocio sostenible.
- Indexación del audio. Durante años, Google no podía indexar contenidos de audio, lo que hacía que este formato fuera invisible en las búsquedas. Espinosa de los Monteros menciona que su equipo en PRISA Audio trabajó en sistemas de etiquetado y transcripción automatizada para visibilizar los pódcast. Actualmente, Google ya cuenta con una pestaña específica para pódcast, aunque este avance aún requiere mayor desarrollo y difusión.
- Falta un gran Serial en español. Aunque proyectos como Radio Ambulante han demostrado calidad y alcance, aún no existe un pódcast en español que alcance las dimensiones masivas de Serial en Estados Unidos.
- Problema conceptual. Existe confusión sobre qué es un podcast y cuáles son sus tipos. Espinosa de los Monteros distingue entre los "pódcast de programas", que son grabaciones de contenidos emitidos en radio, y los "pódcast nativos digitales", creados exclusivamente para plataformas digitales. Estos últimos han experimentado un auge en el último lustro.
- No hay una estandarización de métricas. La ausencia de métricas homogéneas complica la evaluación y comercialización de los podcasts. Mientras que medios tradicionales cuentan con estudios de audiencia estandarizados, el podcasting depende de escalafones como los de Spotify, que priorizan ciertos formatos como el videopódcast. Según Espinosa de los Monteros, esto crea una "dictadura del contenido", donde el algoritmo marca qué tipo de pódcast son relevantes, y margina géneros como el periodismo sonoro.
- Difícil shareability. Aunque ha mejorado, compartir un pódcast sigue siendo más complicado que distribuir otros contenidos culturales, como series o películas. Además, Espinosa de los Monteros señala la necesidad de una crítica cultural específica para los pódcast, similar a la que existe para libros, videojuegos o películas. El País ha dado pasos en esta dirección con iniciativas como las listas mensuales de pódcast recomendados o especiales con los mejores pódcast narrativos de Iberoamérica.
El pódcast ha cambiado y con él nuestra forma de consumir audio
Aunque el pódcast es considerado un formato relativamente nuevo, sus orígenes se remontan a más de dos décadas, específicamente al año 2001 en Estados Unidos. Uno de los hitos clave en su evolución fue 2014, cuando surgió el mencionado Serial, un pódcast de investigación periodística creado por Sarah Koenig, periodista de The New York Times. “Es un true crime —tendríamos que analizar alguna vez por qué nos gustan tanto— que se convierte en el primer gran podcast de masas”, dijo Espinosa de los Monteros.
A partir de 2019, el sector recibió una inyección significativa de recursos provenientes de grandes plataformas como Spotify, Amazon y Google, transformándose en una industria de mayor escala. Este crecimiento coincidió con la incursión de importantes medios, como The New York Times, que introdujeron nuevos formatos como el Daily: contenido sonoro diario, de lunes a viernes, donde las redacciones cobran voz y adoptan un enfoque polifónico. Este modelo se replicó en todo el mundo, y para 2022 medios como El País en España, El Tiempo en Colombia y Folha de S.Paulo en Brasil ya producían pódcast similares. Según Espinosa de los Monteros, “la idea es que los periodistas, además de escribir, tienen voz, y los puedes escuchar y analizar”.
Con el tiempo, dijo la maestra, el podcasting se ha expandido incluso a plataformas que no estaban originalmente vinculadas al audio, como LinkedIn, Slack y Facebook, lo que ha contribuido a su ubicuidad. Además, fenómenos como el videopódcast han resurgido. “En 2004, cuando se habló por primera vez del concepto de pódcast —una contracción entre el pod de iPod y casting, de broadcasting—, había dos tipos: el pódcast de audio y el pódcast de vídeo. Lo que sucede es que, inmediatamente después, el pódcast de vídeo desaparece porque se lo traga todo YouTube”. Sin embargo, en años recientes, YouTube ha impulsado nuevamente este modelo al premiar con publicidad y viralidad a los pódcast con contenido audiovisual, a pesar de la baja calidad de producción en algunos casos.
