El Acuerdo de Paz con las Farc abrió una puerta para conocer todo lo que ocurrió en la guerra y los procesos que se siguen desarrollando luego de la firma del documento. Si bien, reconocemos el enorme daño que el conflicto armado causó, parte de nuestra contribución en el ejercicio periodístico es ayudar a comprender cómo llegamos a ese punto de hacernos tanto daño como sociedad.
Esta fue una de las premisas con las que se desarrolló durante día y medio, en Cali, el segundo taller sobre cobertura periodística de la justicia restaurativa, realizado por la Fundación Gabo, en alianza con el Instituto Colombo-Alemán para la Paz (CAPAZ), y que tuvo como asistentes a 20 periodistas del suroccidente colombiano y otras ciudades del país.
El taller, dirigido por la periodista Gloria Castrillón, hizo un recorrido por los aspectos más importantes de la justicia restaurativa, partiendo de la idea de que es necesario comprender qué es y cómo funciona para hacer un cubrimiento responsable. Con ese propósito, varios expertos invitados contribuyeron a ampliar el panorama sobre el tema, desde diferentes ángulos.
En medio de las dudas, la socialización de experiencias en el cubrimiento de estos temas, y los cuestionamientos personales, se invitó a pensar en que si bien el ejercicio de justicia que hoy tenemos no es perfecto, como periodistas y medios de comunicación tenemos una responsabilidad social de hacer un mayor aporte, que trascienda lo institucional.
¿Qué es la justicia restaurativa?
“En la justicia tradicional se causa un daño al delincuente proporcional al que él causó; en la justicia restaurativa hablamos de cómo restaurar el daño en las víctimas, en la comunidad y los ofensores”, señaló Juliette Vargas Trujillo, colaboradora científica del Instituto CAPAZ, para resumir a grandes rasgos la diferencia entre ambas justicias.
Vargas explicó que la justicia restaurativa surge como una alternativa crítica al paradigma dominante de la justicia penal que conocemos. Es una respuesta diferente al delito o a la resolución de conflictos.
“Tiene una concepción muy interesante de sociedad porque parte del supuesto de que entre nosotros hay vínculos y relaciones sociales, que cuando ocurre el conflicto o el delito se rompen, y este rompimiento genera un daño”, anotó Vargas.
Otra característica importante de esta justicia, según explicó la experta, es que hay una participación voluntaria de los actores afectados, los protagonistas son las víctimas, la comunidad.
La JEP y la justicia restaurativa
Uno de los paradigmas orientadores de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, es la aplicación de una justicia que busca la restauración del daño causado y la reparación de las víctimas del conflicto armado.
La JEP está compuesta por:
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Salas: Sala de reconocimiento de verdad y responsabilidad, Sala de definición de situaciones jurídicas y la Sala de amnistía o indulto.
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Tribunal para la paz: consta de las secciones de revisión de sentencias, de 1ra instancia con reconocimiento de responsabilidad, de 1ra instancia sin reconocimiento de responsabilidad, de apelación, de estabilidad y eficacia.
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Unidad de investigación y acusación.
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Secretaría ejecutiva.
Puntos clave de la justicia restaurativa
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Se privilegia la construcción dialógica de la verdad (versiones voluntarias).
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El proceso prevé encuentros directos de carácter dialógico: audiencias de reconocimiento de verdad y responsabilidad.
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Dignificación-restauración como norte de todas las actuaciones.
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Régimen de condicionalidad y sanciones propias.
El régimen de condicionalidad dentro en la JEP
Algunas voces señalan que en la JEP hay impunidad, dados los beneficios que se ofrecen a los comparecientes, pero lo cierto es que en este tribunal existe un régimen de condicionalidad, que está estrictamente ligado a los derechos de las víctimas, así lo explicó la abogada y socióloga Laura Rivera Revelo.
