Eso es lo dramático: que sí se parecen. Quizás resulte un lugar común decir que, casi sin darnos cuenta, se diluyeron los límites entre las vivencias y las narrativas mediáticas, entre las experiencias cercanas y las historias que pasan por la televisión, la radio, las redes sociales, medios que también han visto diluir las fronteras entre ficción y realidad, y aún dentro de ésta última categoría, entre documental y realidad aumentada.