Los datos de PRISA Audio —primer productor mundial de audio en español y segundo a nivel mundial después de iHeartMedia— evidencian que el podcasting ha logrado rejuvenecer y diversificar audiencias. “El perfil del oyente de pódcast está entre los 25 y los 45 años, mientras que el de la radio tradicional tiene un promedio de 53 o 54 años en España”, apuntó Espinosa de los Monteros. Asimismo, el pódcast ha permitido una mayor feminización del consumo: la proporción es equitativa entre hombres y mujeres.
Este fenómeno se explica, en parte, por la creación de contenido enfocado en mujeres, una audiencia históricamente desatendida por la radio tradicional. Ejemplos como Estirando el chicle en España o Se regalan dudas en México son reflejo de esta transformación. “Hay pódcast que hablan de la menopausia, de los problemas del suelo pélvico —que quizá a los hombres os den igual, pero para nosotras son fundamentales—, que nunca tendrían espacio en la radio convencional”, expresó la maestra.
Espinosa de los Monteros reflexionó sobre el cambio en la manera de consumir audio. “Era una escucha colectiva, en familia. La radio ocupaba el centro del hogar; todo giraba en torno a ella. Hemos pasado a una absolutamente individual, creando una especie de burbujas sonoras con los auriculares”. Esta forma de consumir audio ha influido en la manera de escribir, narrar y diseñar sonido. “En España, cuando viajabas en tren, te daban unos auriculares de mierda, que podían perforarte los oídos y dejarte sordo para toda la vida. Cada vez que íbamos a estrenar un pódcast, lo escuchaba con esos auriculares, porque si con ellos se entiende, el trabajo está hecho”, dijo la maestra.
Principios de narración sonora
María Jesús Espinosa de los Monteros abordó los fundamentos de la narración sonora a partir de los diez principios descritos por Bobette Buster en su libro Storytelling: Cómo contar una historia para que el mundo quiera escucharla. Estos principios, adaptados a la creación de pódcast, destacan la importancia de la narrativa íntima, clara y orientada a lograr una conexión emocional:
- Narrar como si se hablara a un amigo. La narración debe sentirse cercana e íntima, como una confidencia dirigida a una persona específica.
- Describir el espacio. Es crucial detallar el entorno para que el oyente pueda situarse y experimentar inmersión.
- Acción y simplicidad verbal. El uso de oraciones cortas, verbos simples y frases directas optimiza la comprensión auditiva. Según Espinosa de los Monteros, uno de los peores indicadores en un pódcast –”y tenemos cómo medirlo”, dijo– es cuando los oyentes retroceden para aclarar algo que no entendieron. Esto refleja una falla en la narración.
- Yuxtaposición de ideas. La confrontación de conceptos opuestos genera nuevos significados. Esto atre la atención del oyente.
- Detalle resplandeciente. Un elemento significativo ilumina la historia. Espinosa usa como ejemplo el accidente de aviación narrado en el pódcast Olafo, tras el cual un recursivo rescatista usó cintas de Coca-Cola, con la inscripción “La chispa de la vida”, para cubrir los cadáveres.
- Transmitir pasión. La narración debe ser un acto de compartir la propia fascinación con el oyente. “Pasar la llama” es como lo describe Buster en su libro.
- Vulnerabilidad del narrador. En pódcast de carácter personal, el narrador debe mostrar su implicación, lo que no implica protagonismo, sino autenticidad.
- Memoria sensorial. Incorporar todos los sentidos en la descripción sonora otorga mayor verosimilitud.
- Autoreferencia. El narrador puede partir de una experiencia personal para construir la historia, como hizo Arturo Lezcano en Olafo al relatar su descubrimiento de Jorge Ibargüengoitia en una biblioteca, lo que luego lo lleva a conocer y narrar la historia del accidente de aviación en el que el escritor perdió su vida junto a otras figuras de la literatura hispana.
