Reglas de oro para hacer un mejor periodismo en salud mental

12 de Febrero de 2018

Reglas de oro para hacer un mejor periodismo en salud mental

Escribe para nuestro blog de periodismo de salud la fundadora y editora del portal elpacientecolombiano.com y de la Fundación Periodismo en Salud.

Luz Elena Grisales

La salud mental es uno de los campos más inexplorados por el periodismo. Por décadas, han sido los cineastas, guionistas, literatos, historiadores y las religiones quienes nos han acercado a ella. Por esto, el estigma, el miedo, la incertidumbre y hasta los conflictos de interés son comunes al comunicar y reportar la salud mental. 

Al momento de cubrir información sobre salud mental debemos reforzar algunos elementos esenciales, tales como la investigación rigurosa, la ética periodística y la identificación y verificación de sesgos en la información.

Algunas reglas vitales nos permitirán lograr artículos, reportajes y crónicas de gran impacto para la sociedad, siempre orientadas a prevenir, informar, educar y visibilizar la salud mental como un eje transversal de los sistemas de salud globales.

1. Encontrar el título perfecto

Evite estigmatizar con títulos sensacionalistas y usar palabras como “loco”, “esquizofrénico, “demente”, “manicomio”, “perturbado”, entre otros. Existe evidencia científica que permite concluir que la mayoría de los crímenes violentos están erróneamente relacionados con una enfermedad mental.

2. Identificar los posibles conflictos de interés

Investigue sin falta dónde se origina la información con la que está trabajando y pregúntese quién podría estar obteniendo beneficios con su difusión.

Destine todo el tiempo necesario para leer completos los comunicados de prensa, ensayos, estudios clínicos e informes de investigaciones. Incluso, cuando sus autores declaren “no tener conflictos de interés”, revise las secciones acerca de sus patrocinadores y sus redes sociales. Lea detenidamente su hoja de vida y proyectos en los que han participado. Si no encuentra estos datos, absténgase de publicar y compartir. En épocas caóticas, la ética y la credibilidad son nuestros activos más valiosos.  

3. Investigar los resultados e interpretación que se le han dado a estudios previos

Desde el 2009, la OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda que los resultados de los ensayos clínicos sobre los productos médicos sean divulgados con el fin de que las decisiones relacionadas con el uso de vacunas, fármacos y dispositivos médicos estén respaldadas para un uso seguro por parte de la población general.

Sin embargo, y a causa de los permanentes conflictos de interés, esta práctica aún no ha sido implementada en todos los países. La investigación realizada en el campo de la salud mental es escasa y opaca: los pacientes, familias y cuidadores no son informados oportunamente sobre los efectos adversos de fármacos y dispositivos médicos para su salud.

Es vital informar y formar a la ciudadanía sobre los efectos secundarios de fármacos y dispositivos médicos. A manera de ejemplo,  los fabricantes de la terapia electroconvulsiva (TEC) fueron recientemente demandados al no informar sobre sus efectos secundarios, tales como lesiones cerebrales iatrogénicas graves.

Para ilustrar, la depresión es el trastorno más buscado en las diez principales búsquedas en Google relacionadas con profesionales de la salud mental realizadas entre abril de 2016 y marzo de 2017. Entonces, teniendo en cuenta que la búsqueda de información sobre antidepresivos y ansiolíticos puede ir en aumento, es importante divulgar información previamente verificada al respecto pero que dé cuenta y sea clara sobre los efectos adversos y adictivos de estos medicamentos.

4. Verificar y revisar la información por pares académicos

Toda información utilizada debe tener suficiente evidencia científica, haber sido revisada por pares académicos y publicada en medios especializados.

5. Combatir los bulos

Algunos bulos son promovidos por personajes públicos, sin conocimientos especializados y que no contrastan sus fuentes. Una vez utilizados los métodos del fact-checking, la verificación de la información es vital para no divulgar información y datos falsos.  

6. Buscar información completa y actualizada    

La información más antigua no es necesariamente inútil; algunos excelentes sitios web ofrecen artículos antiguos como antecedentes históricos. Por lo general, la parte inferior de cada página web tiene una fecha. Las páginas de un mismo sitio pueden ser actualizadas en diferentes momentos, y algunas con más frecuencia que otras.

7. Ofrecer información para buscar ayuda

Hay evidencia de que existe un aumento de la muerte por suicidio relacionado con la cantidad y prominencia de reportes sobre el tema (especialmente la muerte de famosos).

Siempre que reporte sobre intento de suicidio o muerte por suicidio asegúrese de incluir al final de la información un enlace verificado sobre personas y organizaciones que puedan prestar ayuda calificada para personas en riesgo.

Antes de retwittear o compartir esta información llame y haga el ejercicio de buscar ayuda para usted mismo. Así verificará personalmente que el enlace funciona.

8. Respetar el dolor de los afectados

Nunca pregunte “cómo se siente” o “qué se siente” a una persona que acaba de sufrir una tragedia o un problema. Más bien pregúntele por sus necesidades. El Manual de Verificación para Periodistas en el Momento de Cubrir emergencias es idóneo.

9. Modificar léxico, etiquetas e imágenes

Al modificar su lenguaje contribuirá en la creación de un mejor mensaje para informar y comunicar la salud mental. Porque:

• Las personas de interés público no confiesan que padecen trastornos mentales, más bien comunican que están diagnosticadas con una dolencia mental.

• Las personas no son esquizofrénicas, depresivas, maníacas, anoréxicas o psicóticas. Tienen alguna de estas condiciones, que son generalmente tan tratables como una hipertensión, un cáncer, una alergia crónica o cualquier otro problema de salud.

• Las imágenes tienen la capacidad de generar estereotipos o de romperlos, de crear estigmas o desmontarlos. Usar fotos o imágenes de personas solas, deformes, violentas o moribundas, solo contribuye a que la salud mental esté asociada con muerte, oscuridad, tristeza, pérdida y ausencia de esperanza. Use imágenes de personas trabajando, compartiendo, comiendo en familia y en colores vivos.  

Estas nueve reglas pueden romper con los conceptos que han acompañado históricamente a la salud mental, porque los problemas mentales no son un castigo, son signos y síntomas de una sociedad lastimada, a la cual se puede ayudar.

 

 

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