“A los comparecientes se les da unos beneficios jurídicos, en tanto que se les juzgue, es decir, una libertad transitoria condicionada y anticipada, que consiste en que si no está juzgado dentro de la JEP, no va a estar en una cárcel o privado de la libertad, pero si va a estar condicionado a unos compromisos con las víctimas”, señaló Rivera.
Esta jurisdicción juzgará a los máximos responsables, tanto de la Fuerza Pública como de la extinta Farc. “Hay, por ejemplo, excombatientes que no fueron máximos responsables, entonces la Sala de definición jurídica va a pensar cómo sancionarlos, cómo cumplir con la justicia, pero de una forma en que no tengan cárcel, porque todas las personas que están sometidas a la JEP también persiguen un objetivo y es que sus sanciones no sean las mismas que en la justicia ordinaria, a cambio de unos compromisos con las víctimas”, dijo la abogada.
Asimismo, indicó que a los máximos responsables se les asignará sanciones de tipo restaurativo si estos aceptan responsabilidad y entregan verdad plena. “Quienes no lo hagan, se van a un proceso adversarial, que implica la restricción de la libertad, que puede ser también en cárcel de 15 a 20 años.
Régimen de sanciones
Sanciones propias (TOAR) |
5 a 8 años para máximos responsables/partícipes determinantes, y de 2 a 5 años para partícipes no determinantes. |
Comparecientes que reconocen verdad exhaustiva, detallada, plena y responsabilidad ante la SRVR. |
Sanciones alternativas | Pena privativa de la libertad de 5 a 8 años. |
Comparecientes que reconozcan verdad y responsabilidad antes de que se profiera sentencia ante la Sección con ausencia de reconocimiento (Tribunal). |
Sanciones ordinarias | Pena privativa de la libertad de 15 a 20 años. |
Comparecientes que no reconozcan verdad y responsabilidad (Tribunal). |
“Esto para decir que la justicia que imparte la Jurisdicción Especial para la Paz no es impunidad. Hay un régimen diferente. Estamos en una cultura donde la cárcel es sinónimo de justicia”, anotó Rivera.
Dada la masividad de crímenes cometidos en contra de los Derechos Humanos en el marco del conflicto armado con las Farc, la JEP aplica un sistema de priorización de casos:
Caso |
Víctimas acreditadas |
Diligencias de construcción dialógica/coord. interjurisdiccional |
1: Toma de rehenes y otras graves privaciones de la libertad cometidas por las Farc-EP. | 3352 | |
2: Situación territorial de los municipios de Ricaurte, Tumaco y Barbacoas en el dpto. de Nariño. | 109.353 | 84 |
3: Asesinatos y desapariciones forzadas presentados como bajas en combate por agentes del Estado. | 2398 | 7 |
4: Situación territorial en la región de Urabá. | 45358 | 27 |
5: Situación territorial Norte del Cauca y sur del Valle del Cauca. | 178.343 | 26 |
6: Victimización de miembros de la Unión Patriótica (UP). | 301 | 24 |
7: Reclutamiento de niños y niñas en el conflicto armado. | 506 | 7 |
Además de estos, se han creado nuevos macrocasos que incluyen aquellos delitos que no caben en la sistematización anterior:
Caso 8. Crímenes cometidos por los miembros de la fuerza pública, otros agentes del Estado, o en asociación con grupos paramilitares.
Caso 9. Crímenes no amnistiables cometidos contra Pueblos y Territorios Étnicos.
Caso 10. Crímenes no amnistiables cometidos por miembros de las extintas Farc-EP
Caso 11. Violencia sexual y violencia basada en género.
“En la justicia especial para la paz hay una apreciación del daño diferente a la que se da en la justicia ordinaria porque toma en cuenta la opinión de la víctima. La palabra la tienen las víctimas: estas pueden decir cuál fue el daño y de qué manera quieren ser reparadas”, dijo Laura Rivera.
Añadió que las audiencias de aporte a la verdad son muy importantes porque la sociedad colombiana en general, pero también los victimarios y las víctimas pueden apreciar la dimensión del daño, “hasta dónde una acción que algunos consideraron justificable para un fin, dañó no solamente una familia, sino a una comunidad, a la sociedad”.