- Aprender a desprenderse. Todo proceso creativo requiere saber cuándo dar por terminada una obra, aunque siempre exista la tentación de seguir perfeccionándola.
Claves del audioperiodismo narrativo
María Jesús Espinosa de los Monteros identificó una serie de elementos fundamentales para la creación de pódcast narrativos en clave de audioperiodismo:
- El valor del tiempo: el slow journalism.El periodismo narrativo en audio se beneficia de un formato que permite desplegar historias con detalle y profundidad. Espinosa de los Monteros destaca cómo esta temporalidad prolongada, característica del slow journalism (periodismo lento), permite explorar temas complejos que no pueden ser entendidos en formatos breves como tuits o videos cortos de redes sociales. Ejemplo de ello es Sin control. El universo de Javier Milei, que desarrolla la historia en episodios de 30-40 minutos para analizar eventos con toda su complejidad.
- Perspectiva por encima de temática. El enfoque y la forma de abordar una historia son más importantes que el tema en sí. La narrativa debe buscar ángulos originales que iluminen el conflicto y expliquen la vida desde una perspectiva enriquecedora.
- Escribir desde el final. Algunos narradores planifican su relato comenzando por el desenlace. Esta estrategia permite estructurar la historia como un camino lógico hacia un punto culminante definido.
- La importancia del contexto y el conflicto. El pódcast narrativo exige un balance entre el enfoque en los personajes y un contexto que dé sentido a la historia. Daniel Alarcón, de Radio Ambulante, afirma que “no hay historia sin personajes”: el conflicto entre estos personajes es el motor que impulsa toda narración.
- El silencio y los matices. A diferencia de la radio tradicional, donde los silencios son evitados, el pódcast narrativo permite pausas y titubeos que añaden matices y profundidad. Espinosa de los Monteros menciona De eso no se habla, de Isabel Cadenas, como un ejemplo en el que los silencios y las ausencias son recursos narrativos poderosos.
- La flexibilidad de la voz. La narración puede adoptar diversas perspectivas: en primera persona, en tercera persona omnisciente o como testigo. Esta elección influye en la manera en que se conecta con la audiencia.
- Rupturas temporales y estructuras narrativas. El uso de flashbacks, flashforwards y líneas narrativas paralelas enriquece la estructura del relato. Estas técnicas ayudan a crear capas de significado y complejidad, aunque su implementación debe ser cuidadosa, especialmente en formatos más breves.
- El guion como pieza clave. El guion debe ser inmersivo y aspirar a que el oyente no solo escuche, sino que “viva” la historia. Espinosa de los Monteros enfatizó que “menos es más” en el guion sonoro: la economía del lenguaje y las frases simples son esenciales para mantener el ritmo y la claridad.
- El estilo coloquial y directo. Narrar con sonidos y evitar el uso excesivo de palabras para describir lo que el audio puede transmitir de forma más efectiva es un principio básico. Asimismo, se debe huir de las entrevistas declarativas; en su lugar hay que propiciar diálogos distendidos en los que los entrevistados puedan ofrecer detalles espontáneos y contextuales.
- El paisaje sonoro y los recursos auditivos. La creación de efectos sonoros originales, en lugar de recurrir a bancos de sonidos pregrabados, añade autenticidad y riqueza a la narrativa. Además, recursos como descripciones sensoriales, metáforas y repeticiones refuerzan la inmersión del oyente.
- El ritmo narrativo. El uso de verbos que transmiten acción y empujan el desarrollo de la historia es fundamental. Por otro lado, aunque la reiteración ayuda a la comprensión, se debe evitar caer en redundancias que menosprecien la capacidad del oyente.
- La edición y la eliminación de contenido innecesario. No todo cabe en una historia. Espinosa de los Monteros insistió en la importancia de aprender a decidir qué elementos descartar para garantizar la coherencia y la fluidez del relato.
- Respeto por el oyente. En la narración se debe asumir que quien escucha es capaz de captar sutilezas y complejidades de la historia sin necesidad de sobreexplicaciones.
Práctica de escucha: cómo analizar los elementos de un pódcast
Espinosa de los Monteros propuso la escucha y análisis del primer episodio del pódcast Olafo, narrado y producido en 2018 por Arturo Lezcano. Este producto, compuesto por cinco episodios, aborda el accidente de un avión de Avianca en Mejorada del Campo, España, en 1983, en el que falleció, entre otros, el escritor mexicano Jorge Ibargüengoitia. A partir de este caso, se reconstruyó, en una producción auditiva de alta calidad, una historia que entrelaza crónica periodística, archivo sonoro, reconstrucción ficcional y testimonios contemporáneos.
La maestra aprovechó el ejercicio para destacar la relevancia de varios aspectos técnicos y narrativos en la creación de un podcast periodístico:
- Voz y punto de vista del narrador. Es fundamental que el periodista se presente y explique desde dónde narra la historia, construyendo una conexión con el oyente. En este caso, Arturo Lezcano introduce el relato desde su descubrimiento personal de la obra de Jorge Ibargüengoitia, un recurso que posiciona al narrador como un mediador activo de la historia. Espinosa de los Monteros subrayó: “No creo en el locutor neutro; esto es una crónica, y el periodista debe explicar por qué cuenta esta historia y desde dónde lo hace”.
- Ritmo narrativo. El ritmo es esencial para mantener la atención del oyente, combinando diferentes elementos como narración, testimonios, música y sonidos de archivo. En Olafo, se logra un equilibrio entre estos recursos y se mantiene una estructura fluida y dinámica.
- Transiciones sonoras. La edición debe garantizar transiciones naturales que no distraigan al oyente de la narrativa. Un ejemplo es cómo la cabecera del pódcast aparece en diferentes momentos, adaptándose a la estructura de cada episodio.
- Diseño sonoro y texturas auditivas. Espinosa de los Monteros subrayó la importancia de incluir sonidos auténticos y variados para dotar de realismo a la narrativa: “El sonido grabado en exteriores o los archivos con esa textura un poco rugosa añaden variedad y verosimulitud al relato”. En este caso, se incluyeron grabaciones del trayecto hacia Mejorada del Campo y recreaciones de la transcripción de la caja negra del avión, realizadas por actores oriundos del mismo lugar que los pilotos originales
- Uso de la música. La música es tratada como un recurso narrativo que amplifica la emotividad del relato. En Olafo, se recurrió a composiciones originales y cuando se usaron piezas preexistentes, se seleccionaron cuidadosamente para complementar la historia.
- Detalles simbólicos. Espinosa de los Monteros se refirió al concepto de “detalle resplandeciente”, acuñado por Bobette Buster, para describir elementos narrativos que impactan al oyente por su carga simbólica. En Olafo, un ejemplo notable es cómo unas cintas de Coca-Cola con el eslogan publicitario “La chispa de la vida” —lo único que tenían a la mano las primeras personas en atender la tragedia— fueron utilizadas para cubrir los cadáveres tras el accidente. Este detalle añade una dimensión reflexiva y emocional al relato.
- ¿Por qué se cuenta esta historia? La elección debe responder a una conexión personal o al reconocimiento de un valor narrativo excepcional.
- ¿Por qué contarla en audio? Es crucial identificar elementos que brillen específicamente en el formato pódcast, como la emotividad que aportan los sonidos de archivo o las voces de los protagonistas. En el caso de Olafo, el acceso a la fonoteca de la Cadena SER y la posibilidad de recrear los sonidos del accidente fueron determinantes para optar por el formato sonoro. Según Espinosa, “la emoción que transmite el audio no puede ser replicada en texto o video”.