Los TOAR: Trabajos, Obras y Actividades con Contenido Restaurador-Reparador
Se refiere a un cúmulo de acciones que deben realizar algunos comparecientes ante la JEP. Los TOAR implican, por un lado, la reparación, y, por otro, la restauración. “Cuando hablamos de reparar en el derecho, hablamos de algunos componentes específicos: restitución, indemnización, rehabilitación y las medidas de satisfacción. Por otra parte, hablamos de garantías de no repetición. Dentro del marco de la justicia especial para la paz, solo se va a reparar de manera inmaterial, dado que la restitución, la indemnización y la rehabilitación se darán a través de la ley 1448, en cabeza de la Unidad de Víctimas”, señaló Rivera.
¿Quiénes deben realizar TOAR?
Pueden ser realizados por personas sobre las que la JEP tiene competencia:
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Todos aquellos que han firmado un régimen de condicionalidad a cambio de un beneficio jurídico (libertad condicionada, renuncia a la persecución penal, amnistías e indultos, libertades transitorias).
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Excombatientes de las Farc-EP.
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Integrantes o exintegrantes de la Fuerza Pública.
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Agentes del Estado no miembros de la Fuerza Pública y terceros civiles.
Escenarios en los que se realizan TOAR
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En cumplimiento del régimen de condicionalidades (todos Ios comparecientes en condicionalidad).
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En cumplimiento anticipado de la sanción (todos aquellos que están vinculados a los macrocasos como máximos responsables por su rol esencial en Ios patrones de macrocriminalidad en cada caso).
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En el marco del cumplimiento o ejecución de las sanciones propias, sentenciadas por el tribunal.
Componente restaurativo/reparador del daño
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No hay penas de prisión.
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TOAR que beneficien a las víctimas/comunidad victimizada.
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TOAR como camino para promover la reconciliación.
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TOAR como parte de la reincorporación.
¿Qué podría ser un TOAR?
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Acciones que aparecen en el listado de sanciones de la ley Estatutaria de la JEP.
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Actos simbólicos de dignificación.
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Proyectos de desarrollo comunitario.
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Articulación con el programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito (Pnis).
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Articulación con los Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET).
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Articulación con los planes de reparación colectiva. Ley 1448.
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Articulación con iniciativas propias de las comunidades.
¿Qué podría definir el carácter restaurador/reparador?
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Participación efectiva de las víctimas (en el caso de las sanciones propias).
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Deben atender las afectaciones/daños.
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No pueden lesionar derechos de las víctimas.
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Deben contribuir a la reconstrucción de los lazos sociales o a una transformación de la sociedad que permita la superación del conflicto.
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Aptos para alcanzar la reintegración del compareciente a la sociedad.
Tensiones en la JEP
Si bien es cierto que muchas víctimas se sienten satisfechas con la reparación, otras están lejos de eso, lo que genera muchas tensiones en esta justicia especial. “Las víctimas tienen expresiones de dolor y rabia, lo cual es legítimo. La reconciliación no se puede obligar”, apuntó Juliette Vargas Trujillo, colaboradora científica del Instituto CAPAZ. Algunas de estas tensiones son:
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Justicia restaurativa vs lógica de los procesos penales.
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Tiempos de la justicia restaurativa vs tiempos de la justicia transicional.
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Soluciones restaurativas vs tipo de crímenes graves que se abordan.
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Centralidad de las víctimas vs derechos de los comparecientes.
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Expectativas de las víctimas y la sociedad vs limitaciones en la capacidad de la JEP.
Retos y escollos de la JEP
Masividad de víctimas: más de 300 mil víctimas acreditadas.
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Participación colectiva de víctimas.
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Se prioriza la participación de unas víctimas sobre otras.
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La mediación a través de representantes judiciales como talanquera.
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No se investiga caso a caso y no todos los casos serán abordados por la JEP.
Reparación: énfasis en la reparación simbólica.