Ejemplos de apertura en narrativas sonoras
Los primeros minutos de un pódcast y cómo estos determinan el tono y la narrativa de toda la producción. Espinosa de los Monteros compartió algunos ejemplos de arranque de un pódcast los analizó juntos a los participantes
V, las cloacas del Estado
Este pódcast de 2016 es una serie de investigación periodística centrada en el controvertido comisario de policía José Manuel Villarejo, una figura vinculada a múltiples casos de corrupción en España durante las últimas décadas. Este pódcast utiliza una estructura narrativa que integra elementos de ficción para proteger a los protagonistas.
El fragmento inicial del pódcast combina música, monólogos y un formato de "nota de voz" que añade autenticidad y cercanía. El periodista se presenta y contextualiza la historia mientras explica su proceso de investigación:
“Nota de voz número uno. Hoy es lunes 14 de marzo de 2016. Mi nombre es Álvaro de Cózar y soy periodista. Hace unos meses empecé a investigar en mis ratos libres a un extraño comisario de policía que estaba apareciendo mucho en los medios de comunicación. La historia requería mucho más tiempo, así que dejé mi trabajo en el periódico para dedicarme por completo al tema. Comienzo hoy a documentar en estas grabaciones el resultado de este trabajo”.
Espinosa de los Monteros destacó cómo este enfoque traslada lo que en un texto serían anotaciones en un cuaderno a un formato que permite al oyente acceder al pensamiento del narrador en tiempo real. Este arranque establece la estructura narrativa, presenta al personaje central, el contexto histórico, y los desafíos que enfrenta el periodista, mientras utiliza recursos sonoros como música y fragmentos de audio que generan inmersión y dramatismo. "Ahora han pasado muchas cosas, pero en aquel momento fue muy pionero cómo utilizó las notas de voz como una especie de registro de documentación", dijo la maestra.
Lo conocí en un Corpus
Este pódcast es producto de una investigación periodística, liderada por la periodista Noemí López Trujillo, que conmemora los 20 años del asesinato de Ana Orantes, víctima de uno de los feminicidios más emblemáticos de España. Su muerte marcó un antes y un después en la lucha contra la violencia machista en el país.
Espinosa de los Monteros resaltó el cambio narrativo que ocurre luego de que la periodista se presenta en la introducción: el paso a la segunda persona, un recurso poco común que impregna el relato de una gran carga emocional. El pódcast se dirige directamente a Ana Orantes, le relata su vida como si ella estuviera escuchándolo:
“Es la fiesta del Corpus Christi en Granada, tu ciudad natal. Tienes 19 años y has quedado con una amiga, tu vecina, para ir juntas allí. Bailáis y os divertís. Conoces a José, un chico un año mayor que tú, y acabas bailando con él. Para darle coraje a un novio que habías tenido, tan solo unos meses después te casarías con José. Tu historia, la de Ana Orantes, comienza en ese instante, en ese Corpus”.
Espinosa de los Monteros, productora ejecutiva de este pódcast, explicó que este enfoque fue motivo de debate durante la producción: “Me parecía que no sabía a quién se lo estábamos contando, pero Noemí defendió esta idea, y, una vez terminado, me di cuenta de que era la mejor decisión”
La intención de López Trujillo era clara: narrar esta historia como un homenaje a Ana Orantes, recordándole a ella, simbólicamente, que su valentía y su tragedia no fueron en vano.
En el corredor de la muerte
Este pódcast es parte de un proyecto transmedia en colaboración con Movistar Plus, inspirado en la historia de Pablo Ibar, un español condenado a muerte en Estados Unidos. Este trabajo, basado en el libro homónimo de Nacho Carretero, fue concebido como un complemento sonoro a la serie de ficción producida por Movistar. El pódcast está narrado por el propio Carretero, y desde el inicio, su voz guía al oyente al contexto del caso.