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No hay fondo para reparaciones económicas o restituciones y la JEP no puede ordenarlas.
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Deficiencias de la ruta administrativa (Ley de víctimas y restitución de tierras).
Reconfiguración de la violencia territorial
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Más de 300 excombatientes
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Más de 1270 líderes(as) sociales asesinados.
Falta de claridad y pedagogía: búsqueda de legitimidad vs transparencia
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Las víctimas tienen expectativas que no podrán ser cumplidas.
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Multiplicidad de rutas y confusiones respecto a la institucionalidad.
Verdad: construcción dialógica para establecerla
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Aportes a la verdad en el proceso dialógico dependen de la voluntariedad de los comparecientes.
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Frustración por parte de las víctimas respecto de los aportes.
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Construcción dialógica de la verdad incompleta por falta de los actores.
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“La JEP nos propone un modelo alternativo de la justicia a través del lente de la justicia restaurativa, pero la reconciliación no depende solo de la JEP. Y hay muchos limitantes. En medio de todas las frustraciones, hay que dar el salto de fe”, anotó Juliette Vargas.
Territorio como víctima
A partir de que las comunidades ancestrales fueron reconocidas como ciudadanos culturalmente diversos, en la constitución de 1991, se empieza a reconocer a los territorios, y se hace obligación del Estado proteger las riquezas culturales.
Amparados en el marco constitucional, varias comunidades indígenas solicitaron a la Justicia Especial para la Paz el reconocimiento del territorio ancestral como víctima. “Esta jurisdicción ha entendido que las afectaciones que sufrieron los pueblos indígenas son diferenciales y le está dando su lugar a cada uno”, dijo la abogada Laura Rivera.
En la Jurisdicción Especial para la Paz hay una ampliación de la concepción formal del derecho sobre el daño. “Uno de los aspectos innovadores es que en esta justicia se está tomando al territorio ancestral y colectivo como víctima del conflicto armado, esto desde el derecho penal ordinario es extraño, es sui géneris”.
De esta manera, cuando hay que hacer una sanción dentro del territorio o juzgar a un indígena, debe haber un diálogo intercultural entre justicias, es decir que la justicia especial para la paz debe hacer una consulta con las autoridades propias de los pueblos indígenas.
“Los actores armados no solamente han fumigado, han derramado el petróleo con los atentados que perpetraron, sino que han afectado la relación de los indígenas con el territorio”, sostuvo Rivera.
Hacer periodismo con enfoque restaurativo
De acuerdo con la periodista Gloria Castrillón, aunque periodismo solo hay uno, y tiene valores y fundamentos indiscutibles, sí se le puede dar a los trabajos periodísticos un enfoque distinto.
“Estoy segura de que sí se puede hacer periodismo con enfoque restaurativo. Desde los enfoques, el planteamiento de los temas y cómo los abordamos, desde a quién escogemos como fuente, cómo hacemos las entrevistas, cómo presentamos la información, qué imágenes ponemos en nuestros artículos, el lenguaje que usamos… todo eso influye en la manera de poder aportar en el ejercicio de esta justicia restaurativa”, planteó Castrillón.
Si bien se puede estar de acuerdo o no con el sistema de justicia restaurativa, esta nos plantea un nuevo escenario, en el que periodistas y medios de comunicación tienen una importante responsabilidad. En esa medida, Castrillón nos propone reflexionar sobre cómo hemos cambiado el cubrimiento de estos temas, preguntarnos si estamos incluyendo las voces de todos los actores, dónde quedan las víctimas en nuestros relatos, y si con nuestros trabajos hemos ayudado a explicar lo que pasó en el conflicto.
Ni olvido ni justificación
Afirmó Gloria Castrillón que la intención del periodismo no debe ser olvidar lo que pasó en la guerra, por el contrario, se trata de hacer periodismo para recordar dignificando a las víctimas, “cómo recordamos, a quién recordamos, eso es en lo que hay que trabajar”, afirmó”.
Asimismo, señaló que contar todo lo que ocurrió en el conflicto no significa que no se reconozca la gravedad de los crímenes, sino que se muestra la realidad desde ángulos distintos.
“Hay muchas personas que creen que los comparecientes solo merecen estar en la cárcel y no se les debe poner un micrófono porque eso es darles altavoz. Yo digo que depende, porque si la voz del compareciente ayuda a reconstruir una realidad y unos hechos que mucha gente necesita reconstruir, me parece que es válido. Que mi pieza periodística justifique los hechos, es otra cosa”, señaló la periodista.
No se trata de separar entre buenos y malos. “La dimensión del ser humano vale tanto para las víctimas como para los responsables”, dijo Castrillón. En esa medida, invitó a deconstruir las etiquetas que usamos al momento de hablar de los protagonistas del conflicto.
“Durante la guerra era imposible ver al ser humano que estaba detrás de las armas porque durante muchos años nos dijeron que eran muy malos y que solo merecían ser fumigados y perseguidos como ratas en sus madrigueras. Sí creo profundamente en que tenemos que deconstruir esas etiquetas; los monstruos no existen, existen los seres humanos”, anotó la maestra.
La reparación es de claroscuros
La dimensión de la reparación y del perdón es distinta en cada individuo o comunidad, por lo que para algunos será más sencillo perdonar, mientras otros se sentirán frustrados e insatisfechos. Ambas posiciones son válidas, y el periodismo debe apuntar a mostrar esos matices.
“Lo importante es explicar por qué sí y por qué no; ambas dimensiones son válidas. No se puede desvirtuar una realidad particular. Nuestra contribución es mostrar los claroscuros”, dijo Castrillón, y agregó que cuando nos adentramos en las historias y ocurre el acercamiento con los protagonistas, se abren nuevas perspectivas. “No hay noticias positivas o negativas, sencillamente realidades que podemos complejizar un poco más”.
Aunque como seres humanos, es difícil no juzgar a quienes hicieron tanto daño, el llamado es a no permitir que ese sentimiento haga que se queden por fuera los matices en las historias.
“Reconocemos el enorme daño que hicieron los responsables, y parte de nuestro aporte como periodistas es entender que esas personas no bajaron de la luna y aterrizaron aquí para matar indiscriminadamente a toda la sociedad colombiana. Mi llamado de atención es sobre cómo hacemos para explicarlo. Hay que intentar explicar cómo llegamos a este punto de hacernos tanto daño. Creo que la principal razón de ser de todo este ejercicio es reconocer el enorme daño que nos ha hecho el conflicto”, profundizó.
Mirar distinto
Gloria Castrillón dijo que hay que mirar más allá de lo obvio. Es importante buscar a las organizaciones de víctimas en los territorios, preguntarles sobre los procesos que adelantan, preguntarles cómo ha sido su tránsito por la JEP, etc. “Una pregunta puede disparar una gran historia”.
Señaló además que la justicia restaurativa no se circunscribe a la JEP. “Hay iniciativas que están desarrollando personas que participaron en la guerra con personas que fueron afectadas, y eso está sucediendo en los territorios donde ustedes viven, mi pregunta es ¿estamos viendo las historias o tal vez nos circunscribimos a que la JEP saque tal o cual comunicado?”, enfatizó la periodista.
Así también, dijo que no basta con quedarse en la descripción de los hechos, sino encontrar otras formas de abordar la realidad. Que no hay que cerrarse a la historia preconcebida en la cabeza, es mejor ir abiertos a que lo que imaginamos pueda ser de otra manera y no perder la capacidad de sorpresa “porque las historias pueden estar muy cerquita de nosotros, pero no las vemos”.
“Hay que tratar de mirar y cambiar nuestra forma de actuar, ver cómo llegamos para poder contar una historia con un punto de vista distinto, eso no significa que no contemos la realidad de hoy, no significa que obviemos el conflicto actual, no significa que hablemos bonito”.