Según Espinosa de los Monteros, uno de los aspectos más interesantes de este proyecto fue la experimentación narrativa que implicaba combinar elementos de ficción y documental. Movistar solicitó que se integraran fragmentos de los diálogos de la serie dentro del relato sonoro. Este planteamiento generó ciertas dudas iniciales en el equipo: “No sabíamos cómo iba a quedar... si los diálogos de una ficción incrustados en un relato periodístico podrían tener sentido o se sentirían más bien forzados”.
La solución requirió un trabajo cuidadoso de guion, en el que se seleccionaron únicamente los diálogos que resultaban naturales y que aportaban coherencia al relato periodístico. Espinosa de los Monteros explicó que esta decisión fue compleja porque implicaba equilibrar las exigencias creativas con las necesidades del cliente: “Ahí tuvimos mucho trabajo de guion y de pelear con Movistar para elegir qué diálogos sentíamos que eran orgánicos en la narración, y cuáles no (...) Es otra de esas decisiones editoriales y de negocio que tienes que tomar, pero cuando se hace bien, como en este caso, el resultado tiene mucho sentido”.
Además de los fragmentos de ficción, el pódcast se enriquece con materiales de archivo obtenidos por Nacho Carretero en su investigación, entre ellos, grabaciones realizadas siete años antes, durante una visita al propio Pablo Ibar en prisión. Estas grabaciones incluyen sonidos ambientales, como el eco de los barrotes y las conversaciones con Ibar.
“Ana y el sexting”
El último ejemplo presentado corresponde a un episodio de Las Raras, un pódcast chileno que destaca por su impecable trabajo de diseño sonoro, que logra integrarse de forma orgánica y esencial con la narrativa. En palabras de Espinosa de los Monteros, este es un caso único en el que “el 50% es narración y el 50% es diseño sonoro”. Es decir, no solo complementa la historia, sino que desempeña un papel central en cómo se experimenta y entiende el relato.
En este episodio, se narra la historia de Ana Baquedano, una joven cuya vida cambia radicalmente cuando una foto íntima, que compartió con su pareja de entonces, es filtrada y acaba conectada a una red de trata de personas. Lo que distingue a este podcast es cómo el sonido traduce las emociones de Ana, llevando al oyente a experimentar lo que ella sintió en los momentos más difíciles de su historia.
“Cuando ella respira antes de contar ese momento crucial, aparece un diseño sonoro que simula la inmersión en el agua. Es brillante porque no solo escuchamos, sino que sentimos que ella se sumerge. Es una metáfora perfecta para su sensación de estar ahogada por lo que sucedió”, indicó Espinosa de los Monteros.
Este efecto no es solo estético. Después de esa “inmersión”, la voz de Ana adopta un filtro que la hace sonar como si hablara bajo el agua. “Con buenos auriculares, se percibe claramente cómo el filtro de voz nos dice que Ana está atrapada, que no puede respirar emocionalmente. Y lo más interesante es que este filtro desaparece cuando ella habla desde el presente, desde un lugar donde ya ha superado esa etapa de su vida. Es un diseño sonoro narrativo y simbólico que no necesita palabras para transmitir el estado emocional del personaje.”
En este caso, la música también es un elemento narrativo clave. Espinosa de los Monteros menciona cómo Martín Cruz, director de sonido de Las Raras, compone piezas originales para cada episodio. Esta música se adapta a los cambios emocionales de la historia, desde la tensión inicial hasta los momentos de liberación.
El diseño sonoro como narrativa y arte
Espinosa de los Monteros destacó la relevancia de una narrativa multisensorial desde el audio, potenciada por el formato del pódcast. Como ejemplo, citó Mejor vete, Cristina, un pódcast de Univisión galardonado con el Premio Ortega y Gasset. En este, el relato de una chef mexicana logra transportar al oyente al interior de su restaurante. “Tú lo escuchas y estás oliendo la carne”, aseguró. Añadió que uno de los retos al crear un pódcast es involucrar todos los sentidos: “No solo el oído, que por supuesto es el principal, pero también lo que ves, lo que hueles, lo que tocas. Todo eso tiene que estar desplegado a la hora de hacer un pódcast”.
El caso de Las Raras, ya mencionado, es un ejemplo sobresaliente del diseño sonoro al servicio de la narrativa. Este pódcast utiliza paisajes sonoros y efectos cuidadosamente seleccionados para intensificar el simbolismo emocional. La maestra resaltó que este pódcast es uno de los pocos casos en los que el diseño sonoro no es un mero acompañamiento, sino un actor principal. “Creo que no hay otro pódcast narrativo en el que el diseño sonoro tenga tanta importancia. Aquí no estamos hablando de una música de fondo o de efectos añadidos por estética, sino de un recurso narrativo poderoso que construye la historia junto con la voz de la protagonista. Es un equilibrio perfecto”.
Sin embargo, advirtió que lograr este enfoque no es tarea fácil: “Es un desafío integrar diseño sonoro de esta manera porque corres el riesgo de que distraiga o de que no conecte. Pero Las Raras lo logra de forma impecable. El sonido y la narración están tan bien sincronizados que el oyente no siente que hay un artificio, sino que todo fluye de manera orgánica”.
El diseño sonoro constituye, así, una herramienta narrativa poderosa que permite construir y transmitir significados más allá de lo que las palabras o imágenes pueden expresar. Según María Jesús Espinosa de los Monteros, “hay cosas que te cuenta el sonido que no te cuenta la imagen. Ni las palabras puras pueden decir lo que puede ser un ruido”.
Un ejemplo claro de este enfoque es el uso de ruidos cotidianos resignificados para convertirse en elementos expresivos. Espinosa de los Monteros mencionó a Rosalía, quien en su canción “Kawasaki” utiliza el sonido de una motocicleta como base para crear un beat musical. Sobre esto reflexionó: “¿Cuándo un ruido se puede convertir en algo artístico? Porque, efectivamente, aquí estoy yo hablando, y eso es un ruido. Pero un ruido utilizado, como en ese tema de Rosalía, se convierte en una expresión artística”.
El diseño sonoro exige decisiones conscientes sobre el uso de música, efectos, voz y silencio. Un ejemplo paradigmático de esta idea es el pódcast El Gran Apagón, producido por Podium Podcast y adaptado posteriormente como serie de televisión por Movistar Plus. Este relato de ficción explora qué sucedería si una tormenta solar dejara al mundo sin electricidad. Durante la producción, el diseñador sonoro consultó al guionista detalles aparentemente triviales, como la estatura del personaje principal: “No es lo mismo cuando te habla un señor de 1,80 que cuando te habla un señor de 1,65”.
Reflexiones finales sobre el audioperiodismo
- El tecnólogo es un profesional creativo. El diseñador sonoro es un protagonista importante en la construcción narrativa, como en el caso de Martín Cruz en Las Raras. El diseño sonoro no solo complementa la narración, sino que eleva la calidad del pódcast al nivel de excelencia.
- Atención y escucha. Citando a Albert Lladó, quien afirma que "el periodismo es atender a los rasgos pero también a las cicatrices", Espinosa de los Monteros enfatizó la importancia de la observación, la escucha activa y la sensibilidad al momento de hacer un producto como el pódcast.
- Creación de una escuela de la escucha. La maestra sugiere fomentar el hábito de escuchar pódcast con el mismo rigor con que se recomienda leer a escritores o ver películas para quienes desean adentrarse en esos campos.
- Flexibilidad creativa. El audioperiodismo ofrece una libertad formal única y permite jugar con el tono, el lenguaje y el punto de vista de manera más dinámica que otros formatos periodísticos.