Dignificar el dolor
¿Qué podemos hacer para no caer en la revictimización? Castrillón señaló que a veces creemos que remover la herida y el dolor es malo “y pues no siempre, depende cómo hagas las preguntas, depende para qué abordamos esa historia y para qué abordamos a esas personas”.
“Uno de los elementos claves para no revictimizar es hablar de la resistencia. Todas estas historias tienen un común denominador, además del dolor, que es la resistencia. La gente cómo convierte el dolor en una fuerza para trabajar por la memoria o en una fuerza para buscar a sus desaparecidos o para dignificar el nombre de sus seres queridos o para encontrar la verdad”.
Por otra parte, es importante entender que cada grupo poblacional vive su propia realidad, y para abordar responsablemente esas realidades, se debe hacer desde un enfoque diferencial.
“No debemos comparar los retos y las vivencias de una comunidad indígena con los de una comunidad en una ciudad, y, asimismo, no podemos comparar ni las afectaciones del conflicto, ni la forma en cómo las superan, por ejemplo, hombres y mujeres, es bien distinto. Tenemos que tener la sensibilidad de ver esas diferencias”, apuntó.
Finalmente, Gloria Castrillón reiteró el llamado a buscar las historias por fuera de la JEP. “Cuáles son las otras historias que vienen fuera de esta, cuáles son las otras historias que vienen después de una audiencia, por ejemplo, en la búsqueda de los desaparecidos, en los cementerios, etc.”
Sugirió indagar en los casos cercanos a nuestros territorios; “por ejemplo, cada vez que abren un macrocaso miren las ruedas de prensa de la JEP. Son transmitidas en directo, todas las audiencias están en YouTube, están las ruedas de prensa completas de cuando se lanzan los casos o donde explican los autos. Allí está la información”.
“Hay muchas iniciativas alrededor de gente que está haciendo cosas para buscar ese concepto que es tan difícil y tan común que es sanar. Al final la palabra clave en todos estos procesos es sanar”, concluyó.
Sobre Gloria Castrillón
Periodista con maestría en Asuntos Internacionales y énfasis en Resolución de Conflictos de la Universidad Externado de Colombia. Dirige Colombia +20, iniciativa pedagógica y periodística de El Espectador para hacer seguimiento en la implementación del Acuerdo de Paz.
Fue editora de investigaciones de la revista Cromos. Tiene 29 años de experiencia en medios escritos y online. Se ha dedicado en los últimos años al cubrimiento del conflicto armado y las negociaciones de paz con las Farc, el Eln y las Auc.
Ha sido docente universitaria y tallerista en temas de conflicto armado, memoria, género y construcción de paz. Ha escrito, en coautoría con otros periodistas, tres manuales de periodismo: “Pistas para narrar la paz”, “Pistas para narrar la memoria” y “Pistas para investigar la desaparición y búsqueda de personas”. Fue editora del libro Memorias: 12 historias que nos deja la guerra.
Sobre el taller
Reiterando su compromiso con la construcción de paz en el país, la Fundación Gabo, en alianza con el Instituto Colombo Alemán para la Paz (CAPAZ), desarrolla un ciclo de cuatro talleres, cada uno con una duración de un día y medio, dirigido a periodistas, con el propósito de fortalecer la cobertura periodística de la justicia restaurativa en el Sistema Integral para la Paz en Colombia.
En esta ocasión, el taller se desarrolló en Cali entre el 1 y el 2 de junio, convocando a 20 periodistas. Fueron abordados los principios y conceptos generales de la justicia restaurativa, se discutieron casos específicos y se brindaron recomendaciones para encontrar temas y nuevos enfoques en este campo. También se reflexionó sobre el papel de los medios en la reparación de las víctimas y la reconciliación.
Este encuentro, dirigido por la periodista Gloria Castrillón, contó con invitados como Juliette Vargas Trujillo, colaboradora científica del Instituto CAPAZ, Laura Rivera Revelo, abogada y socióloga, y el magistrado de la JEP Raúl Sánchez Sánchez.